EL PERIODICO: El Observatorio contra la Homofobia reprocha las palabras de Duran sobre la ley de LGTB
/in Sin categoría /by EditoreaEl Observatorio contra la Homofobia ha asegurado este viernes que las declaraciones del líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, en las que lamentaba que su partido no haya presentado una enmienda a la totalidad con texto alternativo a la proposición de ley de derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, son “un episodio más en la constante trayectoria de este político contrario a la consecución de derechos” por parte del colectivo.
En su carta web, Duran ha asegurado que asume el “error” de no haber enmendado la ley porque hay que combatir la discriminación de toda persona pero considera que hay colectivos mucho más discriminados que no merecen la atención del legislativo, y ha explicado que el Observatorio contra la Homofobia registró 384 actos contra personas incluidas en el objetivo de la ley, mientras que SOS Racismo atendió a 443 personas por discriminaciones de raza o que tuvo que cerrarse la fiscalía especial para casos de discriminación de los LGTB por falta de denuncias.
El Observatorio ha asegurado que la ley es “imprescindible” para comenzar a erradicar la violencia contra el colectivo LGTB e implementar políticas que pongan fin a la discriminación, y ha recordado que la institución recibió 385 denuncias por homofobia, lo que supone una diaria en Catalunya.
NAIZ: El Parlament de Catalunya aprueba una Ley pionera contra la discriminación LGTBI
/in Sin categoría /by EditoreaNo todo es proceso soberanista en Catalunya. El Parlament de se ha convertido esta mañana en una de las primeras cámaras legislativas en aprobar una pionera «Ley de derechos de las personas gays, lesbiananas, bisexuales y transexuales y por la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia», según se lee en su largo título. Lo ha hecho después del ingente trabajo de base realizado por el movimiento LGTBI, agrupado en la Plataforma LGTB.cat.
Como se esparaba, la Ley se ha aprobado con los votos a favor de la izquierda parlamentaria -ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP- y de los diputados de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Sus socios de Unió, sin embargo, se han unido al PP y han votado en contra de los apartados más innovadores de la Ley, contra los cuales ha arremetido también en los últimos meses la jerarquía católica.
Estos apartados son, sobre todo, el régimen sancionador que va más allá del código penal y la llamada inversión de la carga de la prueba, un principio jurídico que ya se aplica a otros casos de discriminación -como la racial o de género- y que establece que cuando una presunta víctima presente indicios razonables de discriminación, tenga que ser el denunciado quien demuestre que no ha vulnerado la igualdad de trato. Se trata de un principio jurídico introducido por la Unión Europea.
Además de la parte sancionadora, la Ley incluye medidas para garantizar la igualdad del colectivo LGTBI, como es la creación de un servicio de atención integral y de un órgano que supervise las políticas transversales del Govern en esta materia. También incluye acciones en los ámbitos de educación, salud, cultura, ocio, deporte y medios de comunicación, así como el compromiso de elaborar periodicamente estadísticas sobre la persecución administrativa y penal de las agresiones homófobas.
Cabe recordar que, hoy en día, la mayoría de delitos de odio denunciados en el Estado español siguen siendo casos de LGTBIfobia. Del total de 1.172 delitos de odio denunciados en 2013, 452 tuvieron como víctima al colectivo LGTBI.
EL PERIODICO: El Parlament aprueba la ley contra la homofobia
/in Sin categoría /by EditoreaLa norma persigue combatir la discriminación en todos los ámbitos e incluye régimen sancionador
El Parlament ha aprobado este jueves la ley de derechos de las personas gais, lesbianas, bisexuales, y transexuales y para la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia, una norma que protegerá de forma genérica los derechos de la comunidad LGTB y que supone dar respuesta a una reclamación histórica de un colectivo que hace apenas tres décadas se veía en posición de ir a la cárcel por la condición sexual de sus integrantes.
