Irlanda vota la legalización del matrimonio homosexual
DUBLÍN.- Poco más de tres millones de ciudadanos irlandeses con derecho a voto están llamados este viernes a las urnas para decidir si aceptan que un “matrimonio puede ser contraído de acuerdo con la ley por dos personas sin distinción de su sexo“.
De ser aprobado, esa frase sería añadida al artículo 41 de la Carta Magna e Irlanda se convertiría en el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual a través de una votación popular. La República de Irlanda ratificó en julio de 2010 la ley de Relaciones Civiles que concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo. Irlanda, aún mayoritariamente católica, despenalizó la homosexualidad hace 22 años. Los centros de votación abren sus puertas a las 06.00 GMT y cerrarán a las 21.00, si bien el recuento de las papeletas no comenzará hasta el sábado a las 08.00 y se prevé que el resultado final podría anunciarse entre las 15.00 y las 17.00 horas de ese día.
El primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, instó este jueves al electorado a “hacer historia” votando a favor del “matrimonio gay”. El jefe del Gobierno de Dublín, de coalición entre conservadores y laboristas, reiteró que el voto positivo es “un sí a la inclusión, a los derechos, al amor y a la igualdad, en general, y, en particular, a la igualdad en el matrimonio”.
Las encuestas siguen otorgando una cómoda ventaja a la ratificación de la propuesta del Gobierno, si bien el rechazo ha ganado terreno en las últimas semanas y aún hay un significativo porcentaje de indecisos.
“El sí no sólo quedará escrito en la Constitución, sino también en las vidas de los gays, lesbianas o transexuales. El sí destruirá lasbarreras de los prejuicios y el miedo irracional del ellos contranosotros“, dijo hoy Kenny, católico practicante que ha reconocido que él mismo ha tenido que efectuar un viaje de descubrimiento personal para llegar a aceptar este asunto.
El Taoiseach (primer ministro) también insistió en que la reforma de la Constitución sólo afecta a la definición de matrimonioen cuanto a que especifica “quién puede casarse con quién” y que, en consecuencia, no altera la legalidad vigente sobre otras cuestiones, como la adopción o los derechos del menor.
Por no modificar no modifica ni siquiera algunas de las definiciones más obsoletas que aún se encuentran en artículos de una Constitución redactada en 1937, como la que establece que el lugar de una mujer es el hogar y que debe ser mantenida (por un esposo, se supone) para que pueda permanecer en casa.
Sea como fuere, los detractores de la propuesta del Gobierno, entre los que figuran grupos antiabortistas, ultraconservadores y la aún poderosa Iglesia Católica, sostienen que el matrimonio entre homosexuales atenta contra los valores de la familia tradicional y que modificará radicalmente los procesos de adopción y de maternidad subrogada, al tiempo que erosionará los derechos del menor.
En un último llamamiento al no, el arzobispo de Dublín,Diarmuid Martin, pidió al electorado que “evalúe las consecuencias” que traerá la legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo.
“El matrimonio consiste en la unión de un hombre con una mujer, que se convierten en padre y madre, lo cual ya dice mucho. Si cambiamos eso mucha gente va sentirse insegura”, declaró el religioso a la cadena pública RTE.
El matrimonio gay, en Europa
En otros países europeos como Alemania, el pasado lunes, el Gobierno avanzó que pretende ampliar los derechos de las parejas homosexuales, aunque descartó la equiparación absoluta con las parejas heterosexuales, incluido el matrimonio.
La Iglesia protestante unida de Francia (EPUdF), que agrupa a luteranos y reformados, aprobó el pasado día 17 por mayoría absoluta la posibilidad de bendecir ese tipo de uniones y dejó en manos de sus cerca de 500 pastores la decisión final.
Eslovaquia celebró en febrero un referéndum en el que la baja participación, inferior al 22 %, invalidó la consulta sobre el matrimonio de homosexuales y la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
En Croacia en un referéndum celebrado el 1 de diciembre de 2013 se cerró la puerta a estos matrimonios.
Hasta ahora 18 países han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo: Holanda, Bélgica, España, Canadá, Suráfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Francia, Brasil, Uruguay, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Luxemburgo y Finlandia. A ellos se suman, Estados Unidos y México, donde estas uniones son posibles en algunas partes del territorio. En Estados Unidos 36 estados han aprobado los enlaces entre personas del mismo sexo y el último en hacerlo fue Florida en enero de este año.
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