DEIA: Mi vida con vih: “No caí, me pudieron las ganas de vivir”

Ricardo Marín, afectado por VIH desde 1997, relata su convivencia con una enfermedad “que todavía hoy la sociedad ve de forma muy negativa”

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Ricardo Marín no se atreve a dar la cara por el “estigma social”, como él mismo reconoce. (Pablo Viñas)

SE sumergió a fondo en el mar de la droga, pero salió a flote. Naufragó entre la enfermedad y un bicho que le comía por dentro, pero se levantó. Se llama Ricardo Marín, tiene 53 años y es bilbaino, de Cantarranas. En el Día Mundial del Sida se hace visible para ayudar a evitar la enfermedad social, la que infecta a los ciudadanos de a pie, esos que tienen miedo a los sidosos, esa palabra horrible. “Porque el estigma social del VIH existe. Se ha avanzado mucho en eso de tener el bicho, como se dice en la calle, pero la sociedad todavía lo ve de forma muy negativa”. “Y ya es bastante jodido que tengas que luchar contra la enfermedad para que ese problema, a nivel social, te machaque la vida”, reconoce Marín, quien admite que “a veces te olvidas del VIH y parece que lo importante es que no se sepa. Así lo he vivido yo”, dice en un testimonio lleno de coraje.

Cuando se lo diagnosticaron, en 1997, eran otros tiempos. Y tuvo que enfrentarse a muchas cosas, incluidos sus propios fantasmas. “Al principio nos consideraban casi apestados, hasta se llamaba la peste rosa. Porque siempre se ha asociado a putas, maricones y drogadictos, aunque se haya comprobado que también ha habido infectados por otras vías”, relata este bilbaino que reconoce que toma su tratamiento a rajatabla, tres pastillas por la mañana y dos por la noche.

el primer mazazo

“Soy un muerto andante, pensé cuando me lo diagnosticaron”

“Cuando me diagnosticaron, la primera impresión fue ya estoy muerto. Iba para casa andando y pensé ¡mira el muerto andante! Y me vinieron a la memoria flashes de todos los de mi cuadrilla”, describe con gravedad. “Yo tenía seis colegas que se infectaron antes porque yo me marché con 20 años a la mili y me tiré once años navegando. Ellos empezaron a drogarse antes y, por desgracia, no hay ni uno vivo. Todos de aquí de Bilbao. También muchos conocidos se fueron quedando por el camino”, rememora con nostalgia.

El diagnóstico de VIH es demoledor. “Es una espada de Damocles que tienes colgando. Me lo dijo el médico de cabecera en la calle Bailén, después de hacerme una analítica porque me veía flojo, y van y me endiñan las dos marías, el VIH y la hepatitis C”. Sin embargo, también fue algo liberador. “Yo me drogaba y tenía poco aprecio por mi vida. Así que emprendí una huida hacia delante; si antes me drogaba, ahora más. Ya que no voy a vivir, -pensé- me muero a mi manera”.

Se adentró entonces en una espiral todavía más descontrolada. “Era un desparrame, me saltaba el tratamiento. Iba a buscar mi dosis de droga para poder funcionar. Todo lo demás, incluido el VIH, el sida… era secundario. Yo tenía esa adicción, me pinchaba heroína y cocaína y me jugaba la vida todos los días. No sabía si iba a salir de eso o no pero te pinchas porque eres un maldito enfermo”. Su estado se fue deteriorando tanto que Marín se vio obligado a ingresar en una residencia en 2009. “Estaba muy malito. La enfermedad había hecho presa en mí. No me alimentaba y lo único que hacía era drogarme como un bestia”. “Llegué a pesar cuarenta y tantos kilos. Me miraba en el espejo y me daba miedo porque veía un cadáver”, expone con crudeza.

A eso se unió la pérdida de una compañera, de su padres… y el bajón fue terrible. Un día apareció su hermano y le salvó de aquel infierno. “El me llevó al hospital, estaba fatal y cuando salí hice la promesa de hacer algo”. Incluido superar su problema de hepatitis C que es “el hermano pobre del VIH”, subraya.

Fue en la residencia donde empezó a mirar al VIH de tú a tú. “Comencé a verlo desde otro prisma, había grupos de apoyo que me enseñaron cómo abordarlo, y me fui asentando más como afectado, al preguntarme qué puedo hacer yo para mejorar mi calidad de vida”. Y mientras intentaba atacar el virus, también atacó sus adicciones y se desenganchó de la droga.

