Portugal, refugio para homosexuales huidos de Brasil

Entre 2011 y 2018, cada 16 horas tenía lugar un asesinato homófobo en Brasil. En total, durante esos años, han matado a 4.422 personas del colectivo LGTBI

Un hombre participa en las marchas del Orgullo Gay en Lisboa, en junio. Rafael Marchante REUTERS

El día después de que el ultraderechista Jair Bolsonaro ganara las elecciones presidenciales en BrasilAriadna Seixasdecidió huir de Florianópolis, una de las mayores ciudades de la región Sur.

La brasileña, que se identifica como una mujer transexual,había regentado un popular café de la ciudad durante años y nunca había tenido problemas con nadie. Sin embargo, en las semanas previas a las elecciones -a la par que crecían las probabilidades de que el líder populista asumiera la presidencia-, ella y su pareja comenzaron a recibir amenazas a través de las redes sociales.

“Nos llamaban pervertidos y decían que nos iban a matar”, recuerda Seixas. Intentó ignorar los insultos, pero el día después de la victoria de Bolsonaro un grupo de personas asaltaron su café, llevándose todo lo que había de valor y destruyendo lo demás.

“Para nosotros fue obvio que el ataque iba ligado a su elección. Bolsonaro dice que las personas LGTBI representan un peligro para Brasil, y su victoria dio legitimidad al odio sin complejos. Algunos amigos homosexuales fueron agredidos en la calle y sé que asesinaron a varias personas trans en otras ciudades. El asalto que sufrimos fue terrible, pero comparado con otras barbaridades que tuvieron lugar, tuvimos suerte”, relata la brasileña.

Convencida de que si no salía del país iba a morir, Seixas comenzó a buscar dónde exiliarse. Inicialmente pensó en irse a Canadá, país que ha aceptado numerosas peticiones de asilo formuladas por víctimas de violencia homófoba, pero mientras ojeaba su cuenta de Facebook una mañana dio con la página de Portugay Tropical. El grupo, gestionado por brasileños asentados en el país vecino, ofrece asesoramiento a las personas LGTBI que intentan huir de la violencia en Brasil. Con la ayuda de la organización, la pareja de Seixas solicitó un visado de estudios en Portugal y ella consiguió su permiso de residencia por reagrupación familiar.

“Malvendimos el café y, con ese dinero, nos trasladamos aquí en enero”, cuenta la brasileña, que ahora vive en Oporto. “Tenemos que averiguar cómo hacer para quedarnos aquí a largo plazo, pero de momento es un alivio vivir en un sitio donde podemos andar por las calles sin miedo”, relata Seixas.

EL PAÍS DONDE MÁS PERSONAS LGTBI ASESINAN

Seixas es una entre los centenares de brasileños LGTBI que han elegido a Portugal como refugio tras sufrir agresiones homófobas en el país sudamericano. Desde hace una década, Brasil es el país del mundo donde más personas LGTBI son asesinadas. Según los informes de la ONG Grupo Gay da Bahia, 4.422 asesinatos homófobos tuvieron lugar en Brasil entre 2011 y 2018. La cifra implica que se produjo un crimen de estas características cada 16 horas.

En la segunda mitad de 2018 la situación crítica fue a peor debido a la influencia de Bolsonaro, quien reconoce ser “orgullosamente homófobo” y ha declarado que preferiría tener un hijo muerto antes que un hijo ‘maricón’.

Las noticias sobre la escalada de violencia contra las personas del colectivo LGTBI hicieron que Debora Ribeiro, que vive en Oporto desde hace una década, fundara Portugay Tropical en otoño. “Muchos amigos me contactaron preguntando cómo podían hacer para emigrar, y se me ocurrió que habría miles de personas como ellos. Creé la página en Facebook y, en ese primer día, llegaron miles de mensajes de personas pidiendo ayuda”.

Actualmente el grupo tiene más de 3.000 miembros,asesorados por Ribeiro y los trabajadores sociales y psicólogos que pertenecen a la organización. “Damos apoyo a personas que temen por su vida. Algunos se ven obligados a ocultar su identidad y fingir ser heterosexuales para sobrevivir; otros ni siquiera pueden salir de casa porque, si pisan la calle, les van a matar. La policía ya no hace nada para protegerles;están desamparados”.

UN REFUGIO IMPERFECTO

Al ser un país lusófono y seguro, Portugal es un destino natural para el colectivo perseguido. No obstante, aunque viajar al país vecino es fácil -los brasileños no requieren visado para hacerlo-, pedir asilo es complicado.

“Lo normal sería aprobar las peticiones de asilo de los brasileños que demuestren que sufren persecución debido a su orientación social”, explica Marta Ramos, directora de la ONG LGTBI ILGA Portugal. Aclara, sin embargo, que “hacerlo pondría al Ejecutivo luso en una situación delicada, pues implicaría reconocer que el Gobierno de Bolsonaro no respeta los derechos humanos del colectivo”.

“Ese paso podría provocar un incidente diplomático entre los países hermanos, algo que debe evitarse, pues podría empeorar la situación del colectivo en Brasil. Entretanto, estamos buscando vías alternativas para ayudar a los afectados”, añade Marta Ramos.

Además de las complicaciones que pueden surgir a la hora de obtener la residencia lusa, algunos de los brasileños que ya están asentados en el país vecino puntualizan que la vida portuguesa no es utópica.Emmerson Pessoa, profesor universitario de Rondonha, está cursando un doctorado en Lisboa desde hace un año. El académico ya sufrió agresiones por ser gay en su estado natal -el más evangélico de Brasil-, y una compañera trans fue víctima de un ataque homófobo en el periodo postelectoral.

“La elección de Bolsonaro me ha hecho dudar si volver a Brasil cuando concluya mi tesis. Sé que retornar es peligroso, pero ahí tengo mi puesto en la universidad. Si me quedo en Lisboa, tendré que empezar de cero, sin nada”, reflexiona Emmerson Pessoa.

