EL CORREO: Campañas y terapias se revelan insuficientes para frenar el avance del sida en Euskadi

El consejero de Salud llama al uso del condón «como la mejor vacuna» al registrarse desde hace varios años un nuevo caso cada dos días

CAMPAÑA EN NICARAGUA PARA PREVENIR EL CONTAGIO DEL SIDA

Niños se pintan un lazo rojo solidario en un acto reivindicativo, con motivo del Día Mundial del Sida. /EFE

La epidemia de sida avanza imparable, también en Euskadi, pese a la existencia de una medicación eficaz y campañas de prevención que, periódicamente, informan a la población de la necesidad de prevenirse frente a las enfermedades de transmisión sexual. Cada año, desde hace ya unos cuantos, el País Vasco registra entre 170 y 180 nuevos casos de infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), lo que supone el ‘nacimiento’ de un nuevo paciente cada dos días.

En la práctica totalidad de las ocasiones, la causa de la transmisión se debe al mantenimiento de relaciones sexuales sin protección. La situación preocupa tanto a las instituciones sanitarias que el consejero de Salud, Jon Darpón, ha aprovechado la efeméride que se conmemora hoy, el Día Mundial del Sida, para hacer un llamamiento a favor del «uso del preservativo, como la mejor vacuna» frente al VIH, mientras no exista otra profilaxis.

Las declaraciones de Darpón se enmarcan en la campaña institucional ‘Di no al sida/Esan ezetz hiesari’, que pretende concienciar a la población vasca sobre la necesidad de evitar nuevas infecciones. La terapia antirretroviral ha permitido reducir en un 92% la mortalidad, pasando de los 428 fallecidos que se registraron en 1996 a los 35 de 2012. «La esperanza de vida de las personas seropositivas -añadió Darpón- es prácticamente igual que la del resto de la población; y éste es un logro terapéutico que hemos de mantener». El desafío, sin embargo, pasa por «detener la cadena de transmisión», subrayó.

Los 33 millones de muertos y 34 millones de infectados que viven en el mundo revelan no sólo el alcance de la epidemia sino también la dificultad que entraña el control de una enfermedad ligada a algo tan íntimo como es la sexualidad. Los grandes laboratorios del mundo ensayan en la actualidad más de un centenar de prototipos de vacuna, pero los científicos son conscientes de que, aunque la logren, detener la epidemia será harina de otro costal. El sexo a menudo escapa a la razón.