“Quien no usa condones también puede protegerse contra el VIH”

RAPHAEL LANDOVITZ I EXPERTO EN PREVENCIÓN DEL VIH »

El experto en VIH Raphael Landovitz el lunes en Madrid

El experto en VIH Raphael Landovitz el lunes en Madrid. / KIKE PARA

En el campo no demasiado fértil últimamente de la investigación sobre sida (y el VIH, el virus que la causa) de los últimos años, la medicación antiviral ha tomado el protagonismo. Su última aplicación es la llamada profilaxis preexposición (PrEP), unas siglas que habrá que recordar: se trata de suministrar tratamiento antiviral a personas que se prevé que van a estar expuestas al virus de la inmunodeficiencia. “Quien, por la razón que sea, no usa condones, también puede protegerse contra el VIH”, resume Raphael Landovitz, experto en este tema, quien está en Madrid para asistir al congreso de Gesida (Grupo de Estudio del Sida) que comienza el 1 de diciembre, día mundial contra la enfermedad.

Landovitz, profesor asistente de la Universidad de California en Los Ángeles era al principio escéptico sobre este planteamiento. “Pensaba que era de locos dar medicación a personas sanas. Me convertí en 2010, cuando se publicaron los primeros resultados. Me impresionó su alta eficacia”, afirma. Aquel estudio demostraba que, si el tratamiento se seguía bien, la protección de los voluntarios era incluso superior a la que proporcionan los preservativos.

Aquel escepticismo de Landovitz no era único, y “aún se mantiene en muchos lugares”, admite. Por ejemplo, en Europa el tratamiento (una pastilla al día de Truvada) no está aprobado, menos en Francia, que lo acaba de hacer. En España, la Administración es reticente, pero los médicos de Gesida son partidarios de que se regule su uso. El experto estadounidense resume las causas del rechazo basándose en lo que pensaba. “¿Qué pasa si se desarrolla resistencia al virus? ¿Y los efectos secundarios de los fármacos? ¿Y sus costes?”.

Para Landovitz, la utilidad de la PrEP es evidente. “Desde hace 10 años, los números de nuevos infectados por VIH no bajan”, dice. “Por mucha educación sexual y mucha promoción de los preservativos que se haga, el hecho es que hay un grupo de personas que no los va a usar, y hay que pensar algo para ellos”.

Aunque a rasgos generales los fármacos son muy efectivos como protección contra el VIH, “depende mucho de cómo se sigue la pauta de la medicación”, lo que se denomina técnicamente adherencia al tratamiento, insiste Landovitz. Optar por el PrEP supone tomar una pastilla diaria. Donde más se ha estudiado es en hombres, sobre todo por la prevalencia del VIH en la población gay. “Deben empezar entre cinco y siete días antes de la relación sin protección”, advierte el médico, para asegurar que el fármaco está presente en las mucosas rectales. “Ha habido estudios para darlo solo cuatro días a la semana, pero yo no estoy de acuerdo. Si ya es difícil tomarlo todos los días, hacerlo días alternos es aún más complicado. ¿Qué pasa si justo esos tres días se tiene un sexo salvaje? Lo que sí quiere decir es que si se pierden una o dos tomas a la semana se mantiene la protección”, afirma.

Curiosamente, en mujeres el tratamiento parece que funciona peor. Ello obliga a que “sean muy estrictas con la adherencia”, dice Landovitz. Ello se debe a las características de la medicación. “Llega antes y mejor a las mucosas rectales que a las vaginales”, explica.

También descarta el especialista las críticas al uso de la terapia preexposición por los efectos adversos de los medicamentos. “Es verdad que todos los fármacos tienen efectos secundarios, pero hay que plantearse la PrEP como una reducción de años, igual que hicimos con los programas de metadona o de sustitución de jeringuillas para los consumidores de heroína, que, como tenían una adicción, no eran capaces de dejar de inyectarse droga”, afirma el médico. Dos son los efectos que se han visto a largo plazo:”Irritación renal y pérdida de masa ósea, pero se pueden paliar con revisiones y aporte de vitamina D y suplementos de calcio”. Este último problema sería mayor en jóvenes, que están en periodo de formación de huesos hasta los 24 o 25 años, admite.

“También es cierto que al no usar el preservativo pueden aumentar otras enfermedades de transmisión sexual. En algunos estudios se han visto aumentos del 40% o el 60%. Hay quien dice que ello se debe a que los participantes estaban especialmente vigilados, y se les analizaba más. Yo creo que sí que ha habido un aumento. Pero el objetivo es mantener a la gente lo más a salvo que se pueda. Las infecciones bacterianas [sífilis, gonorrea] se pueden tratar con antibióticos. Las víricas, como hepatitis y papiloma, todavía se tratan peor. La PrEP es una herramienta de reducción de daños. Se trata de prevenir el VIH y, para el resto, tratar lo que se pueda”, defiende.

