La transexual agredida en Málaga: “Si no fuera por mi compañera, ahora estaría muerta”
La víctima de la agresión homófoba relata el episodio por el que ahora trabaja con miedo.
Cristal es colombiana y lleva 25 años ejerciendo la prostitución. Durante ese tiempo, “jamás” había sido agredida por su identidad de género. La semana pasada, en un polígono de Málaga, cuatro jóvenes se acercaron hacia ella en un coche; se bajaron y la golpearon con una barra de hierro por todo el cuerpo, también en la cabeza, donde le tuvieron que poner 15 grapas. Además le robaron el bolso. “Psicológicamente estoy mal, ahora cuando se acercan varios chicos en un coche paso mucho miedo”, explica esta transexual a EL ESPAÑOL.
Fue Mar, una compañera de Cristal, quien llamó aquella noche a la policía y trató de defenderla. “Si no es por ella, ahora estaría muerta”, indica. De hecho, la intervención de los cuerpos de seguridad fue “tan rápida” que lograron detener a los agresores. “Estos días están muy cerca de nosotras para que no pase nada”, cuenta.
No solo Cristal fue agredida esa noche, pero se llevó “la peor parte”. “Los jóvenes lanzaron piedras e insultaron a todas las que estábamos ahí”, añade.
“ME HE SENTIDO MUY APOYADA”
Durante estos días, Cristal se ha sentido arropada “tanto por mis compañeras como por la policía”, explica. También por “el colectivo LGTB”, que se ha preocupado por “denunciar lo ocurrido”. El Observatorio Español contra la LGTBfobia, de hecho, se va a presentar como acusación popular.
Este Observatorio puso el jueves en conocimiento de la Fiscalía Especializada en delitos de odio de la provincia de Málaga los hechos acaecidos, y solicitó una “exhaustiva investigación” sobre todas las personas “vejadas, amenazadas y agredidas por los detenidos”.
“DEBERÍA HABER MÁS DENUNCIAS”
Para Santiago Rubio, representante en Málaga del Observatorio Español contra la LGBTfobia, hay “menos denuncias” de las que debería.”Esto ocurre continuamente, pero no suele ser denunciado, quizá por miedo”, explica.
“Nos aseguraremos de que se apliquen los agravantes de odio correspondientes, para evitar que no haya impunidad ni sanciones irrisorias como sucede habitualmente a personas LGTB”, cuentan desde el Observatorio, que reclama “más seguridad y control”.
Cristal volverá a trabajar esta noche, todavía “con miedo”. “A veces me asusto, pero sé que estoy bien acompañada”, concluye.