Los adolescentes vascos respetan cada vez más a gais, lesbianas y transexuales

Los pocos escolares de estos grupos que han participado en un estudio realizado por el Servicio Berdindu declararon, no obstante, haber sufrido algún tipo de rechazo

«Los adolescentes vascos aceptan y muestran cada vez más respeto hacia colectivos de lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales (con características genéticas de ambos sexos)». Es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por el Servicio Berdindu para el Gobierno vasco en centros. Los pocos escolares de estos grupos que han participado en el estudio declararon, no obstante, haber sufrido algún tipo de rechazo.

El estudio, elaborado por la Fundación EDE, advierte que aunque los adolescentes no tengan conductas de rechazo «pueden sentir incomodidad ante lesbianas y gais o mostrar desagrado ante manifestaciones de afecto entre personas del mismo sexo». El informe ‘Lesbofobia, Homofobia y Transfobia en el sistema educativo’ fue presentado ayer por representantes de los departamentos de Empleo y Políticas Sociales y de Educación. El acto coincidía con la celebración del Día Internacional contra cualquier actitud negativa ante estos colectivos.

Las chicas revelan un posicionamiento más positivo, aceptan mejor las muestras de afecto o las trasgresiones de género y utilizan menos que los chicos las conductas verbales que discriminan o enjuician a estos grupos. Ellos tendrían más problemas para confesar a sus amistades masculinas que son gais. La investigación ha descubierto también un gran desconocimiento entre los escolares de algunas orientaciones sexuales. «Se han recogido comentarios como que la homosexualidad y el lesbianismo es una moda o una actitud de postureo, o que en las parejas de gais o lesbianas una persona hace de hombre y la otra de mujer», apuntan los autores del trabajo.

La encuesta, elaborada entre alumnos de ocho centros, también refleja que los adolescentes no siempre cuentan con referentes a través de los medios de comunicación que «les permitan tener una visión más integral de estos colectivos». Y es que los referentes más comunes son «los de sus personajes de series y programas televisivos, que están estereotipados y no responden a la realidad».