Sobre el precio, Landovitz no duda de que en cuatro o cinco años, los servicios sanitarios públicos ofrecerán esta opción. “Los dos seguros públicos de EE UU, Medicare y Medicaid, van camino de financiarlo”, dice, como ejemplo de la relación coste-eficacia del tratamiento. En España no hay cálculo sobre su coste. De momento, la pastilla es de uso hospitalario, y quienes la reciben no pagan nada por ella. Su precio no es fijo, ya que depende de las negociaciones entre los laboratorios y las Administraciones autonómicas, pero ronda los 600 euros al mes.

“En EE UU depende del Estado, pero la media que pagan los consumidores es de 1.300 dólares [poco más de 1.200 euros al mes]”. En España, las guías de Gesida ya recomiendan que se dé en algunos casos, como personas que tienen una pareja con VIH. De todas formas,”en 2017 habrá un generico, lo que supondrá un abaratamiento”, añade.

El médico niega que la PrEP sea una especie de lujo para personas de países desarrollados que no quieren usar condones. “Podría ser de gran utilidad en lugares de África, por ejemplo, donde las mujeres no pueden negociar el uso de condones. El problema no sería el precio, sino de voluntad política” afirma.

Claves del VIH hoy

El congreso de Gesida resalta otras características del sida en 2015 en España. “No es una enfermedad mortal, pero no es una epidemia controlada”. En España se mantiene estable la cifra de 3.000 nuevos contagios cada año; y, en el mundo, los últimos datos de Onusida, hay ya casi 37 millones de personas con el virus, de las que dos millones se infectaron el último año. Por la enfermedad murieron 1,2 millones de personas.

Prácticamente todas las 90.000 diagnosticadas de VIH en España reciben la medicación. En el mundo la toman 15,8 millones de personas. la Organización Mundial de la Salud recomienda que se traten todos los infectados, lo que quiere decir que se está atendiendo al 41% de quienes lo necesitan.

En los países occidentales, la mayoría de las transmisiones actuales son entre hombres que tienen sexo con hombres (en España, poco más de la mitad de los nuevos casos). Los inmigrantes son otro grupo especialmente afectado. Un reciente estudio con 2.100 extranjeros en Europa ha demostrado que más de la mitad se infectaron en su país de llegada, y de otro tercio no se puede saber cuándo fue. Queda, por tanto, menos de un tercio que se cree que llegó a Europa infectado.

Como consecuencia de lo anterior (más casos en gais e inmigrantes, entre los que hay más hombres), el VIH en mujeres en España está retrocediendo. En 2014 supusieron el 17% de los nuevos contagios; en 2008 fueron el 24%.

El diagnóstico tardío es el mayor problema en España. En un 46% de los casos se diagnosticó casi a la vez la infección por VIH y el desarrollo de sida porque el virus ya había empezado a deteriorar el sistema inmunitario.

La coinfección entre hepatitis C y VIH empeora el pronóstico de ambas infecciones. También lo hacen otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), que se dan en el 49% de los nuevos diagnósticos.

Gesida advierte que como en España no existe la especialidad de Enfermedades Infecciosas en el MIR, la atención a las personas con VIH (cada vez más porque mueren menos) está en riesgo por falta de especialistas.

Detectar tarde el VIH multiplica por diez la mortalidad en el primer año

La Red de Investigación en Sida presenta su estudio en el octavo congreso Gesida que comienza hoy coincidiendo con el Día Mundial de esta enfermedad

Una de las peleas para vencer al VIH pasa por la concienciación y la seguridad, algo de lo que alertaron la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud tras descubrir que en 2014 se produjeron 142.000 nuevos casos, el mayor incremento anual desde hace más de tres décadas. Más prevención, sobre todo en las relaciones heterosexuales, y más diagnótico a tiempo. Porque cuanto antes se detecte que una persona tiene el VIH, su riesgo de morir por el desarrollo de la enfermedad disminuye.

Una investigación realizada por la Red de Investigación en Sida (CoRIS) ha estudiado el impacto del diagnostico tardío en España en la mortalidad en corto plazo (un año), medio (entre uno y cuatro) y largo más de cuatro años). En el primer ratio, la mortalidad fue diez veces mayor y 23 veces mayor en las personas ya con sida. La mortalidad a medio plazo se mantuvo también mayor en los pacientes a medio plazo mientras que a largo plazo no se observaron grandes diferencias, según señala el estudio que se presentará en el octavo congreso Gesida que comienza hoy coincidiendo con el Día Mundial del Sida.

Los tumores malignos fueron la principal causa de la muerte entre los pacientes que sobrevivieron más de cuatro años. La investigación destaca que el diagnóstico retrasado ha descendido en 16 puntos entre 2004-05 y 2012-13 -pasó del 55,9% al 39,4%-. No obstante el problema que supone el diagnóstico tardío sobre todo en el segmento de población con nivel de educación inferior, población inmigrante y personas heterosexuales de más edad. El estudio destaca que de los 7.165 nuevos diagnósticos de VIH, el 46,9% fueron tardíos. En España, se detectaron 3.366 nuevos casos -un 84,7% eran hombres- que ya están en tratamiento. En total, los servicios sanitarios públicos atienden a 34.690 personas.

