EL PAIS: Houston regula a favor de los gais en el conservador Estado de Texas

alcaldesa de Houston

La alcaldesa de Houston (izquierda) y su novia en su boda. / R. H. (REUTERS)

Houston ha hecho historia esta semana con la aprobación de una ordenanza que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual. La ordenanza, apodada HOPE por sus siglas en inglés (Houston Equal Rights Ordinance), posiciona a la ciudad en el ala más progresista en materia de derechos de libertad sexual, a pesar de estar en medio de uno de los estados más conservadores de Estados Unidos, Texas, que no reconoce el derecho al matrimonio gay.

A nivel federal, el proyecto de ley contra la discriminación laboral (ENDA) está estancado en el Congreso, sobre todo en la Cámara de Representantes, donde no tiene posibilidades de prosperar en un futuro cercano.

Houston es la cuarta ciudad más grande de EE UU. Su alcaldesa, Annise Parker, que este año se casó con su novia, dijo ante la prensa que se trata de “un paso adelante para la ciudad”. “No es lo más importante que he logrado como alcaldesa, pero es lo más significativo y gratificante a nivel personal que haré en este cargo”.

El consejo municipal aprobó la medida en una votación de 11 contra seis el miércoles por la noche. La ordenanza prohíbe la discriminación de personas basada en raza, color, orientación sexual, edad, religión, discapacidad, origen, edad y embarazo en áreas como vivienda y empleo, y extiende diversas protecciones a la comunidad homosexual y transgénero. El documento impone multas de 5.000 dólares y se aplicará a entidades privadas y de gobierno. Las entidades religiosas están excluidas.

Organizaciones de derechos civiles resaltaron el voto como una de las mayores victorias políticas del movimiento LGBT. “Esta legislación de sentido común hará que la vida sea un poco más fácil y justa para miles de personas en Houston”, dijo el director para campañas de Human Rights Campaign, Marty Rouse. “Como la ciudad más grande de Texas, Houston es el epicentro de negocios y cultura, las urbes prosperan cuando todos sus ciudadanos se sienten bienvenidos y parte de la fábrica cultural”.

Uno de los miembros del consejo municipal, Michael Kubosh, explicó que votó en contra de la ordenanza porque “la mayoría de las llamadas y correos electrónicos le exigían que se opusiera a ella”. Al otro lado del pasillo, concejales más liberales insistían en que la iniciativa traería bienestar a la ciudad.

Uno de los líderes en contra de la ordenanza fue el pastor de la Iglesia Grace Community, quien definió la medida como algo que “simplemente no está bien”. Él, junto a varios grupos conservadores, espera reunir suficientes firmas para forzar una votación sobre HOPE en las elecciones de noviembre.

EL PAIS: Michael Sam, ante todo futbolista, pero también homosexual

La celebración de la llegada del primer jugador abiertamente gay a la liga de fútbol americano choca con la homofobia aún persistente en el deporte

Michael Sam

El jugador de fútbol americano Michael Sam. / L.G. Patterson (AP)

La próxima temporada de la Liga Nacional de Fútbol (NFL) americano contará, por primera vez, con un jugador que ha revelado públicamente su homosexualidad. Michael Sam, nuevo defensa de Los Rams de St. Louis, rompió moldes en febrero al confesarlo en una entrevista. La semana pasada, en el instante en que conoció su fichaje, volvió a hacerlo, esta vez ante la mirada de millones de estadounidenses que seguían los fichajes por televisión: Sam se abrazó entre sollozos a su novio y le besó. Los espectadores escucharon los aplausos en la sala donde el afroamericano acababa de hacer historia. “Fue algo único, incomparable con nada que hayan visto antes los espectadores”, dijo la revista Sports Illustrated.

La naturalidad de la celebración del jugador ante las cámaras convirtió en anecdótica su revelación de hace unos meses, cuando habló en una entrevista de su homosexualidad. Como miles de estadounidenses que lo han compartido con sus familias, amigos o compañeros de trabajo, impulsando la oleada de aceptación de la comunidad gay, Sam ha cuidado estos meses de que su profesionalidad y su calidad como promesa del fútbol americano estén por encima de cualquier debate sobre su sexualidad.

Su fichaje ha sido celebrado como un gran paso hasta por el presidente estadounidense, Barack Obama, pero aún queda mucho camino por recorrer. Fuera de los micrófonos y de las palabras de apoyo de políticos o famosos, la realidad de muchos gais y lesbianas en el deporte profesional sigue siendo dura en todo el mundo. Lo recordaba esta semana un joven deportista que se ocultaba tras el nombre de Nico en una entrevista con la cadena alemana Deutsche Welle, refiriéndose a la salida del armario del futbolista Thomas Hitzlsperger a principios de año. “Después de lo que hizo esperaba un cambio. Pero la situación ha ido a peor. Todos los medios hablan de avances, pero hay que diferenciar entre lo que se dice en público y lo que ocurre en el césped. Mi percepción como jugador homosexual es que en los últimos meses los ultras se han encendido. La homofobia en las gradas ha aumentado”, aseguraba el joven, que no se atreve a dar su nombre por miedo a represalias.

La declaración de Hitzlsperger —“En los últimos años me he dado cuenta de que prefiero vivir con un hombre”, dijo el centrocampista muniqués— mostró a los alemanes que la homosexualidad estaba presente en la élite del fútbol. Pero el anuncio suponía una cierta decepción. No llegaba cuando su protagonista jugaba en la selección alemana ni cuando su equipo, el Stuttgart, fue campeón de la Bundesliga en 2007. Hitzlsperger habló cuatro meses después de colgar las botas.

No obstante, los colectivos de defensa de los derechos de los homosexuales y lesbianas celebran cualquier paso adelante. La liga de fútbol americano, como la sociedad, ha recorrido un largo camino hasta lograr que Sam se convirtiera en el primer futbolista en activo que no esconde que es gay. Hace ya décadas que las tenistas Martina Navratilova o Billy Jean King hicieron lo mismo. Después se sumaron otros como el baloncestista John Amaechi, en 2007, ya retirado de la NBA; Esera Tuaolo, cuando ya había abandonado la NFL; el boxeador Orlando Cruz, la estrella de la liga de baloncesto femenina Brittney Griner, el primer futbolista gay en competir en la liga de EE UU con Los Angeles Galaxy, Robbie Rogers, o las futbolistas de la selección estadounidense Abby Wambach y Megan Rapinoe. Pero ninguno de ellos cumplía el requisito que demuestra para muchos la consolidación del cambio: no eran jugadores masculinos en una de las cuatro grandes ligas profesionales.