“Sigo la situación en Brasil muy de cerca y, en unos meses, decidiré si me quedo o me voy. Cuando mis amigos me escriben desde ahí, preguntando cómo emigrar. Les cuento que las dos decisiones conllevan riesgos. Portugal es un puerto seguro, pero no es una panacea, y el exilio puede ser muy duro”, concluye este profesor universitario.

Una web española ofrece “un método de sanación integral” para la homosexualidad

La asociación Arcópoli va a denunciar ante la Comunidad de Madrid esta página porque considera que se “una aberración impropia del siglo XXI en nuestro país” y que, además, es dañina para los jóvenes. 

Esta web ofrece “terapias reparativas” de la homosexualidad y recomiendan la lectura de libros sobre este asunto

La asociación Arcópoli va a denunciar ante la Comunidad de Madrid una página web que ofrece “itinerarios de maduración integral” que persiguen, entre otras cosas, “terapias reparativas” de la homosexualidad y recomiendan la lectura de libros sobre este asunto. “Hemos sido creados para amar y ser amados. Como varones y mujeres, para poder vivir este misterio de amor desde un amor de comunión y de donación, de esponsalidad”, se lee en la página www.esposiblelaesperanza.com.

“El lunes presentamos una denuncia contra el Arzobispado de Alcalá de Henares y ahora presentamos otra contra esta web porque nos han llegado testimonios de que a través de esa página se apuntan a terapias” para curar la homosexualidad, ha explicado el portavoz de Arcópoli, Rubén López. Con la denuncia, avanzada por la Cadena Ser, la asociación pretende que la Comunidad de Madrid actúe y haga cumplir la ley porque estos cursos son “una aberración impropia del siglo XXI en nuestro país”.

Según López, se deriva a personas del colectivo LGTB a “presuntas terapias de curación de la homosexualidad”. “Confiamos en que la Comunidad de Madrid actúe sobre estos focos, los elimine y dé un mensaje contundente a la sociedad porque es dañino para los más jóvenes“, ha añadido el portavoz de la asociación. Arcópoli ha insistido en Twitter en que estas supuestas terapias deben ser sancionadas por “el daño que causan al libre desarrollo de la personalidad”.

En la página web denunciada se indica que se trata de una comunidad de “varones con masculinidad y mujeres con feminidad” y que “solo desde ahí” se puede “amar de verdad”: “Esta es la entusiasmante y hermosa tarea que tenemos entre manos y que queremos vivir en esta página”. La web ofrece talleres de “maduración integral” en los que se recomienda la lectura de libros como “Terapia reparativa de la homosexualidad masculina”, “Homosexualidad y esperanza” o “El proceso de auto-identificación homosexual” de Aquilino Polaino.

Además, se redirecciona a los jóvenes a otra página en la que se sostiene que se puede curar la homosexualidad y que “las personas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo sufren de un desorden emocional condicionado por distintas razones“, entre ellas un padre violento o ausente, una madre sobreprotectora o con trastornos emocionales o abuso sexual o violación.

Arcópoli también denunció esta semana al Arzobispado de Alcalá de Henares, por unos supuestos cursos de curación de la homosexualidad, y hace dos años y medio otra página web que también ofrecía recursos para esto mismo.

HazteOir presiona al PP para que derogue la ley que prohíbe las terapias para ‘curar’ la homosexualidad

Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír, delante del bus tránsfobo de la organización. EFE

La asociación ultracatólica y homófoba HazteOir ha lanzado este jueves una campaña con la que pretende presionar al PP para que retire la ley de la Comunidad de Madrid que prohíbe las supuestas terapias para ‘curar’ la homosexualidad como los cursos que celebra el obispado de Alcalá de Henares que esta semana sacó a la luz eldiario.es.

Estas informaciones han provocado, a juicio de HazteOir, que “la izquierda y los lobbies LGTBI” vuelvan “a la cacería mediática, política e ideológica contra monseñor Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, a quien están tratando como un delincuente”.

La organización ultracatólica asegura que es “falso” que el obispado imparta cursos “para revertir la homosexualidad”. Pero acusa a este diario de ampararse “en las leyes LGTBI regionales promovidas por el Partido Popular” para pedir que se castigue a Pla “con una multa y se le humille públicamente”.

“Pídele a los responsables del PP en la Comunidad de Madrid que han causado con sus leyes este lamentable linchamiento contra un prelado (sea Ángel Garrido, o Pedro Rollán, que le sucederá en el cargo en los próximos días), que paralicen esta nueva ‘caza de brujas’ contra monseñor Reig Pla”, apunta HazteOir en su página web, en la que incluso ha habilitado un formulario para firmar una carta dirigida a Garrido en ese sentido.

A juicio de la organización ultracatólica “el obispado no ofrece ningún curso, ni taller, ni charla pública para revertir la homosexualidad. Sencillamente, siguiendo su pastoral, acoge y acompaña a las personas que libremente llaman a su puerta”, señala.

“Mientras tanto, la misma ley que le persigue (promovida por el PP) consiente y permite, sin el expreso consentimiento de los padres, que los niños reciban ‘talleres de visibilidad lésbica’ como en el IES Anselmo Lorenzo de San Martín de la Vega o de ‘formación en la diversidad’ en el IES Virgen de la Paz de Alcobendas”, lamenta.

Advierte, además, de que “la Comunidad de Madrid subvenciona el cambio de sexo de cualquier persona que lo solicite y sus respectivos y carísimos tratamientos hormonales”. “Sin embargo si un ciudadano, libremente, decide que quiere recibir ayuda o consejo sobre su homosexualidad, la multa para quien escucha las inquietudes de esa persona, puede llegar a los 45.000 euros si se interpreta que se quiere “tratar de modificar la orientación sexual del individuo”.

La edil de Cs en Hellín acusa al partido de apartarla por ser transexual y los afiliados se marchan en bloque

  • El ‘dedazo’ ha provocado también la dimisión del 90 por ciento de los militantes de la agrupación que el partido tiene en esta localidad albaceteña, así como de su Junta Directiva.