El VIH avanza en España a un ritmo de diez nuevos casos al día

 

Un dispensador de pañuelos ocupa una esquina de la mesa de Gerjo Pérez. Su presencia no es casual ni responde a la bajada de temperaturas de los últimos días. La noticia de que la prueba de VIH es positiva basta para hacerlos necesarios en la Fundación Triángulo, una de las entidades que realiza este tipo de exámenes. “No sé si queda alguno”, dice Gerjo, responsable de salud de la asociación, buscando los clínex con la mirada. En los últimos meses ha notado un aumento en la cifra de personas que acude a hacerse el test, y los datos del Ministerio de Sanidad muestran un repunte del número de análisis positivos de VIH en España: en 2014, fueron 3.366 los nuevos diagnosticados, casi diez cada día.

La cifra es incompleta porque algunas comunidades notifican casos con retraso —en 2012 el dato inicial aumentó en 400 afectados más—, pero si se compara con las estadísticas ofrecidas el año pasado por estas mismas fechas, cuando se contabilizaron 3.278 nuevos positivos, el crecimiento roza el 3%. Una vez estén todos, el Ministerio de Sanidad estima que la tasa se situará en 9,34 casos por cada 100.000 habitantes. Las campañas por una sexualidad responsable no han logrado frenar la expansión del virus en España, que permanece estable por encima de los 3.000 nuevos casos anuales desde 2008.

El perfil del nuevo portador de VIH es un hombre homosexual de entre 25 y 34 años. Más de la mitad de los casos, el 53,9%, se ha producido según Sanidad por prácticas sexuales sin protección entre hombres. “Tiene su lógica desde el punto de vista biológico y social, la penetración anal tiene más riesgo, y hay menos población homosexual o bisexual por lo que es más fácil que se extienda una infección en espacios más acotados”, cuenta Guillermo López, de la ONG Apoyo Positivo, que coordina el servicio de pruebas rápidas en los centros de salud de la Comunidad de Madrid.

La vía sexual es el principal modo de transmisión de VIH. El 80% llega a través de este tipo de relaciones, dado que a la incidencia entre la población homosexual hay que sumar el sexo sin protección entre heterosexuales, causa del 26% de los casos. La tendencia sigue a la baja entre los nacidos fuera de España, aunque aún son casi uno de cada tres nuevos afectados. Esta media es superior entre las mujeres, donde las inmigrantes son más de la mitad, un hecho que puede explicarse por la condición de víctimas de explotación sexualde muchas de ellas. Tras los españoles, la mayor tasa se registra entre la población latinoamericana (15,1%). Bajan un punto los afectados por drogas inyectadas, que son el 3,4% del total.

La Fundación Triángulo, dedicada a la defensa de la igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, realiza gratis pruebas de detección de VIH de lunes a viernes, sin pedir ninguna documentación. Entre el 7 y el 8% de las más de 400 personas que cada año acuden a hacerse la prueba en su sede, al noroeste de Madrid, dan positivo.

“No es tan fácil, eso surge. Conoces a alguien, quieres tener una relación y en un momento dado te fías”

El método que utilizan se conoce como de fluido oral. La persona que sospecha que puede tener VIH pasa una paleta por sus encías, y luego esta se introduce en un tubo de prueba donde se mezcla con un líquido. En los 20 minutos que tarda en conocerse el resultado los segundos pasan más lento de lo habitual. David, madrileño de 44 años, ha vivido esos momentos en varias ocasiones. Acude a Triángulo cada cierto tiempo para hacerse la prueba por prácticas sexuales sin protección, y pese al mal trago, no planea cambiar sus hábitos: “No es tan fácil, eso surge. Conoces a alguien, quieres tener una relación con él y en un momento dado te fías de él”, cuenta. La última vez que acudió a hacerse la prueba, que salió negativa, fue tras enterarse de que la persona con la que mantenía una relación estuvo con otra persona sin consultarle, rompiendo así el acuerdo que habían fijado. David percibe cierta relajación en su entorno sobre las consecuencias del VIH: “Se ve como una enfermedad crónica”, asegura.

El ministerio ha destacado la importante caída de la mortalidad en la última década. Entre 2003 y 2013 la cifra de fallecidos ha bajado un 54%, pero en Apoyo Positivo lamentan que muchos jóvenes tengan que convivir el resto de su vida con la toxicidad de los medicamentos antirretrovirales. Otros aún desconocen que tienen el virus: en España hay entre 130.000 y 160.000 personas con VIH, de las que entre el 25 y el 30% no están diagnosticadas.

