Solidaridad mundial con los homosexuales tras la matanza en Orlando
La Torre Eiffel se iluminará con los colores del arcoíris y ciudades como Londres, Madrid o Sídney han organizado concentraciones en protesta contra el atentado
La Torre Eiffel se iluminará con los colores del arcoíris y ciudades como Londres o Sídney han organizado concentraciones este lunes en solidaridad con los homosexuales un día después de la matanza en un club gay de Orlando.
“París está con Orlando. Esta noche, la Torre Eiffel se iluminará con los colores LGBT”, anunció en Twitter la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, en referencia a la bandera arcoíris que representa a las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. “Queremos mostrar nuestra resolución de no callarse, de vivir, y de luchar contra los oscurantistas y el terrorismo”, explicó.
El mismo sentimiento se extendía en Londres, Hong Kong o incluso Bangkok y Seúl, donde se esperaban concentraciones durante el día en homenaje a las víctimas de la peor matanza de la historia de Estados Unidos, reivindicada por el grupo yihadista Daesh.
En la noche del sábado al domingo, 49 personas murieron y unas cincuenta resultaron heridas cuando Omar Seddique Mateen, un estadounidense de origen afgano de 29 años, abrió fuego en el interior de un emblemático club nocturno entre la comunidad gay de Orlando, en Florida. En solidaridad con la comunidad homosexual, el puente del puerto de Sídney fue adornado con los colores del arcoíris, mientras que el ayuntamiento de la ciudad se teñía de rosa fuerte. Cientos de personas se concentraron con velas en la mano para pedir en especial el fin de las discriminaciones.
De manera espontánea, pequeñas concentraciones tuvieron lugar el domingo por la noche en París, Madrid, Guadalajara en México y por supuesto en Orlando, donde cerca de 300 personas rezaron y cantaron en memoria de las víctimas. Este lunes, los ciudadanos depositaban flores ante la puerta de Brandenburgo en Berlín y en Washington las banderas se encontraban a media asta.
Los dirigentes del mundo entero condenaron un “acto de terror y de odio”, según las palabras del presidente estadounidense Barack Obama, y un “crimen bárbaro”, según su homólogo ruso Vladimir Putin. El primer ministro británico David Cameron se mostró “horrorizado” y el papa Francisco repudió “esta nueva manifestación (…) de un odio sin sentido”. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, condenó en su cuenta Twitter el “deleznable ataque” e instó a seguir “defendiendo unidos la libertad frente la barbarie y el odio”.
En Colombia, el presidente Juan Manuel Santos tuiteó “su repudio a cualquier acto terrorista” y el Gobierno de Chile indicó que “la violencia y el terror (…) no tienen fundamento en sociedades libres y diversas”. Todos ellos expresaron sus condolencias y su “solidaridad” a los allegados de las víctimas y al pueblo estadounidense. A pesar de la “tristeza (…) estamos firmemente decididos a continuar con nuestra vida abierta y tolerante”, señaló la canciller alemana Angela Merkel en China, donde se encuentra de visita. Igualmente, las asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales mostraron su determinación de continuar su lucha.
Con el hastag “#loveislove” los internautas quisieron rendir su homenaje publicando mensajes “contra la homofobia” y fotos de hombres o mujeres besándose. Pero las redes sociales, que apenas consiguen filtrar los contenidos homófobos, estaban llenas de ambigüedades este lunes. “Acabo de leer #jesuisgay… no cuentes conmigo, hermano”, tuiteaba por ejemplo una joven.
El controvertido Donald Trump, candidato del partido republicano para las presidenciales estadounidenses se congratuló por haber tenido razón sobre el radicalismo islámico, atrayendo la ira de los internautas que le acusaron de querer sacar provecho de este drama. “El Islam aborrece las matanzas contra gente inocente”, declaró Najib Razak, primer ministro de Malasia, país de mayoría musulmana. Ashraf Ghani, el presidente de Afganistán, el país de origen de la familia del presunto asesino, aseguró en Twitter que “nada puede justificar matar a civiles”.