En abril de 2013, Jason Collins protagonizó un momento similar al de Sam en la NBA, pero se trataba de un deportista ya sin contrato y en los últimos años de su carrera. Sam dio el paso al término de la competición universitaria como aspirante a entrar en la NFL. Su candidatura planteaba una pregunta pendiente en el mundo del deporte: ¿Está lista la competición más agresiva de EE UU para acoger a un jugador abiertamente gay?

“En apenas dos años miraremos atrás y veremos que los casos de Collins y Sam son solo dos entre muchos otros, pero a ambos se les puede considerar los verdaderos pioneros en el deporte profesional”, afirma Paul Guequierre, portavoz de la organización Human Rights Campaign (HRC), líder en defensa de los derechos de los gais en EE UU. “Ellos han abierto la puerta para que muchos otros dejen de ocultar su homosexualidad por miedo a perder contratos con equipos”.

En el caso de Sam, por primera vez, se trata además de un jugador joven, con toda una carrera por delante y que confiesa su homosexualidad cuando su futuro estaba más en juego. Aún así, tanto en la semana de su fichaje como cuando habló para el Times el pasado invierno, el defensa explicó que es, ante todo futbolista, y que no se convertirá en el rostro del activismo por los derechos de los homosexuales. Justo cuando la confesión de Sam podía significar más para su futuro, más relevancia le ha quitado él.

Desde HRC afirman que a partir de ahora, cuando más deportistas jóvenes decidan dar este paso sin que les preceda una carrera consolidada, le darán menos importancia. “Cada vez que un jugador gay sea fichado por un equipo recibirá menos atención. Pero ahora hay jóvenes que se están dando cuenta de que pueden conseguir lo que quieran; nada va a detenerles”, dice Guequierre.

El cambio en el deporte estadounidense coincide con el de la sociedad, que en los últimos cinco años ha dado un giro a favor de los derechos de los homosexuales. Al mismo ritmo que las diferentes leyes estatales que prohíben el matrimonio entre personas del mismo sexo caen en un efecto dominó, personalidades de todo el país revelan su homosexualidad, pero dándole cada vez menos importancia.”Incluso en el mundo del deporte, con una cultura tradicionalmente masculina, hemos encontrado que hay un hueco para atletas gais y lesbianas”, dice Guequierre.

El avance también se nota en Europa. Poco antes de que Hitzlsperger hiciera lo que nadie antes se había atrevido, la Federación Alemana de Fútbol había iniciado un proyecto con un doble objetivo: prepararse para ver cómo actuar si un jugador anunciaba su homosexualidad o diseñar mecanismos de apoyo por si algún deportista en esa situación les pedía ayuda.”Las reacciones han sido casi todas positivas, incluidas las de mis antiguos compañeros”, aseguró Hitzlsperger la semana pasada en televisión. Compañeros como Lukas Podolski y Holger Badstuber coincidieron en usar la palabra “respeto” para alabar su salida del armario. “Estoy orgulloso de ti. Buena decisión y adoptada en el momento oportuno”, añadió el antiguo jugador de la selección Arne Friedrich.

Falta saber cómo reaccionará el público de EE UU cuando Sam se estrene en la NFL en septiembre. La primera vez que Collins saltó a una cancha de baloncesto después de posar para Sports Illustrated en una fotografía histórica enmarcada con las palabras “el deportista gay” el público le recibió con una ovación. Para Guequierre, eso demuestra que los aficionados “están más preocupados por la calidad de un jugador que por su orientación sexual”.

El propagador del odio al gay viajará a Suiza

L. D., Berlín

La organización de defensa de los derechos gais All Out ha organizado una campaña para impedir que el predicador estadounidense Lou Engle viaje a Suiza la próxima semana para propagar su mensaje de odio a los gais. Pero la iniciativa, que ya ha logrado 65.000 firmas, está destinada a chocar contra las leyes suizas. Engle, que ha llegado a comparar a EE UU con la Alemania nazi por respetar las libertades civiles de los homosexuales, podrá viajar a Ginebra porque no supone un peligro para la seguridad suiza, según fuentes gubernamentales.

La alcaldesa de la ciudad, la socialista Sandrine Salerno, condena la llegada del predicador y lamenta que no haya ninguna base legal que le permita prohibir sus proclamas homófobas. “Nos es imposible legalmente prohibir la visita, pero en cambio sí que podemos vigilar su discurso. Según lo que diga, el Ayuntamiento se reserva la posibilidad de actuar penalmente”, dijo la regidora a través de un portavoz.

La campaña para impedir la llegada de Engle está dirigida al presidente de la Confederación Suiza, el liberal Didier Burkhalter, al que se le pide que deniegue el visado al predicador. Una portavoz del gobierno suizo explica que los ciudadanos de EE UU que realicen una visita de menos de tres meses no necesitan el visado, por lo que están atados de pies y manos. “La Oficina de Inmigración puede prohibir la llegada de extranjeros cuya presencia suponga un peligro para la seguridad pública o el orden”, explica. ¿No considera que las proclamas de Engle pongan en riesgo el orden? “Por motivos de protección de datos, no podemos hablar de casos concretos”, responde la portavoz. All Out señala que el predicador ha llegado a defender la ley ugandesa que castigaba con pena de muerte las prácticas homosexuales.