Cuando la prueba sale positiva, desde la Fundación Triángulo derivan al afectado a un centro médico para que un análisis de sangre confirme el resultado. La labor de su asociación se vuelve en ese momento aún más necesaria: les acompañan a conseguir la medicación y a los extranjeros sin tarjeta sanitaria les ayudan con la burocracia para que entren en el sistema sanitario. “Es una noticia compleja de asumir, algunos reaccionan con mucho miedo, bloqueos, llantos, golpes contra la pared….”, explica Gerjo Pérez. Envoltorios de pruebas ya realizadas se agolpan en la papelera situada junto a la mesa de su despacho. En la esquina de esta, un tejido de color blanco impoluto sobresale. Los pañuelos aún no se han agotado.

grafico contagio sida en españa 2015

Récord de contagios en Europa

Europa registró el año pasado más de 142.000 casos de contagio por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), cifra que supone un récord anual, según la Oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El aumento de los casos en el este del continente ha impulsado este avance. En dicha zona se han duplicado los diagnósticos de VIH en la última década, según consta en un informe elaborado por OMS Europa y el Centro europeo de prevención y control de enfermedades (ECDC). “A pesar de todos los esfuerzos para combatir el VIH este año la región europea ha superado las 142.000 infecciones, el mayor número registrado nunca. Es una preocupación seria”, declaró en un comunicado la directora de OMS Europa, Zsuzsanna Jakab.

El 57% de las personas con VIH en el mundo aún no reciben tratamiento

Centro de tratamiento del VIH de Médicos sin Fronteras en Lingana (República Democrática del Congo) el lunes 30 de noviembre

Centro de tratamiento del VIH de Médicos sin Fronteras en Lingana (República Democrática del Congo) el lunes 30 de noviembre. / JUNIOR D.KANNAH (AFP)

La tranquilidad relativa con la que se afronta la infección por el VIH en los países occidentales no es extensiva al resto del planeta, que es donde se da la mayor parte de los casos. La clave está en el acceso a la medicación, esa combinación de fármacos que ha conseguido que la mayoría de las personas infectadas que la reciben hayan cronificado la enfermedad. En España, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad calcula que más del 92% de las personas diagnosticadas están en tratamiento. Pero en el mundo, según los datos de Onusida,el panorama cambia: hay 16 millones de personas medicadas, lo que representa el 43% de los infectados. El resto, 21 millones (el 57% de los afectados) aún no tiene acceso a los antivirales.

Hace un año, Onusida calculaba que más del 50% de los afectados que la necesitaban ya recibían medicación. Era un gran logro. Y no es que haya habido un retroceso. Lo que ha ocurrido este año es que los criterios de la propia OMS han cambiado: ya no se establece que hay que tratar a partir de un determinado deterioro del sistema inmunitario (el que se destruye por el efecto de VIH). Ahora la evidencia científica ha demostrado que lo mejor es medicar desde el principio. Es preferible afrontar los posibles efectos secundarios de las pastillas que el deterioro del sistema inmunitario. Este lleva al sida, la inmunodeficiencia que causa que el afectado sufra múltiples infecciones, hasta llegar a un debilitamiento general que le ocasiona la muerte. Al cambiar los requisitos, ha aumentado el número de personas que deben ser tratadas. Y, de nuevo, hemos vuelto a que sean menos de la mitad de quienes lo necesitan.

Esta es la mayor novedad este año. En cifras generales, la epidemia mantiene su caída paulatina. Aunque aún se está lejos de controlarla. En 2014, último año con datos, aún hubo 1,2 millones de muertes asociadas al sida. Son muchas, pero confirman el descenso de los últimos años. En 2005 esta cifra alcanzó su máximo, con 2,2 millones. De las ocho regiones en que Onusida divide el planeta, en seis ha habido una disminución desde 2011, por ejemplo. Y ello incluye al centro y sur de África, donde se concentran los fallecimientos (790.000, el 65% del total), Asia-Pacífico y Latinoamérica, con 42.000 muertes, un 31% menos que en 2001, cuando la región llegó a su máximo.

La disminución de los fallecidos ha supuesto que cada vez haya más personas que viven con el VIH. Estas son ya 36,9 millones. Esto, en sí, es una buena noticia, pero supone, sobre todo en países menos ricos, un importante esfuerzo para mantenerles la medicación. No solo económico, sino de infraestructuras.

También el número de nuevos infectados va en descenso. Ello se debe a las campañas de prevención y, sobre todo, al aumento de personas que siguen tratamiento antiviral. Este ha demostrado ser un eficaz freno para la propagación de virus. Las personas que lo toman y a las que les hace efecto —la mayoría— consiguen reducir la cantidad de VIH en su sangre tanto que se vuelven no infectivas. Pese a ello, el último año hubo dos millones de infecciones. Muchas, pero un 41% menos que los 3,4 millones de 1984.

Donde no se ven avances es en el número de personas que siguen sin saber su estado. En eso los países ricos y los pobres muestran la misma tendencia, con una pequeña diferencia: el porcentaje de personas que no saben que tienen el VIH se calcula que ronda el 30% en Occidente, y el 50% en África, por ejemplo.

Este dato es especialmente importante si se quieren cumplir los objetivos de tener controlada la epidemia en 2030. Para ello la OMS se ha fijado un objetivo intermedio: que, en 2020, el 90% de los infectados sepan que lo están; que, de ellos, el 90% reciba medicación; y que, de estos últimos, el 90% llegue a controlar el virus hasta mantenerlo indetectable en su sangre. Como se ve, un objetivo ambicioso a cinco años vista, que solo un mayor esfuerzo político y la ayuda de los genéricos, que han abaratado el tratamiento de los 6.000 euros anuales a 300 en los países más pobres, pueden conseguir.