La ya exconcejal de Ciudadanos en la localidad albaceteña de Hellín, María Jesús López. ARCHIVO

ALBACETE.- “Transfobia” es la única razón que encuentra la ya exconcejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Hellín, María Jesús López, para que la formación naranja haya decidido no presentarla como candidata a la Alcaldía de esta ciudad albaceteña en las elecciones del próximo 26 de mayo, donde la dirección provincial del partido ha impuesto a la agrupación local al actor Mario Artesano como cabeza de lista.

La ahora edil no adscrita en el Consistorio hellinero ha hecho pública esta denuncia a través de un comunicado difundido en sus redes sociales el sábado, tras haber presentado su solicitud de baja en el partido.

Acusación que llegaba justo después de que el pasado jueves se confirmara lo que había venido siendo un rumor en la localidad: Ciudadanos había decidido “prescindir de Hellín, de las personas de Hellín, de las mujeres que hemos trabajado día a día por un Hellín más grande”, señalaba López. “De las mujeres que transmitíamos la ilusión de que un Hellín distinto es posible, matando con ello la ilusión del cambio, al imponer con criterios partidistas y claramente misóginos un candidato y una lista desde fuera“, y criticando que “desde la organización no se ha contado con el equipo propuesto por la mayoría de afiliados de esta agrupación local de Hellín”.

Un comunicado en el que López recordaba cómo en abril de 2015 presentó la candidatura de Ciudadanos para el Ayuntamiento de Hellín, “las personas y el proyecto” para cambiar la localidad, “ponerla en el mapa” y para “revertir la espiral destructiva” en la que estaba inmersa.

Desde entonces asegura haber aprendido muchas cosas y haber visto el “sufrimiento” de muchas personas “que no entendía por qué Hellín está como está”.

Se cumplía así lo que ya le habían vaticinado que ocurriría cuatro años antes, que el partido le pediría que hiciera cosas contra Hellín, a lo que ella habría respondido que antes dejaría el partido. “Hellín y su gente es mucho más importante que un partido”, asegura la concejala, y por ello desde hace una semana dejaba la formación naranja.

López está convencida de que “Ciudadanos no quiere que Hellín tenga una alcaldesa”, al “despreciar” una candidatura “liderada por mujeres y que representa la normalización de la diversidad”.

Asimismo, considera que la formación liderada por Albert Rivera “desprecia el esfuerzo, el mérito y la capacidad”; no cree en el municipalismo, en la cercanía y el trabajo con los problemas de las personas, como tampoco cree “en los proyectos compartidos”.

En este sentido, subrayaba cómo ese desprecio hacia las mujeres y a la diversidad no solo ha sido contra su persona, sino también a todas aquellas que creen en el proyecto que representan, “mujeres diversas, mujeres con el único propósito de cambiar un poco el mundo empezando por Hellín”. En definitiva, “mujeres libres a las que hay que parar”.

Junto a ellas hombres, “feministas convencidos”, apunta López, que “creen con igual firmeza en los valores de igualdad que representa el proyecto en el que nos hemos embarcado durante estos cuatro años”.

Un proyecto que no están dispuestas a parar hasta conseguir “transformar Hellín”, de modo que sea “un referente para el mundo”. Un proyecto que “sigue intacto”, apostillaba. De esta manera, ha desvelado que a partir de ahora empieza a reunir firmas para que sea la ciudadanía, y no un partido, “la que decida si tenemos derechos a presentarnos para llevar a delante nuestro proyecto”, por lo que intentará constituir una agrupación de electores para concurrir a los comicios locales.

Para la edil hellinera Ciudadanos “solo busca la sumisión”, que ha de pasar “por encima de las personas y sus principios”, y “solo cree en la diversidad como eslogan político, sin ningún compromiso real”.

De lo sucedido responsabiliza a la secretaria de Organización de Cs en Albacete, Francis Rubio, así como a la ahora candidata a la Presidencia de la Junta, Carmen Picazo, puesto que ya en las pasadas elecciones habrían intentado evitar que encabezase la candidatura hellinera, intentando una revocación de afiliación de cara a las primarias.

Desde el partido de Rivera niegan que la condición de transexual de María Jesús López haya tenido algo que ver en la configuración de la lista a la Alcaldía de Hellín, atribuyen su dimisión a “una pataleta” y consideran que esto demuestra que “no estaba con Ciudadanos” sino que únicamente le mueven “intereses personales”.

Argumentan que también en otras localidades se han producido estos cambios en las candidaturas, enmarcados en la estrategia nacional del partido. Así sucedía por ejemplo en Talavera de la Reina, donde también se optaba por una candidata de fuera para competir por la Alcaldía, causando la dimisión de nueve miembros de la junta directiva.

Pero la de María Jesús López no fue la única dimisión que se produjo el pasado viernes en Hellín, puesto que junto a ellla lo hizo el 90 por ciento de la agrupación local de Ciudadanos, entre ellos quien hasta entonces había sido su coordinadora, Laura Tomás.

Una dimisión en bloque que han secundado no solo los miembros de la Junta Directiva, sino también este mismo porcentaje de afiliados que, según ha asegurado la ya exconcejala de Cs, le han adelantado que se van a marchar del partido.

Brutal agresión a una transexual en el metro de París

Julia ha relatado lo sucedido en varios medios franceses. “Uno me tocó el pecho. Me lanzaron cerveza. Otro me dio una bofetada (…) Había conseguido tener confianza en mí y la han destrozado”

El pasado domingo Julia iba a coger el metro en París cuando sufrió una terrible agresión. En la plaza de la República, donde tenía lugar una protesta contra el gobierno de Bouteflika en Argelia, Julia fue atacada por varios manifestantes que empezaron a increparla al grito de “¡Eres un hombre!“.