EL CORREO: Javier Sádaba Filósofo – “El placer que producen el poder político, el dinero y el mandar sobre otros, anula la satisfacción sexual”

El filósofo vasco profundiza en ‘Ética y erótica’ (Ediciones Península) en dos aspectos de la ética a los que no se presta atención suficiente: la vida buena y la felicidad

Javier Sádaba

El filósofo portugalujo afincado en Madrid profundiza en su último libro sobre otro modo de sentir.Foto: Óscar Montero

Donostia – Javier Sádaba, catedrático de Ética en la Universidad Autónoma de Madrid y licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, reflexiona sobre conceptos a los que a menudo la ética no ha prestado la suficiente atención, como la felicidad, la vida buena, el erotismo, la sensibilidad, el humor o la sexualidad. Reivindica una ética que no hable de obligaciones, que atienda a los sentimientos y sobre todo a los placeres.

Si en la calle le preguntara a alguien por la erótica, ¿cree que me hablaría de algo que no fuera sexo?

-En principio creo que se referiría al sexo porque ese es el nexo habitual de unión habitual. En mi libro Ética y erótica trato de ampliar el concepto de la erótica y darle su auténtico sentido, un sentido más profundo que expresa el deseo; es decir, la satisfacción de los deseos sexuales sí, pero no solo sexuales.

¿Acaso hay erótica fuera del amor? ¿Y fuera del sexo?

-La erótica en principio es todo aquello que tenga que ver con lo que pueda dar satisfacciones y por lo tanto va bastante más allá de lo que es el amor y el sexo. Pero sí, es cierto que hay un punto clave de la erótica que es cuando se dan juntos, y bien amarrados, el amor y el sexo.

En la quinta acepción de la RAE encuentro: “La erótica es una atracción muy intensa del poder, de la fama, del dinero… muy parecida a la del amor”. ¿Es esto posible?

-Sí. La erótica es atracción. Una persona que carece de algo y quiere tenerlo, pone todos los medios para conseguirlo y cuando lo logra se siente a gusto, pero eso puede darse en muchos campos.

¿Por ejemplo?

-La erótica del poder es uno de ellos. Aquí lo que ocurre es que se pasa uno de frenada. El poder absorbe de tal manera que se eliminan otras satisfacciones y se somete a otros con menos poder. La fama sería otro de los pasos. Como diría el poeta, la fama es un mal entendido y nos dejamos guiar por la vanidad y un egoísmo tonto y barato. En ese sentido, hay muchas formas de tener deseos, de conseguirlos y conquistarlos, pero todos tienen que ser armónicos y equilibrados. El poder, con mayúsculas, muchas veces es enemigo de la auténtica erótica.

Hablemos de la erótica del poder o del triunfo. ¿Puede producir un placer orgásmico físico parecido al del amor? ¿O un placer meramente espiritual? ¿O ambos?

-Pienso que el placer que produce el poder político, el dinero, el de mandar sobre otros -no con otros-, ese poder anula la satisfacción sexual; y de felicidad espiritual, más bien poca. Lo que da es una felicidad material que aunque se piense que te eleva es mera alegría animal, depredadora, de sacar la sangre a los demás. En este sentido, tiene muy poco de lo que es la delicadeza, la dulzura, el gusto y regusto de la suavidad del sexo.

Usted es profesor de Ética. ¿Cómo se la define de inicio a sus alumnos?

-Hay muchas formas de definirla, pero si me piden ahora un tríptico de la ética diría que la filosofía tiene su punto de lanza que es la ética y la ética tiene como su punto de vista la vida buena. A lo que aspira la ética es a vivir lo mejor posible con nosotros mismos y con los demás.

Ética: Normas morales que rigen las conductas humanas ¿Podemos entonces hablar de una ética humana compartida? Por ejemplo, el rechazo a matar a un semejante.

-Por supuesto, la ética tiene como dos brazos fundamentales. Uno es el que dice lo que no hay que hacer: no matar, si no es en legitima defensa, no torturar nunca, etc.. Esas normas justas hacen que vivamos de forma pacífica y que crezcamos todos conjuntamente. Pero hay otra parte que es importante y ha sido muy olvidada. En mi libro trato de resaltarla: bienes los justos, no más que aquellos que tienen que ser. Por otro lado, promover los bienes no es tan fácil; ayudar a ser solidario va bastante más allá de los deberes que se nos impone de una forma bastante chata.

¿O tal vez la ética varía de unas zonas a otras, de unos individuos a otros, de unas épocas a otras, de unas actividades a otras?

-Por supuesto que hay cantidad de costumbres distintas. A uno le puede gustar tocar el txistu y a otro el flamenco. Sin embargo, hay algo universal que tiene que atravesar a todas ellas: los derechos humanos. Aunque no estén respetados y no lo hayan sido en otras épocas, pero hay que conseguirlo. Estos derechos deben de valer para cualquier lugar. Si no fuera así, la ética ya sería relativa; se distribuiría. Sería bueno torturar aquí y no allá. La ética tiene que buscar que los derechos humanos sean universales para todos.

Ahora mayoritariamente rechazamos la esclavitud, pero en otras épocas era moralmente aceptable, ¿Por qué?

-La ética ha avanzado por lo menos en cuanto que las interacciones humanas nos han hecho mas capaces de convivir y ver los efectos que ha habido en la esclavitud. En ese sentido, cuando se avanza en los derechos ya no se retrocede. Hace no tantos años las mujeres no podían votar. Aunque existen reveses porque a pesar de que la esclavitud, como tal en la teoría ha sido suspendida, no solo sigue existiendo sino que va in crescendo. También es una vergüenza que pudiendo dar de comer a los mil millones de personas malnutridas, el hambre siga siendo un problema mundial.

Y si miramos a la ética desde la erótica de un acto humano como el ejercicio del poder, ¿quién triunfa en el envite?

-Hay un triunfo inmediato que es el que tiene más poder, porque se impone al triunfo del débil. Pero los que somos más utópicos pensamos que a la larga va a ganar el que está más abajo porque tiene más razones. Aunque de repente le supere al fuerte, a la larga ganará al débil.

¿Se acopla bien la ética al modus operandi actual? ¿O la ética puede ser muy acomodaticia para según qué fines eróticos?

