¿Delito o pecado? Un vídeo evidencia el tono festivo del ‘Santísimo Coño Insumiso’
Lo más probable es que la querella católica contra CGT y varias feministas por un delito contra los sentimientos religiosos quede en nada
¿Pecado o delito? ¿Blasfemar equivale a delinquir en un Estado aconfesional? ¿Una ofensa religiosa debe estar perseguida en el Código Penal? La querella de la Asociación de Abogados Cristianos contra un sindicato anarquista y varias feministas por un supuesto delito contra los sentimientos religiosos trae de nuevo a la actualidad un debate que es recurrente entre los juristas: no en vano, la mayor parte de este tipo de denuncias acaban en el archivo judicial o en la absolución.
La asociación católica afirma en su denuncia, tramitada por una juez de Sevilla, que el 10 de abril de 2014 miembros de CGT “convocaron, organizaron y realizaron” una manifestación titulada ‘Procesión del santísimo coño insumiso’ y del ‘santo entierro de los derechos socio-laborales’, en la cual “se recreaban procesiones de Semana Santa, escenificadas en tono de burla”, todo ello “a ritmo de tamborada y presidida por el ‘paso’ de una vagina de plástico de un par de metros de altura a modo de Virgen, portada en andas”.
LOS CASOS KRAHE Y BASSI
La imputación formal que pesa sobre dirigentes de CGT de Sevilla y varias mujeres activistas de la igualdad, citadas a declarar el próximo día 4 de febrero de 2016 por la titular del Juzgado de Instrucción 10 de la capital, no es muy distinta de la que en su día llevó a los tribunales al cantante Javier Krahe o al cómico Leo Bassi, aunque ambos resultarían absueltos.
En octubre de 2005 era juzgado en Sevilla el autor de un videojuego en el que se disparaba contra nazarenos durante la Semana Santa. No era, por lo demás, muy distinto de otro muy popular en las redes sociales donde las víctimas eran miembros de la tuna universitaria. La Fiscalía pidió entonces 10 meses de multa, aunque finalmente tanto el ministerio público como las tres hermandades que ejercían la acusación particular retiraron sus cargos cuando el acusado pidió perdón y declaró que no tenía intención de ofender a nadie cuando creó el videojuego.
Y en 2004 y también en Sevilla la Audiencia absolvió a un acusado del mismo delito por subir a Internet la imagen de una Virgen acompañada de unos órganos genitales masculinos. El fallo del tribunal, aunque calificaba la imagen de “soez e irreverente”, optó por la absolución.
La querella de los fundamentalistas cristianos por la ‘procesión blasfema’ se funda en el artículo 525 del Código Penal, motivo de discordias entre juristas, el cual dice en su apartado primero: “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.
¿ES DELITO QUEMAR UNA FOTO DE DARWIN?
El apartado 2 del mismo artículo 525 especifica, por cierto, el mismo castigo para quienes “hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna”. A este respecto resulta oportuno recordar la aguda reflexión del jurista Juan Antonio García Amado, que en un comentario a la sentencia absolutoria de Krahe y tras proponer la eliminación del tipo penal referido, se preguntaba, no sin alguna sorna, lo siguiente:
“Yo les digo cómo se podría delinquir contra el sentimiento no religioso del ateo: por ejemplo, quemando públicamente una foto de Darwin o de algún científico que haya contradicho con sus demostraciones el dogma bíblico. Si de ofensas hablamos, a mí los creacionistas que van por ahí contando sus miserables memeces me hieren en lo más íntimo de mi sensibilidad. ¿Voy y me querello contra alguna de sus oligofrénicas asociaciones?”
HISTORIA DE UNA VULVA
Así empezó todo. El 10 de abril de 2014, la autodenominadaAnarcofradía del Santísimo Coño Insumiso y el Santo Entierro de los Derechos Sociolaborales realizaba su ‘salida procesional’ en Sevilla. Era la original protesta de la Confederación General de Trabajadores (CGT) contra la “represión sindical” en la empresa de transportes Damas en general, pero muy en particular contra el despido “injusto e injustificado” de Loli Martín, la única mujer perteneciente la plantilla de la compañía y de ahí la participación de activistas feministas en la protesta. Martín denunciaba haber sufrido discriminación sindical, vejaciones personales y tratos homófobos por expresar abiertamente su condición sexual.
La vulva protagonista era en realidad de titularidad malagueña y fue cedida para la ocasión al sindicato anarquista. Ataviada como una Virgen, la imagen pretendía reflejar la irritación y el descontento de unos trabajadores que estaban ‘hasta el coño’ de que sus derechos sociales y laborales fuesen pisoteados.
Tres semanas después, el 1 de Mayo otro ‘coño insumiso’ salía a las calles de Sevilla. Esta vez su ‘cofradía titular’ era la Hermandad del Sagrado Coño Insumiso a la Explotación y la Precariedad. Según recogía la crónica publicada por Andalucesdiario.es, nazarenas vestidas de negro y con el rostro cubierto con tela de colores, mantillas, saetas, plegarias y hasta bailes por sevillanas acompañaron al coño insumiso sevillano.
LOBAS, LOCAS, PUTAS, PRECARIAS, PARADAS…
Si la vulva gigante del 10 de abril era de titularidad malagueña, la que procesionó durante casi tres horas el Primero de Mayo era propiedad de la combativa ‘hermandad feminista’ Aquelarre, que se definía a sí misma en estos expresivos términos: “Somos las mujeres. Somos las lobas, las locas, las estudiantes, las putas, las precarias, las paradas, las bolleras, las heteras insumisas, las viejas, las niñas, las gordas, las flacas, las feas e incorrectas, las migrantes, las diversas funcionales, las brujas, las blancas, las madres, las abortistas, las negras, las latinoamericanas, las gitanas y las musulmanas, somos las violadas, las muertas, las maltratadas, las vejadas, las ocultas, las prohibidas, las insensatas, las feminazis, las radicales, las pesadas, las quemadas en la hoguera…”.
Para rematar la burla que tanto indignó a la Asociación de Abogados Católicos, las rebeldes cofrades simularon hasta un ‘besaclítoris’ de su invención. En algún momento de su recorrido se bailaron sevillanas reivindicativas y feministas: -Ay patriarcado, ay patriarcado, me vas a comer ‘to er coño’ a lametazos-, terminaba una de las procaces coplillas.