Sexo indeterminado y mutilación genital de intersexuales

Desde noviembre de 2013 se ha incorporado al ordenamiento jurídico alemán la categoría del sexo indeterminado. Lo que aparentemente supone un reconocimiento jurídico del colectivo intersexual, se basa en las mismas categorías discriminatorias que vienen amparando prácticas aberrantes, ratificadas por la ciencia, como la mutilación genital.

En noviembre de 2013, el gobierno alemán ha decidido incorporar a su ordenamiento jurídico la categoría sexo indeterminado, copiando la fórmula ya operativa en Australia (indeterminate sex). De esta forma, los progenitores de recién nacidos con ambigüedad genital podrán inscribirlos en el registro civil correspondiente en una de las ahora tres categorías posibles: masculino, femenino o indeterminado (X). Lo que aparentemente supone un reconocimiento jurídico del colectivo intersexual (ahora denominado, no sin cierta polémica, Disorders of Sex Development, más popularmente conocidos como hermafroditas: se estima que en Alemania la población intersexual oscila entre 85.000 y 100.000 personas), esconde una realidad difícil de asumir. Quisiera resaltar estas zonas oscuras que el derecho ampara, conserva e inmuniza.

En primer lugar, hablar de sexo indeterminado presupone la existencia de un sexo determinado. Volvemos a las polarizaciones, a las dicotomías, a los dualismos que tanto sufrimiento han generado a lo largo de la historia. Debemos entender que el sexo determinado es aquel que se configura dentro de los márgenes de la normalidad masculina o femenina. De ahí que quede relegado como indeterminado aquel que no encaje dentro de dicha norma. Tenemos aquí la diferencia entre lo normal (nacer con sexo determinado: varón o hembra) y lo anormal (nacer con sexo indeterminado). Ello mantiene la creencia en la naturalidad de la dualidad: se presupone que biológicamente se nace hombre o se nace mujer. Se olvida la historicidad de estos conceptos, así como la multiplicidad de posibilidades de la sexualidad (cromosómicas, hormonales, gonadales, etc.). La pretendida realidad biológica -desmentida incluso por la propia biomedicina- sobre la que se asienta la dualidad y por la que se justifica la exclusión es ficticia. Asimismo, el sujeto legitimado para clasificar al recién nacido en una de las tres categorías sigue siendo el experto. Es el equipo médico el que determina la inscripción registral de aquellos nacidos con ambigüedad genital y con posterioridad a la entrada en vigor de la ley -por lo que, en principio y a falta de interpretación jurisprudencial, las personas nacidas en fechas anteriores al 1 de noviembre de 2013 no se pueden acoger al cambio registral-, lo que a la postre significa que aquellos neonatos inscritos como X lo son por un informe elaborado por el equipo médico que los sitúa en la anormalidad.

En segundo lugar, esta anormalidad se vuelve patológica: la intersexualidad, al transgredir la norma de los dos sexos, debe ser corregida. Cuando nace un bebé con genitales ambiguos se abre un protocolo -popularizado por John Money en los años 50 del siglo pasado- en el que un equipo médico formado por endocrinos y cirujanos decide el verdadero sexo del neonato. Aplicando una simple fórmula, será puesto en una de las dos columnas de la sociedad: un pene inferior a 2,5 centímetro es insuficiente para orinar de pie o para penetrar; un clítoris superior a 1 centímetro es demasiado grande y ofensivo para la futura pareja heterosexual. Esto es lo que se ha venido a llamar el falómetro(Anne Fausto-Sterling, Sexing the Body), que presupone una futura relación heterosexual y coitocéntrica. Si el equipo médico considera que la protuberancia puede ser entendida como un pene creíble, o bien creen que pueden hacer de él un pene creíble, será asignado como varón. De lo contrario, nos encontraremos ante una hembra.

Inmediatamente tras la asignación del sexo, se procede a su producción corporal a través de cirugía de asignación irreversible. En el proceso destructivo en que consiste, el 90% de los recién nacidos anatómicamente ambiguos son asignados con el sexo femenino, salvo que se garantice una función sexual masculina correcta. Durante los siguientes meses, llegando incluso hasta la pubertad, se completa la cirugía correctiva en un doble sentido: eliminar lo que sobra (borrando así las huellas) y construir lo que falta. Se crea la forma de los órganos genitales del sexo asignado y se extirpan aquellos que no coinciden. A ello hay que sumar un proceso farmacológico de suministro de hormonas.

La destrucción de genitales intactos está institucionalizada y legitimada por el discurso médico-científico como corrección de genitales deformes, anormales, ofensivos, embarazosos o viciados en su desarrollo

Se podría pensar que esta cirugía es de libre elección para los progenitores. Aquí tenemos otro grave problema. La medicina ha considerado que nos encontramos ante una urgencia psicosocial, pues aunque la intersexualidad no es una situación dañina para la salud (salvo excepciones), se entiende que en el futuro la persona intersexual tendrá problemas de adaptación social si no es corregida antes de los 18 meses de edad. Al tratarse de una urgencia, no se ejecuta el protocolo del consentimiento informado: se miente a los progenitores señalando que su bebé tiene una anomalía o bien no está desarrollado del todo y necesita de la tecnología quirúrgica para solucionar su problema. Sobre esto último también en Alemania hubo una sentencia histórica hace unos pocos años: el equipo médico que extirpó los órganos reproductivos de Christiane Volling sin su consentimiento fue condenado a pagar una indemnización por valor de 100.000€.

La destrucción de genitales intactos está institucionalizada y legitimada por el discurso médico-científico como corrección de genitales deformes, anormales, ofensivos, embarazosos o viciados en su desarrollo. A través de esta corrección se desvela el verdadero sexo. Todo ello amparado por un sistema jurídico que obliga a los sujetos a vivir conforme a uno de los dos únicos sexos. En este sentido, ni siquiera la reforma alemana que incorpora el sexo indeterminado evitará la cirugía de asignación de sexo. Algunas asociaciones (Deutsche Gesellschaft für Transidentität und Intersexualität o Zwischengeschlecht) creen que, ante el temor de la indeterminación, los progenitores de recién nacidos con ambigüedad genital optarán por la cirugía correctora sucumbiendo a la presión normalizadora.

Un cuarto problema no menos grave. Lo planteo a través de algunas preguntas: ¿cómo se compatibilizará la categoría sexo indeterminado con una legislación -en vigor tanto en Alemania como en España, entre otros Estados- que clasifica a las personas transexuales como enfermos mentales (disforia de género) a la hora de solicitar el cambio registral del nombre y sexo? Como se ha dicho, solo podrán acogerse al sexo indeterminado aquellas personas diagnosticadas médicamente con ambigüedad genital y nacidas con posterioridad al 1 de noviembre de 2013. Asimismo, ¿qué ocurre con el pasaporte o con el matrimonio?

