Tomar antivirales antes de una relación de riesgo protege del VIH
Un estudio confirma la eficacia de la profilaxis pre-exposición incluso en personas con frecuentes prácticas desprotegidas
Tomar medicamentos antivirales antes de tener relaciones sexuales sin protección es una manera eficaz de evitar ser infectado por el VIH (el virus que causa el sida) incluso para personas con frecuentes prácticas de riesgo. La publicación de los resultados del estudio PROUD enThe Lancet es un importante respaldo para este método para reducir todo lo posible el riesgo de adquirir el patógeno, que técnicamente se denomina profilaxis pre-exposición (PrEP en sus siglas internacionales; PPrE en español).
El estudio midió la utilidad de una combinación de dos medicamentos de los que se usan en los tratamientos para las personas ya infectadas por el VIH, tenofovir y emtricitabina. Pero en este caso se usaron de otra forma: dándoselo a personas que no tenían el VIH antes de que se expusieran al virus a través de sus relaciones. La idea es que, si se infecta, haya ya unos fármacos en la sangre que neutralicen al patógeno e impidan que se instale en el interior de las células del sistema inmunitario.
En este ensayo participaron 13 centros sanitarios de Reino Unido, y captaron voluntarios entre hombres que tenían sexo con hombres y que afirmaban que mantenían relaciones sexuales sin protección con potros hombres. Se apuntaron 544, de los que 275 recibieron el tratamiento, y el resto quedó formando el grupo de control. El resultado final es que entre los que tomaron la medicación hubo tres casos de infección, y 20 en el otro. Estadísticamente, ajustado por número de personas y tiempo que estuvieron en el ensayo, esto supone una reducción del riesgo del 86%.
Pero en un comentario realizado en la web aidsmap, especializada en información sobre VIH y sida, se analizan estos datos y se ve que la eficacia pudo ser aún mayor, ya que de los tres casos de infección que hubo entre quienes tomaban el tratamiento, uno era un hombre que probablemente empezó el ensayo ya infectado aunque se le detectó después, y otros dos habían abandonado la medicación.
Otra prueba de la eficacia del ensayo es que estaba previsto que el grupo placebo comenzara a tomar la medicación al año de empezar el estudio, pero este comenzó en abril de 2014 y en octubre de ese año se decidió ofrecerles también la medicación ante los buenos resultados que se estaban obteniendo.
La demostración de que la PrEP funciona aún en los casos en que más exposiciones de riesgo suceden, es que en el grupo que la tomó la incidencia del VIH fue del 1,2%, y en la del otro, del 9%. esta última cifra es muy alta, e indica que la población que participaba en el ensayo tenía frecuentes relaciones sin protección.
La conclusión de los autores del trabajo es que “debe añadirse la PrEP a la prevención estándar de hombres que tienen riesgo de contraer VIH por tener relaciones con otros hombres”. Al decir medidas estándar se insiste en que no deben eliminarse otras, como el uso de preservativos. Esto va en línea con otras afirmaciones del mismo estilo de la OMS, que afirma que ·”el reto ahora es hacer llegar” esta nueva alternativa.
En España, las guías de tratamiento para personas con VIH que acuerdan el Ministerio de Sanidad y Gesida (Grupo de Estudio del Sida de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología) aún no van tan lejos. La última es de 2015, y en ella no se nombra. “Ello se debe a que se trata de guías de tratamiento, no de prevención”, explica José Antonio Pérez Molina, secretario (equivalente a vicepresidente) de Gesida. En 2013 -antes de conocerse los resultados de estos último ensayos- sí hubo unamención en la guía: “La PrEP es un reto para los organismos internacionales”. “Teniendo en cuenta los escasos recursos existentes, se plantea la duda entre ofertar PrEP a personas no infectadas o TAR [terapia antirretroviral] a las personas infectadas. La mejor estrategia de salud pública en la actualidad es la de ofertar TAR a todos los pacientes infectados y reservar PrEP para casos muy específicos”.
El debate sigue en términos parecidos. “Es un debate que hay que abrir sin moralina”, afirma Pérez Molina. El asunto de “a quién hay que dárselo, quién lo va a financiar” tiene “suficiente entidad propia como para discutirlo aparte”. “El grado de evidencia es grandísimo, y este estudio, como el Ipergay, aportan datos de su eficacia”.
En Estados Unidos y oros países de América, el acceso a los medicamentos necesarios es solo cuestión de precio. El Centro de Control de Enfermedades de Atlanta (CDC) lo recomienda y anima a informarse y adquirir el tratamiento. En Europa, la Agencia del Medicamento (EMA) no lo ha aprobado aún. Además, si lo hiciera, en España y gran parte de Europa, los fármacos no se pueden comprar en las farmacias, por lo que tienen que ser recetados en un hospital. La publicación de este estudio es un paso para conseguir que la UE apruebe su uso.