Huffington Post: LOS JUEGOS DE INVIERNO LLEGAN CALIENTES

SOCHI 2014: SIN LIBERTAD DE PRENSA SIN HOMOSEXUALES SIN SEGURIDAD SIN ORGANIZACIÓN SIN PERROS ABANDONADOS

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A las 17:15 horas de este viernes comenzarán los Juegos de Invierno 2014 de Sochi, que reunirán, desde hoy hasta el próximo 23 de febrero, a decenas de atletas de 15 disciplinas deportivas.

Sin embargo, al margen de lo meramente deportivo, la realidad es que los Juegos de Invierno llegan rodeados de polémica social, política, económica y hasta medioambiental.

Estos son los cinco grandes problemas con los que arrancan los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi:

1- DERECHOS HUMANOS Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Varias ONG han denunciado la falta de libertades y de respeto a los Derechos Fundamentales que existe en Rusia de cara a estos Juegos Olímpicos de Invierno.

Amnistía Internacional, por ejemplo, lleva meses denunciando que los participantes en este evento “no podrán expresar libremente sus opiniones acerca de la religión oficial porque, si lo hacen, podrá considerarse blasfemia y acabarían en prisión”.

En los últimos dos años el Gobierno ruso ha endurecido la legislación, de modo que está prohibido usar palabras malsonantes en los medios de comunicación, así como denigrar los símbolos religiosos o publicitar relaciones sexuales no tradicionales.

U246920En julio de 2012, como denuncia Amnistía Internacional, Rusia aprobó la “ley sobre agentes extranjeros”, que obliga a las ONGs que reciban financiación extranjera a inscribirse como “organización que desempeña funciones de agente externo”. De no hacerlo, son multadas.

El pasado 3 de febrero, Amnistía denunció el arresto de un activista medioambiental en las proximidades de Sochi, acusado de “vandalismo menor” por haber proferido insultos en una parada de autobús. El detenido, Evgeny Vitishko, fue condenado a 15 días de detención administrativa. Vitishko protestaba contra los abusos sobre el medio ambiente cometidos durante la preparación de los Juegos por las autoridades rusas.

También se volvió a tipificar como delitos penales la difamación y la calumnia. Una medida que, según la oposición, sirve para blindar de cualquier crítica a los funcionarios del Gobierno y para coartar aún más la libertad de los periodistas.

Reporteros Sin Fronteras recuerda que estos delitos se habían despenalizado en 2011 y alerta que este tipo de medidas incrementa “el peligro para los periodistas de ser denunciados por artículos críticos”. Por otro lado, denuncian que el Ejecutivo ruso elaboró una lista de webs “perniciosas”, que pueden ser bloqueadas sin necesidad de orden judicial.

Además, esta ONG indica que, desde el año 2000, en Rusia han sido asesinados un total de 29 periodistas, incluida Ana Politkovskaya, en 2006.

Para suavizar su imagen, Putin aprobó en diciembre una amnistía de presos de la que se beneficiaron, entre otros, las componentes del grupo punk Pussy Riot detenidas en marzo de 2012 por criticar a Putin, y 30 ecologistas del buque Arctic Sunrise de Greenpeace.

U2448502- AMENAZA TERRORISTA

A finales de diciembre de 2013, dos atentados sacudieron la localidad rusa de Volgogrado, dejando 34 muertos y decenas de heridos. Los ataques, perpetrados en una estación de tren y en un autobús, fueron atribuidos a islamistas insurgentes del Cáucaso Norte.

Este grupo, liderado por Doku Umarov, enemigo número uno del Gobierno ruso, animó a realizar ataques “por todos los medios” contra los Juegos de Sochi. Se de la circunstancia de que Sochi es una localidad situada entre el Mar Negro y las montañas del Cáucaso, y a poco menos de 700 kilómetros de Volgogrado, donde tuvieron lugar los atentados. Está, además, muy cerca de las regiones caucásicas habitualmente sacudidas por la violencia.

Además, en los días previos a la inauguración de los Juegos, varios comités olímpicos han recibido cartas amenazando con atentar antes y durante la competición. La última fue recibida por el comité austriaco, al que se amenazaba con secuestrar a la esquiadora Mrlies Schild.

Las autoridades rusas y olímpicas han descartado que exista riesgo alguno. De hecho, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, dijo el pasado día 3 de febrero que la seguridad de los Juegos no le plantea ninguna inquietud. “Todos los datos que tenemos de los organizadores rusos y de su cooperación con los servicios internacionales nos da confianza”, aseguró.

Por si acaso, las autoridades de Estados Unidos han advertido a los ciudadanos que quieran viajar a Sochi sobre las potenciales amenazas terroristas durante los Juegos.

Ya sea por la falta de seguridad o por divergencias políticas con Rusia, pero varios mandatarios internacionales han anunciado que no irán a Sochi a apoyar a sus deportistas. Es el caso del presidente de Francia, François Hollande, y del primer ministro del Reino Unido, David Cameron.