“No caí porque me pudieron las ganas de vivir”, dice con fiereza Ricardo al recordar aquel periodo. “Y he estado cuatro o cinco años recuperándome, haciéndolo todo a la vez”. Es entonces cuando Marín desgrana su lista de agradecimientos. “Tuve la suerte de conocer a los de la residencia, luego a Odiarraga y Claudia, de Itxarobide, a los de la plataforma antisida T4”. Son su otra chispa de la vida. De hecho hoy trabaja con ellos como voluntario, asiste a grupos de apoyo y es tratado por un psicólogo. “Todo eso me reafirma como persona y me ayuda a vivir con mi VIH. Yo he pasado mucho en esta enfermedad pero he logrado comprenderla, me he entendido a mi mismo y he mejorado personalmente”, sentencia.

la lipodistrofia

“La cara te delata y en la calle te señalan con el dedo”

Incapaz de escapar de la jaula del bicho, Ricardo debía luchar contra otro enemigo, la lipodistrofia, una dolencia que se caracteriza por una pérdida descontrolada del tejido adiposo. “Eso te delata y en la calle te señalan con el dedo. Ven a la gente con las mejillas chupadas y automáticamente estás marcado. Pero lo más importante es que te sientes señalado. En mis peores tiempos, cuando estaba con la cara completamente demacrada, ya me identificaban con un sidoso, esa palabra que suena tan mal. No es lo que la gente haga o diga, sino las miradas indiscretas cuando entras a un local, miradas como de hostia cuidado, miradas que te echan para atrás”, cuenta triste. “Después he empezado a coger kilos, se me ha rellenado bastante la cara, pero yo todavía me noto en el espejo ciertas zonas muy demacradas”.

La lipodistrofia tiene tratamiento con una cirugía plástica que practica la Seguridad Social. “Intenté recurrir a ella pero en el hospital me han dicho que está paralizada y que hay una lista de espera muy amplia. Yo ya llevo esperando tres años. Y tiene que quedar claro que esto no es la cirugía del famoso de turno. Esto es para que la gente no te mire por la calle y que tú te veas en el espejo como una persona, no como un enfermo”.

el rechazo social de primera mano

“No entraba a las tías para no tener que decir lo del VIH”

Ahora es un hombre nuevo. “No diría que me ha costado porque los resultados merecen la pena pero hay que currárselo. Aunque fumo, no bebo, ni hago excesos, me cuido, voy al gimnasio, al monte, paseo”. Todo eso con 53 tacos recién cumplido. Es fiel a sus citas médicas. “Me hago dos analíticas al año. Y por cierto quiero nombrar al doctor Juan Miguel Santamaria del hospital de Basurto, un médico maravilloso”.

Marín reconoce los avances gracias al activismo y las ganas de los afectados. “Antes había miedo y mucha desinformación y se vivía emocionalmente muy mal”. Vivió en sus carnes el rechazo. “Me ha pasado el no entrar a las tías para no tener que decirlo. Para mí era y es importante llevar esa enfermedad con dignidad, que pueda ir a ligar y decir tengo VIH, pero no se acepta. Y eso que no se contagia por el Espíritu Santo ni por el aire”, aclara escéptico.

Su presente es, sin embargo, radicalmente distinto. “Lo pasé muy mal, pero después de haberme involucrado y haber hecho los deberes, a nivel psicológico, mi estado emocional es más que aceptable”. Aunque la incomprensión sigue planeando. “A veces me pregunto por qué con el cáncer la gente reacciona con pena y no ocurre eso con el VIH. Está estigmatizado por ser una enfermedad de colectivos rechazados, prostitutas, homosexuales y drogadictos, pero la sociedad debe saber que es una enfermedad crónica controlable”, precisa.

Hoy reivindica la normalización de la enfermedad. “Una persona seropositiva llevando un tratamiento vigilado, y con una buena adherencia, tomando lo prescrito a sus horas, hace vida completamente normal. Aunque quedan cosas por hacer a nivel de inclusión social. El futuro pasa por el milagro de una vacuna que erradicara completamente esta enfermedad igual que ocurrió en su día con la peste o la viruela”. Es su esperanza.