La normativa, pionera en el Estado, ha contado con los votos a favor de CDC, ERC, PSC, EUiA, Ciutadans y la CUP. Han votado en contra los diputados del PPC y los de Unió.
La ley alude a todos los ámbitos, del laboral al sanitario, e incluye un elemento clave para dotarla de contenido: un régimen sancionador. Se definen infracciones leves, graves y muy graves, sancionadas económicamente, con la inhabilitación de actividad y con el veto a poder recibir ayudas públicas.
Casi todos los grupos han convertido sus turnos en un mensaje de reconocimiento al colectivo LGTB y al resto de parlamentarios que han participado en la elaboración de la norma, menos el PPC, que la ha calificado de innecesaria e incluso de discriminatoria. “Es discriminación, aunque sea positiva”, ha dicho la diputada popular Dolors López.
Oposición de Duran y del PPC
Sobre el debate ha planeado la sombra del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que el pasado viernes –en la carta web que escribe semanalmente- se reprochó a sí mismo que los democristianos no hayan presentado enmienda a la totalidad de la ley, de la que aseguró que no es de protección sino de “promoción” de los gais, fruto de la presión de un lobi. Una posición que mereció alusiones de varios oradores. Para Duran, como para el PP, el régimen sancionador es inadmisible. En su carta, el democristiano fue más allá y denunció que implantar la ley supondrá abrir “chiringuitos”. “El único chiringuito es el que algunos tienen en el Hotel Palace hace 40 años”, les ha estpetao David Fernàndez, de la CUP.
Con todo, Unió no ha rechazado la ley en su conjunto. Ha votado en contra en tres aspectos, como ha explicado la diputada democristiana Mercè Jou: la regulación de las sanciones, la previsión de que se difunda entre los escolares información sobre el colectivo LGTB y que alguien acusado de conductas homófobas tenga que demostrar su inocencia, en lugar de que deba probarse su culpabilidad. El PP ha votado en contra del proyecto en su conjunto.
Diario Progresista: Entrevista al escritor y crítico de cine Eduardo Nabal con motivo de la publicación impresa de su ensayo “Lejos de la montaña”
/in Sin categoría /by EditoreaDiario progresista: Cuéntanos algo, para los no iniciados, sobre tu última publicación. Bueno la segunda tras “El marica, la bruja y el armario” (Editorial Egales, 2007).
Eduardo Nabal: Bueno en mi primera publicación, bastante mas iracunda y menos documentada que “Lejos de la montaña”, yo intenté dar la vuelta a estereotipos sexistas a partir de películas mas o menos conocidas. No sentó muy bien algunas de mis críticas a películas intocables como “Brokeback mountain” (que tiene algo que ver con el título) ni el que no ensalzara el cine español reciente. Pero es que veía cambios mucho más interesantes en cinematografías cercanas de países cambiantes desde Francia a Palestina pasando por Marruecos, Italia o Turquía. Tenía una deuda con un tipo de cine que no se produce en los grandes estudios.
Diario Progresista: En tu libro abordas también el tema de las mujeres y las sexualidades en los países árabes ¿Te has informado y documentado mucho?
Eduardo N: He leído algo pero es dificil pretender no ser subjetivo. Bueno, como decía Remi Lange (uno de los protagonistas del libro con su filme “Tarik el Hob” y entrevistado hace poco en este mismo periódico) yo no soy un experto en las sexualidades magrebíes y no creo que nadie lo sea del todo. Intenté echar mano de aquellos autores y autoras que han reflejado cambios en sitios o momentos puntuales como la Nadine Labaki de “Caramel” (ambientada en el Líbano, una zona muy especial) o el Ozpetek de “El baño turco”. La situación sigue siendo dificil pero existen feminismos islámicos, voces nuevas o grupos de música como Mashrou Leila, que introducen temas como el matrimonio forzoso, la libertad sexual o el peso de la familia patriarcal.
Diario Progresista: Cuéntanos algo de cómo conseguiste que este libro viera la luz en papel impreso. ¿Por que hoy día no es fácil?
