PUBLICO: Cifuentes duda de que la marcha del Orgullo se sitúe dentro del derecho de manifestación

La líder del PSOE en Europa, Elena Valenciano, reivindica los desfiles porque trasmiten “un soplo de fuerza” a las personas perseguidas.

cifuentes

La delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.EP

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha afirmado que el desfile del Orgullo Gay, que se celebra este sábado en Madrid, tiene una naturaleza distinta al resto de manifestaciones y que “existen dudas de que este tipo de acontecimientos entren dentro del derecho de reunión”. Aunque finalmente la Delegación ha decidido que sí entra dentro del derecho de manifestación y, por tanto, la institución tiene que regularla, como así ha ocurrido hasta ahora, señala que aunque una parte del Orgullo Gay tiene una connotación reivindicativa, “en el derecho de reunión no entra una manifestación con carrozas”.

“Eso no es derecho de reunión, es otra cosa. Pero como tiene ese componente reivindicativo, es un acontecimiento a caballo entre ese derecho y algo más lúdico”, ha dicho Cifuentes, que ha pedido un informe a la Abogacía del Estado sobre su competencia en este tipo de eventos. A pesar de ello, la representante del Gobierno central en Madrid finalmente acordó, tras varias reuniones con los organizadores, que la marcha del Orgullo Gay discurriera por el Paseo del Prado, la segunda opción de los promotores del desfile, y no por la Gran Vía, la primera opción que dieron.

“Todo se hizo en base a un informe del Ayuntamiento de Madrid que alertaba de los problemas de seguridad que entraña Gran Vía porque va a reunir a más de un millón de personas. Supone que vayan a circular camiones y la Gran Vía es estrecha porque imposibilita que puedan entrar los equipos emergencia. ¿Quién asume el riesgo un trayecto con un informe negativo de Protección Civil del Ayuntamiento si allí ocurre cualquier cosa, como un incendio en una casa o un infarto y no puede entrar la ambulancia?”, se ha preguntado.

Cristina Cifuentes reconoce que ha recibido cartas de asociaciones de empresarios de la noche madrileña y de los comerciantes del Gran Vía solicitando que reconsidera su decisión porque esta opción es “una fuente de ingresos” para los comerciantes y empresarios de esta zona. “Pero yo tengo que velar por la seguridad de todos”, les respondió. “El Cogam y la FELGTB eran conscientes de que el trayecto de Gran Vía entrañaba el problema de seguridad. A mí me da igual que una manifestación se realice en una vía u otra, incluso en el tráfico puede alterar más el eje Prado-Recoletos que en Gran Vía”, ha apostillado.

“No hay doble vara de medir”

Cifuentes, preguntada por la permisividad entre dicha marcha gay con otras movilizaciones por el centro de Madrid, como las celebración del Real Madrid de la Copa de Europa, ha negado que exista una doble vara de medir, ya que “la Ley es igual para todos”. “Me resulta muy curioso porque una celebración deportiva no entra dentro del derecho de reunión porque tienen legislaciones diferentes. En una celebración deportiva la Delegación del Gobierno no tiene absolutamente nada que decir, mientras que un acontecimiento deportivo sí porque se rige por la Ley de Violencia en el Deporte”, ha explicado.

Así, la representante del Gobierno en Madrid ha precisado que las celebraciones deportivas no entran dentro del derecho de reunión, aunque reconoce que como se producen aglomeraciones importantes de personas la Policía está presente para evitar alteraciones de orden público o delitos de robo al descuido. “Pero ese tipo de eventos que supone la utilización del espacio público corresponde regularlos a los ayuntamientos”, ha apuntado.

Además, Cifuentes señala que ambos eventos son muy distintos, ya que en las celebraciones deportivas se colocan vallas y los aficionados se colocan detrás, mientras que en el Orgullo Gay hay carrozas con la gente entre medias. “En todos los orgullos tenemos la dificultad que tienen las carrozas para ir avanzando y el riesgo objetivo para las personas que van transitando al lado de las carrozas”, ha concluido.

Por su parte, la presidenta del PSOE en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano, ha reivindicado los desfiles del Día del Orgullo Gay como un “soplo de fuerza” para las personas LGTB que, en muchos lugares del mundo son “aisladas, perseguidas, amenazadas, agredidas e incluso asesinadas por ser lesbianas, gays, transexuales o bisexuales. Por ser como son”. A través de su Facebook, Valenciano ha lanzado un mensaje de apoyo y esperanza a todas estas personas, incidiendo en que “nuestra fiesta debe enviar un mensaje sonoro y comprometido”.

La líder del PSOE en Europa ha manifestado que “para muchos homosexuales del mundo, las paradas y desfiles del Día del Orgullo, en ciudades como Madrid, son la única esperanza, el soplo de fuerza que necesitan para seguir sintiéndose dignos y libres aunque vivan prisioneros de la cárcel, de la intolerancia o del miedo”. Valenciano ha terminado su texto mostrando su respaldo y esperanza de cambio: “Estamos aquí, a vuestro lado. La lucha continúa y cada día somos más”.