DEIA: Menores transexuales : “No me digas mi rey, que soy tu princesa”

La hija de Montse nació con genitales masculinos, pero se siente niña desde que tiene uso de razón y vive como tal con el apoyo de su entorno

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Montse abre la puerta de su domicilio en un municipio guipuzcoano. (JOSE MARI MARTÍNEZ)

Bilbao

Que no me digas mi rey, que soy tu princesa”. Dicen que la naturaleza es sabia, pero un fallo lo tiene cualquiera. De hecho, la hija de Montse nació con genitales masculinos, aunque se siente una niña desde que tiene uso de razón. “Al principio pensaba que le gustaba imitar a su prima y no le prestaba mucha atención, la verdad”, confiesa su madre, que terminó por rendirse a la evidencia. “En vista de que era algo que sentía de dentro, la acepté tal como era. Yo quiero a mi hija y quiero que sea feliz”.

Montse abre la puerta de su domicilio, en un pequeño municipio guipuzcoano, y todo es alboroto. Como en cualquier casa con niños adonde llegan de visita dos extraños. El pequeño sigue con el subidón de su cuarto cumpleaños y no suelta el álbum de dibujos que le hicieron en la ikastola. La cría, de seis, corretea por el pasillo en pantaloncito corto y leotardos. El mayor, de doce, trata de calmar como puede a sus hermanos. Un déjamelo, no te lo dejo entre los más pequeños, otro las chamarras, que es la hora y suena el automático. Son las dos y cuarto. Una tía les llevará hoy al colegio.

Se ha hecho el silencio y Montse, generosa en sonrisas, se pone seria lo que tarda en contar cómo empezó todo y lo que sufrieron. Su hija se reivindicó como tal poco después de cumplir los tres años. “Empezó a decirnos que ella era una niña, no un niño. Se fue dando cuenta de las diferencias de aspecto físico y forma de vestir que había entre los chicos y las chicas y ella no se identificaba para nada con lo masculino. De hecho, esas navidades todos los regalos, el patinete, el maletín, fueron de Hello Kitty. Todo en color rosa y morado”, recuerda su madre.

Pese a que la cría pedía vestirse con ropa de niña, Montse no cedió. “Me negaba en rotundo porque pensaba que era un caprichito, un antojo. Solamente accedí al principio a que llevase diademas”. El primer día que fue a la ikastola con una, les dijo a sus compañeras: “¿Veis? Ya soy una niña. Llamadme Estela”. Fue el primer nombre que se puso. “Antes de decirle que tenía que elegir uno para siempre, se ponía uno cada mes. Su hermano solía entrar mucho en ese juego. Le resultaba gracioso escucharla hablar así”. Lo que ya no tenía ni pizca de gracia era oír los comentarios que otros niños hacían de ella. “Cuando salía a la calle, vestida de niño, con las diademas, le preguntaban: Y tu hermano, ¿por qué lleva diadema? ¿Qué es: un mariquita, un gay…? Le resultaba bastante violento. Había niños que eran muy crueles, mucho”.

Riñas por la ropa y el nombre

“Lo acepté, pero me costó un año de luchas y peleas con ella”

El sendero hacia los cuatro años estuvo lleno de espinas. “Empezó a ser mucho más insistente en que se quería vestir como una niña y en que la tratásemos siempre como tal. En casa la llamábamos por el nombre que quería un rato, pero yo no me hacía a tratarla en femenino. Que no soy guapo, que soy guapa. Cuando su hermano se enfadaba con ella y le decía: Jolín, eres tonto, ella le contestaba: Tonto no, tonta. Se pasaba todo el tiempo corrigiendo, todos los días y a todas horas”.

La batalla por la ropa empezó a convertirse en campal. “Una amiga mía le regaló un pijama con una falda. Era para estar en casa, pero algún día se lo dejaba poner para ir a la ikastola. Cuando llegaba a casa se resistía a quitarse la falda, se acostaba con ella, se levantaba con ella… Cuando llegaba el momento de salir a la calle y cambiarse de ropa, era llorar y llorar. ¿Por qué no me dejas que me vista como una chica? Que yo soy una niña“, revive Montse, que paradójicamente reñía con su madre por todo lo contrario. “Yo de pequeña jugaba a fútbol y mi madre se tenía que pelear conmigo para ponerme un vestido o una falda. Me decía: Tú eres una marimacho, siempre con los chicos, vete con las chicas. No era nada femenina”.

