Houston pone en peligro ser sede de la Superbowl al rechazar una ley contra la discriminación de los gays
¿Se celebrará la Superbowl, o sea, la final de la liga de fútbol americano, el 5 de febrero en Houston, como está previsto?
En teoría, sí. Pero la derogación en referéndums ayer de una ordenanza municipal que prohibía cualquier forma de discriminación por orientación sexual, raza, sexo, nacionalidad o salud ha arrojado dudas sobre el evento. A fin de cuentas, una ley similar aprobada por el estado de Indiana acabo siendo derogada por el coste que tuvo para el turismo.
La ordenanza ha sido tumbada por un amplio margen en un referéndum del que todavía no hay datos definitivos. Y el factor clave de la decisión de las urnas ha sido la equiparación absoluta de los homosexuales y personas que han cambiado de sexo a cualquier otra minoría racial o religiosa o a personas con discapacidades físicas o psíquicas. La norma ya había sido aprobada en más de 200 núcleos urbanos estadounidenses. Entre sus defensores estaban la Casa Blanca y del gigante de la electrónica Apple, cuyo presidente y consejero delegado, Tim Cook, salió del armario hace algo más de un año.
Los conservadores de Houston -qué es la cuarta mayor ciudad de Estados Unidostras New York, Los Angeles, y Chicago, y es la capital del petróleo del país- han estado dirigidos por grupos evangélicos protestantes, han afirmado que la nueva normativa municipal permitiría a hombres vestidos de mujer entrar en baños públicos femeninos y cometer violaciones.
Puede ser un argumento un poco surrealista. Pero, de que no cabe duda, es de que ha sido efectivo. “No a los hombres en baños de mujeres” ha sido el eslogan de la campaña en contra de la ordenanza municipal.
El resultado del referéndum es ciertamente sorprendente si se tiene en cuenta que, en el año 2009, esa ciudad de se convirtió en la primera gran urbe de estados unidos que elegía a un alcalde abiertamente homosexual, Annise Parker, que además se casó el año pasado.