EL PAIS MADRID: El PSOE pide a Botella que no defienda la semana del Orgullo solo en el extranjero

El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, ha pedido a la alcaldesa, Ana Botella, que no defienda las fiestas del Orgullo solo en el extranjero. “No se puede ser muy abierto cuando sales fuera y luego, aquí, poner obstáculos”, ha afirmado durante una visita al barrio de Chueca, donde este miércoles se inauguran los festejos. Lo ha dicho en referencia al acuerdo de colaboración turística entre la capital española y la alemana que la alcaldesa firmó con su homólogo berlinés, Klaus Wowereit, en marzo, mediante el cual pretendía promocionar Madrid como destino para el público LGTB.

Lissavetzky se ha mostrado sorprendido por la “confusa actitud” del Gobierno de Ana Botella ante los problemas que sufre el barrio de Chueca. “Por un lado quiere vender el Orgullo al exterior, pero luego, dentro del barrio, hay situaciones graves como la suciedad”, que hoy han denunciado algunos de los comercios más antiguos de la zona como la Librería Berkana. “Pedimos a la alcaldesa que se acuerde de Chueca no solo cuando venda el Orgullo en el extranjero”, ha recalcado el portavoz.

La semana del Orgullo LGTB constituye, en opinión del líder socialista un referente internacional que la ciudad de Madrid debería reivindicar, defender e impulsar. Por ello, el PSOE, ha dicho, apuesta porque estas fiestas cuenten con una protección especial como otras celebraciones de la capital. En este sentido, ha recalcado la contradicción de limitar el número de decibelios en las fiestas de Chueca a 55, cuando en otras como San Isidro se permite una mayor contaminación acústica. El portavoz del PSOE ha constatado la importancia de “no molestar” a los vecinos, pero también ha subrayado que permitir la libertad de expresión “es una obligación del Ayuntamiento”.

La lectura del pregón vuelve a realizarse este año en la Plaza de Chueca, tal y como estaba programada, por parte de Conchita Wurst y Ruth Lorenzo, pero no acogerá las actuaciones municipales. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, explicó este martes que, en cumplimiento de la ordenanza municipal, se puede realizar el pregón porque no se espera que se superen los decibelios máximos permitidos por la legislación. Las actuaciones, sin embargo, se repartirán en otros puntos del barrio.

El delegado de Medio Ambiente y Movilidad también ha recordado al portavoz socialista que el PSOE votó a favor de las limitaciones de distancias que impiden que en Chueca se pueda hacer ruido. “El PSOE votó (en 2011) a favor de las limitaciones de distancias recogidas en la ordenanza y que impiden que en Chueca se pueda hacer ruido”, como ha recordado el delegado en declaraciones a Europa Press.

Como señal de protesta, la plataforma ¡Democracia real Ya! ha convocado una pitada contra la alcaldesa a las ocho de la tarde, justo antes del inicio del pregón, a través de la red social Twitter. “El Ayuntamiento de Madrid silencia el pregón. En respuesta se convoca una gran pitada en honor de nuestra ilustre alcaldesa”, reza el mensaje pintado sobre una bandera del arcoíris.

EL CORREO: Chueca vuelve a convertirse en una pista para atletas con tacones

Catorce participantes han competido por convertirse en el mejor atleta sobre unos tacones, que, de media, tenían unos diez centímetros

carrera taconesLa calle de Pelayo, en el barrio de Chueca, ha vuelto a ser un año más el escenario de La Carrera de Tacones, uno de las citas más singulares y vistosas de las fiestas del Orgullo Gay que se celebran en Madrid.

Catorce participantes han competido por convertirse en el mejor atleta sobre unos tacones, que, de media, tenían unos diez centímetros.

Como uno de los requisitos imprescindibles era cruzar la línea de meta con los dos tacones, los corredores han optado por fijarse con cinta adhesiva los zapatos a los pies para no perderlos.

Antonio, novato en la prueba, ha sido el vencedor tras tres fases eliminatorias, en la última de las cuales han tenido que correr mientras que se enfundaba en un vestido, se ponía una peluca multicolor y cogía un bolso.

Como premio, al igual que el segundo y el tercer clasificado, Antonio se ha llevado un vale de una tienda de ropa.

La mayoría de los corredores eran novatos, excepto Alfonso Marín, que ya ha participado en tres ocasiones, aunque ha indicado en declaraciones que nunca ha logrado pasar de las primeras rondas eliminatorias.

Otro de los atletas con tacones, Stephanos, ha explicado que ha participado para defender “la libertad y la igualdad” y que lo ha hecho con unos zapatos nuevos y dos números más pequeños que su talla de calzado.

Varias ‘drag queens’ han amenizado la prueba, que también ha tenido un tono reivindicativo contra el Ayuntamiento de Madrid y la alcaldesa, Ana Botella, por las limitaciones impuestas a la celebración del Orgullo en la plaza de Chueca.

PUBLICO: “Nunca entenderán que un hombre pueda amar a otro hombre”

En India las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo están penalizadas. Los homosexuales son repudiados incluso por sus familias.

en agra

Dos hombres en Agra, en el estado de Uttar Pradesh (India). P. L.

 Salir del armario es todo un reto en India. Tras haber vivido un periodo de aclamada libertad (en 2009 el Tribunal Superior de Delhi derogó una ley del Imperio Británico que criminalizaba la homosexualidad), el pasado mes de diciembre el Tribunal Supremo revocó esta decisión y volvió a penalizar las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo. Pero a pesar de luchar contra una ley que les criminaliza, una sociedad que les margina y una cultura que les estigmatiza, muchas personas homosexuales en India tienen que enfrentarse también a la lucha que más les duele: su propia familia.

