Fallece a los 83 años Robert Spitzer, el psiquiatra que sacó la homosexualidad del listado de trastornos mentales
Hasta el año 1973 la homosexualidad fue considerada una “perturbación sociopática de la personalidad”. Pero un psiquiatra, empeñado en clasificar empíricamente las enfermedades mentales, la sacó de la lista. El doctor Robert Spitzer, el hombre que trabajó para que la homosexualidad no fuera diagnosticada como una enfermedad mental, falleció este pasado viernes, 25 de diciembre, a los 83 años de edad. Fue su propia esposa y compañera de trabajo, la profesora emérita de la Universidad de Columbia, Janet Williams, quien comunicó que el psiquiatra murió debido a problemas cardiacos. Spitzer estaba involucrado en múltiples ediciones del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales, o DSM según sus siglas en inglés; el libro que enumera y recoge los principales trastornos.
En 1973, después de reunirse con activistas gays, el doctor Spitzer expuso a sus colegas la necesidad de sacar la homosexualidad del listado de la DSM. Entre las razones que argumentó, el psicólogo explicó que “el deseo por alguien del mismo sexo no puede ser una enfermedad mental si las personas LGBTI no tienen problemas por aceptar su propia sexualidad y se sienten cómodos al igual que los heterosexuales”. Así, Spitzre planteaba la necesidad de asumir públicamente que la homosexualidad es buena para la salud.
En lugar de apelar a la autoridad de Freud (padre del psicoanálisis), el doctor Spitzer, en una entrevista que le hicieron en la revista New Yorker en 2005 planteaba las siguientes incógnitas sobre si la homosexualidad era un trastorno psicológico: “¿Existen estudios?, ¿qué pruebas hay de que lo sean?”.
“Un trastorno médico debe estar asociado a angustia subjetiva, sufrimiento o discapacidad de la función social. ¿Realmente la homosexualidad es genética?”, explicó Spitzer al Washington Post.
En 2001, publicó un estudio de apoyo a las “terapias reparativas”, una teoría que defendía que la sexualidad se podía cambiar. Pero en 2012, se disculpó por este trabajo en un artículo que se publicó en el New York Times. “Al leer estos comentarios (sobre el estudio) yo sabía que esto era un problema, un gran problema, y no podía responder. ¿Sabe de alguien que haya cambiado realmente de orientación sexual?”, se planteaba el psiquiatra. Spitzer aseguró que esa investigación era lo único que lamentaba de su carrera.
El doctor Allen Frances, profesor emérito de psiquiatría en la Universidad de Duke y editor de una edición posterior del DSM, dijo al New York Times ‘”Spitzer fue de lejos el psiquiatra más influyente de su tiempo. Sus miles de pacientes avalan su trabajo y, a excepción de una crisis de credibilidad, elevó sus estándares científicos y los rescató de la arbitrariedad y de las opiniones sin fundamento”. “El hecho de que hoy se permita el matrimonio gay se lo debemos en parte a Bob Spitzer”, asegura el psicoanalista Jack Drescher.
Antes del DSM, un diagnóstico variaba de un especialista a otro. La redacción de un manual basado en información empírica como el que desarrolló Spitzer es “el mayor hito de la profesión”, le dijo Janet Williams, su mujer y colega a la agencia de noticias AP.