Por todo ello, aunque se haya dado un paso reconociendo la existencia jurídica de intersexuales a través de la malograda fórmula del sexo indeterminado, aún queda mucho camino para erradicar lo que podemos llamar sin riesgo a equivocarnos mutilación genital (denunciada desde hace ya varias décadas por Cheryl Chase, por ejemplo en Hermaphrodites with Attitude). Esta se produce diariamente en el Occidentedemocrático y defensor de los derechos humanos. La posibilidad jurídica de la indeterminación no implicará la supresión de estas prácticas. Lejos de conformarse como un mecanismo de lucha contra la mutilación genital, la reforma alemana incide en el empoderamiento del experto. En última instancia es el profesional de la medicina el que determina el sexo del neonato, así como su sometimiento a cirugía de urgencia. Creo que el único sendero viable es aquel que elimine jurídicamente la categoría sexo de nuestros ordenamientos y deje la decisión quirúrgica al propio intersexual (prohibiéndose, por tanto, la cirugía neonatal), como se hace en Colombia desde las afortunadas sentencias de su Corte Constitucional en 1999.

En un marco interfóbico y transfóbico en el que el sistema jurídico inmuniza las categorías varón-hembra (el dimorfismo sexual como si fuese natural, negando la multiplicidad de sexualidades en todos los niveles: cromosómico, hormonal, gonadal, etc.) e impone la heterosexualidad, día tras día personas de todo el mundo son sometidas por la fuerza a este tipo de mutilación y patologización consentida por la medicina, por el derecho y, lamentablemente, por la sociedad.

Sexo indeterminado y mutilación genital de intersexuales

Desde noviembre de 2013 se ha incorporado al ordenamiento jurídico alemán la categoría del sexo indeterminado. Lo que aparentemente supone un reconocimiento jurídico del colectivo intersexual, se basa en las mismas categorías discriminatorias que vienen amparando prácticas aberrantes, ratificadas por la ciencia, como la mutilación genital.

En noviembre de 2013, el gobierno alemán ha decidido incorporar a su ordenamiento jurídico la categoría sexo indeterminado, copiando la fórmula ya operativa en Australia (indeterminate sex). De esta forma, los progenitores de recién nacidos con ambigüedad genital podrán inscribirlos en el registro civil correspondiente en una de las ahora tres categorías posibles: masculino, femenino o indeterminado (X). Lo que aparentemente supone un reconocimiento jurídico del colectivo intersexual (ahora denominado, no sin cierta polémica, Disorders of Sex Development, más popularmente conocidos como hermafroditas: se estima que en Alemania la población intersexual oscila entre 85.000 y 100.000 personas), esconde una realidad difícil de asumir. Quisiera resaltar estas zonas oscuras que el derecho ampara, conserva e inmuniza.

En primer lugar, hablar de sexo indeterminado presupone la existencia de un sexo determinado. Volvemos a las polarizaciones, a las dicotomías, a los dualismos que tanto sufrimiento han generado a lo largo de la historia. Debemos entender que el sexo determinado es aquel que se configura dentro de los márgenes de la normalidad masculina o femenina. De ahí que quede relegado como indeterminado aquel que no encaje dentro de dicha norma. Tenemos aquí la diferencia entre lo normal (nacer con sexo determinado: varón o hembra) y lo anormal (nacer con sexo indeterminado). Ello mantiene la creencia en la naturalidad de la dualidad: se presupone que biológicamente se nace hombre o se nace mujer. Se olvida la historicidad de estos conceptos, así como la multiplicidad de posibilidades de la sexualidad (cromosómicas, hormonales, gonadales, etc.). La pretendida realidad biológica -desmentida incluso por la propia biomedicina- sobre la que se asienta la dualidad y por la que se justifica la exclusión es ficticia. Asimismo, el sujeto legitimado para clasificar al recién nacido en una de las tres categorías sigue siendo el experto. Es el equipo médico el que determina la inscripción registral de aquellos nacidos con ambigüedad genital y con posterioridad a la entrada en vigor de la ley -por lo que, en principio y a falta de interpretación jurisprudencial, las personas nacidas en fechas anteriores al 1 de noviembre de 2013 no se pueden acoger al cambio registral-, lo que a la postre significa que aquellos neonatos inscritos como X lo son por un informe elaborado por el equipo médico que los sitúa en la anormalidad.

En segundo lugar, esta anormalidad se vuelve patológica: la intersexualidad, al transgredir la norma de los dos sexos, debe ser corregida. Cuando nace un bebé con genitales ambiguos se abre un protocolo -popularizado por John Money en los años 50 del siglo pasado- en el que un equipo médico formado por endocrinos y cirujanos decide el verdadero sexo del neonato. Aplicando una simple fórmula, será puesto en una de las dos columnas de la sociedad: un pene inferior a 2,5 centímetro es insuficiente para orinar de pie o para penetrar; un clítoris superior a 1 centímetro es demasiado grande y ofensivo para la futura pareja heterosexual. Esto es lo que se ha venido a llamar el falómetro (Anne Fausto-Sterling, Sexing the Body), que presupone una futura relación heterosexual y coitocéntrica. Si el equipo médico considera que la protuberancia puede ser entendida como un pene creíble, o bien creen que pueden hacer de él un pene creíble, será asignado como varón. De lo contrario, nos encontraremos ante una hembra.

Inmediatamente tras la asignación del sexo, se procede a su producción corporal a través de cirugía de asignación irreversible. En el proceso destructivo en que consiste, el 90% de los recién nacidos anatómicamente ambiguos son asignados con el sexo femenino, salvo que se garantice una función sexual masculina correcta. Durante los siguientes meses, llegando incluso hasta la pubertad, se completa la cirugía correctiva en un doble sentido: eliminar lo que sobra (borrando así las huellas) y construir lo que falta. Se crea la forma de los órganos genitales del sexo asignado y se extirpan aquellos que no coinciden. A ello hay que sumar un proceso farmacológico de suministro de hormonas.

Se podría pensar que esta cirugía es de libre elección para los progenitores. Aquí tenemos otro grave problema. La medicina ha considerado que nos encontramos ante una urgencia psicosocial, pues aunque la intersexualidad no es una situación dañina para la salud (salvo excepciones), se entiende que en el futuro la persona intersexual tendrá problemas de adaptación social si no es corregida antes de los 18 meses de edad. Al tratarse de una urgencia, no se ejecuta el protocolo del consentimiento informado: se miente a los progenitores señalando que su bebé tiene una anomalía o bien no está desarrollado del todo y necesita de la tecnología quirúrgica para solucionar su problema. Sobre esto último también en Alemania hubo una sentencia histórica hace unos pocos años: el equipo médico que extirpó los órganos reproductivos de Christiane Volling sin su consentimiento fue condenado a pagar una indemnización por valor de 100.000€.