Ranjit sabe muy bien lo que esto significa. Hace algo más de dos años se atrevió a confesar a su familia lo que ya sabía desde su adolescencia: que es gay, que le gustan los hombres. “Al principio dudé mucho, temía su reacción, pero comprendí que no podía seguir ocultando a mi familia lo que soy”, cuenta este chico originario del estado sureño de Tamil Nadu que pide usar un seudónimo. Había pasado los últimos cinco años estudiando en Europa, volviendo a India sólo en visitas esporádicas. “Allí era feliz porque no tenía que esconder mis sentimientos, mi forma de ser, de actuar”. Fue a la vuelta que encontró el valor suficiente para confesarle a su familia su condición sexual. Con una feminidad muy evidente, a veces piensa que su familia siempre lo sospechó pero nunca quiso admitirlo. “Es cierto que en India los hombres heterosexuales son más afeminados que en Europa. Igual simplemente pensaban que era un hombre afeminado, pero jamás podrían imaginarse que fuese gay”, comenta.

Pero lo es, y su familia nunca aceptó este hecho. “Durante mi adolescencia sufrí muchísimo —dice mientras se toca las cicatrices de las heridas que se hizo a sí mismo, aún visibles en su muñeca izquierda— pero después comprendí que lo que más daño me hacía era pretender ser lo que no soy, por eso se lo conté”, confiesa. Aunque sabía que les disgustaría, en el fondo tenía la esperanza de que acabasen aceptándole tal cual es. “Al fin y al cabo soy su hijo ¿no?”. Pero no fue así, y hubo un castigo por su confesión. “Pensaban que si me dejaban de enviar dinero cambiaría de opinión. Pero, ¿cómo voy a cambiar? Creen que ser gay es una elección, no comprenden que la homosexualidad no es algo que se pueda ‘dejar de ser'”.

De aquella última discusión han pasado más de dos años. No han vuelto a hablar ni se han vuelto a ver desde entonces. Sólo mantiene contacto esporádico con su hermana menor, que intenta mediar entre ellos, sin éxito. “Ella es la única que me entiende y que me acepta, aunque también está enfadada porque si mis padres no recuperan el dinero con mi boda ella no podrá casarse”.

El matrimonio en India, ese gran evento vital. Basado aun en una fuerte tradición, la familia de la novia es quien debe pagar la boda y una dote a la familia del marido, que será quien se haga cargo de la esposa cuando se casen. Sólo con el dinero de la boda de Ranjit, sus padres podrían costear la de su hermana menor. “Pero casarme con una mujer es algo inconcebible, no sólo por mí, ¿es que acaso la felicidad de mi supuesta esposa tampoco importa?”, comenta indignado.

Un estudio realizado por la ONG The Humsafar Trust revelaba en 2009 que al menos el 27% de los hombres gays entre 24 y 25 años están casados. Una cifra que se dispara hasta llegar al 70% en las grandes capitales y al 82% en ciudades más pequeñas cuando se superan los 30 años de edad. Quien no encuentra el valor suficiente para confesarse a su familia tiene que tomar el camino de en medio. “El ostracismo social es el miedo más grande”, decía Nitin Karani, miembro de The Humsafar Trust. “El concepto de no casarse es ajeno para muchos hombres homosexuales y aceptan hacerlo porque tienen miedo a ser tratados como parias”, decía a los medios locales el activista gay cuando salieron los resultados de la encuesta.

Es el caso de Akhil, un joven bisexual de Delhi, cuya familia ha planeado su boda para el año que viene. “Ellos han elegido a la que será mi futura mujer y en parte no me importa porque aunque me gustan los hombres también me gustan las mujeres”, cuenta a Público en un bar de ambiente de la capital. Tiene muy claro que jamás le dirá a su mujer que también se acuesta con hombres.

El problema al que se enfrenta Ranjit no es aislado. “Me atrevería a firmar que un 90% de los homosexuales en India tenemos que ocultar que lo somos”, explica Mayuke, un joven de Delhi que tampoco se ha atrevido todavía a confesarse a su familia y amigos. Vivir lo que él mismo llama una “doble vida” es común en un país donde la población sigue arraigada en una fuerte cultura conservadora. “El sexo es un tema tabú en las familias, un chico hetero tampoco le cuenta a sus padres si tiene relaciones sexuales o no, así que la dificultad es mayor para los homosexuales”, dice Arka, un chico gay originario del noreste del país.

Mi hijo es gay

Esta preocupación se ha llevado también al cine, que suele dejar de lado temas tan delicados como éste. Dos películas sobresalen en la industria india. I am es la historia de una joven lesbiana que nunca se atrevió a confesar a su familia que le gustaban las mujeres. Su directora, Sonali Gulati, explica que el film es su manera de reconciliarse con su madre ya muerta, a través de la experiencia de jóvenes indios que sí se atrevieron a salir del armario con sus familias.

Mi hijo es gay, una frase que no es fácil de asimilar para muchos padres en India, da título a la cinta del director indio Lokesh. Un proyecto arriesgado no sólo por la historia que narra, sino porque además es la primera película india sobre temática LGBT financiada a través de crowdfunding. “Tenía el deber de hacer una película que hablase de la necesidad que tiene la sociedad india de aceptar a la gente tal cual es”, explicaba el director del film, aun en rodaje. “Si alguien quiere salir del armario, esperemos que esta película se lo haga más fácil”, contaba a la prensa local Nakshatra Bagwe, el actor que encarna el papel de hijo gay que se confiesa a su madre.

