Ser gay y musulmán es compatible

SHANGAY

LUDOVIC-MOHAMED ZAHED FUNDÓ EN 2012 LA PRIMERA MEZQUITA INCLUSIVA DE EUROPA. GAY, SEROPOSITIVO Y MUSULMÁN, ZAHED LUCHA POR CAMBIAR LOS ESTEREOTIPOS DE SU RELIGIÓN CON LA INTEGRACIÓN POR BANDERA.

Ludovic-Mohamed Zahed

Ludovic-Mohamed Zahed

Integración. Esa es la palabra que lleva tatuada a fuego Ludovic-Mohamed Zahed, fundador en 2012 de la primera mezquita inclusiva de Europa en París. Gay, seropositivo e imam, este hombre nacido en Argel hace 37 años ha decidido derribar estereotipos más allá de su religión, enfermedad o condición sexual. Hoy explica al diario El País cómo es su nueva vida.

Ha cambiado su activismo por la reflexión, y entre prolíficos quehaceres, una afirmación provoca que los cimientos del Islam se titubeen: “Hoy, Mahoma casaría a los homosexuales”. Su primer libro, Le Coran et la chair (El Corán y la carne), bien merece una traducción al español. Otro de sus hallazgos: ha conseguido transformar la discriminación en apoyo. Sus padres, pasados los años, aceptaron su condición sexual, aunque su familia no siempre fue el hombro en donde llorar. Su hermano le propinaba palizas por ser demasiado afeminado. ¿Cómo focalizar el sufrimiento en algo digno de elogio?

No admite los extremos. Fuera de su entendimiento quedan los que tildan de homófobos a todos los musulmanes y los que dentro de su religión no admiten que pueda haber algo más que amistad entre dos personas del mismo sexo. Y además, como argelino en Francia, el hecho de que su país de adopción excluya de optar al matrimonio gay a miembros originarios de zonas como la suya también le corroe.

“Me enamoré del hombre que me había enseñado el Corán durante 5 años, lo que me hizo reconocer todas aquellas pasiones que había rechazado antes”. Y buscando su identidad encontró su sexualidad. También un lado más amargo. Dos años después de emigrar y descubrir que era gay, tuvo su primera relación de pareja, y contrajo el VIH. Ni siquiera había cumplido la veintena.

“Me dije, o bien la homosexualidad es una enfermedad o el islam es el problema”. Coqueteó con el budismo, pero acabó retornando a sus orígenes. Para él, la homofobia no tiene relación con el Islam, sino con las interpretaciones patriarcales que se hacen de sus principios. Lo de ir contracorriente es algo innato.

En la actualidad, comparte su vida mediante las conferencias que organiza por todo el mundo. Busca cambiar el destino de sus creencias, para que los demás a su vez elaboren una nueva concepción del Islam, inclusiva y sin barreras. Teniendo en cuenta que ha conseguido todo lo que se ha propuesto, no sería de extrañar que esto también se cumpliera. Todo un ejemplo.

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