La destrucción de genitales intactos está institucionalizada y legitimada por el discurso médico-científico como corrección de genitales deformes, anormales, ofensivos, embarazosos o viciados en su desarrollo. A través de esta corrección se desvela el verdadero sexo. Todo ello amparado por un sistema jurídico que obliga a los sujetos a vivir conforme a uno de los dos únicos sexos. En este sentido, ni siquiera la reforma alemana que incorpora el sexo indeterminado evitará la cirugía de asignación de sexo. Algunas asociaciones (Deutsche Gesellschaft für Transidentität und Intersexualität Zwischengeschlecht) creen que, ante el temor de la indeterminación, los progenitores de recién nacidos con ambigüedad genital optarán por la cirugía correctora sucumbiendo a la presión normalizadora.

Un cuarto problema no menos grave. Lo planteo a través de algunas preguntas: ¿cómo se compatibilizará la categoría sexo indeterminado con una legislación -en vigor tanto en Alemania como en España, entre otros Estados- que clasifica a las personas transexuales como enfermos mentales (disforia de género) a la hora de solicitar el cambio registral del nombre y sexo? Como se ha dicho, solo podrán acogerse al sexo indeterminado aquellas personas diagnosticadas médicamente con ambigüedad genital y nacidas con posterioridad al 1 de noviembre de 2013. Asimismo, ¿qué ocurre con el pasaporte o con el matrimonio?

Por todo ello, aunque se haya dado un paso reconociendo la existencia jurídica de intersexuales a través de la malograda fórmula del sexo indeterminado, aún queda mucho camino para erradicar lo que podemos llamar sin riesgo a equivocarnos mutilación genital (denunciada desde hace ya varias décadas por Cheryl Chase, por ejemplo en Hermaphrodites with Attitude). Esta se produce diariamente en el Occidentedemocrático y defensor de los derechos humanos. La posibilidad jurídica de la indeterminación no implicará la supresión de estas prácticas. Lejos de conformarse como un mecanismo de lucha contra la mutilación genital, la reforma alemana incide en el empoderamiento del experto. En última instancia es el profesional de la medicina el que determina el sexo del neonato, así como su sometimiento a cirugía de urgencia. Creo que el único sendero viable es aquel que elimine jurídicamente la categoría sexo de nuestros ordenamientos y deje la decisión quirúrgica al propio intersexual (prohibiéndose, por tanto, la cirugía neonatal), como se hace en Colombia desde las afortunadas sentencias de su Corte Constitucional en 1999.

En un marco interfóbico y transfóbico en el que el sistema jurídico inmuniza las categorías varón-hembra (el dimorfismo sexual como si fuese natural, negando la multiplicidad de sexualidades en todos los niveles: cromosómico, hormonal, gonadal, etc.) e impone la heterosexualidad, día tras día personas de todo el mundo son sometidas por la fuerza a este tipo de mutilación y patologización consentida por la medicina, por el derecho y, lamentablemente, por la sociedad.

 

EL PAIS: El PP europeo rechaza un informe que reclama derechos de gais y lesbianas

many gayles

¿Debería la UE trazar un plan para proteger los derechos fundamentales de gais, lesbianas y transexuales? ¿Es necesario asegurarse de que en Europa no se tolera la homofobia? El Parlamento Europeo acaba de responder sí a estas dos preguntas al aprobar por una muy holgada mayoría el informe que reclama acciones para defender a un colectivo en el que la mitad de sus integrantes dice haberse sentido discriminado, y un cuarto reconoce haber recibido amenazas o ataques físicos.

Pero este diagnóstico no lo comparte el Partido Popular Europeo, que ha votado en contra. 130 diputados del grupo mayoritario en la Cámara de Estrasburgo rechazaron el informe escrito por la verde austriaca Ulrike Lunacek. Solo 69 parlamentarios populares respaldaron un documento que previamente se había aligerado para no despertar las susceptibilidades de los más conservadores.

Entre los eurodiputados del PP contrarios al informe hay cuatro españoles: Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras, Cristina Gutiérrez-Cortines y José Ignacio Salafranca. Mayor Oreja acudió a las anteriores elecciones como cabeza de lista de los populares, pero ya ha anunciado que no se presentará en los comicios del próximo mes de mayo. Vidal-Quadras, por su parte, ha abandonado el partido con el que consiguió un escaño y ha dado su apoyo a la nueva formación ultraconservadora Vox.

Los que se han opuesto a firmar el documento antidiscriminación manejan dos argumentos. El primero es que este es un tema en el que Europa carece de competencias, y que por lo tanto no tiene sentido aprobar un informe que resultará papel mojado. El segundo, defendido por los más conservadores, ataca directamente a la filosofía del informe de defensa de los derechos gais. Entre los opositores abundan los eurodiputados polacos y de otros países del Este.

La resolución, que ha contado con el voto positivo de 394 diputados —frente al no de 176 y la abstención de 72— reclama a la Comisión Europea y a los Gobiernos nacionales que cooperen para proteger los derechos del colectivo LGTB. La votación no obliga a nada ni tendrá ningún efecto directo. “El derecho europeo no alcanza por sí solo a imponer la remoción de legislaciones que contengan discriminaciones. Es un mensaje, una señal política del Parlamento Europeo”, explica el diputado socialista Juan Fernando López Aguilar.

Estrasburgo reclama, entre otras medidas, que los Gobiernos reformen sus legislaciones sobre crímenes de odio (contra el racismo y la xenofobia) para incluir los ataques por razón de discriminación sexual, anima a la Comisión Europea a asegurarse de que los derechos de movimiento de las familias incluyan aquellas formadas por parejas del mismo sexo y a promover los programas en las escuelas contra el acoso a estudiantes gais, lesbianas o transexuales. “Los Estados miembros deberían también introducir cambios o revisar los procedimientos de reconocimiento de género para respetar íntegramente el derecho a la dignidad y a la integridad de su cuerpo de los transgénero”, añade la ponente, Ulrike Lunacek.

EL PAIS: Brasil después de aquel beso

Juan Arias

Nunca un beso tuvo tanta resonancia nacional en Brasil como el de los dos gais de la novela Amor à vida de TV Globo. Lo importante es que la resonancia fue notoriamente positiva, casi una fiesta. ¿Significa eso que la sociedad brasileña está madurando en su grado de aceptación de los diferentes? ¿Brasil es otro después del viernes 31 de enero de 2014 cuando, a las 23.08, dos homosexuales se besaron ante millones de personas sin que nadie se escandalizara?

He leído críticas desde Argentina por Internet de personas que critican a Brasil por la “absurda resonancia” despertada por un simple beso gay. Y critican a este país de ser un país “socialmete atrasado”.