Fácil, precisamente el adjetivo que con menos frecuencia puede usarse para definir la realidad a la que se enfrentan las personas homosexuales que quieren sincerarse con su familia en India. “A veces pienso cómo se puede ser tan estúpido y abandonar a tu hijo por ser como es, pero otras veces no les culpo, es su cultura y simplemente nunca serán capaces de entender que un hombre pueda ser feliz amando a otro hombre”, admite Ranjit.

EL PAIS:Conchita Wurts: “La gente no tiene que amarme, sino aceptarme”

Ganar el festival de Eurovisión le ha permitido cumplir su sueño de fama, sorpresas diarias, música y petardeo

conchita wurst

La cantante Conchita Wurts, en Madrid. / Ó. GONZÁLEZ FUENTES (CORDON PRESS)

Fina, de voz aterciopelada, gestos calmados, pestañas imposibles y suave barba. La cantante Conchita Wurst, pregonera de las fiestas del Orgullo de Madrid (MADO14) y que actúa esta tarde en la fiesta-concierto Shangay Pride, en el Vicente Calderón, ha sido una de las sorpresas de los festejos que hasta el domingo revolucionan la capital. “Ya había estado en Madrid, pero solo de paso. Las pocas horas que pasé en la ciudad me dejaron con ganas de más. Noté que encajé con su espíritu”, cuenta con un voluminoso vestido blanco. El miércoles pasado pudo tomarle el pulso a Madrid desde el escenario de la plaza de Chueca, donde, junto a su “gran amiga” y adversaria eurovisiva Ruth Lorenzo, dio el pistoletazo de salida a las fiestas más emblemáticas de la capital. “Todo el mundo conoce el Orgullo de Madrid; es uno de los más importantes del mundo. Desde ese escenario lo pude sentir. La emoción y la alegría de la gente era muy perceptible”.

Ese día, tras sus palabras, también se pudo sentir el enfado y la ira de los presentes. Las protestas contra la alcaldesa Ana Botella, por los cambios y limitaciones a los que ha sometido a la celebración, compartieron protagonismo con Conchita. “Sé que ha habido algunos problemas con el Ayuntamiento. Incluso he oído que lo tachan de homófobo”, cuenta. “En realidad, no sé las razones de esa enemistad entre la organización y las autoridades, pero los políticos deberían valorar más el evento”, responde con cautela. La imagen de diva frívola que puede extraerse de la atracción que provoca con sus apariciones en público, se diluye en cuanto comienza a hablar parapetada tras sus pestañas postizas. “Además de que los madrileños están encantados con el evento, muchos turistas organizan sus vacaciones para acudir al Orgullo. Muchos amigos míos lo hacen. El Orgullo es algo positivo”.

De manera inesperada, el personaje creado por Thomas Neuwirth, de 26 años, se ha convertido en un icono de la libertad y de la lucha contra la LGTBfobia. “Honestamente, no era mi objetivo. Simplemente soy un artista que en un momento dado relató sus vivencias. Hago lo que me gusta. Me parece bien que la gente me tome como símbolo de la causa LGTB y que me usen para dar visibilidad, pero yo simplemente hacía lo que me apetecía”, relata. “Sin duda, es increíble que la gente vea eso en mí. Me siento muy halagada”. Su elección como representante de Austria para el festival europeo de la canción fue controvertida. Su triunfo en el mismo, también. “Es cierto que hubo muchos comentarios negativos y desagradables, pero también mucha comprensión. Desde fuera se veía a Austria como un país conservador, pero a la vez yo iba a ser su representante en Eurovisión. Di muchas entrevistas en la televisión austriaca y me di cuenta de que había mucha gente que no compartía mis opiniones, pero las respetaba”. “Eso es lo que verdaderamente reclamo: la gente no tiene que amarme o quererme sino respetarme y aceptarme”

Nunca estuvo preparada para ganar Eurovisión. “Aún hoy en día, en ocasiones me tengo que recordar que todo esto está ocurriendo porque gané el certamen. En ocasiones me cuesta asimilarlo”, reconoce. “Es muy raro porque simplemente es un festival. Después del triunfo, todo cambió de un día para otro”. Tras pasar dos semanas en Copenhague, donde se celebró la gala eurovisiva, volvió a casa. Lo primero que hizo al ver a su familia y amigos fue llorar. “Todo el mundo sabe que yo lloro todo el tiempo”, bromea. “No creo que las lágrimas sean un reflejo de debilidad. Soy una persona emotiva. También soy una persona fuerte”, dice con vehemencia. Lo mejor de ese triunfo ha sido que ha cumplido su sueño de fama, sorpresas diarias, música y petardeo. Lo peor, dormir en los aviones. “Evidentemente ahora es el momento”, cuenta mientras explica que está preparando un disco con su repertorio. “Mi objetivo es seguir”.

EL MUNDO: Rusia impide definitivamente a gays y solteros españoles adoptar niños

SOCIEDAD Acuerdo para desbloquear las adopciones

  • Ambos países desbloquean la adopción para unos 600 matrimonios tradicionales

  • 19 familias monoparentales habían iniciado ya los trámites

  • Moscú podrá pedir que el menor ‘sea reubicado’ si ve que la situación familiar ha cambiado

    España firmará el miércoles un acuerdo con Rusia que desbloqueará las adopciones de niños por parte de matrimonios homosexuales, pero que impedirá definitivamente que los homosexuales y los solteros españoles puedan acoger a menores rusos.