3- HOMOFOBIA

Desde junio de 2013, hablar de homosexualidad en Rusia está prohibido. No se trata de ninguna exageración, el Parlamento ruso aprobó por amplísima mayoría una ley que impide informar sobre “relaciones sexuales no tradicionales”.

En concreto, el texto sanciona a quienes difundan información para formar “orientaciones sexuales no tradicionales” en los menores así como “presentar como atractivas las relaciones sexuales no tradicionales”. Y va a más. Sanciona a quienes difundan “la idea tergiversada de que las orientaciones sexuales tradicionales y no tradicionales tienen igual valor social” y a quienes “impongan información sobre las relaciones sexuales no tradicionales que provoque el interés por estas relaciones”.

Las multas van desde los 100 a los 21.000 euros, en función de si se es un sujeto físico, un alto cargo o una entidad jurídica.

U233783Para añadir un grano más de homofobia, el alcalde de Sochi, Anatoli Pajomov, aseguró sin inmutarse que en su ciudad no hay homosexuales pero que los que vinieran serían bien acogidos. Aunque eso sí, con matices:

“Ofreceremos nuestra hospitalidad con todos los que respeten las leyes de la Federación Rusa y no impongan sus hábitos. (…) Nosotros no tenemos homosexuales en nuestra ciudad. (…) No estoy seguro, pero al menos no los conozco”.

Ante esta situación, no es extraño que la cantante Cher rechazara la invitación de los organizadores de los Juegos para cantar en la ceremonia de apertura. “Me negué inmediatamente por solidaridad con la comunidad gay de Rusia”, declaró a la revista canadiense Maclean’s. La cantante tiene una hija que se llamaba Chastity Bono y que se cambió de sexo rebautizándose como Chaz.

Quizá como una provocación, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió enviar a dos delegados olímpicos abiertamente homosexuales: la tenista Billi Jean King, que se unirá a la delegación estadounidense en la ceremonia de apertura; y Caitlin Cahow, jugadora de hockey sobre hielo, que representará a EEUU en la ceremonia de clausura. Ambas se han identificado públicamente como parte de la comunidad LGTB.

Ya durante los Mundiales de Atletismo de Moscú, en agosto de 2013, hubo polémica por la homofobia en Rusia. La saltadora de altura sueca Emma Green, se pintó las uñas con los colores de la bandera gay en apoyo a la comunidad homosexual rusa.

ATHLETICS-WORLD-2013-HIGHJUMPEsto provocó la reacción de Yelena Isinbayeva, campeona del mundo en salto con pértiga, que tildó de “falta de respeto” hacia Rusia lo que hizo Green. Y añadió:

“Tal vez somos diferentes a otros europeos y gente de otros países, pero tenemos una ley que hay que respetar. Si permitimos que (los gays) promuevan y hagan todo eso en la calle estaríamos muy preocupados por nuestro país, porque nos consideramos gente normal. Simplemente vivimos hombres con mujeres y mujeres con hombres. Viene de la historia. Nunca hemos tenido ningún problema ni queremos tenerlo en el futuro. Cuando nosotros viajamos y estamos en otro países, intentamos seguir las leyes que están ahí en vigor. No estamos intentado imponer nuestras leyes en otro lado, simplemente nos limitamos a ser respetuosos”.

Después, como suele pasar, Isinbayeva dijo que sus palabras se habían malinterpretado y aseguró que se oponía “a toda discriminación contra los homosexuales”.

Algunos, al menos, le echan humor a su crítica a la homofobia rusa, como han hecho en el Instituto canadiense de las Diversidad e Inclusión, que ha elaborado el siguiente vídeo en favor de los derechos de los homosexuales

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=n4CEaoNADiY

EL PAIS: La ONU exige al Papa que entregue a los pederastas y blinde a los niños

Ya no son las víctimas, ni los periódicos, ni siquiera el propósito de enmienda —tímido y tardío—que Benedicto XVI ensayó en la agonía de su papado. Ahora es nada más y nada menos que la Organización de Naciones Unidas (ONU) la que, a través de un durísimo informe de la Comisión sobre los Derechos del Niño, acusa al Vaticano de haber dejado solos a los niños en manos de los sacerdotes pederastas. La ONU acusa a la Santa Sede de no haber reconocido jamás “la magnitud de los crímenes sexuales” cometidos por parte de sus religiosos y de “no haber tomado las medidas necesarias para proteger a los menores”. El resultado, según la comisión, es espeluznante: los abusos “se siguen cometiendo de forma sistemática mientras la inmensa mayoría de los culpables disfruta de total impunidad”. La Comisión sobre los Derechos del Niño exige al Vaticano que “destituya de sus cargos y entregue a la policía a todos aquellos que sean culpables de abusos sexuales a menores”, para lo cual pide que haga público el contenido de sus archivos.

