Un transexual denuncia a dos jóvenes por pegarle una paliza e insultarle
- “Si Franco levantara la cabeza te fusilarían”, le gritaron.
- Le provocaron hematomas en la cara, las costillas y las piernas
La plaza -por paradoja- se llama de la Concordia y el barrio es el de Alminares, una zona colindante con el centro histórico de Granada, donde el martes pasado Daniel paseaba su perra. Una escena cotidiana en los jardines de esta plaza que, sin embargo, fue insoportable para los dos jóvenes que acechaban a Daniel, del que no soportaron su condición de homosexual: “Si Franco levantara la cabeza ya te habrían fusilado”, le dijeron, como preludio de la agresión que sufrió a continuación.
A esa hora la zona estaba desierta y Daniel prefirió no entrar en discusión. Se estaba marchando cuando uno de los agresores pateó a la perrita. Quiso decirles que el animal no tiene culpa de nada. “Yo tampoco”, precisa, pero prefirió irse. No hubo tiempo para ello. A pocos pasos sintió a sus espaldas la presencia de los dos jóvenes y todo se desarrolló entre una cascada de golpes e insultos.
Una auténtica paliza, en el relato de Daniel, de 21 años, a quien sus agresores llamaron por su nombre, probablemente reconocido a través del canal de una web donde esta nueva víctima de la transfobia ha colgado un vídeo contando el suceso. Los dos jóvenes le abordaron y entre insultos le derribaron mientras le golpeaban, golpes que le han provocado hematomas en la cara, costillas y piernas. “Me decían ‘prefiero ahorcarme antes que ser como tú’ y me llamaban‘vicioso’ y ‘degenerado’, sin dejar de pegarme”, rememora a El Mundo. La violencia del incidente le hizo pensar que “no saldría vivo de allí”.
Daniel se fue al Hospital Clínico donde tras ser atendido y recoger el parte de lesiones llamó desde el propio centro hospitalario a la Policía. “Los agentes me vieron muy nervioso y me recomendaron que me calmase y que al día siguiente presentase denuncia. La Policía Nacional ya investiga el suceso y trata de identificar a los agresores. Daniel tuvo que volver al hospital al día siguienteporque los dolores no cesaban.
“Yo no me he metido con nadie y nadie se merece ese trato”, que Daniel atribuye a “la diversión de dos personas” de las que lamenta “que haya todavía en el siglo XXI gente así”. A Daniel le duele, ante todo, “la parte emocional, pararme y pensar si no es suficiente que en un cuerpo que no me corresponde, que no deseo, “me tenga que ver con estos moratones”, que tres días después de la agresión se siente “el doble de fuerte” para evitar “que me humilles y se rían de mí”.
Entretanto, la Asociación de Transexuales de Andalucía ha condenado la agresión y ha reclamado a la Junta de Andalucía el “urgente desarrollo de las medidas” recogidas en la “Ley Trans de Andalucía”. La presidenta del colectivo, Mar Cambrollé, recuerda en un comunicado que “Andalucía cuenta con un marco jurídico desde el 2014 que contó con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas para su aprobación”, hecho que situó a esta comunidad como “un referente en todo el Estado español y en Europa”
“Es hora ya de que el desarrollo de la misma se haga efectiva en medidas contra la transfobia”, entre las que se incluyen campañas de sensibilización para contrarrestar las actitudes discriminatorias y la “imposición de estereotipos en relación con la expresión de la propia identidad de género”. La asociación exige una actuación rápida y una sanción contundente contra los agresores del joven granadino y se ofrece al Gobierno andaluz para trabajar en planes de educación y estrategias de sensibilización para acabar con la transfobia.