-Una de las cosas que más me llaman la atención en estos tiempos es que la ética está en boca de todos. Por ello comienzo mi libro señalando que me da apuro atizar el término ética. Lo puede usar hasta el más sinvergüenza. En cuanto al sexo, tendríamos que ser más amplios en este sentido. La sensualidad es uno de los puntos más nucleares en nuestros días, aunque habría que hacer dos distingos. Por un lado, que el sexo es algo natural que pone la naturaleza para reproducirnos, y por otra que podemos reorientarlos y verlos de muchas maneras. Una cosa es el mundo de la reproducción y otra es el placer. Si queremos tener placer, cuanto más mejor.

Decía Groucho Marx: “Mire, estos son mis principios, pero si usted no está de acuerdo los cambio” ¿Cómo valora la ética acomodaticia? ¿Es la mejor? ¿la de mejores resultados? ¿la más eficaz en la vida? ¿o es despreciable?

-Es despreciable. Ese adaptacionismo que ha sido llamado travestismo político, esa capacidad de cambiar de chaqueta reciamente es uno de los puntos más opuestos a la ética. Una cosa es ser flexibles, capaces de conceder que las cosas cambian y no ser rígidos, y otra estar dispuesto a tener un pie aquí y otro allá para estar con quien gana. A mí me parece que es lo más opuesto a la ética. Esto implica que tienes que decir no a muchas cosas. La ética puede definirse como esculpirse a uno mismo. Debajo, los políticos siguen las órdenes del dinero que reparten entre las tribus y los clanes. Luego, con los medios tienen embrutecidas a las gentes. No todo tiene que ser así y no lo es. En la sociedad hay resistencia a este travestismo conductual.

¿La sociedad está por alternativas más gozosas?

-El capitalismo, que vuela de un sitio a otro, tiene a los políticos como títeres que siguen las órdenes de los que están arriba y junto a ellos los medios que hacen repartir entre las tribus y clanes para seguir entonteciendo a la población. Insisto en que no tiene por qué ser así; hay sectores sociales que se resisten a los representantes políticos que han perdido la credibilidad al considerar la población que son puros mandados del dinero, además de evitar otras alternativas más gozosas e imposibilitar otro mundo donde gozar y estar mejor.

¿Es posible que el orgasmo que produzca la erótica del dinero haga que nuestra ética se acomode a cualquier barbaridad amoral del comportamiento? ¿o de la erótica del poder? ¿o de la fama? ¿o del éxito?

-Confío en que el dinero no dé tantos orgasmos. Lo deseo porque el dinero ofrece gran capacidad tremenda de dominar. El capitalismo financiero lo controla todo; debajo los políticos, que siguen las órdenes de los que están junto a ellos con los medios para entontecer a la población. Respecto al sexo, tendríamos que ser más aplicados. La sexualidad es uno de los sentidos nucleares de nuestra vida y los que más placer nos puede dar.

¿Por qué le ha interesado ahondar en la relación ética/erótica que parece casi una situación de conflicto de intereses?

-Desde hace años quería hacer otras cosas interesantes. El libro consta de dos partes estrechamente ligadas. En la primera critico la política reinante por ir contra nuestra capacidad de gozar y actualizo lo que habitualmente se denomina ética. Ésta suele quedar reducida a la exposición y discusión de los deberes positivos y negativos. Pero tal ética se queda coja. Le falta el desarrollo de la vida buena y la felicidad, dos cosas que acaban en manos de libros de simple y discutible autoayuda. La ética no habla de obligaciones, sino que aconseja y recuerda.

¿En la segunda qué explica?

-La parcela olvidada de la ética que la podemos llamar erótica, porque atiende a nuestros deseos teniendo siempre presente, frente al realismo chato, que somos un haz de posibilidades. Desde aquí se expone la necesaria sensibilización, la no menos necesaria imaginación o fantasía, el placer sexual. Los filósofos han sido unos sosos en relación al sexo. No deja de ser bastante sorprendente.

¿Por qué?

-La filosofía es tal vez una pasión muy totalizante y absorbente, que reprime otro tipo de pasiones, como las amorosas y sexuales. Por otro lado, la filosofía surge de una manera muy prosaica, como una lucha contra un mundo más poético y mítico. Un filósofo acaba enamorado de la doctrina del filósofo al que seguirá o combatirá y parece que se olvida de todo aquello relacionado con la vida sexual.

En una visión clasicista/clasista del poder, ¿quiénes gozan más de la erótica del poder: la derecha o la izquierda? ¿o en esto todos son erotizados de igual modo?

-Lo malo es que yo solo veo derecha. Si tuviera que decir entre la derecha o la izquierda diría que ésta la vive de un modo más desinhibido, pero me refiero a la izquierda auténtica. Creo que la izquierda al final tiene más placeres y una vida interior más gozosa.

Cuando una persona “que lo tiene todo”,… se droga ¿es porque su ética no está a la altura de su necesidad erótica o al revés?

-Una persona con fama y dinero parece que tiene casi todo, aunque creo que le falta una vida sexual más plena, que es algo más importante, Se droga para evadirse y gozar. Se lleva un caramelo a la boca; es por la ambición del poder. El que tiene más quiere más; no tiene límite. En sus deseos padecen una gran faena, porque no les satisface nada.

DEIA: “Esta sociedad no ha resuelto sus problemas con la diversidad sexual”

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Inmaculada, Javier y Beatriz, miembros de colectivos de gays y lesbianas posan para una entrevista sobre el Día Internacional contra la Homofobia que se celebra hoy (D. de Haro)

Bilbao – Están de acuerdo en que la situación social y legal respecto a los gays y lesbianas no tiene nada que ver con la que se vivía hace 30 años. Pero, para Inmaculada Mujika (55 años), Beatriz Ramírez (28 años) y Javier Regalado (43 años), todavía queda mucho por hacer en una sociedad heterosexual que impone sus esquemas y estereotipos.

¿Sigue teniendo sentido celebrar este Día contra la Homofobia?

-Inmaculada Mujika: Muchísimo. La sociedad no ha resuelto sus problemas con la diversidad sexual. Hay que seguir recordando que existe la homofobia, la violación de derechos humanos. Este día y muchos más: el 26 de abril (Día de la Visibilidad Lésbica), el 12 de octubre (contra la Transfobia)…

-Javier Regalado: Mientras haya homofobia, por supuesto. Y no solo centrarnos aquí, sino mirar un poco más allá y ver otros países en los que puedes ir a la cárcel o ser condenado a muerte. Tenemos mucho por lo que batallar.