Se equivocan esos nuestros hermanos argentinos. Quizás Brasil proceda más lento que otros en su conquista de las igualdades sociales, de la defensa de los derechos humanos y de la aceptación de los diferentes, pero tiene una cualidad: cuando lo hace no vuelve atrás. En los últimos 20 años, a pesar de los graves retrasos en algunos temas de derechos sociales, Brasil ha avanzado de manera significativa.

Hoy la mayoría (54%) de los brasileños acepta el matrimonio entre personas del mismo género y ha subido de un 40% a un 54% el porcentaje de los que ven con buenos ojos que una pareja de gais o lesbianas adopten hijos, algo impensable hace solo algunos años.

Suele también decirse que la sociedad brasileña es más atrasada, más conservadora y de derechas que el Congreso. El beso de TV Globo y la simpatía despertada en todo el país por aquella escena revela que no siempre es así. Hoy por ejemplo, está parada en el Congreso una ley que considera crimen la homofobia. Los ilustres y progresistas congresistas no son capaces de aprobarla a pesar de haber habido en 2012 la cifra espantosa de 338 asesinatos homofóbicos o transfóbicos, un 27% más que en 2011 como recordó en este diario Talita Bedinelli en su preciosa crónica. Todo ello porque el grupo de diputados evangélicos impide su aprobación. Un grupo que es más conservador e intransigente que su mismo público religioso ya que no cabe duda, que entre los millones de telespectadores que vieron con simpatía quebrarse el tabú del beso gay, una buena parte (quizás una mayoría) era de evangélicos. Y no parece que se hayan escandalizado. En estos tiempos de manifestaciones callejeras no ha habido ni un pequeño grupo que haya salido a protestar contra aquel beso.

En Brasil -como en general en los países latinoamericanos- la aceptación de los diferentes y el respeto a que cada uno use con libertad su propio cuerpo y pueda vivir sin ser discriminado por su sexualidad ha avanzado en los últimos tiempos.

A todos los verdaderamente demócratas les gustaría que ese proceso fuera más rápido, pero en realidad hoy las cosas avanzan en pocos años más que antes en siglos. Hace solo 70 años (no siglos) en la hoy moderna y secularizada España, los sacerdotes y obispos lanzaban desde los púlpitos de las Iglesias anatemas contra los católicos que frecuentaban las playas y contra las mujeres que osasen aparecer en ellas en biquini, una prenda de la que se decía que era “objeto de pecado” e “inventada por el demonio”.

Las autoridades franquistas, obedientes con la Iglesia, prohibieron el uso del biquini, lo que provocó escenas grotescas como la de los guardias civiles vigilando en las playas para llevarse a la comisaría a las mujeres “indecentes” que seguían usándolo. Se cuenta que una mañana un guardia se encontró con una turista en una playa del sur y le preguntó si no sabía que estaba prohibido estar allí con un traje de baño de “dos piezas”, es decir, en biquini. La turista- debía ser británica por su humor- le respondió: “Entonces, señor guardia, dígame cual de las dos piezas me quito”. Y eso fue prácticamente ayer.

¿Y los gais? A ellos se les llamaba despreciativamente maricas, un apelativo que constituía la mayor afrenta, el mayor insulto capaz de hacerse a un hombre, que debía ser “cuanto más macho mejor”. Los diferentes eran mariquitas y el dictador Franco los odiaba y perseguía.

Que las cosas han cambiado es innegable; que Brasil después del beso gay será más abierto a las diferencias también es muy posible. Nadie, es verdad, va a pensar que a partir de hoy se acabarán las agresiones y asesinatos de homosexuales, pero es muy posible que esa cifra que avergonzaba a esta sociedad de 338 asesinatos homofóbicos pueda disminuir a partir de ahora. Con que un solo homosexual menos fuera asesinado ya valdría la pena aquel beso de la televisión.

Los analistas sociales están convencidos de que el avance que Brasil ha hecho en estos años en la batalla a favor del respeto a las diferencias se ha debido en buena parte a una sociedad más consciente y abierta que, junto con los grandes medios de comunicación y las redes sociales, ha criticando machaconamente los intentos de las fuerzas más reaccionarias contra los homosexuales.

Hubo gais que hasta lloraron de alegría y emoción viendo caer aquel tabú caer en TV Globo. Lo entiendo. Esos millones de diferentes han sufrido ya demasiadas humillaciones y hasta el papa Francisco tuvo que salir en su defensa. Ha llegado la hora de que puedan vivir en paz como los demás ciudadanos.

Lo que sería positivo es que, ya que la sociedad se está acercando a ellos para comprenderles y defenderles, también ellos hicieran un esfuerzo para reconocerlo. Existe. por ejemplo, una expresión usada por los gais que quizás debería desaparecer de su diccionario ya que al haber cambiado la sociedad podría carecer de interés. Me refiero al orgullo gay. Es cierto que era una provocación a los que nos creíamos superiores por no serlo. Hoy, que empezamos a aceptarnos todos como iguales, esos orgullos deberían desaparecer para enarbolar juntos, gais y no gais, la misma bandera de la libertad para vivir la propia sexualidad.

Deberíamos sentirnos felices y orgullosos, todos, de haber avanzado en la aceptación de los que hasta ayer considerábamos diferentes de forma negativa. Sentirse todos iguales respetando nuestras diferencias es la mejor conquista civilizatoria. Brasil se ha puesto en camino. Y con un beso. En la filosofía gnóstica, que estuvo a punto de convertirse en la primera teología del cristianismo, el beso significaba además de un símbolo de afecto sexual, “trasmisión de sabiduría”, algo que no entendió la Iglesia cuando se escandalizó de que en los evangelios gnósticos se leyera que Jesús “besaba en la boca” a María Magdalena. De eso hace más de dos mil años.

BUG CHASERS Y GIFT GIVERS

 Esta vez les voy a hablar de un tema que yo desconocía que existiera y que me gustaría compartirles, para que también lo conozcan.

¿Alguna vez han escuchado el término ‘Bug Chaser‘? ¿Y qué tal ‘Gift Giver‘?

Hace unos días mientras navegaba por internet y me encontré con que ellos existen dentro de lo que se considera una subcultura hardcore del ambiente gay. 

Pues resulta que los bug chasers son personas que gustan y buscan tener relaciones sexuales sin protección (bareback) con aquellos quienes tienen VIH positivo, con el objetivo principal y deliberado de infectarse del virus.

 

Los gift givers son aquellos portadores del virus de VIH quienes están dispuestos a ‘donar su virus’ a quien desee recibirlo (en este contexto, a un bug chaser).