En cuestión de segundos, la agresión verbal pasó al plano físico. Julia fue zarandeada, golpeada y manoseada hasta que varios agentes del metro parisino intervinieron para ponerla a salvo. Una investigación sobre “violencia basada en la orientación sexual” ya ha sido abierta por la policía y al menos una persona ha sido detenida, según revelan fuentes judiciales a distintos medios franceses.

Julia, transexual, ha contado cómo sucedió todo en declaraciones al ‘Huffington Post’. “Traté de evitarles pero ellos me acorralaron. Uno de ellos me tocó el pecho y se sorprendió de que tuviera senos (….) Le aparté la mano y le dije que no me tocara. Entonces me enseñó su miembro. Me quise escapar. Otros hombres me lanzaron cerveza, me insultaron, otro me dio una bofetada“. Todo esto no aparece en el vídeo. La polémica grabación, que fue difundida en redes sociales por la asociación SOS Homophobie , empieza momentos después de lo relatado por Julia.

En el vídeo, la víctima es golpeada y zarandeada en las escaleras del metro. Ante la violencia, los agentes de la RATP (metro de París) tuvieron que lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y conducirla hasta el interior de la estación.

Julia ha explicado en este medio francés que estos dos empleados del metro le recriminaron que se hubiera vestido “de esa forma” porque “de no haber llevado ese pantalón corto, no habría sido agredida“. “Soy transgénero y eso molesta a la gente (….) pero había conseguido tener confianza en mí y la han destrozado”, concluye Julia.

Para Joel Deumier, presidente de SOS Homophobie, el vídeo es una “manifestación de la transfobia existente. Es como una jauría. La persona sale del metro, es golpeada, le dan una paliza, demuestra que la violencia contra las personas LGBT es una realidad”.

Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se ha mostrado en su perfil de Twitter “indignada” por la agresión, que “condena con la mayor firmeza” al tiempo que ha dado su “apoyo” la víctima.

Brunéi comienza a castigar con lapidación la homosexualidad y el adulterio

El sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah. FOTO: AFP VÍDEO: REUTERS-QUALITY

La reforma legislativa del Código Penal supone consumar el giro conservador de esta nación musulmana del sudeste asiático gobernada con puño de hierro por el sultán Hassanal Bolkiah, quien ejerce de máximo representante del islam en el país.

El nuevo Código Penal incluye la lapidación por delitos de homosexualidad y adulterio; la mutilación de la mano o el pie por robo; la pena capital por blasfemia, difamar el nombre del profeta Mahoma y la apostasía; y la flagelación por aborto, entre otras.

La alta comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, señaló esta semana que la aplicación de estas leyes “supondría un serio retroceso de los derechos humanos en Brunéi“.

“El nuevo Código Penal es brutal en su núcleo al imponer estos arcaicos métodos de castigo a actos que no deberían ser considerados crímenes”, ha declarado este miércoles Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch.

La oficina del primer ministro, puesto ocupado por el sultán (72 años), afamado por su vida opulenta y varios escándalos amorosos, anunció el sábado la medida con un breve comunicado donde apunta que la sharia ayudará a mantener “la paz y el orden” y tiene como objetivo “educar, respetar y proteger los derechos legítimos de todos los individuos de cualquier raza y fe”.

El sultanato, próspero gracias a sus ingentes reservas de petróleo y gas, comenzó a introducir los castigos basados en la ley islámica en 2014, con una primera batería de enmiendas para las condenas menos duras, en un plan de dos años por etapas que fue suspendido temporalmente por la campaña internacional de boicot contra el entramado de negocios bajo el patronazgo del país.

Matthew Woolfe, fundador de la organización The Brunei Project, señaló que los cambios en el ordenamiento penal crean miedo y ansiedad entre los habitantes, muchos de los cuales no se atreven a hablar o lo hacen bajo condición de anonimato.

Entre ellos un bruneano, que se encuentra en proceso de solicitar asilo en Canadá y abandonó el país por miedo al futuro que le esperaba siendo transgénero.

El actor estadounidense George Clooney renovó, en una columna publicada por el medio Deadline, el boicot contra los hoteles de Brunéi, entre ellos el Beverly Hills en Los Ángeles, Plaza Athenee en París o Eden en Roma, una medida a la que se han sumado otros famosos, políticos y colectivos en favor de los derechos humanos.

“Cada vez que nos alojamos, reunimos o comemos en cualquiera de esos nueve hoteles, estamos dando dinero a los que eligen lapidar o pegar latigazos hasta la muerte de sus propios ciudadanos por ser gais o acusados de adulterio”, escribió Clooney. El cantante británico Elton John apoyó el llamamiento de Clooney. 

Aunque el actual Código Penal ya contempla la pena de muerte, Brunéi no ha realizado ninguna ejecución desde 1957.

La nueva legislación se aplicará principalmente a los ciudadanos que profesen la fe musulmana, quienes representan el 70% de la población del sultanato (unos 300.000 bruneanos), aunque en algunos casos también se utilizará con extranjeros o fieles de otras creencias, en su mayoría budistas y cristianos.

“Obviamente, la apostasía, que conlleva pena de muerte, solo se aplica a musulmanes. Entre los castigos más crueles, el adulterio y la sodomía entre dos hombres —penada con la lapidación— se aplicará si una o ambas de las personas son musulmanas. En caso de no ser creyente en el islam, no se aplicará”, apunta Woolfe.

“Para la mutilación de extremidades en caso de robo, el castigo se aplica independientemente de si la persona es musulmana o no”, incide el fundador de The Brunei Project.

Los no musulmanes ya tenían prohibido desde 2014 utilizar 19 palabras islámicas, incluida “Alá”, y son sancionadas la impresión, divulgación, difusión y la distribución de las publicaciones contrarias a la enseñanza islámica.

La homosexualidad ya era ilegal en el sultanato. El delito por vestir ropa clasificada como indecente acarrea una pena de hasta seis meses de cárcel, y el consumo del alcohol en lugares públicos se castiga con hasta los dos años de prisión.