Tras “un año de peleas” con su hija y de “no saber qué hacer”, Montse se empezó a plantear la posibilidad de que la menor fuera transexual. “Me informé y asumí lo que me había estado negando durante muchos meses, porque yo le decía: Tú nunca vas a ser una niña, tú eres un niño, tienes pitilín. Parece que necesitas que alguien te haga un diagnóstico y te diga: Sí, estás en lo cierto, tienes una hija transexual y ya está. Acéptalo. Fue lo que yo hice, pero me costó un año de luchas y peleas con ella”. De la consulta de la pediatra salió reforzada. “Le comenté que lo que quería era ver a mi hija bien. Le hizo unas preguntas y me dijo que adelante, que si el entorno familiar, que es donde ella se siente protegida, lo aceptaba, iba a ser mucho más fácil y que no tenía por qué suponer un problema. Y no lo supuso”.

Respetada en el colegio

“Le pidieron pintar un muñeco de nieve y lo hizo con pelo largo”

Montse no quiso perder más tiempo. “Yo el cambio lo hice radical”. De un día para otro su hija se vistió de niña. De un día para otro sonrió, en vez de llorar. “Le compré cuatro trapitos y el primer día que fue de niña estaba feliz, feliz”, subraya su madre, desplegada de nuevo su amplia sonrisa, apartado del relato el peso que tenía encima.

En la ikastola todo fueron facilidades. “La andereño le cambió el nombre en la percha y en todos los sitios. El apoyo del profesorado ha sido al cien por cien desde el principio. No ha tenido ningún problema”. Ni siquiera con los baños, que son mixtos, ni en la extraescolar de gimnasia rítmica, a la que acude como una alumna más. “Hablé con la monitora con la verdad por delante, le dije que había nacido niño y me dijo: Ah, tú tranquila, y ¿qué? ¿Ella está a gusto, está contenta? Pues ella puede venir a mi clase igual que todo el mundo y ahí está”.

Dice Montse que su hija tiene “mucho carácter y una personalidad fuerte”, forjada quizás a base de luchar por su identidad. En el aula, de hecho, nunca cejó en su empeño. “Con cuatro años a la andereño se le ocurrió decir: Los niños a un lado y las niñas a otro y ella se fue con las niñas. Sus compañeras le decían: Que tú te tienes que ir para allá. Y ella: No, no. Yo soy una niña, pero si os lo digo todos los días. Cuando llegaba alguna universitaria de prácticas mi hija siempre se presentaba: Hola, me llamo tal, pero soy una niña, ¿eh? A la misma andereño a veces le decía: ¿Pero tú no me ves, que soy una niña? ¿Por qué me tratas como a un chico?“.

Puestas a volar su imaginación y las pinturas sobre la lámina, también marcaba la diferencia. “El año pasado le dijeron que dibujara un muñeco de nieve y ella lo dibujó con pelo largo. Las andereños no habían visto un muñeco así en su vida. Yo creo que ella remarca su lado femenino para que nadie se equivoque”, interpreta su madre.

Agradecida por el “punto de apoyo tan importante” que ha supuesto para ellas el colegio, Montse destaca la labor del profesorado, que se formó sobre diversidad sexual para, a su vez, educar a los alumnos. “Es muy fácil llegar a los niños de edad preescolar porque no están contaminados, son completamente puros. Tú les dices que es una niña, que es lo que siente en su corazón, que no hay que hacer daño y lo pillan al vuelo. No tienen malicia”. Los docentes también se reunieron con los padres. “Les pidieron respeto a la labor que iban a iniciar para educar a sus hijos y que se respetara tanto a la menor como a su familia”, explica Montse, que da a conocer su historia para ofrecer un ejemplo positivo, “porque siempre que se habla de este tema se saca lo malo”.

En el pueblo, donde “la noticia fue un boom y corrió enseguida”, la cría tampoco ha sufrido grandes contratiempos, aunque todavía hay quien la escudriña con la mirada. “Hay personas adultas que la miran de arriba abajo y la vuelven a mirar y la remiran. El otro día a una chica de unos 40 años, que me estaba poniendo enferma, ya le tuve que decir: ¿Qué? Todavía hay cosas que tienes que aguantar”, lamenta.