-Beatriz Ramírez: Todos los días deberían servir para reivindicarlo.

¿No ha cambiado la sociedad?

-I. M.: Cuando empecé a militar en esto, con 20 años, era un tema tabú, silenciado. Era difícil ser lesbiana, ser gay o transexual. Desde principios de los 80 se han multiplicado las referencias públicas, los medios de comunicación lo reflejan, hay una actitud más receptiva y positiva que antes, casi se ha logrado la igualdad legal… Ahora hay muchas más condiciones objetivas para que la gente sea feliz con lo que es. Antes no lo era, y yo lo he vivido.

-J. R.: En mi casa nunca ha habido una connotación negativa y aún así me costó salir del armario. No por miedo a represalias, sino a defraudar, a no cumplir las expectativas. Te queda el poso de aquellos gays solterones del pueblo, que vivían con su madre y eran el raro.

-B. R.: Mi familia es bastante tolerante; salí del armario con 18 años y nunca he tenido ningún problema. Pero tengo una expareja con la que estuve tres años y no había salido del armario.

-J. R.: Han bajado las manifestaciones homófobas abiertas, pero ha crecido la hipocresía. Como afortunadamente está mal visto ser homófobo, hay gente que lo es por detrás.

-I. M.: Tenemos una homosexualidad muy basada en lo políticamente correcto: poca gente se atreve a llamarte tortillera pero nunca falta quien te diga yo respeto mucho pero, ¿por qué os dejáis ver tanto? Antes había muchas más agresiones físicas, una discriminación legal… Ahora la homofobia es algo más sutil. La sociedad se ha estancado y sigue siendo crítica.

-J. R.: Totalmente de acuerdo; sed lo que queráis pero en vuestra casa.

-B. R.: A mí me da pena que haya muchas personas que se dejen dominar por esas exigencias sociales. Por mucho que te digan que no te beses, está en ti hacerlo o no. El activismo también es personal.

-J. R.: No todos lo tienen fácil… Y hay mucha gente que todavía no llega a vivir su sexualidad más que en algún cuarto oscuro o en un pinar. Conocí a un chico que estaba casado; sabía que tenía que dar ese paso pero no se atrevía. Perdí el contacto con él y el año pasado, el Día del Orgullo, mientras íbamos por la Gran Vía, le vi, 12 años después, con su mujer. Me dio mucha tristeza.

¿Por qué ocurre eso?

-B. R.: Por miedo.

-J. R.: Hay trabas, vergüenzas… Es un cambio muy importante y todos tenemos miedo a ellos.

-I. M.: Vivimos en una sociedad donde lo que no es heterosexual es la excepción. Y no es agradable vivir siendo la excepción.

¿Se notan diferencias entre el trato a gays y a lesbianas?

-I. M.: Solo hace falta hacer un listado de chicos públicos gays. Y, ¿cuántas mujeres hay?

-B. R.: La homofobia nos afecta a todos pero a las mujeres, doblemente. El hecho de ser mujer nos relega al ámbito privado y nos presupone ciertas características: la maternidad, la familia…

-I. M.: No entiendo esa relación que se hace lesbiana-pobre-no-va-a-ser-madre, cuando es un sector que cada vez está teniendo más hijos. Y son las más visibles. Las lesbianas hemos conseguido visibilidad a través de la maternidad.

-B. R.: Quiero ser madre, es una de mis ilusiones. No voy a dejar de serlo.

-I. M.: Cuando yo tenía tu edad, ni siquiera se nos pasaba por la cabeza. Que el colectivo de lesbianas se plantee ser madre de forma tan natural me parece un gran avance.

-B. R.: ¿Cómo puede seguir debatiéndose si un niño necesita un padre y una madre?

-I. M.: Aquí las mujeres salimos ganando por ese rol de madre.

-B. R.: Yo creo que tiene mucho que ver los estereotipos del típico gay subido a una carroza.

-J. R.: Hay muchas críticas por el qué mal os hace esa imagen. Todos los años en el carnaval de Brasil hay gente subida a una carroza y nadie habla de la mala imagen que da al colectivo heterosexual. Es un día de fiesta. No presupongas nada de las personas que están en la carroza y mucho menos de todo el colectivo.

-I. M.: ¿Alguien se plantea la mala imagen que dan los programas del corazón sobre los heterosexuales?

-J. R.: La gente todavía cree que, cuando eres homosexual, lo más importante es que seas homosexual, esa etiqueta. Pero cuando eres heterosexual se tiene en cuenta si eres alto o bajo, rubio o moreno…

-I. M.: A mí la palabra lesbiana me incomoda. Soy lesbiana sí, pero en un sentido político; no me identifica como persona. Algún día las etiquetas no tendrán importancia porque no será relevante lo que tú hagas sexualmente hablando.

Entonces, ¿por qué se le da tanto valor a que una persona diga públicamente que es gay?

-J. R.: No tendría importancia si la realidad no fuera que, salvo que digas lo contrario, eres heterosexual. Si quieres que nuestro colectivo sea visible para que sea normal, beneficia que haya gente que salga del armario públicamente.

-I. M.: Ayuda a muchos a sentirse orgullosos de lo que sienten. Cuando uno se da cuenta de que no es heterosexual, su autoestima se deteriora. El ver una referencia pública es un refuerzo muy positivo.

A nivel personal, ¿han sufrido prejuicios, actitudes negativas…?

-B. R.: Sí, alguna vez. No me han insultado mucho por la calle, pero tres o cuatro veces, sí: lesbiana, tortillera, lo que te hace falta es un buen…

-I. M.: Hubo una época en la que nos rayaban el buzón de casa. Salvo agresiones verbales por la calle, no he tenido actitudes homófobas. He estado en empresas siendo la lesbiana oficial y nunca he tenido ningún problema.

¿Y el futuro? ¿Cómo lo ven?

-I. M.: Yo, en la brecha. Reivindicando que esta realidad se incluya también en todos los servicios para mayores: viajes, centros de día, residencias…

¿No lo está hoy en día?