Hay párrafos del informe, dado a conocer ayer en Ginebra, que señalan directamente a la jerarquía católica como responsable de las “decenas de miles de casos” que se han producido y se siguen produciendo. Según asegura la ONU ahora, y ya antes habían denunciado hasta la saciedad —y ante la sordera de la Iglesia— las víctimas de pederastia, el Vaticano ha utilizado desde hace décadas la táctica de transferir “de una parroquia a otra, o a otros países, a abusadores de niños bien conocidos, en un intento por encubrir sus crímenes”. Una práctica “documentada por varias comisiones nacionales de investigación” que, además de revestir a los culpables de total impunidad, provoca un efecto aún más devastador: “La movilidad de los responsables”, explican los expertos del Comité sobre los Derechos del Niño, “ha permitido a muchos sacerdotes mantenerse en contacto con menores y continuar abusando de ellos. Hay todavía muchos países donde los niños siguen padeciendo alto riesgo de abuso sexual. Se ha reportado —insiste el informe— que decenas de responsables de abusos sexuales siguen en contacto con niños”.

La presidenta del Comité, la noruega Kirsten Sandberg, realizó unas declaraciones a la altura de la dureza del informe: “El Vaticano infringe la convención sobre los Derechos del Niño, porque no hizo todo lo que tendría que haber hecho para proteger a los menores. Y no estamos hablando de simples recomendaciones de buenas prácticas, sino de que el Vaticano viola la Convención —a pesar de haberla ratificado en 1990—porque no protege a los niños a pesar de que existe la posibilidad de hacerlo. Frente al escándalo de la pederastia, las autoridades eclesiásticas impusieron un código de silencio y prefirieron preservar la reputación de la Iglesia y proteger a los responsables por encima del interés supremo de los niños”.

El informe se produce dos semanas después de que el representante de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Silvano Tomasi, acudiese a Ginebra para declarar ante la comisión, pero ni aportó datos ni mostró una preocupación acorde con la gravedad del problema y con las directrices que, al parecer, ha cursado el papa Francisco. Tomasi dijo entonces que sí, que se trata de “un hecho especialmente grave”, pero que abusadores también hay “entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo”. Ayer, al conocer el contenido del durísimo informe, monseñor Tomasi declaró: “La primera reacción es de sorpresa porque parece que ya estuviera preparado antes del encuentro de hace dos semanas entre el comité y la delegación de la Santa Sede. En el informe falta una perspectiva correcta y actualizada de la actuación de la Iglesia, que ha realizado una serie de cambios en relación a la protección de los niños difícil de encontrar al mismo nivel en otras instituciones o Estados (…). Se habla de 40 millones de casos de abusos sexuales a niños en el mundo. Por desgracia, algunos de ellos afectan a personas de la Iglesia. ¡Pero la Iglesia ha respondido y reaccionado! ¡Y lo seguirá haciendo!”. Por su parte, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, aseguró durante su visita a Madrid que “en los próximos días o semanas”, el Vaticano explicará el funcionamiento de una nueva comisión creada al efecto por mandato del papa Francisco.

Una nota de la oficina de prensa del Vaticano, sin embargo, informó de que el Vaticano “lamenta ver en algunos puntos del informe un intento de interferir en las enseñanzas de la Iglesia católica sobre la dignidad de las personas y el ejercicio de la libertad religiosa”, si bien aseguró que “toma nota” y reiteró el “compromiso de defender y proteger los Derechos del Niño, en línea con los principios promovidos por la Convención”.

A este respecto, uno de los expertos de la ONU, Benyam Mezmur, puso de manifiesto las contradicciones del Vaticano: “Por un lado dicen que no pueden ser responsables por cada delito que cometen los católicos en el mundo, pero al mismo tiempo se niegan a cooperar con las autoridades de cada país. No se puede actuar por ambas vías. O se tiene influencia sobre el clero o no. Y la evidencia demuestra que sí hay influencia”.

Una admisión a regañadientes

Benedicto XVI.Su papado se vio marcado por los casos de pederastia. Uno de los más destacados fue el de 2009 sobre décadas de abusos y malos tratos en orfanatos, reformatorios y escuelas de propiedad o dirigidas por miembros de la Iglesia católica en Irlanda. El actual Papa emérito decretó la tolerancia cero con los abusos tras ser acusado de encubrir a pederastas durante sus años como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Guía interna. En 2010, el Vaticano publicó su guía interna contra los abusos. En ella exhorta a los obispos a denunciar a los pederastas a la justicia ordinaria.

Simposio. El Vaticano reunió en 1012 a superiores de órdenes religiosas, obispos y víctimas de abusos.

Francisco. Al poco de iniciar su pontificado, el Papa cambia el reglamento jurídico del Estado Ciudad del Vaticano y endurece las penas para los abusos de menores. En diciembre se creó una comisión específica.

ONU. El 16 de enero pasado, el portavoz del Vaticano en la ONU compareció ante un grupo de expertos, pero eludió el asunto.