España se borra de la lista de donantes

España está desaparecida de la lista de donantes al Fondo Mundial contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis. La crisis acabó con una cooperación que entre 2001 y 2013 supuso una aportación de más de 600 millones de euros. En 2011, a rebufo de una crisis de confianza en la organización por el mal uso de los fondos en algunos países, el Gobierno de Rodríguez Zapatero suspendió las aportaciones. Dejó incluso a deber los últimos 150 millones de euros comprometidos. Más tarde España anunció nuevas aportaciones. No lo cumplió.

«Ha aumentado el miedo entre la gente a revelar que es portadora del VIH»

Como un preludio colorista de la Navidad, edificios oficiales, representantes políticos, transportes públicos y organizaciones diversas esgrimirán hoy lazos rojos para conmemorar el Día Mundial del Sida. Como siempre, se hablará de avances médicos, se ofrecerán estadísticas variadas y una marea de comprensión arropará a los afectados por la enfermedad. Pero la solidaridad suele ser un espejismo que se disuelve con el tiempo y los que hoy son protagonistas mañana dejarán de serlo.

El miedo tiene muchos nombres y casi todos son conocidos por los portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que han luchado durante años por sobrevivir y por dejar de ser unos apestados sociales. La ciencia ha logrado controlar su enfermedad y proporcionarles una buena calidad de vida, algo impensable en 1981, cuando comenzaron a detectarse los primeros casos de sida y su nombre se convirtió en sinónimo de muerte. Sin embargo, lo que no se ha conseguido es borrar los temores que giran en torno a la enfermedad. Muchas veces es un miedo irracional y por eso es más difícil eliminarlo. Al parecer, ese miedo va a más.

 

Un pacto de Estado frente al VIH

 

«Queremos un pacto de Estado frente al VIH, el sida y el estigma de la discriminación». El mensaje, que fue lanzado ayer desde el Ayuntamiento de San Sebastián, se repetirá hoy, alas 19.00 horas, en la plaza Teresa de Calcuta de Donostia, junto a los juzgados, con una actuación de los alumnos de la Escuela de Música y Danza. El concejal de Presidencia del Ayuntamiento donostiarra, Juan Ramón Viles, presentó la iniciativa junto a los representantes de Acasgi, Paki Lucha; Ehgam, Mikel Martin; Gehitu, Juan Ramón San Sebastián y Harribeltza, Joseba Rekalde. Llamaron a no bajar la guardia en lo relativo a la prevención del contagio de esta enfermedad, «así como a la hora de evitar la estigmatización de nuestros conciudadanos». El Consistorio mostró también su adhesión a las actividades que estas asociaciones han organizado para conmemorar el Día Mundial contra el Sida. Viles explicó que entre las actividades programadas, está la iluminación con un lazo rojo del Kursaal, distintivo que también estará presente en carteles en los equipamientos municipales y el transporte público. Además, habrá mesas informativas en la calle Loiola, junto a la Fnac por la mañana. Las actividades continuarán toda la semana.

 

El 57% de los jóvenes no sabe el significado del lazo rojo

El 57% de los jóvenes, especialmente los de edades comprendidas entre los de 18 y 24 años, desconoce el significado del lazo rojo. Para el 70% de ellos, no es una preocupación contraer el VIH, ya que un 52% considera que la enfermedad no está presente en su entorno, según se desprende de una encuesta realizada con motivo del Día Internacional del VIH. La compañía ha entrevistado a 1.000 jóvenes de toda España, de edades entre los 18 y los 35 años, comprobando que se ha bajado la guardia en materia de prevención y que símbolos tan reconocidos como el lazo rojo son prácticamente desconocidos para los más jóvenes. El 79% señala que en los últimos 12 meses no recuerda haber visto a nadie portando tal símbolo.

Asimismo, si se les consulta sobre la importancia de recuperar el símbolo como parte de las campañas de concienciación, el 82,5% indica que sería una muy buena iniciativa y para 6 de 10 jóvenes consultados esto ayudaría a recordar a los jóvenes que la enfermedad está presente en la sociedad.

Con el objetivo de revitalizar el lazo rojo, la compañía Control -que ha realizado al encuesta- ha solicitado a una joven ‘YouTuber’, Georgia Elliot, que rediseñe esta insignia.

Erradicado en 15 años

El lazo rojo siempre será el símbolo de la lucha contra el VIH, un virus que puede ser erradicado en 15 años si se intensifican los esfuerzos para combatirlo, según un informe difundido ayer en Zimbabue por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El documento destaca que el número de portadores del VIH que reciben tratamiento ha crecido de forma exponencial en los últimos cinco lustros.

«Casi 16 millones de personas (en todo el mundo) recibían tratamiento contra el VIH a mediados de 2015, más de once millones de ellas en el continente africano, donde solo unas 11.000 personas recibían tratamiento en el año 2000», subraya la OMS.

Navarra, favorable a un pacto político en torno a las medidas de respuesta al VIH y sida

PAMPLONA. La Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra ha aprobado por unanimidad dos declaraciones institucionales con motivo del Día Mundial del Sida, una presentada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, y otra presentada por el PSN.