Aunque “nunca ha sido acosada ni maltratada por su condición”, la hija de Montse deberá sortear, a buen seguro, más de una piedra en el camino. “Las andereños dicen que va a ser un blanco fácil, pero también la niña o el niño gordito lo es. Si está segura de sí misma y tiene carácter, seguramente sabrá solventar las situaciones adversas que se le presenten”, confía su madre.

Ahora que la niña vive como cualquier cría de su edad y se pasa el día dibujándose a sí misma con vestidos largos y una melena hasta los pies, Montse no quiere anticiparse a los problemas que puedan surgir en la adolescencia. “Yo solo vivo el día a día, el presente. Cuando eso llegue ya me tocará preocuparme”, afirma. Pero su hijo, que “siempre ha sido muy responsable y muy maduro”, ya le anda dando vueltas. “Un día me preguntó: ¿Y si cuando tenga siete u ocho años te dice que es un niño? Digo: Pues si entonces dice que es un niño, le gustará ir de un lado a otro. Pero yo no lo creo”. De momento, la niña tiene pensado pedirle a Olentzero un juguete para pintarse las uñas con brillantina.

EL CORREO: El caso misterioso

Médicos y científicos alertan de que todavía uno de cada diez casos de VIH tiene un origen desconocido

Aunque es una de las enfermedades en la que más dinero, tiempo e investigaciones se ha gastado en las tres últimas décadas, todavía tiene algún agujero negro. Uno de cada diez nuevos casos de sida que se produce en España tiene un origen desconocido. Ni el personal sanitario que atiende al paciente ni el propio afectado sabe cómo ha sido posible el contagio. Y eso que las vías de transmisión no han variado en los últimos años. La fórmula más frecuente de contraer la enfermedad, que celebra hoy su día mundial, es la relación sexual sin protección, que afecta al 54,6% de los casos entre homosexuales y al 30,6% entre los heterosexuales. Después se sitúan el consumo de drogas y la transmisión madre-hijo. Sin embargo, a pesar de que son las tres maneras, todavía el 10% de los nuevos enfermos desconocen cómo contrajeron el VIH.

Un porcentaje que demuestra que todavía queda mucho por hacer, a pesar de los recursos invertidos y la efectividad del arsenal terapéutico que ha permitido reducir la mortalidad y cronificar la infección. “Esta situación suele traducirse en mayores dificultades para obtener buenos resultados terapéuticos, en una mayor morbi-mortalidad y en una peor calidad de vida”, afirma la profesora Carmen Maroto, miembro de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM). “Es necesario controlar ese número invisible de infectados y poder hacer diagnósticos tempranos con la finalidad de que, a partir de ellos, no existan nuevos casos. El reto, en este caso, es desarrollar nuevas técnicas ultrasensibles para mejorar el diagnóstico y ofrecer a los médicos datos seguros sobre el estadio real en que se encuentran sus pacientes”, remacha la experta.

En este apartado de la detección precoz, el Gesida -Grupo de Estudios de Sida de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica)- incide en que el 30% de los infectados por VIH no lo sabe y estos causan el 70% de las nuevas transmisiones, lo cual hace “imprescindible” una mejora en la detección. Se estima además que, de los aproximadamente 2,3 millones de infectados por el virus VIH en Europa, uno de cada tres desconoce que lo está. En total, entre 700.000 y 900.000 personas. La RANM, la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC) celebraron una jornada para reflexionar sobre un virus que afecta a cerca de 33 millones de personas en todo el mundo y ha costado la vida a 25 millones. En España, según datos de 2011 del Ministerio de Sanidad, se produjeron 2.292 infectados nuevos con un mayor número de hombres (1.927) que de mujeres (364).

Futuro

En este repaso a las tres décadas de la enfermedad, los expertos de las tres academias destacaron la mejoría en la calidad de vida. “Si hace unos años los pacientes tenían que tomar un elevado número de pastillas al día, la llegada de los fármacos con dosis única ha mejorado no sólo la adherencia sino también la eficiencia del tratamiento”, añade la doctora Maroto, que ve más cerca de lo que se piensa la proximidad de una vacuna a pesar de “la capacidad de mutación del VIH hace muy difícil la preparación de vacunas eficaces”, según Esteban Domingo, de la RAC.

