Chile celebra las primeras uniones de parejas homosexuales
Seis meses después de que la presidenta Michelle Bachelet promulgara la ley, Chile comenzó este jueves a celebrar sus primeros acuerdos de uniones civiles, que regula jurídicamente las uniones de parejas homosexuales y heterosexuales que no han contraído matrimonio. “Es un cambio histórico, porque el Estado por fin, después de años de exclusión, reconoce a las familias formadas por personas del mismo sexo”, señala Luis Larraín, presidente de la Fundación Iguales, una de las organizaciones que trabaja por la inclusión plena de la diversidad sexual en la sociedad chilena. “Hoy nos sumamos a los 37 países que tienen algún tipo de reconocimiento para parejas del mismo sexo y eso es una estupenda noticia para toda la sociedad”, indica Larraín, que participó en los festejos en las afueras de un registro civil del centro de la Santiago de Chile, donde parejas homosexuales y heretosexuales celebraron con bailes y cantos las primeras uniones.
A las 9.02 de la mañana se efectuó la primera ceremonia en la capital. La chef chilena Roxana Ortiz, de 38 años, firmó el acuerdo junto a su pareja Virginia Gómez, de 33, estudiante de enfermería y de nacionalidad española. “Es la culminación de una lucha y me siento orgullosa, más que nunca, de ser chilena”, señala Ortiz, que organizó una fiesta con familiares y amigos para este fin de semana en Viña del Mar, la ciudad donde residen. Las mujeres se conocieron hace 12 años en España, donde se casaron. Cuando luego se instalaron en Chile, sin embargo, perdieron todos sus derechos: “Cuando llegamos como matrimonio español perdimos todo el reconocimiento legal”, relata Gómez, nacida en Murcia. Para la pareja era especialmente importante regularizar su unión, porque ambas viven con Catalina, de 14 años, hija biológica de Roxana. “Cuando llegué a Chile era un mundo totalmente distinto a España pero, para haber pasado tan solo cinco años, se ha avanzado muchísimo”, reflexiona la española.
El Parlamento discutió distintos proyectos por más de una década y los congresistas tardaron cinco años en aprobar esta ley de Acuerdo de Unión Civil (AUC), en enero pasado. Consiste en un contrato celebrado entre dos personas, del mismo o distinto sexo, para regular jurídicamente su convivencia. La normativa instala un quinto estado civil para los chilenos. Además de soltero, casado, viudo o divorciado, a partir de este jueves se incluye el de los convivientes civiles. Las ceremonias se efectúan en los registros civiles y han causado un interés amplio en la ciudadanía: hasta el 31 de octubre existen 1500 horas solicitadas, con un 40% de parejas homosexuales. A diferencia de los matrimonios, no es necesario tener testigos y se puede finalizar por voluntad unilateral.Publicidad
El AUC terminará con situaciones complejas que debían enfrentar en Chile las cerca de dos millones de parejas de convivientes, sobre todo las homosexuales. “Hubo cientos de casos de personas que no pudieron entrar a los hospitales a ver agonizar a su pareja, porque no podían demostrar el vínculo, o que se quedaron en la calle por no poder heredar ni la vivienda ni los bienes que compartían”, explica Larraín, que señala que el paso siguiente es la realización de matrimonios igualitarios.
Hasta este jueves, las parejas del mismo sexo que querían legalizar sus uniones debían viajar al extranjero y los destinos elegidos con mayor frecuencia eran Argentina, Uruguay, España, Francia, Holanda y Estados Unidos. Con la implementación del acuerdo, se reconocerán con efecto retroactivo los matrimonios entre homosexuales y las uniones civiles celebradas fuera del país. Los extranjeros, asimismo, podrán firmar el AUC, aún cuando no tengan residencia en Chile. Pueden acogerse a la normativa local sin la necesidad que alguno sea chileno, siempre y cuando tengan su pasaporte vigente.
El proyecto de ley fue impulsado por el Gobierno de derecha del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), su aprobación fue un compromiso de campaña de Bachelet y finalmente la iniciativa fue apoyada en el Parlamento por sectores políticos diversos. Considerado un país tradicional con una fuerte influencia de la Iglesia católica —en 2004 tuvo su primera ley de divorcio y todavía el aborto es castigado en todas sus causales—, Chile logró aprobar el Acuerdo de unión civil a la concienciación social que realizaron los movimientos defensores de los derechos de las minorías sexuales. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) recordó que hubo 35 marchas, 72 protestas, 20 campañas, seis proyectos de ley y 11 años de espera antes de la aprobación del AUC.
La huelga del Registro Civil
La paralización de las funciones de los trabajadores del Registro Civil chileno pusieron en duda la realización de las primeras uniones civiles programadas para este jueves en todo el país, pero finalmente se efectuaron gracias a turnos especiales. Los funcionarios se encuentran en huelga desde el pasado 29 de septiembre en demanda por mejores condiciones laborales y no han logrado llegar a un acuerdo con el Gobierno de Michelle Bachelet. El organismo es el encargado de realizar trámites fundamentales para la ciudadanía, como la inscripción de nacimientos, muertes, casamientos y la elaboración de documentos de identidad. “A partir del lunes, de no mediar ninguna voluntad del Gobierno, este movimiento se radicalizará y no habrá ninguna actuación del Registro Civil en ningún lugar de Chile”, señaló la líder de los trabajadores, Nelly Díaz.