Obama: La sentencia que recibió Manning fue “desproporcionada”
El tiempo de Barack Obama en la Casa Blanca se agota y el 44º presidente de Estados Unidos continúa cerrando los últimos capítulos de su mandato y despidiéndose. Este miércoles, en su última intervención pública, Obama le dijo adiós de los periodistas desde la sala de prensa de la Casa Blanca, una estancia en la que se ha dejado ver en otras 164 ocasiones.
En su discurso, de poco más de cinco minutos antes de dar la palabra a la prensa, Obama agradeció el trabajo de los periodistas y destacó la prensa libre como pieza clave en el sistema democrático. “EEUU y la democracias os necesita”, subrayó remarcando cómo el trabajo conjunto desde la sala de prensa ha sido enriquecedor para todos. “Teneros en este edificio, hace que este lugar funcione mejor”, apuntó Obama.
No parece casual la elección del escenario para su último adiós. La administración Trump baraja trasladar estos encuentros fuera de la Casa Blanca hasta el edificio Eisenhower, según confirmó el jefe de gabinete entrante Reince Priebus hace unos días. El presidente electo mantiene una guerra encarnizada con los medios desde la campaña electoral.
En este foro, Obama expresó su preocupación por “la desigualdad” en EEUU y se refirió a esas personas que votaron por Trump “porque se sentían olvidados”. También lamentó lo complicado que es votar en el país y cuántas personas no lo hacen. “Esta es la única democracia que hace más difícil y no más fácil votar”, señaló apasionadamente hacia el final del encuentro en el que deseó buena suerte a los periodistas en la nueva era.
Como se esperaba la primera pregunta fue sobre la pena conmutada a Chelsea Manning, que saldrá de la cárcel en mayo, y las críticas recibidas. Obama aseguró sentirse “muy cómodo” con la decisión adoptada ya que Manning ha cumplido “una sentencia de prisión dura”, “desproporcionada” y se “hizo justicia”, añadió, en comparación con otros filtradores. Tampoco faltaron cuestiones relacionadas con las sanciones a Rusia o su legado en materia de derechos civiles. En cuanto a Rusia, el presidente saliente dijo que los intereses americanos y del mundo es tener “una relación constructiva con Rusia”. A lo que ha añadido que el regreso de Putin a la presidencia ha hecho que aumentara la retórica antiamericana en Rusia y que volver al espíritu de adversidad que existía durante la guerra civil ha hecho que la relación sea más difícil”.
Preguntado por sus conversaciones con el presidente electo Trump, Obama sólo señaló que han sido cordiales y bromeó sobre la temperatura que hará este viernes en la toma de posesión; tan fría como la suya hace ocho años.
El viernes tomará posesión el presidente electo Donald Trump, sobre quien ha dicho que muchos de sus puntos de vista serán dados forma por sus consejeros. Obama ha expresado que “los valores fundamentales” de EEUU están en juego.
El presidente también dedicó unas cariñosas palabras al ex presidente George Bush padre y su esposa Barbara, hospitalizados en Houston (Texas) nada más iniciar la rueda de prensa. “Son realmente personas maravillosas”, dijo el tras recordar la ayuda y apoyo que han recibido de los Bush estos años.
Obama dice adiós con un alto índice de popularidad y es considerado “un gran presidente” por un cuarto de los estadounidenses; otro cuarto estima que es bueno. Según el último sondeo de la cadena CNN, un 63% de los consultados tienen una opinión favorable de él. La buena imagen parece recíproca. “Cada día he aprendido de vosotros. Me hicisteis mejor presidente y mejor hombre”, dijo a los estadounidenses en su último discurso ‘de los sábados’. Un discurso en el que volvió a insistir en lo necesario que es la participación ciudadana: “No podemos dar por sentada nuestra democracia”.
Coincidiendo con la campaña electoral y la inesperada victoria de Trump, el índice de aprobación del presidente saliente ha aumentado considerablemente en estos últimos meses hasta volverse a situar a los niveles de hace ocho años cuando tomó posesión. A día de hoy un 60% de los encuestados aprueban la gestión de Obama como en junio de 2009. Una cifra que sólo superan Bill Clinton, aprobado por el 66% de los estadounidenses al final de su mandato en enero 2001, y Ronald Reagan, que lo hizo con el apoyo del 64% en enero de 1984.
Índice de popularidad
La presidencia de Obama es vista como un éxito por el 65% de los encuestados, que lo atribuyen sobre todo a la fortaleza personal del ex senador por Illinois. Pero no todo son parabienes par el presidente saliente. Respecto a las políticas implementadas en estos ocho años, los estadounidenses suspenden a Obama por cómo ha gestionado el terrorismo de Estado Islámico. El 55% de los encuestados desaprueba su actuación frente a un 42% que la aprueba. Tampoco están satisfechos con la política migratoria y la relacionada con las armas, encaminada a imponer más controles.
Respecto a la reciente decisión de cesar la política de “pies secos, pies mojados”, el presidente saliente ha señalado por qué hacer diferencias entre cubanos e inmigrantes procedentes de El Salvador o Guatemala. Además de apuntar que se trata de una vieja manera de pensar que no tiene sentido nunca más. EEUU y Cuba alcanzaron política migratoria “justa y apropiada”, afirma Obama.”Hay una diferencia entre el normal funcionamiento de la política y ciertos temas donde nuestro valores medulares pueden estar en riesgo (…) Pongo en esa categoría los esfuerzos institucionales de silenciar el disenso y la prensa, y por deportar chicos que crecieron aquí y en la práctica son estadounidenses”, dijo Obama en su última rueda de prensa.
Como ha repetido en numerosas entrevistas, el control de armas es el asunto que más ha frustrado al presidente durante su presidencia. Y el que le ha hecho verter lágrimas públicamente. En enero de 2016, durante el anuncio de su acción ejecutiva en esta materia tras los portazos del Capitolio. Hace unos días volvió a emocionarse en Chicago. Pero en esta ocasión al hablar de su esposa durante el discurso de despedida.
La mudanza de los Obama al barrio de Kalorama comenzó hace unos días. A las puertas de su nueva residencia -a menos de tres kilómetros de la Casa Blanca- ya se han avistado varios camiones con pertenencias de la familia. El presidente saliente ve con optimismo el futuro. “Creo en este país y en su gente”, subrayó antes de insistir en que en su “corazón, creo que va a ir todo bien”.