    El pacto bilateral aliviará a unas 500 parejas casadas que vieron cómo se paralizaron bruscamente sus procesos de adopción hace ahora casi un año, cuando el Ejecutivo de Vladimir Putin decidió abortar cualquier adopción que viniera de países en los que el matrimonio homosexual es legal. De ellas, 150 ya tenían asignado a un menor.

    Pero este mismo acuerdo entre España y Rusia destrozará las esperanzas de 19 familias monoparentales, entre las que hay hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, que habían iniciado el proceso de adopción de un menor y que no podrán volver a verlo.

    El asunto estaba paralizado desde el 29 de agosto del año pasado, cuando el Tribunal Supremo ruso frenó en seco toda adopción a países culpables de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. El tribunal se inspiró en la ley promulgada por Putin un mes antes, el 3 de julio, que prohibía directamente a los gays y lesbianas adoptar.

    Días después de la decisión del Supremo, el 18 de septiembre, el Defensor del Pueblo ruso, Pavel Astájov, dijo que las adopciones sólo podrían llevarse a cabo si se suscribían acuerdos bilaterales entre Estados.

    Entre la veintena de países que quedaban pendientes (los primeros fueron Francia e Italia) estaba España. Tras meses de negociaciones, el Consejo de Ministros español ha autorizado que el miércoles se firme un acuerdo que tiene un punto muy controvertido.

    Informes sobre la situación de los niños

    Según el texto del convenio, las autoridades rusas podrán solicitar informes sobre la situación de los menores rusos adoptados por familias españolas, “con independencia de la fecha de constitución de la adopción. No obstante, se establece que este compromiso se articula en tanto que lo permita la legislación del Estado receptor (España)”.

    Lo relevante es que, según fuentes oficiales que cita Europa Press, Rusia podrá preguntar si se ha producido un cambio en la estructura familiar y, si le parece conveniente, solicitar a España que reubique al niño en otro entorno.

    Eso, dadas las condiciones impuestas por Rusia, podría hacer que el país presidido por Putin pida al de Rajoy que un niño adoptado por una pareja que se ha separado después de haberlo acogido sea enviado a otras personas. O sea, a un matrimonio. Y heterosexual, por supuesto.

    En este punto, el acuerdo introduce una salvedad que podría evitar esa circunstancia: el cambio solicitado por Rusia deberá ajustarse a la legislación española.

    Pese a ello, la vigilancia rusa sobre la adopción no descarta algún conflicto futuro y es tan estricta que el acuerdo obliga a España a que el menor adoptado sea inscrito en la Matrícula Consular del Consulado de la Federación Rusa que corresponda por su domicilio.

    En España hay 12.000 niños rusos adoptados y sólo en 2012 los españoles adoptaron a 502 menores de esa nacionalidad.

EL MUNDO: Un polideportivo público de Madrid acoge un partido contra el matrimonio gay

Alquila una pista para jugar al fútbol pero era un acto político homófobo

grupo futbol fascista

Un grupo de jóvenes posa junto a banderas de grupos de extrema derecha y la bandera preconstitucional E.M.

 Ocurrió el pasado sábado, 28 de junio, en la instalación deportiva municipal de La Elipa, según ha denunciado hoy la Federación de Servicios Públicos de UGT y ha confirmado, con algunas diferencias, el Ayuntamiento.

El sindicato ha denunciado que “organizaciones de extrema derecha organizaron el sábado 28 de junio un torneo de fútbol en contra del matrimonio homosexual en el que se exhibieron y se pusieron a la venta objetos con simbología fascista“.

Ha asegurado que la pista “se alquiló por dos horas, con el motivo ‘Por la familia y contra el matrimonio homosexual’, aunque aquí empiezan las diferencias entre las dos fuentes.

Según el Ayuntamiento, un individuo solicitó con su DNI la reserva de una pista para jugar al fútbol, no para lo que al final fue, que hubiera requerido la autorización de la Junta de Distrito.

El caso es que “se colgaron banderas con propaganda del partido de extrema derecha Alianza Nacional, la bandera franquista, cruces celtas neonazis, Falange, Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española. Incluso sacaron tenderetes en los que comenzaron a vender bebidas y artículos con simbología fascista”, ha asegurado UGT.

Al respecto han indicado fuentes municipales que, al empezar el partido, el personal del polideportivo se percató de que empleaban megafonía y habían sacado banderas y colocado un puesto, por lo que el coordinador de la instalación decidió dar aviso al 112 por “uso inadecuado” de la misma y desde el teléfono de emergencias se aviso a su vez a la Policía Nacional y a la Municipal.

UGT lo ha contado de esta forma: “el centro llamó a la Policía Nacional, que habló con uno de los representantes del evento. A continuación, se retiraron los tenderetes, aunque no las banderas”.

Lo que ha trasladado la Policía Municipal es que a las 11,53 horas del sábado fueron requeridos por emisora para dirigirse al polideportivo de La Elipa y que una vez allí el encargado manifestó a los agentes que al parecer se había producido el alquiler de una pista cubierta de fútbol por varias horas pero en ese momento estaba ocupada por unas 50 personas.