Eduardo N: Bueno nunca ha sido fácil publicar. “El marica, la bruja y el armario” era un libro oportuno porque había muy poco sobre cine LGTB en aquel momento. Aún así las ganancias fueron irrisorias. Nadie compra libros de cine sin haber visto las películas o ser un interesado en la materia. En esta ocasión tuve que recurrir a una editorial mucho más limitada y poco generosa que Egales pero estoy contento de que este impreso y haya suscitado curiosidad, a pesar de todo.
Diario P: Dedicas, creo, un capítulo a las mujeres realizadoras ¿No es algo pasado de moda que contribuye a separar o crear género?
Eduardo N: Eso lo he pensado muchas veces pero en esta ocasión tenía un sentido. Porque para que una directora de cine llegue a ser considerada “autora” tiene que tener una trayectoria sólida a sus espaldas y eso hoy en Europa es cada vez más dificil. Un director es enseguida considerado un “autor” como en el caso de Ozon, querido en todos los festivales, pero Marta Balletbó Coll ha dejado el cine tras su estupenda “Sevigné” y las mujeres de la nouvelle vague se podían contar con los dedos de una mano De esa época intento rescatar a una directora experimental como Chantal Akerman cuyos trabajos rompen la lógica y el placer narrativo. Hoy Akerman es conocida pero no mucha gente ve sus arriesgados filmes.
D.P: Presentas directores de diferentes generaciones. ¿Cuál ha sido el cambio en sus países en cuestiones de cine y género?
Eduardo N: Bueno Téchiné, por ejemplo, es un gran heredero de la “nouvelle vague” que ha conseguido hacer algunas obras maestras con temas recientes el racismo, el sexismo, la homofobia o la inmigración. Películas como “Los testigos” fueron pioneras en tratar de forma seria temas el VIH y su evolución social en Francia, un país donde el cine va muy por delante de una sociedad marcada por los retrocesos, el avance de la extrema derecha y la hipocresía. Algo de lo que se hacen eco directores como Ozon o en menor medida actrices que triunfan tras las cámaras como Valeria Bruni Tedeschi.
Diario P: En tu libro privilegias las lecturas de género y los directores y directoras que toman un posicionamiento al respecto no ¿es esto algo sesgado o provocado?
Eduardo N.: Tan sesgado como no hacerlo. Durante años la crítica, y no solo española, ha sido masculina o heterocentrada ninguneando que cuestiones como la raza, la clase social, el género o la orientación sexual no son capítulos aparte sino que todos ellos son fruto de la evolución histórica y la situación geopolítica. Así, el surgimiento de un cine LGTB catalán, las primeras películas a favor de la diversidad sexual en los países árabes o la emigración-inmigración son temas muy importantes a la hora de valorar las películas y su dimensión estética y alcance humano.
Diario P: Llegas hasta Palestina-Isarel. ¿No crees que ya es entrar en un terreno muy conflictivo?
Eduardo N: Oriente Medio es un terreno de guerra, marcado por el imperialismo pero eso no me impide disfrutar de películas que, como las de Eytan Fox, han abierto una brecha en sociedades homófobas o militaristas. Aunque no digan toda la verdad. Es cierto que es delicado, porque el pueblo palestino no tiene medios ni tiempo para hacer cine político pero hay coproducciones que mienten y otras que son eficaces herramientas de denuncia como “La sal de este mar” de la directora palestina Annemarie Jacir o algunos trabajos del israelí izquierdista Amos Gitai. No todo el pueblo israelí quiere la guerra ni todos están a favor de la ocupación aunque las políticas internacionales refuercen este estado de enfrentamientos continuos. Hay mucho cine contradictorio.
Diario P. El Mediterráneo es muy amplio. ¿Qué países has tenido que dejar en el tintero y porqué?