Brunéi cuenta con un sistema jurídico doble que combina los tribunales civiles, basados en las leyes británicas —el sultanato fue protectorado británico hasta 1984— y las islámicas.

“Cosa rara”

ZIRRIKITUETATIK BEGIRA Rikardo Arregi

EZ nuen izan, pasa den igandean, Erromako Aita Santuari egin behar zioten elkarrizketa ikusteko inolako asmorik, elkarrizketatzaile hori ez baita inoiz izan nire lehen aukera igande gauak pasatzeko (egia esan, ezta bigarrena ere), baina nire jainko marikak (asko dira) beste plan bat harilkatzen ari ziren, an-tza, eta nire hatzak zapping egiten hasi zirenean, telebistan zuriz jantzitako gizona eta bestea agertu ziren: mintzagaia homosexualitatea zen (umoretsuak dira nire jainko marikak), eta “cosa rara” esapidea atera zen. Txikitan baten batek “cosa rara” duenean, psikiatrarenera agian ez, baina beste profesional batengana jotzea komeni dela zioen argentinarrak (badira “kosarraralogorik”?).

“Bravi, cosa rara” dio Leporellok, Don Giovanniren morroiak, Mozarten operaren bigarren ekitaldiaren azken agerraldian;izan ere, festa hasi da eta orkestra Matín i Soler valentziarraren “Una cosa rara, ossia bellezza ed onestà” (Gauza bitxi bat, hau da, edertasuna eta zintzotasuna) operaren zati bat jotzen ari da;asko gustatzen zitzaionez aipu musikala egiten du Mozartek. Aspaldian lagun operazale batekin nuen hitz-joko pribatua zen “raro/rara” hitza agertzen zen bakoitzean, operaren izenburu osoarekin jarraitzea. Operaren arabera bitxia da, arraroa, pertsona batek bi kualitate horiek aldi berean edukitzea, dramma giocoso bat, badakizue, txantxa baino ez. Aita Santuarena, aldiz, ez da txantxa, ez, sufrimendu iturria baizik. Horregatik, telebista itzali eta Mozart eta Martín i Soler konpainia ezin hobea direla igande gaua pasatzeko erabaki nuen.

Arraroa eta bitxia hitzak bueltaka nituen buruan queer horixe bera dela konturatu nintzen arte. Eta une horretan bertan (ze jatorrak jainko marikak) Lumagorrik, heterosexismoaren aurkako taldeak, Korrikarako prestatu duen iragarki zoragarria bidali zidan tweeterren bidez: kilometro trabestia Gasteizen, orratz-takoidun zapata gorri-gorriak, distira edonon, “Oilategian euskaraz!” leloa. Bai, arraroak gara, bitxiak, ederrak, itsusiak, gezurtiak eta zin-tzoak aldi berean;nahi duguna garela dio Lumagorrik. “Cosa rara”.

El obispo Reig Pla ha amparado las terapias homófobas en las diócesis por las que ha pasado

El itinerario del obispo Juan Antonio Reig Plapor diferentes sedes españolas corre paralelo a las terapias homófobas impartidas por algunos de sus colaboradores y amparadas en los obispados presididos por el prelado alicantino. Una de las principales pseudoterapeutas, B. V. (iniciales que corresponden a Belén Vendrell como han publicado algunos medios), ha seguido el destino de arzobispo por Castellón, la Región de Murcia y Alcalá de Henares en un peregrinaje junto a su marido y secretario del eclesiástico. Así, las actividades del grupo Es Posible la Esperanza han dejado rastro en Valencia, Murcia, Alcalá de Henares y, en un último tentáculo, Cantabria.

Vendrell y Reig Pla se ha movido juntos, al menos, desde que el obispo fue designado por el papa Juan Pablo II para la Diócesis de Segorbe-Castellón en 1996. Allí se trasladaron Vendrell y su esposo José María Gea para colaborar con el obispo. En 2006, ambos son “destinados en misión” por Benedicto XVI a la diócesis de Cartagena (Región de Murcia) donde el Papa había enviado a Reig Pla. Luego llega Alcalá.

En 2006, unos meses después de que Reig Pla tomase las riendas del obispado de Cartagena, Belén Vendrell, que no ha respondido a las cuestiones de eldiario.es, fue nombrada directora del Centro de Orientación Familiar Domus Familiae de Murcia. Allí empezó a asesorar a Fernando (nombre ficticio porque prefiere que no se publique su nombre real), un chico de apenas 13 años al que sus padres quisieron tratar por su homosexualidad. Fernando relata a eldiario.es que, en Murcia, las sesiones de psicoterapia se celebraban principalmente en dos lugares, en el COF que Belén Vendrell dirigía y en el mismo Palacio Episcopal de Murcia, situado en la plaza de la Catedral. En la Región de Murcia la ley solo proscribe terapias aversivas (contra la homosexualidad) en el Sistema Murciano de Salud. Reig Pla ha sido contactado por este medio, a través de sus portavoces, pero tampoco ha respondido a las preguntas.

“Les dijo a mis padres que no me dejaran salir de fiesta ni estar con otros chicos. Decía que dejarme salir y conocer gente era como darle droga a un adicto”, relata. La terapeuta fue mostrando una actitud más agresiva en las terapias, según cuenta este testigo, que terminó por provocar una separación entre paciente y profesional. “Me obligaba a ir a misa y a escucharla recitar la biblia”. Según cuenta a eldiario.es, en una ocasión la terapeuta se echó a llorar tras realizar una lectura. “Decía que había mucha gente como yo y que la curación era posible, pero que éramos nosotros los que no queríamos cambiar”. Esta era una preocupación habitual de Belén, explica, que creía que Fernando no hacía lo posible por hacer “desaparecer sus sentimientos”. A distancia y ya desde Alcalá de Henares, cuando Benedicto XVI trasladó allí al obispo, siguió enviándole correos electrónicos y material homofóbico.

