Italia se niega a reconocer el matrimonio de homosexuales casados en el extranjero

El juez encargado del caso es afín a movimientos homófobos

Las parejas homosexuales no sólo no pueden casarse en Italia, sino que si lo hacen en el extranjero -en alguno de los países donde es legal, por ejemploEspaña-, su unión matrimonial tampoco será reconocida en ese país. Da lo mismo que dispongan de la documentación que corrobore que son cónyuges.

Así lo ha dispuesto el Consejo de Estado italiano, a partir de una sentencia del Tribunal Administrativo Regional y después de que diversas parejas hubieran recurrido el hecho de que algunos ayuntamientos se negaran a registrarlas como matrimonio. Estas parejas han contado con el apoyo legal de Red Lenford, una asociación de defensa de los derechos de homosexuales y lesbianas, para llevar a cabo este recurso, con lo que el revés no podría haber sido mayor.

Aun así, la decisión no parece trigo limpio. El juez que se ha encargado del caso,Carlo Deodato, es afín a grupos homófobos, cosa que pone en entredicho la sentencia, y hace que la polémica esté servida. El juez se define en su cuenta deTwitter como “un jurista católico, casado y padre de dos hijos. Hombre libre y observador independiente de la política, la jurisdicción, las costumbres y la sociedad”. Sin embargo, en la práctica, el magistrado pertenece al Opus Dei y ha difundido en más de una ocasión mensajes de los denominados Centinelas en Pie, grupos informales que se manifiestan en la calle en contra de la aprobación de un proyecto de ley en Italia en contra de la homofobia.

El ministro de Interior italiano, Angelino Alfano, se ha mostrado satisfecho con la decisión del Consejo de Estado, y ha declarado: “El Consejo de Estado me da la razón en todos los sentidos: la ley italiana no prevé matrimonios entre un mismo sexo, por lo tanto, los registros realizados por algunos alcaldes son ilegales”.

La asociación Red Lenford ya ha anunciado que recurrirá la sentencia en los tribunales europeos, al considerar que el veredicto no es imparcial. Por otra parte, la decisión judicial genera todo un caos administrativo. Por ejemplo, el hasta recientemente alcalde de Roma, Ignazio Marino, había dado luz verde para el registro de parejas homosexuales que habían contraído matrimonio en el extranjero. Ahora resulta que dichas uniones no se considerarán legales, y habrá que anularlas del registro municipal.