JOSERRA LANDARROITAJAUREGI SEXÓLOGO DE BIKO ARLOAK “La gente entiende por educación sexual solamente la ‘jodiendología”

Los sexólogos abogan por una educación sexual plena con el fin de prevenir problemas como el machismo o la discriminación desde la raíz

BILBAO – Sexo. Aunque cada vez menos, todavía continúa siendo una palabra tabú. Sobre todo en el ámbito de la educación, en la que todo lo relacionado con ello tiende a limitarse a unas nociones básicas de la anatomía humana y de los riesgos que pueden entrañar las relaciones sexuales. “Se habla a los adolescentes de lo que no les interesa y no de lo que sí”, opina Joserra Landarroitajauregi, sexólogo de Biko Arloak. Desde su experiencia en este campo, mantiene una postura diferente respecto cómo se están tratando los temas sexológicos en los centros escolares.

¿Qué es la educación sexual?

-Resumiendo, la educación de los sexos y sus relaciones. Sexo entendido como las condiciones y diferencias que nos definen a los hombres y las mujeres. Pero gran parte de la sociedad entiende por educación sexual solamente la jodiendología.

¿Qué problemas acarrea la falta de estos conocimientos?

-En el ámbito de las parejas, el mayor problema, sobre todo en la gente joven, es a un hombre tratando a una mujer como si fuera un hombre y viceversa. Esto ocurre porque hay una presunción de igualdad, en este caso inducida. Esa idea viene de la incorporación de la mujer a los derechos y las oportunidades, pero eso no quiere decir que los hombres y las mujeres seamos iguales en todo. Es más, somos muy diferentes. Hoy en día estamos educando a los chicos y a las chicas en la igualdad y eso es un disparate.

¿Por qué?

-Simplificando, los hombres y las mujeres somos muy diferentes y no solo en el plano biológico. Pero además, la idea de igualdad que hoy pulula en nuestra sociedad es una forma de colonización. Los hombres piensan que las mujeres tienen que ser igual que ellas y viceversa. Se hace sin querer, pero se hace.

¿Y en el ámbito social?

-Los hombres y las mujeres tienen relaciones altamente tensionadas, porque hay fuerzas diferentes que chocan. Esas fuerzas, en la sociedad actual, nos han llevado a enseñar que los hombres son sospechosos de hacer daño y que las mujeres son potenciales víctimas de esa violencia. Esa es una mirada terrible. No digo que no existan incidentes de este tipo, pero para evitarlos hay que educar en valores, para que los chicos estén orgullosos de ser masculinos y las mujeres de ser femeninas.

¿Es el machismo algo aprendido?

-Todos los humanos nacemos incivilizados: analfabetos, inmorales y crueles. Inventamos la cultura y la educación precisamente para domesticarnos. Y el machismo no es otra cosa que una forma de la incivilización, el resultado de la ley de la selva. Para prevenirlo hay que educar bien. Decirles a chicas y chicos que todos somos iguales es una gran mentira. Y precisamente en la adolescencia, cuando las diferencias se acentúan.

¿Qué es lo que propone?

-Ahora se da a los jóvenes la biología de la reproducción y todo se reduce a la prevención de los problemas de usos genitales, como enfermedades, abusos, etc., cuando la educación sexual es mucho más. Sexualidad, gozo, deseo, compromiso. Para esto no vale con un programa breve, porque sino caemos en el algunismo: algunos chavales en algunos centros gracias a que algunos profesores algunas veces algo preparados dan algún tipo de educación sexual. Y solo con esto luego queremos que de algún modo las nuevas generaciones se saquen esos conocimientos de la manga. Las cosas no son así: hay que trabajar para ello.