Ordenan destruir obras de un pintor pederasta que usó como modelos a sus víctimas de abusos sexuales
-
Graham Ovenden, de 72 años, es un reconocido artista británico
-
Fue encarcelado en 2013 por abuso sexual a menores
Graham Ovenden, de 72 años de edad, es un reconocido artista británico que lleva años con problemas con la Justicia porque su arte raya lo que algunos consideran obsceno. Contra el “material obsceno” hay una ley británica que cuando se ha aplicado ha pasado por encima del arte de Ovenden. El artista David Hockney y otros le han apoyado en sus incautaciones de obras o en sus pleitos judiciales.
De lo que no se ha librado Graham es de un juicio por abuso sexual a menores del que salió culpable. Lo denunciaron personas adultas remontándose a la década de 1970. Algunas eran menores que posaban para un retrato cuando el pintor abusó de ellas sexualmente. Por estos delitos fue juzgado y declarado culpable siguiendo todas las instancias de la judicatura británica. Fue encarcelado en 2013por dos años y ha sido puesto en libertad recientemente. Graham aduce que es todo un montaje contra él.
La juez Elizabeth Roscoe ha ordenado destruir algunas de las obras de arteproducidas y/o poseídas por Graham Ovenden argumentando que no se ciñen a los cánones de decencia aceptados por la mayoría de las personas.
Uno de ellos es un encargo de Diana de Gales, para la que el artista pintó la imagen de una niña de espaldas caminando sobre el agua con una camiseta y el trasero al aire.
La juez que ordena la destrucción de algunas de las obras hechas o pertenecientes a Graham Ovenden aduce razones de “decencia” para justificar su argumentación. Sectores artísticos y jurídicos rebaten la opinión de la juez. El abogado Mark Stephens, que lleva el ámbito cultural en la firma de abogados Howard Kennedy, concluye que “una orden judicial para destruir las obras de arte hechas o poseídas por un convicto de delitos sexuales es un error moral y legal“. Durante el juicio se ha debatido si el material artístico en litigio incita a la “depravación” y, consecuentemente, al delito.
Ovenden ha manifestado que su trabajo -algunas de las obras que la juez ha ordenado destruir- lleva más de 40 años a la vista del público. Su abogado recuerda el artículo 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos que protege la libertad artística. ¿Es el arte producido o que pertenece a pederastas un peligro?
El caso de Graham Ovenden se suma al del escultor Eric Gill (1882-1940), acusado de incesto tras su muerte, las sospechas sobre los escritores J.M.Barrie y Lewis Carroll o el artista Paul Gauguin, que se casó con una adolescente. En todos los casos, han pasado a la historia como rumores no comprobados. Graham Ovenden ha sido juzgado y ha pagado por sus delitos. ¿Debe ser su arte sacrificado?