El profesor Mariano Esteban, académico de la RANF, añade que “los resultados del único ensayo clínico profiláctico en fase III con 16.000 voluntarios en Tailandia, el cual ha demostrado una eficacia limitada (31.2%) de control del VIH, ha servido para acrecentar el esfuerzo investigador en la consecución de una vacuna más eficaz”. Varios países, entre los que está España, están desarrollando nuevos prototipos vacunales. De hecho, ya se han llevado a cabo ensayos clínicos fase I, en España y en el extranjero, con buen comportamiento inmunogénico.

EL MUNDO :Croacia proscribe las bodas homosexuales vía referéndum

POLÉMICA La consulta fue impulsada por una asociación católica que logró 740.000 firmas

  • Más de un 60% logra que se defina el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer

  • La definición quedará reflejada en la Constitución, a pesar del rechazo del Gobierno

Los croatas han decidido hoy en referéndum que la Constitución defina el matrimonio exclusivamente como la unión de un hombre y una mujer, en una consulta impulsada por una asociación católica y que ha sido tachada de discriminatoria por el colectivo homosexual.

La reforma constitucional que confirma que sólo los heterosexuales pueden casarse salió adelante con un 64,84% de los votos a favor y un 35,56% en contra, según los primeros datos oficiales con una cuarta parte de las papeletas escrutadas.

Según los datos preliminares de la Comisión Electoral, la participación ha sido inferior al 40%.

No obstante, la legislación actual establece que basta con reunir una mayoría simple de votos a favor, independientemente del índice de participación.

Esta consulta blinda la actual limitación del matrimonio para los heterosexuales que ya existe en la Ley de familia.

El primer ministro croata, el socialdemócrata Zoran Milanovic, declaró hoy tras votar “no” que “lamentablemente no ha podido evitarse el referéndum sobre el matrimonio, por más triste que eso suene”.

El Gobierno ha calificado de homófoba la celebración de esta consulta, convocada al conseguir una asociación católica 740.000 firmas.

ELPAIS: Siete de cada 10 personas con VIH viven en el África subsahariana

En los países pobres la falta de alimentación y de acceso a tratamientos agrava la pandemia

El secretario general de ONU, Ban Ki-moon, se dice optimista por los avances en la lucha contra la pandemia del Sida que se han producido en la última década. Sin embargo, en el comunicado lanzado hoy con motivo del Día Mundial del Sida, advierte también de que “persisten indicios preocupantes de que algunas regiones y países se están quedando”. En todo el mundo viven 35,3 millones [32,2 millones–38,8 millones] de personas con el VIH y, de ellos, siete de cada 10 (25 millones) están en los países del África subsahariana.

“A pesar del claro éxito de los antirretrovirales, un tercio de los que comienzan el tratamiento ya no lo sigue tres años más tarde. La asistencia alimentaria y nutricional de Programa Mundial de Alimentos (PMA) es una forma esencial y rentable para alentar a las personas” a que continúen tratándose, asegura la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.

“El sida socava los sistemas agrícolas y afecta al estado de nutrición y la seguridad alimentaria de las familias rurales. Conforme enferman los adultos y mueren, disminuye la productividad de las familias además de perderse los conocimientos de métodos agrícolas autóctonos y otros bienes. La FAO [la organización de la ONU para la alimentación] ha calculado que en los 25 países africanos más afectados el Sida ha matado a siete millones de trabajadores agrícolas desde 1985. Podría matar a otros 16 millones de personas en los próximos 20 años”, según los datos de la FAO de 2012.

EL PAIS: Contra el sida, cultura pop y mochilas

Designers Against AIDS reúne a 56 artistas de 14 países en un proyecto benéfico para prevenir la enfermedad

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Dos de los modelos expuestos en Amberes.

La editora de moda belga Ninette Murk preguntó a sus dos hijos cuánto sabían de la enfermedad que acababa de matar a uno de sus grandes amigos y colaboradores. Ocurrió a finales de los años noventa. El sida ya no era la plaga que había asolado los países occidentales durante la década anterior, sino una enfermedad con la que se puede convivir. Por las respuestas de los dos adolescentes, su madre se dio cuenta de que en el colegio no les hablaban del sexo seguro. Fue entonces cuando decidió usar sus contactos en el mundo de la moda y de la música para inculcar a los jóvenes la importancia de los preservativos. No a través de aburridos discursos de profesores, sino de la cultura pop. Nacía entonces Designers Against AIDS (Diseñadores Contra el SIDA). Tras dos décadas usando a famosos para transmitir su mensaje, 56 artistas de 14 países se han puesto de acuerdo para echar una mano.