-I. M.: Nadie se imagina que un mayor pueda ser gay o lesbiana. ¿Ve alguna pareja homosexual en las fotografías de los trípticos? No hay mayor exclusión que la invisibilidad; todos necesitamos sentirnos incluidos y que se hable de nosotros. Una de las batallas está ahí. Yo quiero dejar de ir a las citas ginecológicas y que me pregunten por mi marido…

-J. R.: Yo veo el futuro con mucho cuidado. Parece como si siempre fuéramos hacia adelante pero la misma historia nos demuestra que no siempre ha sido así. En la República había más tolerancia que con el Franquismo. Y hay países donde la extrema derecha está cogiendo una fuerza que asusta. No creo que las cosas vayan a ir tan rápido como a mí me gustaría.

EL PAIS: Conchita, algo más que una ‘drag queen’ provocadora

Thomas Neuwirth creó el personaje por la intolerancia que padeció al desvelar su homosexualidad

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Conchita Wurst, a su llegada a Viena tras ganar Eurovisión. / GEORG HOCHMUTH (EFE)

Conchita Wurst es un delicado personaje femenino que nació en las montañas de Colombia y creció en Alemania. Tiene ojos grandes y melancólicos, luce una hermosa melena oscura y una barba postiza que le cubre las mejillas y el mentón, a modo de adorno provocador y simbólico. Thomas (Tom) Neuwirth, autor de la biografía de Conchita, dos corazones palpitan en mi pecho, nació el 6 de noviembre de 1988 en Gmunden, vive en Viena e hizo pública su homosexualidad a los 14 años y al mismo tiempo, buscó el éxito en el mundo de la música.

Bendecido con un gran talento musical, Tom logró saborear las mieles del éxito en 2006 al participar en el programa de televisión Starmania, pero su fama se disparó cuando decidió crear en 2011 a Conchita Wurst, el personaje que lo ha convertido ahora en un héroe en su país y en un abanderado de la tolerancia tras ganar Eurovisión con un himno al derecho de ser sexualmente diferente: Rise like a Phoenix.

El triunfo fue algo más que un número extravagante de un travestí provocador y con buena voz. Su presentación fue un acto político que convirtió al joven artista en una figura mediática europea, adorado en su país y en todo el mundo gay del continente, pero odiado en Rusia, donde Vladímir Putin nunca ha escondido su homofobia y donde el político nacionalista Vladjmir Zhirinovsky admitió ante la televisión estatal rusa que el triunfo de Conchita significaba el “fin de Europa”. “Nuestra indignación no tiene límites. Hace 50 años, el ejército soviético ocupó Austria. Su marcha fue un error, debería haberse quedado”, añadió.

“La tolerancia no tiene fronteras. También en Rusia hay lugares donde soy muy bienvenida”, dijo Conchita Wurst al recordar que su actuación recibió de ese país cinco puntos, una clara demostración de que en Rusia también hay gente que piensa diferente. “Esta noche está dedicada a todos los que creen en la paz y la libertad. Somos una unidad”, añadió al saberse ganadora, sin poder contener las lágrimas. “Fue también una victoria para toda la gente que cree en un futuro que puede funcionar sin discriminación y exclusiones”.

“Gracias a Conchita Austria ha ganado una imagen nueva, la imagen de un país tolerante”, escribió el periódico Kurier, al valorar la dimensión que tuvo el triunfo de la cantante en Copenhague. “Es un mensaje de tolerancia dirigido a Putin”, anotó el periódico Kronen Zeitung, mientras que el presidente de Austria, el socialdemócrata Heinz Fischer, hizo saber que el triunfo de Conchita Wurst, además de ser una victoria para Austria, era un triunfo de la diversidad y la tolerancia en Europa. “El que ella dedicara su victoria a todos aquellos que creemos en un futuro de paz y libertad la hace doblemente valiosa”, escribió el presidente en Facebook donde también colgó una foto con ella.

El triunfo de Conchita Wurst, cuyo apellido significa “salchicha” pero que también puede significar, según la pronunciación, “indiferente”, tiene sus raíces en la televisión publica austríaca ORF, que hizo posible que ya se postulara como candidata a Eurovisión en 2012. Pero ese año, al igual que ahora, su presencia despertó la furia de la extrema derecha de Austria, que calificó como “ridícula” su participación e insinuó que Thomas Neuwirth tenía problemas psiquiátricos.

En vísperas del nuevo concurso, las críticas contra Conchita aumentaron, pero la ORF defendió públicamente su decisión de elegir a la cantante como representante de Austria y lanzó una campaña en defensa de la tolerancia.

“Conchita nació a causa de la intolerancia que sufrió Tom cuando era un joven adolescente”, señala una breve biografía escrita por Tom sobre su personaje y él mismo. “Por eso, creó una mujer con barba. Como un catalizador para la discusión sobre términos como otrosnormales”. “Lo único que cuenta es el ser humano”, escribió Tom/Conchita. “Cada uno debe poder vivir su vida como la considera correcta, mientras no le cause daño a nadie”.

EL PAIS: Conchita Wurst usa la música para la reivindicación homosexual

Dinamarca convirtió Eurovisión en un gran evento para el colectivo de gais y lesbianas

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Conchita Wurst

Copenhague es una ciudad moderna, relajada y liberal, cuya actitud hacia gais, lesbianas, bisexuales y transexuales es abierta y normal. Dinamarca ha presumido siempre de tener una legislación vanguardista en defensa de la igualdad. No son pocos los políticos, presentadores de televisión o cantantes que sin tapujos declaran abiertamente su condición de homosexuales y no pasa nada. Por eso a nadie sorprendió sino que enorgulleció la victoria de Conchita Wurst en el Festival de Eurovisión, celebrado el sábado en la capital danesa.

En realidad, Conchita Wurst es un personaje creado por el cantante y compositor Tom Neuwirth, que estuvo a punto de participar en Eurovisión en 2012. En el proceso de selección de la televisión austriaca quedó en segundo lugar.