Esas personas habían colocado pancartas y símbolos de Falange, Bases Autónomas y Alianza Nacional y tenían megafonía, por lo que el encargado, al que la Policía Municipal se refiere como “gerente”, les dijo que debían retirarlo todo.

En el polideportivo se personaron varios vehículos de la Policía Nacional y de la Municipal que identificaron al que dijo ser el “coordinador” del evento.

Esta persona informó de que estaban realizando un torneo de fútbol que englobaba a varios partidos políticos llamados “España en marcha”, que celebraban un acto “lúdico” “por la familia”.

La megafonía fue retirada al no contar con autorización y, dado que las personas que acudían vestían prendas deportivas y la actitud ante los agentes era “correcta”, según estos, los municipales se retiraron a las 13,16 horas sin que se produjera “ningún altercado”.

En cualquier caso, UGT ha subrayado que “la normativa municipal prohíbe la venta de artículos y la exhibición de banderas u otros emblemas, por lo que este comportamiento supone un uso fraudulento de las instalaciones”.

La sección sindical del sindicato en el área municipal de deportes “ni entiende ni comparte que este tipo de acto sea permitido y/o autorizado”, ha señalado en un comunicado.

Este acto “en defensa de la familia” y “contra el matrimonio homosexual” también se celebró el 7 de julio de 2013 en el mismo sitio.

Entonces jugaron 12 equipos compuestos por militantes y simpatizantes de La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Democracia Nacional y Respuesta Estudiantil, según se puede leer todavía en páginas de Internet de estas formaciones.

EL PAIS:Torneo contra el matrimonio homosexual en el polideportivo de La Elipa

50 ultraderechistas de España en Marcha organizaron el 28 de junio un evento “por la familia”

grupo futbol fascista

Miembros de España en Marcha posan en La Elipa. / FOTO CEDIDA POR UGT

Unas 50 personas de la plataforma ultraderechista España en Marcha organizaron el sábado 28 de junio un partido “por la familia” en el polideportivo de La Elipa de Madrid. El grupo colocó banderas preconstitucionales como la cruz celta o el águila imperial en el recinto, denuncia el sindicato UGT, que detectó la intención del grupo de celebrar un torneo de fútbol en favor del matrimonio “oficial” y en contra de los enlaces homosexuales.

El colectivo, integrado por Alianza Nacional, el Movimiento Católico Español y Falange, colocó dos puestos, uno para bebidas y otra con simbología fascista, según adelantó Madridiario. El Ayuntamiento asegura que los operarios del recinto, apenas a unos metros de distancia de un campo de béisbol con población de origen dominicano, llamaron al 112, que a su vez puso en marcha a los efectivos de Policía Municipal y Nacional.

El Ayuntamiento confirma que un particular reservó una pista para jugar al fútbol sala con su DNI y pagando las correspondientes tasas. Los efectivos policiales retiraron la simbología (la normativa municipal impide colocar banderas o pancartas en los polideportivos) y la megafonía, que no estaba autorizada. Los agentes, que recibieron la llamada a las 11.53, abandonaron el recinto a las 13.16 sin altercados. El informe policial califica la actitud del grupo hacia los agentes como “correcta”.

UGT asegura que este es el segundo año que el grupo celebra este torneo, aunque en 2013 “no se hicieron notar tanto”. El sindicato califica de “indignante” que se usen recintos públicos para actos homófobos y asegura que el torneo continuó con las banderas colocadas en la instalación, situación que desmiente el Ayuntamiento.

El portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, ha condenado el acto: “Este torneo nunca debió celebrarse. Madrid no es esto. La inmensa mayoría de los madrileños nos avergonzamos de este tipo de manifestaciones y la casa de todos, como es el polideportivo de La Elipa, no puede ser sede de un acto que, además de xenófobo, podría llegar ser ilegal”. Lissavetzky pide explicaciones al Ayuntamiento y que se tomen las medidas necesarias para que “algo así no vuelva a suceder”.

PUBLICO: SHANGAY LILI -Gaypitalismo: Orgullo Empresarial

http://blogs.publico.es/shangaylily/2014/07/02/gaypitalismo-orgullo-empresarial/

Otro Orgullo Gay de Madrid (MADO) y otro año en el que los gaympresarios (esa élite de empresarios que han convertido la lucha gay en negocio) monopolizan y desvirtúan el Orgullo convirtiéndolo en una lucha por mejorar sus beneficios empresariales. Tristemente, con la colaboración de las asociaciones, los gaympresarios de AEGAL han conseguido convencer a la comunidad y  la sociedad en general de que los logros del Orgullo Gay se deben medir en virtud de sus beneficios económicos. El argumento que desde la FEGLGTB hasta COGAM se da como legitimidad del Orgullo es que da beneficios de 100 millones de euros a Madrid.