E.N.: Bueno. He intentado centrarme en algunos autores/as porque era imposible abarcarlo todo. Me di cuenta de lo colonialista y atrasado que estaba en cuestiones geopolíticas, al menos en algunos casos concretos. No obstante creo que al introducir cosas como Túnez, Cataluña o el Magreb no doy una imagen excluyente ni minorizadora. Estos países siguen, como alguno de los autores que menciono haciendo películas, en imposible abarcarlo todo. Hay países que por su situación no pueden desarrollar una cinematografía firme y hacia ellos también he mirado. Aunque si te das cuenta de la de países de aquí y allí baña el mediterráneo es inconmensurable. Este libro se empezó antes de la llamada “crisis”. Ahora sería mas combativo.
D.P. Supongo que ver y escribir sobre estas películas (algunas nada comerciales) ha sido todo un desafío. También distinguir unas culturas de otras.
Eduardo N: Si, sobre todo porque hablar de cine y género en Castilla y León sigue siendo casi marciano. El feminismo (que también entra en mi libro junto con el estudio de las masculinidades en distintos lugares) ha conquistado más espacios en países anglosajones que en los nuestros. He tenido que apoyarme en gente muy conc-reta, en festivales especializados como el Zinentiendo de mis colegas de Zaragoza o en gente que ha estado muy cerca como mi madre, Socorro, o la correctora Rosa García Andrés, que también conoce el mundo francófono, porque aquí en Burgos el interés por el cine a nivel académico es, el mejor de los casos, meramente cosmético o crematístico. Pero hay que ser paciente, como lo son estos países que todavía soportan visiones estereotipadas, prejuicios, bloqueos o invasiones.
D.P: ¿Dónde se puede adquirir tu libro? Sobre todo para aquellos que prefieran leerlo en papel.
Eduardo N.: Bueno de momento solo en Amazon. Yo solo tengo un ejemplar. Este tipo de editoriales deberían darse cuenta del esfuerzo de autoras y autores por escribir algo y contribuir a difundirlo en lugar de situarlo en espacios meramente virtuales o intentar aprovecharse del escritor/a deseoso de que lean su ensayo. No sé si mi tercer libro llegará a salir algún día pero algo he aprendido sobre como seducir a los lectores/as y no solo con conocimientos sino, sobre todo, con la forma de transmitirlos para llegar hasta ell@s.
20 MINUTOS:El Parlament catalán aprueba la primera ley contra la homofobia con los votos en contra del PPC
/in Sin categoría /by Editorea- Tiene como finalidad garantizar los derechos de los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales y facilitar su representatividad en la sociedad.
- El texto incluye aspectos polémicos como la denominada “inversión de la carga de la prueba” o elementos que se han tildado de “discriminación positiva”.
- Los populares consideran que ley es “muy intervencionista” y que “no se puede hacer una ley específica para cada cada colectivo discriminado”.
El pleno del Parlament catalán ha aprobado este jueves la primera Ley de Derechos de las Personas Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales y para la Erradicación de la Homofobia, que ha contado con los votos favorables de todos los grupos menos el del PP.
Un recuerdo para Sonia
DIARIO PROGRESISTA: Entrevista a Imanol Alvarez, cofundador de EHGAM
/in Sin categoría /by EditoreaNOTA ACLARATORIA DE IMANOL ALVAREZ: Yo he dicho “el clima de distensión surgido tras el alto el fuego definitivo de ETA”, lo de banda es un añadido de ellos con una manifiesta falta de respeto.
Diario Progresista: EHGAM sigue vivo pero se le oye menos. Fue de las últimas organizaciones de gente LGTB en legalizarse al llegar la “democracia” por su supuesta vinculación con la izquierda extraparlamentaria.
