El gran arco iris multicolor de la ría de Bilbao

VARIAS EMBARCACIONES DESFILARON AYER POR PRIMERA VEZ POR EL NERVIÓN PARA CELEBRAR LA FIESTA DEL ORGULLO GAY

Los protagonistas de la travesía por la ría lo pasaron en grande y fueron una atracción para los viandantes que paseaban por las orillas

Los protagonistas de la travesía por la ría lo pasaron en grande y fueron una atracción para los viandantes que paseaban por las orillas. (Borja Guerrero)

PARA nosotros este es un orgullo muy bilbaino”, manifestaba ayer Fabio González, coordinador de Bilbao Pride. Y de orgullo sabemos algo en el botxo. Por segunda vez en su historia, Bilbao se unió a ciudades como Berlín, Madrid o Barcelona donde el colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTB) celebran y reivindican su condición sexual en actos multitudinarios. Ondeando la bandera multicolor y saludando a los curiosos que al borde de la ría observaban la celebración, el tradicional desfile del día del Orgullo cambió el asfalto por el agua.

Música, colores y cerveza. El de ayer, más que otros años, era un día de fiesta en todo el mundo. En la memoria de los organizadores del Bilbao Pride 2016 aún estaba el recuerdo de las víctimas de Orlando, el último ataque contra la comunidad LGTB en Estados Unidos. “La cuestión de Orlando refuerza el perfil de mensaje social que queremos dar, para nosotros esto no es solo una celebración, es también una manera de demostrar que somos y vivimos con orgullo de la manera que queremos”, explicaba Fabio González.

En el desfile, denominado Ur Parade, participaron seis embarcaciones, que provenientes de Barakaldo y algunos puntos de Bilbao, acabaron por juntarse en el Museo Marítimo para realizar el pequeño recorrido hasta el Guggenheim. Frente al museo no había muecas ni comentarios negativos. Todo era sonrisas, saludos y curiosidad.

“Cuando yo era joven esto era imposible de ver; cómo han cambiado las cosas”, reconocía una bilbaina mientras observaba la celebración. De este cambio son también conscientes desde la organización: “Nosotros como la sociedad vamos avanzando. El año pasado fue la primera vez que se celebró en Bilbao el día del Orgullo y este año ya hemos conseguido que sean cuatro días de celebración”, argumentaban desde Bilbao Pride. Sin embargo, valoran Bilbao como una ciudad que “dentro de lo que cabe” ha avanzado mucho en este ámbito. No hay más que pasearse por las calles del Casco Viejo para percatarse de esta situación: “Pensar hace veinte años que una paragüería iba a sacar a su escaparate la bandera del arco iris no era una realidad”, cuentan. Y no han sido uno, sino casi 100 comercios los que han adornado sus escaparates y han mostrado su apoyo al colectivo durante estos días.

DE TODOS Bilbao Pride 2016 es una fiesta de todos y para todos. Este es uno de los mensajes que también buscan divulgar en la villa. Mujeres y hombres, indistintamente, participaron ayer en el desfile; no obstante Jose, también componente del grupo organizativo, no podía evitar lamentarse de que faltaran perfiles tan comunes en otros ámbitos y festividades como familias con niños o parejas. “Es como si al festival del BBK Live solo acudieran heterosexuales y por ello, los homosexuales no fuéramos, no tendría sentido. El día de hoy no busca cerrarnos como colectivo sino reivindicar algo que tanto nosotros como cualquier persona con sentido común piensa, y lograr que cada vez haya menos gente que valore esto como algo negativo”, explicaba Jose.

Este acto solo es uno de los muchos celebrados durante estos días. Al finalizar el desfile el escenario de Bilbao Pride, ubicado en el muelle de Marzana, puso el punto musical con las actuaciones de Barei, Sandra Love, Las Fellini, Charlotte, Mikan, Unai Goikoetxea DJ y Dubos DJ. Hoy finalizará esta edición con una animación callejera que partirá desde el Casco Viejo hasta San Francisco, y al mediodía se concluirá la Ruta Gastronómica con un pintxo- pote. A la tarde, a las 17.00 horas, el bar Lamiak acogerá el Orgullo Gaymer donde se realizará un encuentro LGTB de los aficionados a los juegos de mesa.

La segunda edición ya queda atrás, ahora solo queda mirar hacia delante para que Bilbao sea un orgullo de ciudad y una ciudad con orgullo.