La dura batalla de un español y su marido por sacar de Tailandia a su hija, nacida en un vientre de alquiler

El matrimonio junto a la pequeña Carmen

El matrimonio junto a la pequeña Carmen. / Facebook

¿Se imagina alquilar el vientre de una mujer para la gestación de su futuro hijo y que después del nacimiento ella quiera quedárselo? Es la pesadilla que viven desde hace seis meses el español Manuel Valero y su marido estadounidense, Gordon Allan Lake.

Manuel y Gordon ya tienen un niño, nacido en India, por lo que criar un nuevo bebé parecía ser un plan perfecto. Juntos acudieron a Tailandia para convertirse nuevamente en padres mediante el sistema de maternidad subrrogada. Sin embargo, una vez nació la pequeña Carmen, la pareja ha visto como sus vidas han quedado “destruidas”.

La mujer, identificada como Patidta Kusolsang, decidió que quería quedarse con el bebé cuando Manuel y Gordon estaban listos para salir del país asiático, así que se negó a presentarse en la Embajada de Estados Unidos en Bangkok y firmar la solicitud del pasaporte de la niña.

La razón por la cual Patidta se niega a autorizar la emisión de los documentos se debe, según Lake, a sus “problemas” con la orientación sexual del matrimonio. “Llevamos aquí seis meses y nuestras vidas están destruidas”, ha lamentado el estadounidense en una entrevista. “Nuestras familias se han perdido los seis primeros meses de la maravillosa vida de Carmen”, ha denunciado.

No reconocidos

La peor noticia para la pareja es que, según la normativa legal tailandesa, el futuro de Carmen está en manos de Patidta. Melissa Sweeney, portavoz de la Embajada norteamericana, ha reconocido que el Departamento de Estado no puede emitir pasaportes de menores “sin el consentimiento de los padres o tutores”.

Y aunque Patidta no tiene vínculos biológicos con la niña, la ley reconoce como madre a la mujer gestante y no contempla derechos automáticos para externos, según explicó un miembro de la Asamblea Legislativa, Wanlop Tankananurak. Para mala suerte de Manuel y Gordon, el país varió su ley un mes después del nacimiento de Carmen y prohibió la oferta de los servicios de maternidad subrrogada a extranjeros. Aunque ellos iniciaron los trámites en 2014.

“Todos teníamos grandes expectativas, no había razones para pensar que algo fuese a ir mal”, ha lamentado Lake.