Esta práctica inició a ponerse de moda en los años 90 cuando una agrupación gay fetichista buscaba deliberadamente infectarse del virus. De este modo se crearon las ‘bug parties’, fiestas en las que se reunían grupos de alrededor de 20 personas, entre ellas una o dos personas VIH positivas que sólo el o los anfitriones de la fiesta los identificaban, en tanto que los demás invitados sabían que había gift givers entre ellos pero no tenían idea de quienes eran, dando un sentido de ‘ruleta rusa’ al momento de tener sexo entre ellos.

En general, el virus se considera entre ellos ‘un regalo’que merece ser dado y recibido (de ahí el nombre de los gift givers), una experiencia única que merece ser vivida, pero aún con ello existen varias las razones por las cuales un bug chaser busca infectarse del virus de VIH, entre las que se cuentan:

  • La excitación: Hay a quienes les resulta erótico ser infectados o la mera probabilidad de serlo, lo cual resultaría muy parecido a una parafilia.
  • El sentido de pertenencia: Consideran que es adecuado para ellos pertenecer a una comunidad , dado que han sido rechazados por la sociedad o por su imposibilidad de encajar con la misma. Incluso son personas que se sienten solas y ven esto como una solución alternativa para ello.
  • El fortalecer una relación: Personas que son VIH negativo que tienen una relación sentimental con una persona con VIH positivo y ya no desean seguir cuidándose. También por  afianzar la relación para evitar que ésta termine por motivo de los cuidados que implica evitar el contagio.
  • El sentido de inevitabilidad: Aquellos que creen firmemente que será inevitable que en algún momento dado se infecten de VIH y prefieren adquirirla voluntariamente en lugar de ser tomados por sorpresa y vivir en constante preocupación de infectarse.
  • La adrenalina: Personas que lo ven como un ‘deporte extremo’, teniendo relaciones sexuales sin protección porque la sensación de vértigo o el riesgo que implica para ellos les agrada. Incluso hay quienes consideran que el VIH no puede transmitirse por vía sexual y practican sexo bareback sin ningún temor.
  • La obtención de beneficios públicos: Quienes de alguna forma buscan la compasión del Estado o de instituciones de asistencia para obtener servicios médicos, los cuidados requeridos y también, incluso, la compañía, el hecho de saber que alguien se preocupa por ellos.

Este movimiento, por así llamarlo, ha sido objeto de estudios serios por parte de diversas instituciones e investigadores, que en su conjunto tratan de comprenderlo, documentarlo, explicarlo y en lo posible prevenir que el contagio por VIH salga del relativo control que se tiene sobre él; asimismo, se intenta comprender las razones sociales y psicológicas que mueven a los bug chasers para buscar,  obtener y vivir con ‘el regalo’. Se considera por quienes han analizado el tema que son personas que viven en una constante paranoia injustificada e incluso se les ha juzgado como con algún problema sociológico o psicológico que los mueva a ser bug chasers.

Cabe destacar que las motivaciones de los barebackers y los bug chasers que ejercen el sexo ‘a pelo’ son absolutamente distintas; mientras los primeros buscan meramente mayor placer en sus encuentros sexuales y en lo posible se esmeran en evitar enfermedades de transmisión sexual, los segundos lo hacen por la posibilidad y certeza de infección y lo hacen con gente que de antemano saben que tiene VIH.

Inclusive hay un documental hecho en 2003 llamado ‘The Gift’, realizado por Louise Hogarth, en el que se da un seguimiento a 2 personas que son partícipes de esta práctica, cuentan sus experiencias  y sus razones del porqué son bug chasers. El documental también muestra a gays de diferentes ámbitos opinando sobre el tema e incluso a un grupo de hombres ya más grandes de edad que cuentan cómo amigos y amantes han muerto por causa del VIH, los tratamientos que tienen qué llevar y una crítica a las campañas contra elVIH/SIDA. Si desean verlo, fácilmente se puede encontrar en YouTube, aunque dividido en partes y solamente en inglés (la primera parte del documental se las comparto al final del texto).

Aunque aún se desconocen datos a ciencia cierta de cuán popular es esta práctica en diversos países, incluido México, lo cierto es que existe y que de alguna forma u otra quienes están interesados de efectuarla, se contactan de diversas formas, sobre todo mediante foros y salas de chat específicas o mediante contacto directo.

Aunque considero que somos libres para hacer cuanto queramos con nuestros cuerpos y nuestra salud y se respeta las decisiones que puedan tomar quienes consideran que esta práctica les satisface, también creo que es mejor vivir y tener una vida sexual de una forma menos arriesgada y mayormente informada.

Si tienen dudas sobre cuestiones relacionadas al VIH, pueden leer muchísima literatura que hay sobre el tema, acudir con un especialista y acercarse con personas y asociaciones como
SI LO VIVO, que ofrecen para ustedes a través de SoyHomosensual y en su página web un medio de contacto directo y confidencial vía chat en el que pueden aclarar todas sus dudas con seguridad e información completamente fidedigna.Seguramente pueden ver su anuncio en la parte inferior derecha de la pantalla. Anímense e infórmense. 

Espero que el post les haya gustado, al menos para estar al tanto. Como les digo, yo desconocía esta información y he aprendido algo; no cabe duda que la diversidad se vive de maneras muy diferentes.

Saludos, abrazo de oso y toda la cosa y si tienen alguna sugerencia o comentario sobre esto o alguna otra cosa en la que pueda ayudarles, pueden escribir en el espacio destinado para ello al final del post o de manera directa a través de mis redes sociales. 

EL PAIS: Imputado el director de un colegio por rechazar al hijo de una pareja gay

La Inspección educativa apreció discriminación en la actitud del centro privado

ivan vallejo&ricardo lucas

Iván Vallejo y Ricardo Lucas, en su casa. / paco puentes

Un juez de Sevilla ha imputado al director de un colegio privado de Castilleja de la Cuesta por un delito “contra los derechos fundamentales y las libertades públicas garantizadas por la Constitución” por negarse a escolarizar al hijo de una pareja gay. Según el magistrado, el director y la responsable de admisión del centro —que también está imputada— rechazaron la solicitud debido, supuestamente, a que el niño “pertenecía a una familia homoparental”. Carlos Mahón, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Sevilla, ha estado investigando durante algo más de un año el caso. Esta semana ha comunicado a las partes que ha decidido la apertura de un procedimiento abreviado al entender que “existen motivos suficientes” para deducir, aunque “sea de manera indiciaria”, que se ha cometido un delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.

Este caso se remonta a principios de 2012. Ricardo Lucas e Iván Vallejo —que tuvieron a su primer hijo gracias a un complicado proceso de gestación subrogada— empezaron los trámites para escolarizar al menor. Se fijaron en un nuevo y pequeño centro de Castilleja de la Cuesta, el Yago School. Además de ser bilingüe, a esta pareja le gustó que entre los principios rectores de este centro privado figurara “animar a los alumnos a cooperar con los otros, ser sensibles a las necesidades de los demás y respetar otras culturas, religiones y modos de vida”. “Era solo marketing”, lamenta ahora Ricardo Lucas.