Más de 13 años después de la marcha de Vendrell y de Reig Pla, en la Región de Murcia se siguen haciendo terapias reparativas. El actual coordinador de las terapias es un abogado murciano que responde al nombre A. C. Un secretario del propio Centro de Orientación Familiar (COF) de Murcia confirmaba hace semanas a eldiario.es (antes de que se publicara el escándalo y cuando este periodista se hacía pasar por un joven confuso) que A. C. es quien está orientando a los chicos en esa Comunidad Autónoma, así como sus vínculos con el grupo Es Posible La Esperanza (EPE) y con el obispado de Alcalá. “Es una persona que conoce el tema ese que dice usted de EPE y de Alcalá. Esto tiene su núcleo en Alcalá de Henares, que es donde llevan este tema más intensamente”, aclaraba el secretario. A. C. confirmó en una llamada telefónica posterior al periodista que en el COF de Murcia “ayudamos a que los muchachos puedan identificar sus heridas de masculinidad” y que lo hacían “con los mismos materiales de EPE”.

El convento carmelita

Belén Vendrell es el hilo conductor, junto al arzobispo Reig Pla, en el periplo de los cursos homófobos que se iban impartiendo en las diócesis donde aterrizaban ambos. Hay otra conexión, la cántabra, que se establece mediante un sacerdote de la diócesis de Santander. Presentado como P. Santiago, coordina el grupo Es Posible la Esperanza (EPE) para el que Belén Vendrell actúa como “orientadora”, según el propio Santiago especificaba en una carta en la que animaba a una campaña de protesta contra eldiario.es tras desvelarse las prácticas de Alcalá de Henares. En Cantabria, EPE y el padre Santiago organizan cursos, encuentros y talleres en un convento Carmelita en Ruiloba, según los folletos que se distribuyen de manera selectiva entre simpatizantes de la agrupación a los que ha accedido eldiario.es.

En esos anuncios se especifica que los talleres están destinados a “padres de personas con PMS” [proyección hacia el mismo sexo], la denominación que manejan para designar la homosexualidad. También a “orientadores de COF [Centro de Orientación Familiar]” como en los que Vendrell aplica sus técnicas en Alcalá de Henares. Culmina la lista con “educadores, profesionales, sacerdotes, miembros de EPE…”.

No se trata de sesiones abiertas. El mismo documento indica una serie de requisitos para poder asistir: realizar el curso completo, tener formación previa a cargo de Es Posible la Esperanza y “ser invitado personalmente por algún orientador de EPE”. Las monjas que viven habitualmente en esas instalaciones se han limitado a decir a eldiario.es que “nosotras no tenemos mucha información. Nosotras no somos las organizadoras de esos encuentros. No estamos seguras. No sabemos”, aunque los eventos están previstos para sendas semanas de julio y agosto próximos. El padre Santiago Olmeda se ha negado a hablar sobre la celebración de cursos en el convento cántabro, su participación en el grupo EPE o su relación con la orientadora Vendrell. Contactado el obispado de Santander, no ha contestado sobre si está al tanto de estas actividades en un convento en la diócesis y la implicación del sacerdote que está al cargo de varias parroquias cántabras.

Centro de Valencia

Vendrell, que aparece como doctora en Biología y no está colegiada para dar terapias psicológicas, parte desde la ciudad de Valencia. Diversas fuentes describen que allí estableció amistad con el actual encargado en el Centro de Orientación Familiar de la capital levantina, Federico Mulet y que, allí, ambos han compartido charlas, al menos, hasta abril de 2018. Al habla con eldiario.es, Mulet ha contestado sobre si conoce a Vendrell “no sé. No recuerdo”. Y acerca de si en su centro se reproducen las técnicas detectadas en Alcalá de Henares dice que “no sé nada. En cualquier caso, en cualquier COF no son terapias sino acompañamientos”. Al autopresentarse como orientador, el mismo título que se aplica a Vendrell, este medio le ha cuestionado sobre si acudió a algunos de los encuentros para orientadores en el convento carmelita de Cantabria con Santiago Olmeda: “Pues no sé. Nosotros recibimos muchos cursillos para poder acompañar porque hay mucho sufrimiento de muchas cosas. Podría ser”. ¿Conoce al padre Santiago? “No sé. Lo podría mirar”.

La ley que multa las ‘curas’ a homosexuales, una norma que el PP aprobó con la nariz tapada por orden de Cifuentes

Bancada del grupo popular con Cifuentes aún como presidenta del Gobierno. / Flickr PP Asamblea de Madrid.

La ley que va a permitir sancionar las terapias ilegales para ‘curar’ la homosexualidad en el obispado de Alcalá de Henares abrió muchas grietas en el PP. La norma autonómica se aprobó por unanimidad en la Asamblea de Madrid el 14 de julio de 2016, cuando la capital aún tenía resaca de la última celebración del Orgullo LGTBI. Pero tras el aparente consenso parlamentario hubo una batalla de posturas dentro del grupo parlamentario popular que se resolvió con el mandato de la expresidenta Cristina Cifuentes de respaldar la ley.

“Hubo mucho debate en el grupo. Nadie quería la ley porque, tras las enmiendas, no se parecía nada a lo que había propuesto el Ejecutivo”, explican tres años después fuentes del PP de Madrid. La norma incorporó 86 enmiendas de la oposición que los conservadores no pudieron tumbar en solitario. Entre ellas estaban la ilegalización de las terapias reversivas y su castigo con hasta 45.000 euros de multas. El texto inicial del PP no recogía esta medida aunque sí mencionaba que “no podían ser aplicadas en ningún caso”. Durante la tramitación parlamentaria, PSOE, Podemos y Ciudadanos fueron acordando todas las modificaciones que cambiaron sustancialmente el redactado original.