Imanol Alvarez: Desconozco si fuimos de las últimas en legalizarnos. En cualquier caso, cuando nos presentamos en sociedad (principios de 1977) éramos la única organización gay en Euskal Herria -y lo fuimos durante bastantes años-, y la segunda del estado, tras el FAGC de Catalunya. Y sí, el entonces ministro del interior, Martín Villa, no quería legalizarnos; pero nunca supimos oficialmente por qué, si porque éramos gays, o por rojos, o por qué. Aunque parece que lo que menos le gustaba es que nuestro ámbito de actuación fuera todo el país; es decir, también Navarra y lo que ellos denominaban “País Vasco-Francés”. El hecho es que, aunque la solicitamos en 1979, nuestra legalización no se materializó hasta 1983, ya con un gobierno socialista.
Dices que se nos oye menos. Cuando nostr@s comenzamos, teníamos claro que deberíamos hacer tres tipos de trabajo, aunque muy interrelacionados: reivindicativo, ideológico y de ayuda. Era así porque nadie más lo hacía. Pero ahora ya existen -en gran parte impulsados por nosotr@s mism@s- en ayuntamientos, gobierno vasco, etc. servicios de información y ayuda para temas de diversidad sexual. Existen también gabinetes especializados en educación de la sexualidad, etc. Así que casi sólo nos queda el campo reivindicativo, aunque, cuando lo consideramos necesario, seguimos incidiendo también en los otros dos. Además, antes éramos los únicos; ahora hay muchos grupos…
Diario Progresista: Si bien en un principio os definíais como “revolucionarios”, hoy parece que hay gente de todos los puntos de vista; incluso algunos de vosotros os habéis casado. ¿Creéis que hemos avanzado o hemos claudicado en algunas cosas para conseguir otras?
I.A.: Esa definición permanece aún vigente. Revolucionar es cambiar profundamente el estado de las cosas. Eso es lo que queríamos, y eso es lo que queremos. Traducido a “román paladino”, por lo que siempre hemos luchado, y seguimos haciéndolo, es por una sociedad más justa e igualitaria, donde se pueda sentir y practicar la sexualidad y el amor sin opresiones ni persecuciones, ni legales ni sociales. Ese es, claro está, un objetivo a muy largo plazo, casi utópico. No obstante, sí que hemos ido consiguiendo muchísimas victorias parciales. Todas muy importantes, y algunas muy muy obvias, como, por ejemplo, la práctica total desaparición de las discriminaciones por razón de preferencia sexual en el ámbito legal, o, lo que es aún más importante, un gran cambio de mentalidad en una amplia mayoría de la sociedad. Aunque, desgraciadamente, todavía quedan reductos furibundamente homófobos, que habrá que ir desactivando.
En cuanto al matrimonio, hay que entender que en una situación como la que estábamos de negación, estigmatización e incluso castigo de cualquier sexualidad que no fuera estrictamente la pareja cerrada heterosexual, monógama y casada, reivindicar el matrimonio entre personas del mismo sexo era algo per se revolucionario. Nostr@s, desde EHGAM, fuimos l@s primeros que exigimos reivindicar el matrimonio gay -con la férrea oposición, por cierto, de algunos que luego han ido por ahí de adalides de la consecución de ese derecho- al resto de los grupos de gays y lesbianas del estado, en las reuniones preparativas de la primera gran manifestación unitaria en Madrid para exigir al gobierno socialista que se moviera y cumpliera sus promesas, ya al final de la última legislatura de Felipe González, justo antes de la llegada de la oscura era Aznar.
Desearíamos una sociedad en la que las relaciones afectivo-sexuales fueran mucho más espontáneas y libres; pero, mientras estemos donde estamos y exista el matrimonio, no puede haber diferencias ni discriminaciones entre las personas a la hora de firmar un contrato, que es lo que, en definitiva, es el matrimonio. Máxime cuando ello puede tener consecuencias en aspectos tan importantes como herencias, pensiones, etc. Nosotr@s solíamos decir “ahora toca reivindicar el matrimonio; una vez conseguido, a lo mejor haremos una campaña pidiendo a la gente que no se case”. Como filosofía esta bien, pero, hoy por hoy, pienso que aún no se dan las condiciones para poder hacer una campaña así.