¿Quiere decir eso que si eres maricón, bollera o trans y pobre no tienes derecho a ser visible o respetado? ¿Si no generas beneficios al patriarcado homófobo a costa de tu identidad, tu dignidad y tu cuerpo no existes? ¿Es ése el argumento neoliberal que las asociaciones gays quieren imponer al Ayuntamiento de Madrid y a la sociedad como parámetro de respeto o integración? Porque ese argumento es puro neoliberalismo, privatización en acción que deja a la masa trabajadora, los de abajo, las transmaricabollos precarios, fuera de los supuestos logros de la lucha gay.

banderagay-nogaypitalismo

Y es que el gaypitalismo, tal como lo denunciaré en mi venidero libro Adiós, Chueca (Memorias del gaypitalismo: creando la marca gay), ha secuestrado el Orgullo Gay como herramienta política y lo ha convertido en un lucrativo negocio privado a manos de unos pocos oligayrcas que constituyeron AEGAL para controlar los beneficios y organización de MADO (los otros dos son las esclavas asociaciones FELGTB y COGAM). Pero el orgullo no es una verbena con más o menos conciertos para solaz de heteros borrachos, el Orgullo es una herramienta política que transmaricabollos luchadoras levantaron con su sacrificio y esfuerzo para visibilizar nuestra diferencia, no para promocionar las carreras de artistas más o menos pop que pagan a gaympresarios para cubrirse de una pátina de modernidad y tolerancia que termina llamándose “diva gay” o “icono gay”.

Por supuesto, tanto FELGTB como COGAM se llevan la peor parte: la de legitimar y defender políticamente los desmanes empresariales de AEGAL. Así este año se ha vuelto a hacer pasar como prioridad de la lucha contra la homofobia, como agresión a la comunidad, la defensa de los intereses empresariales de una élite agrupada bajo AEGAL que plantea como gran victoria gay que el recorrido pase por unas calles  o los conciertos y pregones se hagan en determinadas plazas (gran parte de la presidencia de AEGAL la constituyen las gaympresarias dueñas de los locales de la Plaza de Chueca) o nuestra lucha se habrá perdido. ¿De verdad quieren que creamos que el gran logro de la lucha gay es que Maika Contreras, dueña del Escape, Trucco y demás, o mi ex-socio Alfonso Llopart, dueño de mi robada revista Shangay (por algo lleva mi nombre) y sus negocios con artistas que van en paquetes promocionales de portada y concierto (y este año un macroconcierto en el Vicente Calderón a beneficio de su bolsillo), o Pedro Serrano y sus locales Trip-Family (en cuyas oficinas está AEGAL), pueden hacer el mejor negocio privado posible? ¿Es ese el objetivo de la lucha gay y del Orgullo? ¿Y cómo se entiende que denuncien como malos de la película al Ayuntamiento del PP con el que mantienen inmejorables relaciones y en algunos casos hasta negocios compartidos? ¿Cómo se explica su amistad con Gallardón, Villanueva o concejales del PP con los que cenan y van a fiestas en las que cierran negocios o concesiones de licencias a terrazas ilegales para luego denunciarlos a través de sus colegas de la FELGTB o COGAM como homófobos en contra de la comunidad?

La hipocresía y victimismo que las asociaciones FELGTB y COGAM (esclavas de la Asociación de Empresarios Gays y Lesbianas AEGAL, creada por mi ex-socio Alfonso Llopart con su compinche Pedro Serrano y Maika Contreras, repito) queda una vez más en evidencia. En acaloradas intervenciones denuncian el desprecio y boicot del PP de Madrid, especialmente su homófoba alcaldesa Ana Botella y la nueva estrella homófoba, la delegada del gobierno Cristina Cifuentes, cuando por otro lado legitiman y defienden a sus socios en MADO de AEGAL que son íntimos y socios del PP de Madrid en numerosos negocios. Un dato es que uno de los principales oligayrcas y socios de Llopart-Serrano-AEGAL es Kike Sarasola, íntimo de Gallardón y ahora de lo peperos malagueños desde que abrió su hotel allí. O los desmanes de la Terraza de la Reina o la del Hotel Óscar o los negocios peperos en el antiguo Mercado de San Antón en Chueca, convertido en centro de negocios del PP y grandes superficies que han destruido a los pequeños negocios para llenarse de absurdigays… ¿cómo se explica esa intimidad con la supuesta guerra que tiene el PP con los promotores de MADO? Sencillo, lo utilizan como herramienta política para justificar su inexistente “martirio” ante la comunidad LGTB a la que dicen defender de estos enemigos cruentos (que son sus amigos, socios y aliados).

Y mientras tanto, se multiplican las agresiones a gays, lesbianas y trans en las escuelas, las calles, los espacios que el PP, la Iglesia y los absurdigays llenan de odio. En la Universidad de Santiago de Compostela se readmite a un profesor despedido por homofobia, en la Universidad de Extremadura una profesora da apuntes que son pura homofobia, en El Corte Inglés y la Casa del Libro se vuelven a vender libros para “curar la homosexualidad”… pero lo importante es que el recorrido del Orgullo sea mono.

No al gaypitalismo y su destrucción de la lucha (de clases) gay que nos ha llevado a una espantosa derechización de la comunidad (la mayoría de los dueños de los pocos locales gays que quedan en Chueca se declaran abiertamente votantes del PP) que ha acabado con ese Chueca que era símbolo de libertad (de ahí el título de mi venidero libro Adiós, Chueca). El Orgullo Gay no es una verbena de conciertos que dé poder y monopolio a gaympresarios espabilados. El Orgullo es una herramienta política con la que combatir la opresión y dar visibilidad a nuestra dignidad frente a la homofobia. Ya está bien de que en el Orgullo los más visibles sean artistas heterosexuales que no han sufrido el boicot de una industria que niega lo alternativo, lo transgresor, la diferencia… es muy fácil ser “diva gay” cuando eres heterosexual, patriarcal y blanca.