Las disensiones en el núcleo del grupo popular fueron tan grandes que la ley, al final, tuvo que ser defendida en la tribuna por el portavoz parlamentario, Enrique Ossorio. Además, dos diputados se ausentaron de la votación para evitar apoyar la norma. Entre ellos David Pérez, elegido número dos por la candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Fuentes del PP cuentan que hasta hubo partidarios de retirar la ley antes de votarla. Los conservadores ya se habían abstenido en la votación en comisión (el paso previo al pleno) y se debatían sobre si seguir adelante con un texto que no les gustaba o votar en contra de su propia ley. “Intentaron dejarla morir tras la comisión y el PSOE tuvo que activar con su cupo llevarla al pleno”, recuerda la diputada socialista Carla Antonelli, que asegura que la norma puso frente a Cifuentes al sector más conservador del PP.

Antonelli estuvo en el epicentro de la negociación de la norma. En la ponencia también participaron Ana Camins y Regina Plañiol (PP), Beatriz Gimeno (Podemos) y Tomás Marco (Ciudadanos). En el PP recuerdan la negociación como un “tres a uno todo el rato”. “Se produjeron resistencias. Primero, querían supeditar la ley contra la LGTBifobia al marco nacional. También les costó aceptar las sanciones y la prohibición de las llamadas ‘terapias de retroacción’ o de ‘curación’ de la homosexualidad, que son un auténtico desatino”, cuenta Tomás Marco.

Gimeno recuerda la misma polémica con las sanciones. “Éramos mayoría y recuerdo al PP a la defensiva. Las diputadas no veían lógico introducir algunas sanciones porque se acababa de aprobar una ley trans autonómica. Tampoco querían modificaciones relacionadas con el currículo educativo”, relata.

Aún hoy en la bancada popular de la Asamblea algunos tildan como “barbaridad” la norma en vigor. El argumento más repetido dentro y fuera de la ponencia, vigente hoy, es que limita las “libertades individuales”. Especialmente por la introducción de contenidos sobre diversidad sexual en los colegios.

Un texto inicial “deficiente”, según los colectivos

La aprobación de la ley contra la LGTBIfobia atrapó la atención mediática de ese verano de 2016. Los colectivos llenaron los palcos de invitados de la Asamblea de Madrid de banderas arcoiris. Arcópoli, Cogam, Fundación Triángulo, 26 de diciembre, Chrysallis o Daniela se habían reunido periódicamente con los grupos parlamentarios de la oposición para vertebrar con los diputados una ley pionera.

Antes, el PP los había reunido también una vez con una propuesta de texto abierta a aportaciones aunque la mayoría se queja de que el Gobierno regional incorporó solo “una pequeña parte” de sus demandas. “El borrador era muy deficiente. No recogía muchísimas cosas, y algunas eran opcionales”, señala el presidente de Arcópoli, Yago Blando.

La norma, aprobada el 15 de octubre de 2015 en Consejo de Gobierno, tenía 41 artículos y era profusa en condenar conductas discriminatorias, dar formación y prestar un servicio de información y apoyo a las personas LGTBI. El articulado inicial incluía el “carácter de ilegalidad” de las terapias pero luego no las contemplaba en el decálogo de infracciones. Este entrecomillado fue eliminado del proyecto que se registró en la Asamblea siguiendo el criterio de la Abogacía, que señalaba que no era coherente tachar algo de ilegal sin sancionarlo.

Casi tres años después de su aprobación, la aplicación de la ley aún no es completa, según PSOE y Podemos. “Tanto esta norma contra la ley trans son normas que no se han desarrollado. Había un consejo LGTBI que no se ha creado, por ejemplo”, se queja Gimeno. Los socialistas también han manifestado en el pleno de la Asamblea de Madrid estos vacíos y han pedido explicaciones a la consejera de Políticas Sociales con solicitudes de comparecencia sobre el asunto. En las filas conservadoras admiten la laxitud: “La Consejería no ha transigido en algunas cosas. Menos mal que se ha puesto en marcha con un gobierno del PP que ha evitado que se invada la autonomía de los centros educativos”.

Bajo el amparo de esta ley, la Comunidad de Madrid multó con 1.000 euros al director del colegio Juan Pablo II –de la fundación ultracatólica Educatio Servanda– por enviar una carta homófoba al alumnado en 2016 que comparaba precisamente la norma contra la LGTBIfobia con el “fanatismo terrorista”. El centro recurrió y la justicia le dio la razón aludiendo a la libertad de expresión, por lo que no tuvo que asumir finalmente la sanción. Este martes, el mismo día que eldiario.es destapaba las terapias de “conversión” organizadas en instalaciones del obispado de Alcalá de Henares, el Gobierno aprobaba sancionar con 20.000 euros a una ‘coach‘ que ofrecía por internet estas terapias.

De los ‘electroshock’ de Franco a las terapias del obispo Reig Pla: décadas de homofobia para ‘curar’ la homosexualidad

Asistentes a la primera manifestación del Orgullo permitida en España, en las Ramblas de Barcelona el 27 de junio de 1977 EFE

El obispado de Alcalá, en manos de Juan Antonio Reig Plá, organiza talleres para ‘curar’ la homosexualidad dirigidos a adultos y a menores. Son pseudoterapias clandestinas prohibidas por la ley contra la LGTBIfobia de la Comunidad de Madrid y herederas de la concepción médica patologizante de la homosexualidad que empezó a divulgarse a finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Entre sus aplicaciones prácticas, descargas eléctricas, lobotomías, electroshock, tratamientos psiquiátricos… Muchas de estas técnicas fueron frecuentemente usadas en la dictadura franquista en España y en la Alemania nazi. La lista es larga y se une a la trayectoria de represión sufrida por gays, lesbianas y bisexuales históricamente.

El origen del tipo de cursos que organiza el obispado se sitúa en la década de los 80 del siglo XIX, cuando la palabra “homosexualidad” surge en el contexto científico de la época. La clave la aporta el psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing, que en su obra Psicopatía Sexual incluyó la orientación sexual no heterosexual en su lista de “perversiones” y “enfermedades” sexuales. La homosexualidad “se construyó entonces como una enfermedad, un comportamiento desviado que requería cura, que se podía (y debía) reconducir a la normalidad”, apunta la profesora de Sociología de la Universidad de Castilla- La Mancha y activista Gracia Trujillo.