En la 59ª edición la  organización del certamen se había centrado de hecho, como en ningún otro sitio antes, en el colectivo de gais y lesbianas. Durante la última semana, al amparo de Eurovisión se han celebrado bodas gais multitudinarias, eventos homosexuales y hasta se ha bautizado una plaza de la ciudad el pasado viernes 9 de mayo, como Regnbuepladsen, plaza del Arco Iris. Una particular manera de conmemorar el 25 aniversario de la legalización en Dinamarca y por primera vez en el mundo, de la unión civil de parejas del mismo sexo. “Desde que supimos que Copenhague iba a acoger Eurovisión, nos dimos cuenta que este era también un importante evento para gais y lesbianas, de hecho, la mayoría de los turistas que han llegado para el festival, en torno al 85%, son hombres gais” explica Lars Henriksen, presidente de Copenhaguen Pride.

No es de extrañar que el triunfo de la drag queen austríaca se festejara la noche del sábado por todo lo alto no solo en Austria sino también en Copenhague. Pero el de la reivindicación festiva del colectivo gay no fue la única novedad del Festival de Eurovisión de este 2014, concebido para darle una dimensión global y no sólo europea.

Cuando hace un año la danesa Emmelie de la Forrest se hizo en la ciudad sueca de Malmö con el primer lugar en el Festival de Eurovisión, muchos en Dinamarca, un país en el que casi todo se mide en términos de retabilidad, pusieron cara de pocos amigos. Pasado la impresión inicial, un miembro de la organización declara: “Decidimos ir a por todas”.

Y así lo hicieron. “Los planes que teníamos con el espectáculo, han logrado un 110 por ciento de nuestras expectativas. El espectáculo irradió energía desbordante, entusiasmo. “Todo ha salido como lo teníamos preparado, incluso mejor”, contó nada más acabar el espectáculo Jan Lagermand Lundme, encargado de la organización de DR.

Los ojos del mundo entero se rendían ante la trabajada realización, iluminación, planos y escenografía. Combinaron y planificaron al extremo cada detalle: gustos y deseos de los artistas, peticiones de las delegaciones y, por supuesto, la presentación de sus tres conductores, Lise Rønre, Nikolay Koppel y Piloy Asbæk, este último conocido previamente ya en 70 países del mundo por su papel protagonista en la serie danesa Borgen. No hubo lugar a la improvisación. Todo estaba previsto y estudiado. Desde su reacción a los sonoros pitidos que las representantes rusas recibieron de principio a fin de la gala, a los simpáticos guiños cómicos a un público supuestamente no invitado a la fiesta, China.

España quedó décima, como Dinamarca la anfitriona y eso pese a que Ruth Lorenzo y su Dancing in the rain fue una de las más ovacionadas en el Refshaløen de Copenhague. Una vez más, quedó demostrada la falta de solidaridad entre los países vecinos del sur de Europa. Mientras Suecia, Finlandia y Dinamarca o los países del Este de Europa dieron a sus vecinos de frontera 8, 10 o 12 puntos, ni Francia, ni Portugal, ni Italia hicieron lo suyo con Dancing in the rain.

EL MUNDO: La embajada de EEUU en España iza la bandera gay contra la homofobia

ESTADOS UNIDOS Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia

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Imagen de la cuenta oficial de Twitter de la Embajada con las dos banderas.

La bandera estadounidense que ondea todos los días en la Embajada de EEUU en Madrid ha amanecido esta mañana con una compañera: la bandera gay. Así lo han difundido desde la cuenta oficial de Twitter de la embajada con una imagen de las dos banderas izadas y el siguiente tuit: “La bandera del orgullo #LGTB ondea hoy en la embajada por el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia”.

Pero no sólo la Embajada ha querido celebrar este día, el propio embajador, James Costos, abiertamente gay y defensor de los derechos humanos, ha izado también la bandera del Orgullo en su residencia dentro del recinto de la embajada. De hecho, ha sido él mismo el que se ha encargado de izar la bandera que hoy ondea en el consulado, según las imágenes colgadas en la red social.

América se vuelca este sábado con las celebraciones del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Actividades a las que no ha querido faltar la embajada estadounidense. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reivindicó en un comunicado que “nadie debe sufrir violencia o discriminación sin importar quién sea o a quién ame”.

Obama lamentó la “criminalización” y la “opresión” que sufren las personas LGBT en algunos países, y pidió unión en la defensa de los derechos humanos de este colectivo para que sean tratados “con la dignidad y el respeto que merecen”.

De hecho, este sábadao EEUU celebra también una década de los matrimonios homosexuales con un apoyo creciente. Julie y Hillary Goodbridge se casaron hace hoy una década en Boston y se convirtieron en la primera pareja homosexual en darse el “sí, quiero” en Massachusetts, el estado pionero en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos.

Aunque la polémica en torno al matrimonio homosexual que rodeó aquellos primeros casamientos no ha cesado en estos últimos diez años, Estados Unidos celebra esta jornada el décimo aniversario de aquella primera boda gay con un respaldo creciente a esas uniones.

Pese a que algunas ciudades del país se adelantaron al casar a centenares de parejas gais por su cuenta unas semanas antes que Massachusetts, el Estado entonces gobernado por el republicano Mitt Romney se convirtió en el primero en legalizar los matrimonios homosexuales el 17 de mayo de 2004, a raíz de una decisión judicial.

Y hoy, Boston, la capital del estado, y otras ciudades que acogieron las primeras bodas gais, como Cambridge, conmemoran el décimo aniversario de aquel histórico día en la lucha por los derechos de los homosexuales con diversas ceremonias y fiestas.

Ahora, 17 Estados y el Distrito de Columbia han legalizado el matrimonio gay (California, Connecticut, Delaware, Hawai, Illinois, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minesota, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington).

GARA: Hoy se celebra la Jornada Internacional contra la Homofobia

Hoy se celebra el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, en el marco del cual se han convocado actos como en Donostia (una concentración a las 18.00 en el Boulevard, a cargo de Errespetuz, Ampgyl, Ehgam, Medeak, Bilgune Feminista, SOS Arrazakeria y Gehitu) o en Baiona (una velada de cine a partir de las 19.00, organizada por Les Bascos en colaboración con el cine L’Autre).

