Chrysallis crea una nueva asociación para apoyar a familias vascas y navarras con menores transexuales

Sus promotores reclaman que Euskadi siga “el modelo” de Navarra con la aprobación de una nueva ley de transexualidad

Las representantes de la asociación de familias de menores transexuales Chrysallis, Edurne Koch y Bea Sever. LUIS TEJIDO EFE

De un tema ligado al mundo adulto y marginal a una posibilidad cada vez más real de un menor de pocos años. La organización Chrysallis Euskal Herria, de apoyo a familias de menores transexuales, ha conseguido en tan sólo cuatro años visibilizar tanto sus necesidades como el número de peticiones de información por parte de nuevas familias les ha obligado a parar durante meses. Ahora reaparecen con un nuevo proyecto centrado en el País Vasco y Navarra y dejando atrás la delegación territorial de la entidad que hasta ahora les daba soporte, Chrysallis con sede en Madrid. “El volumen de las familias asociadas, la complejidad del trabajo y las particularidades administrativas nos pedían este paso”, ha asegurado hoy Bea Sever, portavoz de la entidad.

En septiembre de 2015 tan sólo eran ocho familias de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra las que se unían para constituir la delegación de Chrysallis EH. Cuatro años después son más de 100 y a las peticiones de información de familiares se unen las de profesionales de todo tipo ligados a la infancia y juventud. “Hemos pasado de una realidad impensable a otra identificable y eso requiere nuevas formas de trabajo”, explican. Entre ellas, consideran necesario centrarse en las especificidades administrativas de Euskadi y Navarra, así como en las necesidades propias de sus familias, “cada vez más complejas”.

También ha ayudado a la decisión la búsqueda de una autonomía económica con cuotas propias de socios y la posibilidad de presentarse a convocatorias de subvenciones de instituciones vascas y navarras. “Seguiremos colaborando con las familias de todo el Estado pero necesitamos avanzar con nuestras necesidades”, remarcan.

El próximo 7 de febrero se cumplirá un año de la presentación de un borrador por parte de las familias para una nueva Ley de Transexualidad en el Gobierno Vasco, “sin que en nada se haya avanzado”. “Esta ley fue pionera en su tiempo en 2012 pero exige un cambio urgente”, explica Sever ante las medidas “patologizantes” de requerir el informe previo de un psiquiatra para que los menores sean atendidos. También reclaman un “servicio integral en Educación, así como un protocolo de formación al profesorado de forma universal”. Hasta ahora, el Gobierno vasco forma sólo a los profesores de aquellos centros donde estudio un menor transexual.

El sábado pasado, Sever acudió a Beasain, Gipuzkoa, a formar a un grupo de docentes. “La sala se quedó pequeña. Acudieron más de 100 y 60 se quedaron fuera”, ejemplifica para pedir un protocolo de formación para todos aquellos sectores que estén en contacto con menores haya o no ya un menor transexual ligada al centro educativo.

En este sentido Navarra es uno de los espejos en los que mira Sever. Una nueva ley del año 2016 centraliza la atención de todos los menores a través del servicio “Transbide”. “Existe mucho interés en la sociedad pero poco conocimiento y no sólo podemos ser nosotros los que lo compartamos información porque necesitamos atender más necesidades”, continúan.

Por eso, el próximo sábado 26 de enero a las 11.30 horas presentarán nuevo nombre, logo y página web rodeados de familiares y arropados por las principales instituciones vascas. También harán público un vídeo que esperan se convierta en viral con el testimonio de diferentes personalidades sumándose al proyecto.

El aforo ya ha sido completado por las familias de la asociación, así que habrá que estar atentos a sus nuevas redes sociales y página web para seguirlo. Entre sus objetivos, se mantienen seguir siendo una referencia internacional en la divulgación de las necesidades de la infancia transexual como lo han sido hasta ahora con las campañas informativas realizadas en las marquesinas del metro o la generación de materiales en más de ocho idiomas diferentes. “Del mismo modo que han hecho nuestras hijas e hijos, haremos un tránsito pero seguiremos siendo las mismas personas”, señalan con energías renovadas.