Francisco tiene la palabra

Durante el vuelo de regreso de Río de Janeiro, cuando le preguntaron por monseñor Nunzio Scarano, el alto cargo del Vaticano acusado de blanquear grandes cantidades de dinero sucio a través del IOR –el Instituto para las Obras de Religión (IOR)–, el papa Francisco dijo: “No lo han detenido por ser la beata Imelda”. Jorge Mario Bergoglio mostraba así su desprecio público por quien, aprovechándose de los privilegios del Vaticano, se enriquecía y enriquecía a sus poderosos amigos –empresarios, políticos, tal vez mafiosos— bajo el manto protector de la Iglesia. Aquellas palabras, seguidas de una disposición jamás antes vista a colaborar con la justicia italiana –de hecho, Scarano sigue en la cárcel–, fueron saludadas por quienes están convencidos de que Bergoglio irá más allá de las frases de impacto.

Ahora tiene la oportunidad de demostrarlo. El pozo negro de la Iglesia católica no es el banco del Vaticano con su historia de crímenes y sus cuentas aún ocultas, ni las peleas de poder entre cardenales que amargaron el pontificado a Joseph Ratzinger. El pecado mortal del Vaticano, ese que, según la ONU, se sigue cometiendo cada día, sin señales de arrepentimiento verdadero ni de propósito de enmienda, es el de los abusos a menores. Por tanto, la pederastia en el seno de la Iglesia, ese delito infame que ha arruinado la vida a millones de personas desde hace décadas, está llamada a ser la piedra de toque del pontificado de Francisco. Lo que ha denunciado ahora la Convención sobre los Derechos del Niño no es, desgraciadamente, ninguna novedad. Marie Collins, una mujer irlandesa que padeció de niña los abusos de un sacerdote, se lo contó en febrero de 2012 a los representantes de 110 conferencias episcopales llamados a Roma por Benedicto XVI para ver si se enteraban de una vez –o sea, para que dejaran de hacerse los locos de una vez— de esa tragedia tremenda, de ese crimen vergonzoso. Pero sí tiene que ser una novedad la manera en que la Iglesia afronte esa vergüenza mundial.

Si Ratzinger utilizó sus escasas fuerzas para intentar cambiar de rumbo la actitud de la Iglesia después de que Juan Pablo II amparase y protegiese a uno de los más grandes pederastas de la Iglesia, el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, Jorge Mario Bergoglio no tiene más remedio que ir mucho más allá. La comisión que ha encargado y que, según todos los indicios, dependerá de la Congregación para la Doctrina de la Fe, no puede adormecer de nuevo el problema, esconderlo tras presunciones de inocencia, correcciones fraternas ni falsos secretos de confesión. Y la casualidad ha querido que, durante estos días, los Legionarios de Cristo estén reunidos en Roma para decidir el futuro de la congregación después del gran golpe de descrédito provocado por los crímenes de Maciel, un santón con pecados suficientes como para agotar las llamas de tres infiernos.

Dice el arzobispo Silvano Tomasi que pederastas los hay también en las instituciones más prestigiosas. Puede ser. Pero ninguna de esas organizaciones ha tenido –y tiene, según la ONU– un sistema tan eficaz para esconder a los culpables, un mecanismo tan macabro para convertirlos en culpables a través de la culpa y una demarcación tan grande –el mundo entero — no sólo para ocultar a los criminales, sino para permitirles que sigan poniendo sus sucias manos sobre niños indefensos. Francisco, el hombre del año, puede convertirse en el hombre del siglo si es capaz de poner freno a la infamia.

EL PAIS: Protestas por los derechos de gais y lesbianas antes de los Juegos de Sochi

Organizaciones de homosexuales se movilizan contra la legislación discriminatoria rusa

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La ley contra lo que el Gobierno ruso define como “propaganda homosexual” es la china en el zapato de la gran ceremonia propagandística que Putin espera alrededor de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, que se inauguran el viernes. El último aldabonazo se ha dado este miércoles con una serie de concentraciones en todo el mundo (la de Madrid estaba prevista a las 17.30 en la plaza del Callao) organizada por el colectivo All Out (Todos fuera, llamado así en alusión a la expresión en inglés Outing, que en español se ha traducido como salir del armario).

La polémica por la posibilidad de que hubiera arrestos de deportistas o visitantes a Sochi por manifestarse como gay no consiguió ser acallada ni siquiera por Putin, cuando dijo que no se intervendría “salvo que se molestara a los jóvenes”. Esta es, en teoría, la difusa línea que separa lo que es punible y lo que no en Rusia para los gais y lesbianas, ya que la ley no prohíbe expresamente serlo o tener relaciones con personas del mismo sexo, sino cualquier manifestación pública que pueda ser interpretada como propaganda (o, en lenguaje occidental, normalización).

