Jesús Santos, el hombre que nunca se separó de Pedro Zerolo
DESPEDIDA El político madrileño ha fallecido esta madrugada en Madrid a los 54 años
- Llevaban 18 años de relación y se casaron en 2005, cuando la ley se lo permitió
- Culto y creativo, Santos trabaja como diseñador gráfico en el Instituto Europeo di Design
- Gabilondo quería que recogiera el acta de la Asamblea de Madrid para cobrar la viudedad
Dos años antes de que se aprobara el matrimonio homosexual, en 2003, Pedro Zerolo y Jesús Santos se plantaron en el registro civil junto a otros activistas para exigir su derecho a casarse aunque supieran que aún era un imposible. En las fotos, Pedro y Jesús se muestran sonrientes y se abrazan, felices por reclamar lo que ambos sabían que era justo. Sin esconderse. Zerolo ya formaba parte del Partido Socialista y era un personaje público pero Santos, no. El canario era tan valiente que necesitaba un hombre igual de valiente a su lado y Jesús lo ha sido.
Comprometidos y generosos, ambos se conocieron, precisamente, luchando por los derechos LGTB en la asociación GOGAM. De ahí, surgió un amor inquebrantable. Ambos llevaban juntos 18 años y desde 2005 eran también matrimonio. Fueron pioneros en ejercer su recién adquirido derecho. Su boda, oficiada ante 150 invitados en la Casa de la Panadería de Madrid, fue un acto de amor y de militancia. Su amiga Trinidad Jiménez les casó y, sobre la marcha, fueron improvisando una liturgia civil que luego se ha adaptado para muchas bodas también heterosexuales. “Entonces, aún había miedo y muchos novios se casaban sin que fueran sus familias. Yo quise hacer visible aquellas bodas y que hubiera una ceremonia civil, alegre”, dijo Zerolo a LOC al recordar aquellos días.
Santos, que trabajaba como diseñador gráfico en el Instituto Europeo di Design, demostró que lo suyo iba en serio en la salud, cuando dejó que Zerolo se entregase a la lucha por los derechos LGTB mientras él asumía un segundo plano apoyándole un paso más atrás, y en la enfermedad. El 7 de enero del año pasado Pedro Zerolo anunció que tenía cáncer de páncreas y, sus íntimos supieron que Jesús sería su mayor apoyo. Así fue. “Estamos bien. La enfermedad la pasamos los dos. Los dos estamos enfermos… Asumimos el cáncer como algo de los dos, eso me ayuda muchísimo y a Jesús también. Nos casamos para lo bueno y para lo malo”, decía el socialista a Eduardo Verbo el pasado verano.
Durante la enfermedad, ambos siguieron disfrutando de los pequeños placeres: las lecturas de poemas, las películas en casa, cortos paseos si Pedro se encontraba con fuerzas… Con eso les bastaba. Se tenían el uno al otro. Les quedó una asignatura pendiente: Ser padres. Zerolo confesó que le hubiera gustado adoptar, pero se le fue el tiempo batallando por los derechos de los demás. “Por edad no he podido hacerlo, Jesús es más joven que yo y él sí que hubiera podido pero bueno… se nos pasó el tren”. Lo decía con cierta nostalgia porque él era muy familiar pero también sabía que las batallas ganadas compensaban. Jesús estaba de acuerdo.
Hacía más de una semana que se temía por la vida de Zerolo. A pesar de su coraje, la enfermedad fue implacable con él. Aunquehabía salido como diputado en la lista de Ángel Gabilondo a la Comunidad de Madrid, hubo quien creyó que no llegaría a recoger su acta como diputado. Precisamente, hoy martes se constituye el Parlamento autonómico de Madrid. Por eso, Gabilondo pidió que recogieran el acta tan pronto como pudieran para que Jesús cobrase la pensión de viudedad. Sin duda, la mejor herencia que recibirá del hombre al que amó es ver cómo germinan las semillas de su lucha conjunta por hacer de España un país pionero en los derechos sociales y la libertad.