Holanda rechaza el asilo a un iraquí por “no demostrar suficientemente” su homosexualidad
- Huyó de Irak después de que su familia se enterase de que era homosexual y le amenazaran de muerte
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“Están siendo días muy duros”, reconoce a EL MUNDO Sahir Ahmad. Este joven de 29 años recibió una carta de la Justicia holandesa denegando su solicitud de asilo porque, según ellos, “no demuestra suficientemente” su homosexualidad. A pesar de que él y su pareja hayan declarado y presentado pruebas en un largo proceso judicial para que Sahir pueda vivir libre y legalmente su orientación sexual en Holanda.
Este iraquí, que huyó de su familia y amigos a finales de 2015, intentaba obtener el estatus de refugiado porque es homosexual y su vida corre peligro en Irak. Consideró Holanda por sus avanzadas leyes y tolerancia hacia la homosexualidad.
Para ello, ha tenido que pasar por el tribunal para que un juez decida, basándose en los informes de Inmigración, si otorgarle esa condición y si considera suficientemente probado el riesgo que corre Sahir en su país de origen.
En su relato a la Justicia, recogido por el diario holandés PAROOL, Sahir explicó que había estado manteniendo una relación con su pareja, Mushtak Nahemy, durante diez meses, antes de decidir huir juntos fuera de Irak.
Fue uno de los hermanos de Sahir quien, leyendo unos mensajes que se había intercambiado la pareja, descubrió que llevaban tres meses manteniendo una relación homosexual y se lo comunicó al resto de la familia.
Sahir y Mushtak fueron amenazados de muerte y esa fue la razón por la que decidieron huir. Cruzaron a Turquía, después a Grecia, Austria y Alemania, hasta llegar a Holanda. Ambos pidieron el asilo, pero solo lo ha conseguido Mushtak.
Uno de los hombres de la pareja si fue considerado “suficientemente” gay, el otro no, y por eso afronta ahora la deportación a Irak. La pareja de Sahir declaró ante el tribunal que ambos mantuvieron relaciones sexuales “hasta varias veces al día”.
Ámsterdam fue escenario de una manifestación convocada por una asociación de apoyo a los refugiados homosexuales y la Izquierda Verde. Las redes sociales se han llenado de comentarios críticos con la decisión del juez.
Y el propio Sahir alerta sobre el tema. “Volver a Irak sería mi fin. Mi familia me matará en el propio aeropuerto, y sino ya lo harán después”, aseguró. Ya ha recibido una carta de Inmigración sobre su traslado a un centro de deportación para preparar su regreso a su país natal.
“¿Cómo voy a probar que soy gay?”, se preguntó. La pareja presentó fotografías de ambos junto a banderas arcoíris, videos en un barco en un canal de Ámsterdam el día del orgullo gay y el testimonio de amigos suyos que confirmaban su orientación sexual.
Su abogado, Erik Hagenaars, explicó a la prensa que la solicitud de asilo de Sahir se presentó sobre la base de su homosexualidad y aseguró que durante el proceso habían subrayado constantemente las dificultades del proceso de “autoaceptación” de ser gay.
“Algunas personas no pueden hablar acerca de sus emociones y sentimientos, y Sahir es así. La homosexualidad puede ser un problema para algunos, tanto que lo llegan a ocultar durante toda su vida”, añadió el abogado.