Las dudas crecieron cuando un activista gay fuera detenido por enarbolar una bandera arco iris, símbolo del movimiento por los derechos del colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) al paso de la antorcha olímpica el 21 de enero. El alcalde de Sochi, Anatoli Pakhomov, añadió más leña al fuego al apoyar la ley y justificarla diciendo que en su ciudad, simplemente, “no hay gais”.

La polémica es constante desde que se promulgara la ley. Es verdad que los intentos de organizaciones como la ILGA (Asociación Internacional de Lesbianas y Gais) porque hubiera un boicoteo similar al que se mantuvo durante décadas con Sudáfrica por su política racista han fracasado, pero esta política discriminatoria rusa ya ha tenido numerosas consecuencias. Por ejemplo, el malestar por la homofobia del Gobierno es una de las causas para que delegaciones como la de Alemania o Francia hayan reducido su nivel, con la negativa de sus respectivos presidentes, Joachim Gauck y François Hollande a asistir a la inauguración. También la Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía en la Unión Europea, Viviane Reding, que ha dicho que no acudirá a los juegos como protesta. Por otro lado, el ministro de Sanidad noruego, Bent Høie, ha anunciado que asistirá a los Juegos paralímpicos, que se celebran en paralelo, con su marido, infoma la web Dosmanzanas.com. El Gobierno español no se ha manifestado al respecto.

También el presidente de EE UU, Barack Obama, ha protestado por la ley, y no solo ha reducido el nivel de su delegación. También, simbólicamente, ha hecho que en esta figure a una deportista abiertamente lesbiana, la extenista Billie Jean King, ganadora de 39 títulos de Grand Slam entre individuales, dobles y mixtos.

Por parte de los deportistas en activo también se ha rechazado un boicoteo, pero se han anunciado gestos que pueden poner en solfa la tradicional tregua olímpica. Así, los patinadores Blake Skjellerup, de Nueva Zelanda, y la canadiense Anastasia Bucisi han anunciado que desfilarán con una insignia de la bandera arco iris, en abierto desafío a la ley rusa.

Otros deportistas que se han manifestado, según el recuento que ha hecho la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de España son el patinador estadounidense Johnny Weird, quien afirmó en agosto que tenía miedo de asistir a los Juegos y ser detenido por ser “demasiado gay”, y los padres de la atleta lesbiana australiana Belle Brockhoff, que manifestaron la preocupación por la participación de su hija.

El último que se ha unido a las protestas ha sido el nadador olímpico finlandés Ari-Pekka Liukkonen, quien salió del armario antes de los Juegos de Sochi para protestar por la política rusa. “Quería empezar un debate más amplio en conexión con Sochi, porque es muy triste que la legislación de Rusia sea restrictiva con los derechos humanos de las personas”.

EL PAIS: Ban Ki-moon clama en Sochi contra la discriminación de los homosexuales

 

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Ban Ki-moon se dirige a la asamblea general del Comité Olímpico Internacional en víspera del inicio de los Juegos de Sochi. / REUTERS-LIVE!

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha condenado este jueves en Sochi (Rusia), en un discurso ante la 126 Sesión del COI, cualquier discriminación contra los homosexuales y ha llamado a “alzar la voz” contra los ataques que puedan sufrir.

Ban Ki-moon ha abordado así de forma directa uno de los asuntos que ha generado mas polémica durante la preparación de los Juegos Olímpicos de Invierno que mañana se inauguran en Sochi, debido a la aprobación en Rusia de leyes consideradas discriminatorias para el colectivo homosexual.

En su intervención de hoy ante la asamblea olímpica, el secretario general ha señalado que era consciente de que “el artículo 6 de la Carta Olímpica subraya la oposición del COI a toda forma de discriminación”.

“Debemos alzar nuestras voces contra los ataques a lesbianas, gays, bisexuales, transexuales o intersexuales”, ha enfatizado. “Debemos oponernos a los arrestos, encarcelamientos y restricciones discriminatorias que padecen”, ha asegurado.

Es la primera vez que un secretario general de Naciones Unidas interviene ante una Sesión (asamblea plenaria) del COI.

“Hoy estoy en Sochi para ser testigo de la unión de los países en un espíritu de buena voluntad y amigable competencia”, ha dicho.

Tras referirse a las iniciativas conjuntas emprendidas por el COI y la ONU para convertir el deporte en una herramienta de cambio social, ha señalado que ambas organizaciones comparten los mismos ideales de “sostenibilidad, universalidad, solidaridad y no discriminación”.

Ban Ki-moon ha vuelto a hacer una llamada al seguimiento de la Tregua Olímpica mientras duren los Juegos de Sochi.

El presidente del COI, el alemán Thomas Bach, ha respondido con un discurso en el que ha destacado igualmente que el deporte “está a favor del respeto y en contra de toda discriminación”.

“Los principios olímpicos son los principios de las Naciones Unidas”, ha agregado.

Ban Ki-moon asistirá mañana a la ceremonia de inauguración de los Juegos de Sochi, un acto que se saltarán otros dirigentes mundiales, precisamente como forma de expresar su desacuerdo con la legislación rusa relativa a los homosexuales.

