Ordenan cerrar dos bares de ambiente gay del Casco Viejo por funcionar como discotecas
Al caer la tarde, la terraza del Modesto se llena de barbas, risas y camisetas de tirantes. Avanza la noche y la espuma de cerveza deja paso a las copas, animadas con los temas más modernos, más petardos. La web de Bilbao Turismo lo recomienda como uno de los locales ‘gay friendly’ de visita obligada para los que se dejan caer por la villa. “Los clientes suelen tener tantas ganas de divertirse que contagian el buen rollo”. Al parecer, demasiado. “Mientras escuchas música electrónica, transpop o rock & roll podrás saborear un ‘Blue Margarita'”. Hasta que el cocktail se ha atragantado. El Ayuntamiento ha decidido cerrar el local, uno de los referentes del ambiente gay en el Casco Viejo de la capital vizcaína, en una decisión que también afecta al vecino Pin Up, en ambos casos por funcionar como discotecas cuando sólo cuentan con licencias de bar.
La orden de cierre impuesta por el Consistorio bilbaíno se basa en que ambos locales “organizaban actuaciones en directo de DJs y disponían el local para posibilitar el baile como si se tratara de discotecas, careciendo del título habilitante para ello”. La medida, contra la que cabe recurso, obligará al bar Pin Up de Barrenkale a echar la persiana durante dos meses desde mañana. En el caso del bar Modesto, que abre sus puertas en el número 14 de la calle, se enfrenta a tres meses de cierre forzoso, ya que, según responsables municipales, el bar “cometió una infracción por rebasar el aforo autorizado, lo que se considera, asimismo, otra infracción grave”.
Los propietarios del local rechazan de forma frontal los argumentos esgrimidos por el Consistorio bilbaíno y aseguran que la Policía sólo les ha llamado al orden en una ocasión por un exceso de aforo. “Vinieron e hicieron un conteo visual, ni siquiera llegaron a desalojar el bar”, asegura Jaime Rodríguez, uno de los dueños. “Siempre hemos sido muy escrupulosos con el tema de los ruidos, así como con la hora del cierre”, añade.
Pista de baile
En cuanto a la acusación de fomentar el baile como si el local fuera una discoteca, Rodríguez la tacha de “ridícula”. “El local apenas tiene 70 metros cuadrados, es el típico del Casco Viejo en el que el espacio se limita a poco más que un pasillo. ¿Cómo vamos a tener una pista de baile?”, se pregunta visiblemente indignado. “En general, jamás hemos tenido ningún problema con los vecinos, todo lo contrario, hay una relación excelente con ellos. ¡Si hasta las más mayores toman el café en mi terraza!”, sostiene el empresario.
Sin embargo, según la versión de los responsables del Modesto -compartida por algunos clientes, que han mostrado su disconformidad con el cierre a través de las redes sociales- la decisión municipal ha estado motivada por las acusaciones de “un vecino concreto, que lleva mucho tiempo denunciándonos”. Fuentes municipales rechazaron ayer este extremo, al tiempo que subrayaban que la orden de cierre es a iniciativa de la Policía Municipal por “un cúmulo de situaciones”. “No sé si todo esto tiene que ver con algo relacionado con la homofobia. Espero que no”, deja caer el hostelero afectado. “Pero no puedo entender cómo nos ponen como modelo de regeneración y después, cerrarnos”, razona.