Cuando la pareja se puso en contacto a través del correo electrónico con el centro para pedir información, se les comunicó que no había plazas. En los primeros e-mail se identificaron claramente como “una familia homoparental”. La sorpresa llegó a mediados de febrero de 2012. El marido de Ricardo telefoneó al centro, sin identificarse, para preguntar si había vacantes. Según su versión, se les dijo que sí y concertó una cita. Allí acudió. Cuando le comentó a la directora de admisión quien era y que antes se le habían comunicado que no disponían de plazas, esta responsable, que ahora está imputada, le señaló que todo había sido un error administrativo y que sí tenían vacantes, siempre según la versión de los padres. La sorpresa final llegó unos días después: el centro les llamó para retractarse otra vez y anunciarles que todas las plazas estaban comprometidas. Este periódico ha intentado recabar la opinión de Ramón R., director del centro, y Maravillas R., responsable de admisión, pero no han querido ofrecer su versión. Los dos imputados pueden recurrir ante el juez y la Audiencia Provincial el auto del juez de apertura de procedimiento abreviado. A ambos se les ha tomado declaración durante la instrucción judicial. Además, la pareja denunciante ha aportado los correos electrónicos que se cruzaron con los responsables del centro educativo.

Yolanda Hervás, la abogada que ha defendido los intereses de la pareja, apunta a otras dos aportaciones fundamentales durante la fase de instrucción. Por un lado, la Consejería de Educación ha remitido al juzgado el expediente administrativo que se abrió contra el centro. Ese expediente está en suspenso desde diciembre de 2012. Como es habitual en este tipo de casos, cuando se abre una investigación judicial la vía administrativa queda paralizada. Pero en el informe remitido al juzgado por la consejería se detalla que la Inspección educativa, tras analizar el caso y recabar la información, concluyó que el menor no había “tenido igualdad de trato” con respecto a otros niños que sí fueron escolarizados en ese centro. Además, en el informe de la Inspección se apunta que el colegio no había cumplido con “sus propios criterios de admisión”. Cuando el caso se conoció —los padres colgaron una denuncia en la web actuable.es—, la Administración andaluza decidió abrir la investigación que ahora se ha incluido en la causa.

Hervás apunta a otra prueba clave en la instrucción: el Banco Santander ha facilitado los movimientos de la cuenta del colegio. La letrada asegura que hay ingresos de reserva de matrícula en fechas posteriores a que el centro comunicara a la pareja que no tenía vacantes. La fiscalía tendrá que pronunciarse ahora sobre si cree necesario que se celebre un juicio oral o si debe archivar este caso.

Hervás sostiene que prácticamente no existe jurisprudencia de casos de presunta discriminación similares a este. Lo que sí existen, señala la letrada, son otras demandas contra el centro.

Otra familia de Sevilla presentó hace algo más de un mes una demanda contra el Yago School por haber expulsado a sus dos hijos del colegio. Esta familia también ha demandado al centro por vulneración de derechos fundamentales.

En este caso los hijos, un niño y una niña, ya estaban estudiando en el colegio. La menor iba a participar en un viaje al extranjero organizado por el centro. Pero, al poco tiempo, la niña se arrepintió y la madre se lo comunicó al colegio. Sin embargo, la dirección del Yago School exigió a la familia el pago de una supuesta deuda contraída por haber anulado ese viaje, algo que rechazaban los progenitores. Finalmente, los dos menores fueron expulsados por esta “desavenencia”, según la versión de la familia.

EL MUNDO : Desconcertante triunfo de ‘Brokeback Mountain’

‘Brokeback Mountain’ se resuelve con máxima repercusión internacional y éxito de público en su estreno mundial en el Teatro Real de Madrid.

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Tom Randle (izqda.) y Daniel Okulitch, en un momento del montaje de ‘Brokeback Mountain’ EFE

No puede hablarse de una velada triunfal, pero sí de un éxito desconcertante. Desconcertante porque la versión operística de ‘Brokeback Mountain’ se había planteado como un gran alarde vanguardista y como el primer ejemplo de una ópera que alude explícitamente a la temática gay.

Podría suponerse que ambos extremos predisponían la hostilidad del público conservador que habita en los estrenos del Real, pero sucedió que los espectadores agradecieron el espectáculo. Porque realmente no era transgresivo. Y porque los únicos abucheos discrepantes, muy pocos, concernieron la partitura más o menos abrupta de Charles Wuorinen.

Nunca el Teatro Real en su historia contemporánea había concitado semejante interés ni había reunido tantos periodistas extranjeros en el patio de butacas. Un centenar de medios foráneos se han ocupado del bautismo de ‘Brokeback Mountain’, concediendo a Gérard Mortier un papel de agitador cultural que beneficia las ambiciones cosmopolitas de Madrid y que anoche la convirtieron provisionalmente en capital operística del mundo.

Se explican los honores por el acontecimiento de un estreno mundial, aunque llama la atención que la repercusión de esta ópera haya superado incluso el ‘Così fan tutte’ que concibió Michael Haneke y la première planetaria de ‘The perfect american’.

Así se titulaba la ópera que Philip Glass dedicó a Disney en clave más o menos iconoclasta. Un año exacto se ha cumplido del estreno, así es que Brokeback Mountain renueva la fertilidad creativa del Teatro Real con razones propias y motivos circunstanciales.

Las primeras consisten en la brillante autoría de una partitura nueva con la firma del compositor neoyorquino Charles Wuorinen, pero no se explicaría el impacto mundial del estreno si no hubieran intervenido la despedida de Mortier en su último gran proyecto madrileño y el antecedente de una película sobresaliente con la que Ang Lee obtuvo el Oscar al mejor director.

Se entiende así la huella cinematográfica que permanece en el montaje escénico de Ivo van Hove: dos horas sin pausa, guiños desordenados a Lars von Trier (‘Dogville’), amén de una pantalla gigante en cinemascope que proyecta las imágenes totémicas de la montaña en que los vaqueros Jack y Ennis consuman sus amores clandestinos en la alegoría del paraíso perdido.

Los interpretan respectivamente Tom Randle y Daniel Okulitch desde un premeditado y quizá excesivo contraste de caracteres. El tenor y el barítono. El moreno y el rubio. El bajo y el alto. El sofisticado y el rústico, aunque la mayor diferencia probablemente es la menos calculada de todas y radica en la desigualdad de los méritos artísticos.

Resulta que el cantante canadiense Daniel Okulitch asume en primera persona la credibilidad del espectáculo. No sólo por la autoridad con que resuelve la endemoniada partitura. También porque su presencia escénica, su viaje al dolor y su monólogo final relativizan los problemas de disociación que traslada este desigual espectáculo.