 

EL CORREO: Google declara la guerra a la homofobia olímpica de Sochi

“La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación”, cita en su ‘Doodle’ dedicado a los Juegos de Invierno

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Google hace un guiño popular luciendo una bandera multicolor en apoyo a la comunidad gay. / R.C.

Como ya es una tradición, Google trata de conmemorar mediante sus doodles eventos internacionales, personalidades o fechas históricas. El portal hace este viernes un guiño popular y esperado luciendo una bandera multicolor en apoyo a la comunidad gay y a los atletas que participarán en los Juegos de Invierno en Sochi (Rusia).

«La práctica deportiva es un derecho humano. Toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y fair play», dice un texto que acompaña la imagen y que Google atribuye a la Carta Olímpica.

El gigante tecnológico se une así al movimiento de reivindicación de los derechos de los homosexuales, que están siendo vulnerados en Rusia, cuyas prácticas homofóbicas (incluyendo la penalización de publicidades que hagan ‘apología’ a la homosexualidad) han sido condenadas públicamente por distintos países y organizaciones mundiales.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que todos los deportistas y aficionados serán bienvenidos a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, independientemente de su orientación sexual. El jueves el diario londinense “The Guardian” publicó una carta abierta firmada por más de 200 escritores, entre ellos Günter Grass, Salman Rushdie y Jonathan Franzen, en la que se denuncia la legislación anti-gay y sobre difamación en Rusia porque consideran que son un ataque a la libertad de expresión.

El año pasado la Duma o cámara de diputados rusa aprobó una ley que prohíbe la propaganda homosexual entre los menores, lo que provocó protestas de las organizaciones humanitarias. también se han restablecido leyes sobre difamación recogidas en el código penal. Otros firmantes de la carta abierta son Wole Soyinka, Elfriede Jelinek, Orhan Pamuk, Carol Ann Duffy, Edward Albee, Julian Barnes, Ian McEwan, Alejandro Sánchez-Aizocorbe, Carme Arenas y Charlotte Gray.

La cita inicia formalmente este viernes 7 de febrero a las 20:14 horas (local) y termina el día 23. El principal escenario de acción será el Parque Olímpico, una villa de más de 10 kilómetros cuadrados.

NAIZ: Los Juegos más polémicos y más caros de la historia se inauguran hoy en Sochi

Las protestas en todo el mundo por la ley contra la propaganda homosexual en Rusia y los 50.000 millones de dólares que costará la organización del torneo han agitado las horas previas a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno, cuyo programa deportivo comenzó este jueves en Sochi.

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Contra viento y marea, mientras arrecian las críticas, el Gobierno de Vladimir Putin ha logrado convertir el principal balneario soviético y ruso a orillas del mar Negro en la capital mundial del deporte de invierno.

La llamada ritual a la tregua olímpica hecha por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, iluminó, la víspera de la ceremonia inaugural, el oscuro panorama de una competición que estuvo a punto de resucitar un boicot que ya sufrieron los Juegos de Verano de Moscú’80.

La polémica troncal en torno a los Juegos, sin embargo, se centra en la ley contra la propaganda homosexual introducida en Rusia, que ha levantado oleadas de críticas en todo el mundo contra el gobierno de Vladimir Putin.

Ban Ki-moon ha condenado, en un discurso ante la 126 Sesión del COI, cualquier discriminación contra los homosexuales y ha llamado a «alzar la voz» contra los ataques que puedan sufrir.

Ban Ki-moon asistirá hoy a la ceremonia de inauguración de los Juegos de Sochi, un acto que se saltarán otros dirigentes mundiales, precisamente como forma de expresar su desacuerdo.

Putin asegura que «Rusia está preparada para los Juegos» y precisa que «el principal objetivo es convertir los Juegos Olímpicos de Sochi en una fiesta para todos los amantes del deporte en el mundo».

Algunos deportistas homosexuales han expresado su temor a la discriminación durante su estancia en territorio ruso, y otros se han mostrado dispuestos a escenificar su apoyo a las minorías sexuales.

50.000 millones de inversión

Rusia, cuya última experiencia como organizadora olímpica data de hace 34 años, cuando acogió en el estadio Lenin los Juegos de verano de 1980, se juega mucho en Sochi en términos de imagen, después de haberse gastado 50.000 millones de dólares, multiplicando por cuatro los 12.000 previstos.

Los de Sochi serán los Juegos Olímpicos más caros de la historia. Su coste supera ampliamente a los anteriores de Invierno, organizados por la ciudad canadiense de Vancouver (8.300 millones), y también a los de verano de Beijing 2008, cuyo coste ascendió a 42.000 millones de dólares.

La seguridad de los Juegos, amenazados por la guerrilla islamista del Cáucaso, está garantizada, según el Kremlin, con decenas de miles de policías, buques de guerra, drones y baterías antiaéreas.