En el ámbito europeo comenzaron entonces a sucederse las investigaciones sobre el tema, en principio de tono teórico, pero sujetas a la evolución de la medicina, que pronto comenzó a desarrollar aplicaciones prácticas, explica Ramón Martínez, historiador especializado en el colectivo LGTBI y escritor. Estas ideas culminaron en la inclusión de la homosexualidad en los principales manuales de enfermedades. El objetivo subyacente de las técnicas era modificar la orientación sexual de la persona para seguir la norma heterosexual y bajo el prisma de que se debía a algún tipo de trauma. La actualización de estas ideas no parecen estar muy lejos de las tesis divulgadas por el obispado de Alcalá, que aunque rechaza denominarlas como terapias “reversivas”, emplea el mismo modus operandi.

La represión franquista

Estas prácticas tuvieron un gran apogeo en la época franquista en España. El régimen de Franco no incluyó la homosexualidad en la legislación hasta mediados de los años 50, cuando concretamente en 1954 reformó la Ley de Vagos y Maleantes para incluir a los homosexuales, que podían ser condenados a ser internados “en instituciones especiales” y “en absoluta separación de los demás”. La Segunda República había despenalizado la homosexualidad, anteriormente perseguida por la dictadura de Primo de Rivera, pero no quiere decir que en la práctica hubiera aperturismo a la diversidad afectivo sexual.

Posteriormente, en 1970, entró en vigor la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que inauguró en la normativa española el enfoque de la reparación, conversión y curación de la homosexualidad.

“La aplicación en forma sistemática de la tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra homosexuales y transexuales constituyó una pauta de la represión homofóbica” de la época, resume Amnistía Internacional en su informe España: poner fin al silencio y la injusticia, publicado en 2005 para hacer frente a la deuda pendiente con las víctimas del franquismo. Con la ley de 1970, que sobrevivió al franquismo y no fue derogada completamente hasta 1995 –en el 79 se eliminó lo referente a la homosexualidad– se crearon los penales de Badajoz y Huelva para “rehabilitar” a los homosexuales, donde permanecían entre tres meses y cuatro años. También fueron confinados en Carabanchel (Madrid) y en Barcelona.

“Bajo la idea de ‘curar’ la homosexualidad eran sometidos a ‘tratamientos’ mediante terapias aversivas como la aplicación de descargas eléctricas ante estímulos homosexuales, cesando ante estímulos heterosexuales”, explica Amnistía Internacional en su estudio, que también asume que posteriormente eran desterrados de sus lugares de origen “a fin de quebrar los lazos con sus familias y amistades”. En esta época, fueron famosos dos psiquiatras, Juan José López Ibor y Antonio Vallejo-Nájera que, amparados por las leyes franquistas, “investigaron y aplicaron técnicas terribles para ‘curar’ la homosexualidad dejando a la gente echa polvo”, nombra Martínez.

A las lesbianas no se las incluyó en la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social explícitamente, pero eso no significa que no fueran reprimidas. Trujillo apunta a que “los legisladores ni siquiera las consideraron porque la idea de que dos mujeres (o más) pudieran tener una sexualidad autónoma y placentera era, literalmente, impensable”, pero también sufrieron persecución. “A las lesbianas las denunciaban las familias o gente conocida, las repudiaban, y muchas acabaron en hospitales psiquiátricos, donde se les aplicaron los sistemas de supuesta ‘curación’ como electroshocks. Internarlas en manicomios era otra forma de encarcelarlas, de privarles de libertad”, señala la socióloga.

Entre tanta represión, el activismo y la defensa de los derechos LGTBI se fue haciendo cada vez más fuerte y presente. En España, tras la muerte del dictador y a pocos días de las elecciones democráticas, el colectivo salía por primera vez a la calle en una manifestación histórica en las Ramblas de Barcelona. Ocho años antes, una revuelta contra las redadas homófobas que la Policía neoyorkina solía hacer en el bar Stonewall Innde la ciudad inauguraba el activismo LGTBI tal y como lo conocemos. La pelea por la visibilidad y contra la homofobia y el paso de los años acabaron por desterrar de los manuales de psiquiatría la homosexualidad.

Prácticas ‘contra naturam’

Ahora el consenso científico se opone al tipo de técnicas que celebra el obispado de Alcalá y la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) declaró en 2009 su oposición a que profesionales de la psicología o psiquiatría hagan creer a sus pacientes que pueden cambiar su orientación sexual. Es más, asumió que hacerlo no era inocuo para ellos y podía derivar en problemas de ansiedad, depresión y suicidio. Junto a ello, unos años antes, en 1990, la Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad de su lista de enfermedades y en 1973 hizo lo propio con su manual de trastornos mentales la Asociación Americana de Psiquiatría.

No quiere decir que antes del estudio de la homosexualidad en el contexto científico no existiera represión, pero su existencia estaba muy marcada por el contexto judeocristiano, que lo consideraba “un pecado”. Martínez explica que “entonces eran prácticas que se consideraban válidas o inválidas y no había identidades”. “Lo único permitido era la práctica heterosexual encaminada a la reproducción y sin placer. El resto era considerado sodomía”.

La principal diferencia era que la homosexualidad no se consideraba algo que pudiera corregirse ni “repararse” porque ni siquiera estaba categorizada de tal manera, sino que eran consideradas prácticas anti natura y contrarias a lo divino. “En la época de la Inquisición, por ejemplo, los principales castigos eran la condena a la hoguera o a las galeras a remar”, prosigue el historiador, que hace hincapié en que “el argumento” no era pseudocientífico sino religioso: el Levítico (libro del Antiguo Testamento) condena explícitamente la homosexualidad masculina en sus capítulos 18 y 20, calificándola de “acto infame”.