Disociación quiere decir que no existe una relación demasiado natural entre la música, el libreto y la escena. Charles Wuorinen plantea una partitura atonal, compleja, desprovista de emociones, mientras que el texto se resiente de un excesivo prosaísmo. Se diría que unos y otros personajes, incluidos los femeninos, se dedican a discutir en plan “escenas de matrimonio”, subordinándose argumentos tan poderosos como la opresión social y privando a ‘Brokeback Mountain’ del erotismo y la sensibilidad que había proporcionado a la película de Lee la unánime empatía de los espectadores.

Contraste de lenguajes

No le convenció del todo el filme a Annie Proulx. Ella había escrito el relato originario en las páginas del ‘New Yorker’ (1997) más cerca del feísmo y de la aspereza que de la épica, y ella también se ha incorporado ahora a la tercera vida de la criatura redactando el libreto. Y simplificándolo, aunque el principal obstáculo consiste en que la música atmosférica de Wourinen, interpretada en el foso con el oficio y la concentración de Titus Engel, no termina de identificarse con las palabras. Vuelve a producirse una disociación, probablemente por el contraste de lenguajes y porque el texto y la partitura se resienten de un problema de convivencia, igual que les sucede a los amantes Jack y Ennis en la claustrofobia de una sociedad hostil al acecho.

Ivo van Hove la retrata metafóricamente con la imagen inquietante de los hombres de negro, vaqueros fantasmagóricos que todo lo ven y que todo lo saben. Forman parte de las ideas más solventes de la dramaturgia. Que resulta más eficaz cuando se hace más conceptual. Y que resulta embarazosa cuando redunda en la literalidad del libreto.

No puede decirse que sea un montaje arriesgado. Y por la misma razón cabe pensar que la reacción favorable del público se atiene al consenso de una dramaturgia de fácil digestión. Ni siquiera la ópera contiene escenas polémicas, siempre y cuando no se valoren como tales una escena sexual encubierta en una tienda de campaña y la imagen de una pareja de hombres besándose en el escenario.

Es el momento ‘titanic’ de Jack y Ennis, la parada obligatoria de un viaje que empieza con la blancura virginal de la nieve y que termina con la oscuridad del catafalco. Es entonces cuando prorrumpe el excelente Daniel Okulitch su monólogo del amor ausente, apurando los momentos más intensos de la ópera, aferrándose a la camisa de cuadros que había conservado el vaquero Jack como una reliquia. Quizá no les convenga seguir leyendo, porque vamos a hacer un ‘spoiler’ con el final. Y este amerengado final consiste en que la camiseta de cuadros vuela hacia el cielo como si la habitara un alma resurrecta. Me imagino a Ang Lee tapándose los ojos. Y no precisamente para enjuagarse las lágrimas.

El cineasta podría haber asistido anoche al estreno, como cualquier melómano o curioso. Lo hizo posible la opción por streaming que produjo el Teatro Real y que multiplicaron ubicuamente los portales culturales Arte y Medici, remarcando así la importancia de un estreno que reunió a una docena de sobreintendentes teatrales –Vancouver, Santa Fe, Los Ángeles, Múnich, Amsterdam, Londres, Basilea, Bruselas– dispuestos a que el último proyecto de Mortier adquiera una fuerza multiplicatoria.

EL MUNDO: Mortier: ‘La Iglesia debe solucionar sus problemas antes de dar lecciones sobre homosexualidad’

ÓPERA Teatro Real

  • Este martes es el estreno mundial de la ópera ‘Brokeback Mountain’

  • El proyecto supone su desafío personal frente a su enfermedad

gerard montier

Gerard Mortier, ex director artístico del Teatro Real, este lunes durante la presentación de ‘Brokeback Mountain’. AFP

“Estoy contento de estar aquí con todos vosotros. Es una lucha, pero es así”. De esta forma se presentó este lunes Gerard Mortier en la rueda de prensa de la ópera ‘Brokeback Mountain’, cuyo estreno mundial tendrá lugar este martes en el Teatro Real. El ex superintendente belga pospuso la presentación del montaje -prevista en un primer momento para el pasado viernes- para reponerse a tiempo del tratamiento contra el cáncer de páncreas que padece y poder estar en el estreno. Una lucha, como señaló, que se justifica por la pasión que ha puesto en el proyecto desde que hace más de un lustro contactase con el compositor estadounidense Charles Wuorinen para hacer una versión operística del relato de Annie Proulx, el mismo que el director taiwanés Ang Lee llevó al cine en 2005.

Wuorinen y Proulx estuvieron presentes en un acto que también contó con el director musical Titus Engel, el director de escena Ivo van Hove y la pareja de cantantes que da vida a los dos vaqueros que viven una historia de amor homosexual a lo largo de dos décadas de pasión: el bajo barítono canadiense Daniel Okulitch (que interpreta a Ennis del Mar) y el tenor Tom Randle (que da vida a Jack Twist). Entre todos defendieron “uno de los estrenos más importantes de esta temporada”, en palabras del director general del coliseo madrileño, Ignacio Garcia-Belenguer, quien también anunció que la ópera se emitirá a través de Orbyt el próximo 7 de febrero.

A pesar de su aspecto más frágil y delgado, Mortier se mostró enérgico, bromista y jocoso en su presentación. Así, hablando sobre las posibles críticas a su decisión de programar este título -“Habrá quien diga, ‘oh, la la, Mortier’, algo inmoral dos hombres amándose en escena”, conjeturó-, el asesor artístico del Real recordó cuando tuvo una reunión con los miembros del comité de dirección para presentarles ‘Brokeback Mountain’. En un momento dado, la pregunta incómoda: ¿Y qué público quiere conseguir con esta obra? “Me lo preguntó una persona. No voy a decir quién. Si lo hiciese, me despedirían otra vez“, bromeó sobre su sustitución en septiembre por Joan Matabosch tras anunciar su enfermedad.

Volviendo a la pregunta, el público que quiere Mortier es “liberal”, personas que en el teatro “no busquen únicamente divertimento, sino que les hablen de los grandes temas de la actualidad”. Como recordó el ex director artístico, “hay gente sufriendo enormemente” por cuestiones como las que se reflejan en esta ópera, que subrayan que “el hombre es un animal sexual horrible”, según sus palabras. Así, comparó las protestas católicas en Francia contra el matrimonio homosexual con una “Yihad”, en oposición a cómo aborda la cultura los mismos asuntos. “En el caso de esta obra, con una gran delicadeza, de forma no dogmática y abriendo un debate”, apuntó Mortier. Es por ello que entiende su programación como “política” en el sentido original del término. Esto es, que propicie la confrontación de diferentes puntos de vista. En ese sentido, ‘Brokeback Mountain’ es una ópera política que va más allá de la historia de amor entre iguales y “reflexiona sobre la condición humana”.

