Mariano Rajoy y su fiebre del viernes noche
El presidente se sumergió en la fiesta eurovisiva de la boda gay de Maroto para bailar Raphael y Village People hasta bien entrada la madrugada
La boda civil del vicesecretario sectorial del PP y ex alcalde de Vitoria Javier Maroto con su novio, José Manuel Rodríguez, ha servido, por un lado, para actualizar a la cúpula del partido en materia de derechos y libertades homosexuales y, por otro, para que el presidente de España sacara a pasear en público a su ‘Tony Manero’ y se desfogara. Tal vez sea la tensión ante las inminentes elecciones catalanas; la presión de los comicios de diciembre, en las que se la juega; que musicalmente le va el ‘petardeo’; o quizá todo ello junto. Lo cierto es que Mariano Rajoy se desquitó en la pista de baile del hotel-restaurante El Caserón, a las afueras de Vitoria, durante la eurovisiva fiesta que siguió al convite nupcial.
Según aseguraron a este periódico algunos de los cerca de 270 invitados a la cena, el líder del PP se mostró en todo momento «integrado» y «relajado», al igual que su esposa, Elvira Fernández, y «bailó y se divirtió como los demás hasta las cinco de la madrugada». La catarsis de Rajoy se cocinó lo mismo al son de ‘Mi gran noche’, de Raphael, -el tema más repetido de la velada y con el que los contrayentes abrieron la veda-, que con la improvisada conga que se formó al son de uno de los éxitos más sonados de los Village People, todo un fetiche musical para la comunidad gay.
«Contrariamente a lo que cabía esperar, no hubo ningún tipo de formalismo, ni de protocolo. Lejos de todo eso, fue una boda de lo más informal. Todos los invitados nos mezclamos y, la verdad, lo pasamos genial. Fue una fiesta muy divertida», explicó un amigo de la pareja y uno de los últimos invitados en abandonar la boda, pasadas ya las seis de la mañana.
Caprile y sus fotos rosas
Para contribuir a ese espíritu desinhibido con el que Maroto y Rodríguez quisieron celebrar su matrimonio, pusieron a disposición de sus familiares, amigos y compañeros de partido pelucas, gafas y gorros de todos los colores y tamaños. Y, por supuesto, encargaron al Dj que repasara la historia de Eurovisión, concurso del que son seguidores acérrimos. Tanto es así que un invitado les obsequió con un video en el que algunos de los representantes españoles en ese festival les felicitan por su boda, como Betty Missiego, Micky, Karina, José Vélez, Azúcar Moreno, Ruth Lorenzo, Rosa o Soraya. El propio Maroto, encantado con el regalo, lo colgó ayer en su cuenta de Twitter.
Entre baile y baile, el prestigioso diseñador de moda Lorenzo Caprile, vestido de arriba a abajo en tono rosa palo, inmortalizó a buena parte de los asistentes con una cámara del mismo color de su atuendo. A juzgar por lo visto allí, su colección de fotos podrían tener un valor incalculable.
Si el máximo responsable del Ejecutivo central se marchó relajado de la capital alavesa después de quemar sus demonios en la pista, su mano derecha, la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría no le fue a la zaga. Si la próxima semana les ven en la tele con gesto más distendido, ya saben que ha sido cosa de Maroto.