La idea es simple. ¿En qué podría convertirse una mochila tras pasar por las manos de medio centenar de diseñadores, modelos, dibujantes, dj’s o nail artists? El resultado se pudo ver el pasado jueves en la ciudad belga de Amberes. La tercera edición del Eastpak Artist Studio, el proyecto creado por la marca de mochilas y maletas sirvió para comprobar cómo la bolsa donde se lleva la ropa del gimnasio puede transformarse en una casa de muñecas gracias a los griegos Konstantinos Melis y Yannis Laskos o en un artilugio lleno de venas y respiradores creado por el belga Jean-Paul Lespagnard.

Juan Gatti prefirió apostar por un diseño comercial, que se vendiera bien para contribuir a la causa. Su mochila, ilustrada como uno de sus edificios favoritos de Nueva York, será de las más caras (400 euros) que se pondrán a la venta mañana. El diseñador argentino viene de la generación que ha sufrido el sida como ninguna otra. “He perdido millones de amigos. Pero en la época en la que cada día nos enterábamos de un nuevo caso, no podía adoptar una actitud doliente con los enfermos. Decíamos que alguien había cogido la gripe o la innombrable. No referirnos a ella por su nombre era nuestra forma de ahuyentarla”, confiesa justo antes de que empiece la fiesta de presentación en Amberes.

La de Gatti es una visión muy distinta a la de aquellos que no han visto el peligro de cerca. Como el español Moisés Nieto, que creció con las primeras campañas de prevención de los años noventa. “A la gente de mi generación nos marcó el póntelo, pónselo. Nos quedó clarísimo que había que protegerse”, asegura el modisto que con su mochila-traje de torero ha querido homenajear a una industria de la alta costura en peligro de extinción. También han participado el diseñador Javier Mariscal y la bloguera Gala González.

La modelo belga Hannelore Knuts pertenece a la generación intermedia de Gatti y Nieto. Gracias a su colaboración con Designers Against AIDS ha podido comprobar cómo entre los más jóvenes se han relajado las costumbres. La que ha sido portada de Vogue media docena de veces insiste en la importancia de convencer a aquellos que piensan que, gracias a los avances médicos, el sida ha dejado de ser una amenaza. “Las estadísticas muestran que los contagios están aumentando. Y para dirigirnos a los adolescentes hay que usar su lenguaje. Es mucho más práctico que vean a Rihanna con una camiseta en la que diga que los condones molan. Tenemos que lograr que el sexo seguro vuelva a ser cool”, concluye.

 

EL CORREO: Las infecciones por VIH han aumentado un 8% en Europa

En 2012 se registraron 131.000 nuevas infecciones, 10.000 más que en 2011. Sólo 1 de cada 3 personas que deberían tomar antirretrovirales recibe terapia

Las infecciones por VIH han aumentado un 8% en Europa, según ha informado el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud para Europa, a los que se han notificado 131.000 nuevas infecciones por el VIH en 2012, es decir aproximadamente 10.000 más que en 2011.

“Esto confirma un aumento constante en toda la región durante ese año, un aumento del 9% en los países en desarrollo en Europa Oriental y Asia Central (EECA) y al aumento de menos del 1% en los países en desarrollo en la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo (UE/EEE)”, explican.

De las nuevas infecciones, casi 102.000 se reportaron en la EECA y más de 29.000 en la UE/EEE. El total incluye 55.000 nuevos diagnósticos de infección por el VIH en 2012 reportados al ECDC y la OMS, y cerca de 76.000 registrados por la Agencia Federal de Estadística de la Federación Rusa a través de la base de datos de ITS. Mientras, en cuanto a los casos de sida, se observa una disminución constante del 48% en la región UE/EEE, mientras que el número de personas recién diagnosticadas aumentó a un 113% en la parte oriental de la Región entre 2006 y 2012.