Un grupo de mujeres y niños del orfanato y centro de rehabilitación para mujeres y niños seropositivos Maiti Nepal

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Según el texto del cuatripartito, “el Parlamento de Navarra muestra su posición favorable a la concreción de un pacto político en torno a las medidas de respuesta al VIH y sida, tanto en sus aspectos preventivos y clínicos como sociales, que establezca un marco estable y equitativo de intervención en este ámbito, y su consideración como políticas de estado ante la situación de la enfermedad en el estado español y en particular en Navarra”.

En concreto, pide el “reconocimiento, apoyo y dotación económica suficiente a la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida, organizaciones sociales y comunidades autónomas para alcanzar el objetivo de tratamiento de ONUSIDA 90x90x90”, así como la “actualización y desarrollo efectivo del Programa de prevención y control del Sida en Navarra”.

También, el cumplimiento del decreto de Salud Sexual y reproductiva en el ámbito socio-sanitaria y la inclusión de la Educación Afectivo-Sexual en el ámbito educativo; y la formación específica en VIH para profesionales docentes y sociosanitarios.

En un segundo punto de la declaración, el Parlamento de Navarra considera necesario que el Gobierno foral “garantice y refuerce las acciones educativas, de intervención social y sanitarias destinadas a la erradicación del VIH-SIDA a través de acciones específicas para la prevención, detección y seguimiento de esta enfermedad”.

En un tercero, la Cámara muestra su “posición favorable” a que el Gobierno de Navarra “garantice la sostenibilidad económica de las asociaciones y centros comunitarios que han demostrado su eficiencia y eficacia complementando la acción de los organismos públicos en la detección y prevención del Sida”. Y finalmente, el Parlamento apoya las movilizaciones y actos que se celebren, en el sentido de esta declaración, en conmemoración del Día mundial del Sida.

PROPUESTA POR EL PSN Por otro lado, la declaración presentada por PSN recoge que la Cámara foral considera necesario un “amplio consenso político en torno a las políticas de VIH, el sida, las hepatitis víricas y otras ITS que promueva un marco estable y continuado de intervención como política de Estado”.

Insta al Gobierno de España a desarrollar una Estrategia Nacional que incluya la respuesta al VIH, las hepatitis víricas y las Infecciones de Transmisión Sexual y que contemple líneas estratégicas como la prevención de la transmisión, el diagnóstico precoz, la integración social y laboral de las personas afectadas, la lucha contra el estigma y la discriminación, la mejora de su calidad de vida, y el refuerzo del capital social de las ONG y otros actores en la respuesta al VIH, teniendo como prioridad la situación de los colectivos más vulnerables a la infección.

El Parlamento insta igualmente al Gobierno central a recuperar la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida para “poder asumir el liderazgo y la coordinación de las políticas de prevención, asistencia, cooperación internacional e investigación relacionadas con el VIH, el sida y otras ITS, consignando en los Presupuestos Generales los recursos económicos destinados para su funcionamiento y actividad”.

La Cámara considera necesario impulsar la investigación tanto en el ámbito clínico, como epidemiológico, preventivo y psicosocial. “Este impulso se debe desarrollar desde varias perspectivas: dotación de recursos, mejora en los déficits de gestión que impiden el aprovechamiento óptimo de recursos, así como la recuperación de iniciativas público privadas claves en la respuesta investigadora en el ámbito social y sanitario en España, tales como la fundación FIPSE”, ha expuesto.

El Parlamento considera “fundamental” además “avanzar en la lucha contra la discriminación, el estigma y el prejuicio, para lo que se ha de promover la eliminación de todas aquellas actitudes, normas y prácticas que generen estigma, discriminación y/o trato diferente por motivos de enfermedad, en los ámbitos laboral, social, escolar y económico”.

En otro punto de la declaración, la Cámara insta al Gobierno de Navarra a desarrollar campañas de prevención en el marco educativo y a incorporar la educación afectivo-sexual en el currículo obligatorio de todos los centros educativos.

El Parlamento de Navarra considera “urgente y necesario” que el Gobierno de Navarra realice un plan actualizado de acciones específicas para la prevención, detección precoz y el tratamiento del VIH.

En el Día Mundial del Sida, la Cámara foral quiere “recordar a quienes han fallecido a causa del sida y reiterar su compromiso con las personas afectadas”.

¿15 años para acabar con el sida?

Algunas estadísticas sobre el sida son alentadoras: a finales de 2014 las nuevas infecciones por el VIH habían disminuido en un 35% desde el máximo del año 2000, y las muertes relacionadas con la enfermedad se redujeron en un 42% desde el máximo de 2004. Pero no podemos bajar la guardia: 35 millones de personas viven con sida, casi todos en los países en desarrollo.