Mortier cargó igualmente contra la “doble moral”: “Hasta hace poco se estaba luchando porque viniese a Madrid Eurovegas, que para mí representa la verdadera Sodoma y Gomorra, no lo que muestra ‘Brokeback Mountain'”. Y señaló que “la Iglesia debe solucionar sus propios problemas antes de dar lecciones sobre homosexualidad”. Con respecto a la posibilidad de que el estreno pueda derivar en pitidos y pataleos, Mortier recordó que “cualquier estreno en cualquier momento de la historia era complicado. Pero el público del estreno no decide el éxito de una ópera, la carrera que tendrá una obra de la creación humana”.

Y quiso defender igualmente su gestión al frente del coliseo madrileño, al señalar que, “a pesar de que hay un sector del público muy conservador”, en sus tres años “se han producido muchos cambios, acercando a los jóvenes con entradas más baratas” y estimulando a ese otro público, “más abierto”, que habita el Real. “Nunca cambiaré mis ideas sobre el teatro. Hago lo que tengo que hacer e intento convencer al público. Si a parte de éste no le gusta, debo aceptarlo”.

 

EL MUNDO:Homenaje en Israel a los gays perseguidos por los nazis

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Imagen del monumento a los homosexuales represaliados por el nazismo. SAL EMERGUI

Mientras 54 diputados (entre ellos cuatro ministros) y 25 supervivientes del Holocausto encabezan hoy una delegación institucional israelí sin precedentes al campo de exterminio de Auschwitz, un enigmático triángulo rosa despierta la curiosidad en el Parque Meir de Tel Aviv. El hecho de estar situado ante la sede de la comunidad gay de esta ciudad da una pista. La otra, la definitiva,se halla en las inscripciones en alemán, hebreo e inglés en las tres piedras de color rosa.

Se trata del primer monumento en Israel dedicado a los homosexuales judíos y no judíos perseguidos y asesinados por los nazis. La calma que reina en el parque más viejo de Tel Aviv contrastan con las historias de intolerante convulsión que ocultan el triángulo rosa, símbolo con el se marcaba a los gays en la página más oscura de Europa.

“Se calcula que los nazis persiguieron a unos 100.000 homosexuales por lo que consideraban ‘actividad criminal’. De los 15.000 internados en campos de concentración, más la mitad fueron asesinados. Mi deber no sólo como judío que perdió a parte de su familia en la Shoa sino también como gay israelí es honrar su memoria”, explica a EL MUNDO Eran Lev, miembro del partido de izquierdas Meretz mientras se asegura que el monumento y el pequeño jardín siguen limpios como en su inauguración hace unos días.

Como concejal de Tel Aviv, Lev propuso en mayo la idea (“no es nueva”, enfatiza) al alcalde Ron Huldai. Conocido defensor de los homosexuales y lesbianas, Huldai aceptó enseguida uniendo Tel Aviv a Amsterdam, Berlín, San Francisco y Sydney en el homenaje a las víctimas del nazismo por su orientación sexual.

“Los judíos heterosexuales iban marcados con la estrella de David de color amarillo y los homosexuales no judíos con el triángulo rosa. Los gays judíos llevaban la estrella partida en amarillo y rosa”, nos explica Lev especificando que la magnitud de la tragedia judía bajo la crueldad nazi no tiene comparación.

No podías ser nazi judío pero sí nazi homosexual y la mejor prueba fue el principal dirigente de la S.A, Ernst Rohm. En el partido había un importante sector gay. Pero Rohm tenía muchos enemigos.  A los sectores derechistas no gustaban sus ideas socialistas. Además, querían eliminarle porque las SA era una clara amenaza al poder del Ejército”, explica el promotor de en un proyecto que ha contado con el asesoramiento del prestigioso profesor de Historia Alemana, Moshe Zimmermann.

“Para mi y la mayoría de expertos, el término exacto  Holocausto se refiere sólo al genocidio de millones de judíos como resultado de la decisión de eliminarlos”, dice Lev recordando dos destacados judíos homosexuales que lucharon contra los nazis: Magnus Hirschfeld y Gad Beck.

Huldai, orgulloso de dirigir una ciudad con una de las comunidades gays más importantes y activas del mundo, recuerda que “los nazis no sólo exterminaron a los judíos europeos sino que cometieron atrocidades en un intento de destruir a cualquier persona que consideraban diferente”.

El embajador alemán en Israel, Andreas Michaelis, enfatiza la importancia de “monumentos y calles para recordar las cosas que ocurrieron en el pasado pero deben ser primero y ante todo un recuerdo para el futuro”.

De cara al futuro y quizá presente, Lev destaca: “Los nazis hicieron las llamadas terapias de curación de los homosexuales. Es una cuestión que siempre está en el aire ya sea aquí, en Estados Unidos o Europa. Por eso es importante que se sepa quien empezó esas prácticas”. Cabe recordar los experimentos médicos en Buchenwald “para curar la homosexualidad”.

No es el único monumento que se inaugura estos días en Israel sobre una época tan terrible en la historia del pueblo judío y de la humanidad. Desde este fin de semana, se puede visitar en Natania, norte de Tel Aviv, un vagón de mercancías (Munchen 12-246) que sirvió a los nazis para trasladar a judíos a la muerte. Hallado hace un año por dos especialistas en la memoria del Holocausto (Roni Dotan y Tatiana Rosa), es algo más que un vagón. Es el apunte real y espeluznante de un medio de transporte que para los 193.000 supervivientes del Holocausto que viven hoy en Israel aún simboliza el infierno.

En unos meses, Israel conmemorará Yom Shoa (Día del Recuerdo del Holocausto) en una solemne jornada con actos en la calle, el Parlamento, las escuelas o el Museo Yad Vashem. Pero este lunes con motivo de la conmemoración internacional, decenas de diputados y ministros israelíes se encuentra en Auschwitz junto a parlamentarios de numerosos países. Entre los asistentes, Shmuel Gal, superviviente del campo de exterminio. “La gran mayoría de mi familia, incluyendo 26 mujeres, hombres y niños fue asesinada en Auschwitz. Ahora vuelvo aquí como señal que no pudieron acabar con el pueblo judío”, dice el israelí. Naftali Arian también vuelve al lugar donde toda su familia fue exterminada. Su número grabado en el brazo 174005 sirve de silencioso y vivo testimonio.

Con una media superior a los 85 años, cada mes fallecen más de 1000 supervivientes en Israel. Uno de cada tres supervivientes pidió en el 2013 ayuda económica y social a La Fundación para la Ayuda a las Víctimas del Holocausto.

La Shoa marcó un antes y un después en la historia del pueblo judío. Sin tener en cuenta el exterminio de seis millones de judíos, no es posible explicar y entender el complejo país llamado Israel.