Estos resultados, destacan que están “estrechamente vinculados” a la cobertura de la prevención y al suministro de terapias antirretrovirales (ART). “Aunque el número de personas necesitadas que recibieron antirretrovirales aumentó considerablemente en 2011-2012, representan sólo una de cada tres personas que lo necesitan”, señala un documento. “Sabemos que el suministro de terapia antirretroviral anterior permitirá a las personas con VIH a vivir más tiempo y con mejor salud, y reduciremos el riesgo de transmitir el VIH a otras personas”, señala la directora regional de la OMS para Europa, Zsuzsanna Jakab.

Asimismo, ha destacado que “si bien la epidemia de VIH en Europa no ha terminado, nuestro objetivo de detener y revertir la propagación del VIH para 2015 sigue siendo alcanzable en muchos países”. Para conseguirlo, la OMS ha publicado recientemente nuevas directrices consolidadas para el uso de medicamentos antirretrovirales, así como medidas para prevenir y tratar la infección del VIH.

“Nuestros datos muestran que casi uno de cada dos positivo por VIH en la UE/EEE (49%) se diagnostica tarde, lo que significa que necesitan terapia antirretroviral de forma inmediata debido a que su sistema inmunitario está ya empezando a fallar”, ha explicado el director ECDC, Marc Sprenger. “Esto demuestra que tenemos que hacer más pruebas de VIH en Europa para asegurar el diagnóstico y tratamiento temprano, y una atención más eficaz”, ha añadido. Ambos directores coinciden en que estos informes de vigilancia proporcionan una valiosa evidencia de la necesidad de una acción acelerada contra el VIH en toda la Región.

Aitor Saraiba presenta el libro “Nada más importa” el sábado 30 de Novimebre en la librería ANTI ( Maiatzaren Biko Kalea, 2), Bilbao, a las 20h

Nada mas importa. Portada

EL PAIS: La Universidad expedienta al profesor que vincula homosexualidad y “vicio”

La “transcendencia” de las afirmaciones homófobas realizadas en el aula por el profesor de Ciencias de la Educación Domingo Neira García han llevado a la Universidad de Santiago a abrirle expediente sancionador. El rector, Juan Casares Long, asegura que no recuerda ningún caso igual en los años que lleva en la institución, aunque elude valorar las declaraciones de Neira, que proclama ante sus alumnos que la homosexualidad es una “desviación” como la “pederastia” y que su origen es “una alteración congénita o vicio”.

Casares Long asegura que nunca había llegado a sus oídos una sola queja sobre el profesor Neira y que el decanato de la facultad en la que este imparte clase tampoco le había comunicado ninguna irregularidad. Sin embargo, Esquerda Unida, la formación que destapó las afirmaciones del docente, sostiene que que se han producido denuncias anteriores. Los alumnos que han registrado una protesta en el Rectorado por el comportamiento del profesor afirman además que son habituales en sus disertaciones ataques no solo homófobos sino también misóginos y racistas. Según relatan los estudiantes, para aprobar su asignatura, es preciso superar un examen sobre el libro Didáctica para el crecimiento sociopersonal, escrito por el propio Neira. El supuesto manual, añaden los alumnos en su denuncia, recoge “reflexiones irracionales y despectivas que nada tienen que ver con los contenidos formales de la materia aprobados y verificados por la propia Universidad”.

El PSdeG, que ha remitido una carta al rector, ha exigido “la suspensión de docencia” de Neira por su “comportamiento misógino, homófobo y racista mientras imparte clase”. Los socialistas repudian que el docente defienda en el aula “teorías homófobas” e incite “al odio entre las personas”. El BNG ha registrado en el Parlamento una pregunta a la Xunta sobre el asunto en el que asegura que la obra que Neira obliga a estudiar a sus alumnos de Ciencias de la Educación “une la corrupción de menores con las bodas gay” y “relaciona la zoofilia con la homosexualidad”. El rector explica que el expediente sancionador abierto a Neira pretende dilucidar si su comportamiento está o no amparado por la libertad de cátedra que, según los estatutos de la Universidad compostelana, “se manifiesta en el ejercicio del derecho de su profesorado a expresar libremente, en su actividad docente, sus ideas, opiniones y convicciones científicas y artísticas”. Sobre las posibles sanciones que podrían imponérsele a Neira, Casares Long se limita a afirmar que son “de cero a cien”. El instructor del expediente le remitirá un informe y será el rector el que decidirá qué medidas sancionadoras toma contra Neira, que lleva 35 años dando clase en la Universidad.