Un trabajador sanitario examina a un niño en l’Auberge de l’Amour Rédempteur, Beni

Un trabajador sanitario examina a un niño en l’Auberge de l’Amour Rédempteur, Benin. Imagen: The Global Fund / John Rae

Son datos del más reciente informe de ONUSIDA, publicado unos días antes del Día Mundial del Sida. Los motivos de preocupación están ahí: cada día 6.000 personas se infectan con el virus, que mató a más de un millón de personas el año pasado. Esta brecha demuestra la necesidad de un esfuerzo global para revertir esta situación.

En septiembre de este mismo año, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, toda la comunidad internacional se comprometía a poner fin a las pandemias de sida, tuberculosis y malaria en 2030. Algo que, como aseguran muchas organizaciones clave (ONUSIDA, Stop TB Partnership, Roll Back Malaria) es factible si se emplean y movilizan los recursos necesarios y se aplican las políticas adecuadas.

El clamoroso descenso de la Ayuda Oficial al Desarrollo en España (del 0,46% del PIB en 2009 al 0,14% de los tres últimos años) repercute directamente en actores clave para el fin de las pandemias. El  Fondo Global de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria es uno de ellos. Desde 2002, esta alianza de organizaciones, gobiernos y sociedad civil recauda e invierte millones de dólares al año para ­financiar programas dirigidos por expertos locales en los países y las poblaciones que más lo necesitan, habiendo salvado hasta la fecha más de 17 millones de vidas, según su último informe.

Una década después de su fundación, en 2002, las muertes relacionadas con estas tres enfermedades se habían reducido en un 40%. Si hablamos de sida, de las 15 millones de personas en tratamiento globalmente, ocho lo están a través de programas del Fondo Global: más de la mitad. Entre 2000 y 2014 el número de infecciones por el VIH se redujo en un 36% en los países apoyados por el Fondo Mundial con estrategias de prevención.

En la década pasada, España llegó a ser el quinto mayor donante del Fondo Global, con donaciones que alcanzaron los 650 millones de euros. Sin embargo, desde 2011, con el descenso drástico en la ayuda al desarrollo, España no solo dejó de aportar dinero al Fondo Global (ni un solo euro en tres años), sino que también dejó de pagar dinero ya presupuestado: 130 millones de euros.

Salud por Derecho, una organización de defensa de los derechos humanos centrada en la defensa del derecho a la salud, ha creado la campaña COMPROMETIDOS para conseguir el compromiso político de los candidatos a la presidencia y de todos los partidos de España con las políticas de desarrollo y, en concreto, con la financiación del Fondo Global.

“Los partidos políticos, en vísperas de las elecciones del próximo día 20, deben comprometerse a cambiar esta situación. España fue un ejemplo de políticas de desarrollo y debe formar parte del hito que supondrá ver como sida, tuberculosis y malaria dejan de ser problemas de salud pública globales” asegura Vanessa López, directora de la organización. “Con COMPROMETIDOS estamos pidiendo que den la cara, que se involucren en acabar con estas pandemias, y que estampen el sello de la campaña en su programa electoral para demostrar un compromiso que comienza ahora y termina en 2030”, concluye.

Las muertes de adolescentes en el mundo a causa del sida se triplican en los últimos 15 años

La mitad de los que viven con VIH se encuentran en sólo seis países: Sudáfrica, Nigeria, Kenia, India, Mozambique y Tanzanía.

MADRID. El número de muertes de adolescentes a causa del sida se ha triplicado desde el año 2000, según los datos del Fondo para la Infancia de la ONU (UNICEF).

Esta enfermedad es la principal causa de muerte entre los adolescentes en Africa y la segunda entre los jóvenes de 15 a 19 años a nivel mundial, ha asegurado la organización, y ha aclarado que entre las poblaciones afectadas por el VIH, los adolescentes son el único grupo en el que las cifras de mortalidad no disminuyen.

Según UNICEF, en el Africa subsahariana, la región con mayor prevalencia, las niñas se ven mucho más afectadas, ya que representan 7 de cada 10 nuevas infecciones entre los jóvenes. Sin embargo, entre los adolescentes de esa edad en la zona, sólo 1 de cada 10 ha sido sometido a la prueba del VIH, ha añadido.

“Es fundamental que los jóvenes que son portadores de VIH tengan acceso a tratamiento, atención y apoyo”, ha subrayado el director de los programas mundiales del VIH/sida de UNICEF, Craig McClure, durante el durante el Foro de pensamiento crítico celebrado en Johannesburgo. “Al mismo tiempo, aquellos que no son portadores deben tener acceso a los conocimientos y medios para ayudarles a permanecer de esa manera”, ha añadido.

Los datos del informe ‘Actualización estadística sobre los niños, los adolescentes y el sida’ aseguran que menos de la mitad de los niños menores de 2 meses han sido sometidos a la prueba de VIH. Sólo 1 de cada 3 de los 2,6 millones de niños menores de 15 años que viven con el virus recibe tratamiento.

GRANDES AVANCES La mayoría de los adolescentes que mueren por enfermedades relacionadas con el sida han contraído VIH de niños, de 10 a 15 años, cuando apenas había mujeres embarazadas y madres que tenían el VIH y recibían medicamentos para prevenir la transmisión del virus de madre a hijo. Sin embargo, esto ha cambiado y en los últimos 15 años se han evitado casi 1,3 millones de nuevas infecciones, ha destacado UNICEF.