En Bilbo, se celebrará una jornada en Bolunta Ganbara (calle Ronda), a partir de las 10.30, en la que participarán Jesús Álvarez, coordinador de Amnesty International en la CAV, y Saray Montes y Amaia Urrejola, representantes de las asociaciones que trabajan a favor de los derechos afectivos-sexuales. Está organizada por Amnesty International, Aldarte, Ampgyl, Bizigay, Ehgam, Errespetuz, Gehitu, Hegoak y T-4.

Antolaketan Salto

En este marco, Antolaketan Salto, el proceso de articulación del movimiento juvenil para la liberación sexual, hizo pública una nota en la que denuncia que «las instituciones de Euskal Herria no tienen legitimidad en sus declaraciones contra la homofobia».

Ante ello, señalaron que han hecho una apuesta por apropiarse de esta jornada y convertirla en una verdadera jornada de lucha contra la homofobia y la transfobia. «Es necesario desnudar la falsa actitud de las instituciones y desdibujar la imagen de supuesta paz social entrando en conflicto directo con las fronteras de la heteronorma. Intensificando la conflictividad y rompiendo los límites impuestos, conseguiremos construir una alternativa antiautoritaria construida sobre la libertad de las personas», destacaron.

Criticaron las posturas de Rusia, la Unión Europea, los estados español y francés, los gobiernos de Lakua y Nafarroa, la Iglesia católica, la patronal, la Federación Española de Gay y Lesbianas, siquiatras y la Policía.

EL PAIS: Emperatriz barbuda de Austria

Tom Neuwirth

Tom Neuwirth, en 2007. / Cordon Press

Thomas (Tom) Neuwirth tenía 22 años cuando tomó una decisión que le cambiaría la vida y le convertiría en un personaje famoso en su país. Después de sufrir la intolerancia de la sociedad austriaca, que lo catalogó como un ser indeseable a causa de su homosexualidad, Tom, un joven dotado de un enorme talento musical, decidió crear una figura artística que tendría la monumental tarea de provocar y cuestionar los conservadores valores austriacos reivindicando con sus actuaciones públicas el derecho a ser diferente en un mundo lleno de prejuicios. A su alter ego lo llamó Conchita Wrust, una mujer con barba y rostro angelical, cuya imagen daba la vuelta al mundo el pasado fin de semana tras ganar el Festival de Eurovisión.

Tom nació el 6 de noviembre de 1988 en Gmunden, una pequeña localidad austriaca de unos 10.000 habitantes. Creció y fue a la escuela en Bad Mitterndorf, un pueblo alpino de 3.200 almas donde su padre regentaba un albergue para turistas. Allí fue donde el chico admitió su homosexualidad y donde sufrió la intolerancia de sus compañeros de escuela, que muy pronto lo rechazaron, primero por ser “un chico raro” y más tarde porque —además de tener el afán de vestirse con la ropa y los zapatos de su madre— a los 14 años admitió ser gay.

“No lo tuve fácil y al final ya casi no me atrevía a ir al baño durante las pausas”, ha contado después. A los 14 años fue enviado a un internado en Graz, donde se inscribió en la Escuela de Moda. Terminó su formación en 2011.

Ya con 17 años participó por primera vez en un programa de televisión para jóvenes talentos (Starmania). Aunque no tuvo mucho éxito, Tom se hizo conocido por su voz de tenor, pero la verdadera fama le llegó en 2011, cuando se presentó al programa La gran oportunidad, donde su interpretación de la famosa canción de Titanic My heart will go on fue vitoreada por el público y le ayudó a obtener el segundo lugar en el concurso.

A partir de ese año, Conchita se volvió un personaje popular en Viena, tanto por su apariencia como por su calidad musical. En 2012 estuvo a punto de clasificarse para Eurovisión, pero nuevamente obtuvo un segundo lugar.

Tom y Conchita tienen vidas privadas diferentes. En el escenario, Conchita, que —según relata en su biografía— supuestamente nació en las montañas de Colombia con su tupida barba negra y todo, tiene un romance con un bailarín. Tom, en cambio, tiene una pareja: “Mi amigo me conoció como Tom y vive naturalmente junto a Tom”, confesó. “Dos semanas después de conocerle tuve que explicarle por qué me levantaba a veces a las siete de la mañana cuando tenía una cita a las diez. Fue entonces cuando le dije que era Conchita”.

Conchita, con peluca, barba, pestañas y senos postizos, ya era un personaje real, y Tom, su creador, escribió una breve biografía de ambos en la que señalaba irónicamente que los dos formaban un equipo que trabajaba en perfecta armonía, aunque nunca se habían visto. Y que se echaban de menos cuando se miraban al espejo: “La persona privada Tom Neuwirth y la figura artística Conchita Wrust se respetan desde lo más profundo de sus corazones. Se trata de dos caracteres individuales con sus propias historias, pero ambos comparten un mensaje esencial contra la discriminación y a favor de la tolerancia”.

Lo que nunca pudo imaginar Tom es que su personaje se convertiría en una especie de héroe, que Conchita sería algo así como la nueva emperatriz de Austria, una mujer admirada y respetada por la familia política austriaca. Su espectacular triunfo en Eurovisión supuso desafiar la odiosa homofobia que impera en Rusia —que quiso sacarla del concurso— y, al mismo tiempo, logró ofrecer una inédita imagen de Austria como un país tolerante y respetuoso con la diversidad.

Su actuación hizo el milagro. El canto del Fénix (Rise like a Phoenix) la elevó a lo más alto, y frente a esa idea anquilosada y conservadora de la sociedad austriaca emergió un país con aires de modernidad en el que se reabría públicamente el debate sobre los derechos de los homosexuales. El Gobierno austriaco prometió legislar sobre temas como la adopción y el matrimonio gay, y el canciller federal, el socialdemócrata Werner Faymann, invitará a Conchita mañana a la sede del Gobierno, un homenaje nunca antes visto en el país.

La cantante española Ruth Lorenzo, una de sus rivales en el festival, celebrado este año en Copenhague, compartió con Tom/Conchita los días previos y la resume así: “Es una persona fabulosa, un amor, impresionante. Generosa, bondadosa y sensible”.