Casi 6.000 deportistas de 88 países competirán durante las próximas dos semanas por las 98 medallas en juego en modalidades como esquí alpino, hockey sobre hielo, bobsleigh, biatlón o snowboard. Entre ellos estarán presentes los deportistas vascos Imanol Rojo, Paul de la Cuesta y Lucas Egibar.

EL PAIS: El PP europeo rechaza un informe que reclama derechos de gais y lesbianas

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¿Debería la UE trazar un plan para proteger los derechos fundamentales de gais, lesbianas y transexuales? ¿Es necesario asegurarse de que en Europa no se tolera la homofobia? El Parlamento Europeo acaba de responder sí a estas dos preguntas al aprobar por una muy holgada mayoría el informe que reclama acciones para defender a un colectivo en el que la mitad de sus integrantes dice haberse sentido discriminado, y un cuarto reconoce haber recibido amenazas o ataques físicos.

Pero este diagnóstico no lo comparte el Partido Popular Europeo, que ha votado en contra. 130 diputados del grupo mayoritario en la Cámara de Estrasburgo rechazaron el informe escrito por la verde austriaca Ulrike Lunacek. Solo 69 parlamentarios populares respaldaron un documento que previamente se había aligerado para no despertar las susceptibilidades de los más conservadores.

Entre los eurodiputados del PP contrarios al informe hay cuatro españoles: Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras, Cristina Gutiérrez-Cortines y José Ignacio Salafranca. Mayor Oreja acudió a las anteriores elecciones como cabeza de lista de los populares, pero ya ha anunciado que no se presentará en los comicios del próximo mes de mayo. Vidal-Quadras, por su parte, ha abandonado el partido con el que consiguió un escaño y ha dado su apoyo a la nueva formación ultraconservadora Vox.

Los que se han opuesto a firmar el documento antidiscriminación manejan dos argumentos. El primero es que este es un tema en el que Europa carece de competencias, y que por lo tanto no tiene sentido aprobar un informe que resultará papel mojado. El segundo, defendido por los más conservadores, ataca directamente a la filosofía del informe de defensa de los derechos gais. Entre los opositores abundan los eurodiputados polacos y de otros países del Este.

La resolución, que ha contado con el voto positivo de 394 diputados —frente al no de 176 y la abstención de 72— reclama a la Comisión Europea y a los Gobiernos nacionales que cooperen para proteger los derechos del colectivo LGTB. La votación no obliga a nada ni tendrá ningún efecto directo. “El derecho europeo no alcanza por sí solo a imponer la remoción de legislaciones que contengan discriminaciones. Es un mensaje, una señal política del Parlamento Europeo”, explica el diputado socialista Juan Fernando López Aguilar.

Estrasburgo reclama, entre otras medidas, que los Gobiernos reformen sus legislaciones sobre crímenes de odio (contra el racismo y la xenofobia) para incluir los ataques por razón de discriminación sexual, anima a la Comisión Europea a asegurarse de que los derechos de movimiento de las familias incluyan aquellas formadas por parejas del mismo sexo y a promover los programas en las escuelas contra el acoso a estudiantes gais, lesbianas o transexuales. “Los Estados miembros deberían también introducir cambios o revisar los procedimientos de reconocimiento de género para respetar íntegramente el derecho a la dignidad y a la integridad de su cuerpo de los transgénero”, añade la ponente, Ulrike Lunacek.

EL PAIS: Brasil después de aquel beso

Juan Arias

Nunca un beso tuvo tanta resonancia nacional en Brasil como el de los dos gais de la novela Amor à vida de TV Globo. Lo importante es que la resonancia fue notoriamente positiva, casi una fiesta. ¿Significa eso que la sociedad brasileña está madurando en su grado de aceptación de los diferentes? ¿Brasil es otro después del viernes 31 de enero de 2014 cuando, a las 23.08, dos homosexuales se besaron ante millones de personas sin que nadie se escandalizara?

He leído críticas desde Argentina por Internet de personas que critican a Brasil por la “absurda resonancia” despertada por un simple beso gay. Y critican a este país de ser un país “socialmete atrasado”.

Se equivocan esos nuestros hermanos argentinos. Quizás Brasil proceda más lento que otros en su conquista de las igualdades sociales, de la defensa de los derechos humanos y de la aceptación de los diferentes, pero tiene una cualidad: cuando lo hace no vuelve atrás. En los últimos 20 años, a pesar de los graves retrasos en algunos temas de derechos sociales, Brasil ha avanzado de manera significativa.

Hoy la mayoría (54%) de los brasileños acepta el matrimonio entre personas del mismo género y ha subido de un 40% a un 54% el porcentaje de los que ven con buenos ojos que una pareja de gais o lesbianas adopten hijos, algo impensable hace solo algunos años.