No, no y no. No al gaypitalismo y sus negocios. No somos un negocio, somos diversidad en lucha.

EL MUNDO: Ni soy hombre, ni soy mujer: «Soy ‘Queer’»

Un movimiento defiende en Lavapiés a las minorías no heterosexuales y las clasificaciones fijas entre hombre y mujer

coño

Miembro del movimiento ‘queer’, con el atuendo de su cofradía y una gran vagina. SERGIO ENRÍQUEZ

Qué somos? ¿Quiénes somos? ¿Alguna vez se lo ha preguntado?

Lo que conocemos, a priori, es que el ser humano nace, en función de sus genitales se le atribuye un género y, con él, unos patrones específicos de educación y comportamiento. La impronta del género lo marca todo: cómo identificarse, cómo actuar socialmente, cómo sentir, cómo vestirse, qué casilla marcar en los formularios o a qué baño entrar en los bares. Algo aparentemente normal para la mayoría de la población, pero bastante complejo para una facción de la sociedad que no encaja en un posicionamiento específico.

Extraño, raro, excéntrico, de carácter cuestionable. Así define el Oxford English Dictionary al vocablo queer, un término acuñado a finales del siglo XX, en EEUU, para designar a las minorías no heterosexuales o de género binario y que rechaza todo tipo de clasificaciones fijas entre el hombre y la mujer, afirmando que los géneros, las identidades y las orientaciones sexuales, son el resultado de una construcción social y no biológica. «Este movimiento trata de expandir la propia identidad, eliminar etiquetas y visibilizar otras realidades», asegura Marian Yélamos, creadora de Dramafree Madrid, una iniciativa para el encuentro y el debate queer.

Chicas varoniles, hombres femeninos, lesbianas con look de chico, transexuales, operados, hormonados, drag kings, o lo que es lo mismo, mujeres pertrechadas con barba, bigote, pelo en el pecho y prótesis de penes para sentir la impronta masculina, aquí no hay barreras. «Yo soy una mujer que lleva maquillaje y se arregla, pero no me identifico como femenina completamente, ni como lesbiana, ni como heterosexual, ni como bisexual tampoco. Busco hacer lo que quiero en cada momento, empujar los límites de la sociedad, de mí misma y experimentar, ya sea teniendo sexo con un hombre, con una mujer, con una persona intersexual, de forma monógama o polígama, sin tener etiquetas ni limitaciones externas», apunta Emma G., profesora de inglés.

Ser queer supone el activismo de vivir con conciencia permanente en un entorno hostil a lo que se considera alejado de lo costumbrista o normal. Para Julia H., también profesora, «más que una corriente es una filosofía vital. Hay que negociar a diario para conseguir la aceptación de lo diferente, de lo fuera de la normativa y no es sencillo». Rendon, una estudiante americana prosigue, «es una aspiración ideológica, la esperanza de vivir en un mundo más libre, sin estereotipos, en el que no todos los príncipes y princesas sean como nos muestran en las películas y se desmonten los prejuicios de esta cultura sexista».

El movimiento llegó a Madrid en los 90 y se instaló en centros sociales del poliédrico Lavapiés, barrio de pacífica convivencia entre dispares culturas, corrientes, tribus urbanas y tipos. Allí se reúne La Cofradía del Santísimo Coño de Todos los Orgasmos, un nutrido grupo de feministas que realizan manifestaciones reivindicativas de los derechos de las mujeres. Vestidas con un hábito morado, sobre el que yace impreso el símbolo de su organización, pasean portando una vagina gigante.

«No pretendemos faltar el respeto a nadie, simplemente queremos llamar la atención sobre un tema que consideramos importante», expone Vanessa P., cofrade de la organización y de aspecto absolutamente masculino. «No me importa que me llamen chaval por la calle, ya lo he superado, de hecho, yo creo que me beneficia parecer un tío, ellos disponen de muchos privilegios sociales. Así me siento más seguro, no me miran y no tengo que aguantar que me estén silbando y acosando por la calle».

En el barrio encontramos otras iniciativas como el Tango Queer de Olaya Aramo, cuyo objetivo es el de olvidarse de los códigos tradicionales de lo femenino y lo masculino, a través de la danza argentina, creando un espacio para parejas gays, lesbianas, transexuales o intersexuales. «Creo que el enfoque binario es una mentira. Por medio del tango se olvidan los códigos establecidos y se experimenta la posibilidad de elegir libremente el rol que cada cual desea ocupar y el sexo de la pareja del baile».

En constante progreso, el movimiento no ha dejado de evolucionar y extenderse. Actualmente es sencillo encontrar todo tipo de información al respecto en internet, talleres, performances, encuentros o conferencias, y ya existen seminarios en la universidad, cursos de posgrado y tesis doctorales sobre culturas queer, impartidos por abanderadas de la causa como Beatriz Preciado, Raquel (Lucas) Platero, Carmen Romero o Esther Ortega.

¿Y el amor queer?, pregunto a Marian. «Ufff, infinito, con una gran cantidad de combinaciones posibles y una sexualidad abierta, sin límites, de personas con identidades dispares, operadas, no operadas, con pene, sin pene, hormonadas… Todo lo que existe entre medias del no-hombre y la no-mujer».