En 2014, 3 de cada 5 mujeres embarazadas con VIH recibieron tratamiento para prevenir la transmisión del virus a sus bebés, lo que se traduce en una reducción del 60 por ciento de las muertes relacionadas con el SIDA entre los niños menores de 4 años desde 2000.

“Los avances logrados en la prevención de la transmisión materno infantil son loables, y hay que celebrarlos, pero se necesitan inversiones inmediatas para ofrecer tratamiento a los niños y adolescentes que están infectados”, ha añadido McClure.

Los datos revelan que actualmente, entre los adolescentes (15 a 19 años se producen cada hora 26 nuevas infecciones y aproximadamente, la mitad de los que viven con VIH se encuentran en sólo seis países: Sudáfrica, Nigeria, Kenia, India, Mozambique y Tanzania.

LA TRONERA: Día del Sida

ANTONIO GALA

El Sida es una enfermedad social y antisocial a un tiempo: delata y descubre una postura ante la vida que se suele ocultar. Es, en consecuencia, una enfermedad definitiva: en la acepción de última, y en la acepción de definidora y debeladora de quien la padece. Al fin y al cabo, ésta es la finalidad última de todas las terribles ortodoxias tribales: proteger a sus miembros (en todos los sentidos de la palabra) de cualquier poder enemigo al que se expondrían si las abandonasen. El castigo mayor del paciente de Sida es la angustia ancestral de enfrentarse a la renuncia a la identidad individual y social, y la expulsión en vida de la comunidad humana a que pertenece. Si en las enfermedades que consideramos, ay, modernas se usa una terminología de agresión militar (invasiones, colonizaciones, reconocimientos, defensas químicas, aniquilamientos de células, bombardeos con rayos) en el Sida la guerra es más sutil: un adversario infiltrado deja sin recursos al organismo, inerme ante cualquier ataque de los enemigos exteriores, y provoca una muerte que se solapa -como un espía homicida- bajo nombres plurales. Por eso el Sida, mucho más que una enfermedad sólo, es una prueba: mucho más que un síndrome, es un símbolo. Si no lo combatimos y lo superamos entre todos, habremos fracasado. El instante de la Humanidad que se nos encomendó no habrá cumplido su tarea.

Polonia y Hungría bloquean normas de la UE para no reconocer bodas gays

Los dos Gobiernos conservadores del Este obstaculizan normativas sobre regímenes económicos matrimoniales para no aceptar uniones “que no responden a sus valores”

La primera ministra polaca, Beata Szydlo, en París el lunes

La primera ministra polaca, Beata Szydlo, en París el lunes. / STEPHANE MAHE (REUTERS)

La crisis económica ha abierto una fenomenal fractura Norte-Sur, pero en la Unión Europea hay una fractura quizá aún más profunda: Este-Oeste. Polonia y Hungría tienen previsto bloquear en la reunión de ministros de Justicia del próximo jueves una propuesta de normativa para uniformizar la ejecución de resoluciones en materia de regímenes económicos matrimoniales de las uniones registradas en la UE. La propuesta pretende “reducir incertidumbres en cuanto a los derechos de propiedad de las parejas internacionales”, según el texto final que examinarán los ministros. Esa norma requiere la unanimidad para salir adelante: el problema es que tanto Varsovia como Budapest no aceptan regímenes de familia “que no responden a sus valores ni están en su constitución”, según fuentes europeas. En la práctica, esos dos países -gobernados por partidos ultraconservadores- no quieren reconocer el matrimonio gay ni otras fórmulas jurídicas válidas para heterosexuales en otros países de la Unión, a pesar de que el texto permite a sus jueces inhibirse en favor del Tribunal de Luxemburgo en caso de tener que dictar sentencia en uno de esos casos.

Se trata de dos regulaciones. Por un lado, una propuesta relativa a la ejecución de resoluciones en materia de regímenes económicos matrimoniales. Y por otro, una norma sobre el reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia de efectos patrimoniales de las uniones registradas. Se trata de “garantizar un sistema uniforme de las normas” relativas a este asunto, según el texto. A lo largo del proceso legislativo, las delegaciones polaca y húngara presentaron una propuesta diferente que la mayoría de los socios considera “inaceptable”, según las fuentes consultadas. Los polacos han dejado claro que tienen dificultades para aceptar el texto sobre las uniones registradas.

Las tensiones con los países del Este han crecido exponencialmente en los últimos meses, sobre todo a raíz de la crisis de refugiados, que ha activado tenaces reflejos nacionalistas (aunque no solo en el Este). Algunos dirigentes de esos países -incluso los socialdemócratas eslovacos- han declarado que no aceptarán asilados musulmanes, aunque tras esa primera reacción hostil se han visto movilizaciones populares en favor de los refugiados, y pasos de varios Gobiernos del Este en la buena dirección. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha asegurado que la llegada de refugiados musulmanes pone en peligro los valores cristianos de Europa, en un discurso que no responde a las ideas recogidas en los tratados.