Suele también decirse que la sociedad brasileña es más atrasada, más conservadora y de derechas que el Congreso. El beso de TV Globo y la simpatía despertada en todo el país por aquella escena revela que no siempre es así. Hoy por ejemplo, está parada en el Congreso una ley que considera crimen la homofobia. Los ilustres y progresistas congresistas no son capaces de aprobarla a pesar de haber habido en 2012 la cifra espantosa de 338 asesinatos homofóbicos o transfóbicos, un 27% más que en 2011 como recordó en este diario Talita Bedinelli en su preciosa crónica. Todo ello porque el grupo de diputados evangélicos impide su aprobación. Un grupo que es más conservador e intransigente que su mismo público religioso ya que no cabe duda, que entre los millones de telespectadores que vieron con simpatía quebrarse el tabú del beso gay, una buena parte (quizás una mayoría) era de evangélicos. Y no parece que se hayan escandalizado. En estos tiempos de manifestaciones callejeras no ha habido ni un pequeño grupo que haya salido a protestar contra aquel beso.

En Brasil -como en general en los países latinoamericanos- la aceptación de los diferentes y el respeto a que cada uno use con libertad su propio cuerpo y pueda vivir sin ser discriminado por su sexualidad ha avanzado en los últimos tiempos.

A todos los verdaderamente demócratas les gustaría que ese proceso fuera más rápido, pero en realidad hoy las cosas avanzan en pocos años más que antes en siglos. Hace solo 70 años (no siglos) en la hoy moderna y secularizada España, los sacerdotes y obispos lanzaban desde los púlpitos de las Iglesias anatemas contra los católicos que frecuentaban las playas y contra las mujeres que osasen aparecer en ellas en biquini, una prenda de la que se decía que era “objeto de pecado” e “inventada por el demonio”.

Las autoridades franquistas, obedientes con la Iglesia, prohibieron el uso del biquini, lo que provocó escenas grotescas como la de los guardias civiles vigilando en las playas para llevarse a la comisaría a las mujeres “indecentes” que seguían usándolo. Se cuenta que una mañana un guardia se encontró con una turista en una playa del sur y le preguntó si no sabía que estaba prohibido estar allí con un traje de baño de “dos piezas”, es decir, en biquini. La turista- debía ser británica por su humor- le respondió: “Entonces, señor guardia, dígame cual de las dos piezas me quito”. Y eso fue prácticamente ayer.

¿Y los gais? A ellos se les llamaba despreciativamente maricas, un apelativo que constituía la mayor afrenta, el mayor insulto capaz de hacerse a un hombre, que debía ser “cuanto más macho mejor”. Los diferentes eran mariquitas y el dictador Franco los odiaba y perseguía.

Que las cosas han cambiado es innegable; que Brasil después del beso gay será más abierto a las diferencias también es muy posible. Nadie, es verdad, va a pensar que a partir de hoy se acabarán las agresiones y asesinatos de homosexuales, pero es muy posible que esa cifra que avergonzaba a esta sociedad de 338 asesinatos homofóbicos pueda disminuir a partir de ahora. Con que un solo homosexual menos fuera asesinado ya valdría la pena aquel beso de la televisión.

Los analistas sociales están convencidos de que el avance que Brasil ha hecho en estos años en la batalla a favor del respeto a las diferencias se ha debido en buena parte a una sociedad más consciente y abierta que, junto con los grandes medios de comunicación y las redes sociales, ha criticando machaconamente los intentos de las fuerzas más reaccionarias contra los homosexuales.

Hubo gais que hasta lloraron de alegría y emoción viendo caer aquel tabú caer en TV Globo. Lo entiendo. Esos millones de diferentes han sufrido ya demasiadas humillaciones y hasta el papa Francisco tuvo que salir en su defensa. Ha llegado la hora de que puedan vivir en paz como los demás ciudadanos.

Lo que sería positivo es que, ya que la sociedad se está acercando a ellos para comprenderles y defenderles, también ellos hicieran un esfuerzo para reconocerlo. Existe. por ejemplo, una expresión usada por los gais que quizás debería desaparecer de su diccionario ya que al haber cambiado la sociedad podría carecer de interés. Me refiero al orgullo gay. Es cierto que era una provocación a los que nos creíamos superiores por no serlo. Hoy, que empezamos a aceptarnos todos como iguales, esos orgullos deberían desaparecer para enarbolar juntos, gais y no gais, la misma bandera de la libertad para vivir la propia sexualidad.

Deberíamos sentirnos felices y orgullosos, todos, de haber avanzado en la aceptación de los que hasta ayer considerábamos diferentes de forma negativa. Sentirse todos iguales respetando nuestras diferencias es la mejor conquista civilizatoria. Brasil se ha puesto en camino. Y con un beso. En la filosofía gnóstica, que estuvo a punto de convertirse en la primera teología del cristianismo, el beso significaba además de un símbolo de afecto sexual, “trasmisión de sabiduría”, algo que no entendió la Iglesia cuando se escandalizó de que en los evangelios gnósticos se leyera que Jesús “besaba en la boca” a María Magdalena. De eso hace más de dos mil años.