Diario Progresista: ¿Cómo ves ahora la geopolítica de la homofobia en una Europa amenazada por figuras como Putin, Ana Botella o el avance de Le Pen en Francia?
I.A.: La verdad es que la situación global es preocupante, y no sólo en lo referente a las libertades sexuales. Estamos en una involución a todos los niveles, tanto en lo referente a conquistas laborales y de bienestar social como de libertades en general. Y los causantes son los de siempre, que parece haber reaccionado al unísono: el capital, la política y la religión. No pueden tolerar que el pueblo piense, decida y obre por sí mismo, pues eso pone en riesgo su secular posición de poder.
Diario progresista: Uno de los festivales más importantes, si no el más prestigioso, en cuanto a temática LGTB es el Zinegoak de Bilbo. Por allí han pasado joyas como “Gerontophilia”, “80 egunean” y cinematografías de otros países. Hay figuras míticas del cine vasco. Supongo que a Eloy le haría su gracia que hoy se le estudie en las universidades anglosajonas. Su cine era muy provocador, algo apresurado y no siempre fue bien recibido. Otra cuestión son películas también polémicas entonces como “La muerte de a Mikel” donde se acusaba de una cierta homofobia -no sé si ligada a la iglesia- a un sector de la llamada “izquierda abertzale”?
I.A.: Afortunadamente, hoy en el cine -de momento- se pueden ver muchas películas con temáticas referentes a diferentes tipos de sexualidad, y de diferente procedencia. En el cine vasco hemos tenido películas interesantes en su momento, y que provocaron mucho debate, como “La Muerte de Mikel”, o las de Eloy de la Iglesia, como bien dices. El cine de Eloy, efectivamente, era muy provocativo y jugaba con el sensacionalismo y lo panfletario; pero no dejaba de reflejar la realidad, o una de las realidades, de una época y de una zona geográfica, gustase o no su estilo.
Ya que lo comentas, es cierto que en la izquierda abertzale -como en la no abertzale- había problemas de homofobia, fruto de su tiempo y del desconocimiento. Pero enseguida se fue dando el cambio. Hace ya unas décadas, en una revista alemana que me pregunto por el mayor o menor apoyo de las diferentes fuerzas políticas a las reivindicaciones del entonces denominado movimiento gay (sin esa sopa de letras espantosa actual: LGBITTQ…), les constaté que cuanto más a la izquierda y cuanto más abertzale, mayor era el apoyo. Pero no me atreví a profundizar demasiado en las posibles causas; me parecía demasiado arriesgado. Y tampoco lo voy a hacer ahora. Sí es cierto que la iglesia siempre ha tenido mucho peso en la sociedad vasca, pero no creo que esa fuera ni la única ni la principal causa.
“80 egunean” es ya más actual y muchísimo más liberadora. Se muestra el descubrimiento de una manera diferente de sentir y amar por parte de una señora mayor de ámbito rural. El hecho de que fuera una historia entre mujeres, y el hecho de que éstas fueran de avanzada edad, unido al ambiente de naturalidad y positividad que emanaba, hizo que nosotros en 2010 otorgáramos a la película nuestro “Triangulo de Oro”, un premio que concedemos cada 28 de junio a quien o quienes consideremos que han contribuido de forma notoria en el camino hacia una “normalización” de las diferentes sexualidades. Este año también se lo hemos dado a una película, aún sin estrenar comercialmente: “A escondidas”, de Mikel Rueda. Pensamos que con ella se cierra, de alguna manera, un círculo, pues el tema es una relación entre dos chicos adolescentes, uno de ellos inmigrante magrebí.
Otra película reciente del cine vasco es “Ander”. Las vivencias que muestra el filme de Roberto Castón son distintas en un pueblo que en una gran ciudad.
Se ve que tu punto fuerte es el cine. Obviamente sí, las vivencias son distintas en el ámbito rural que en urbano. Pero hay que tener en cuenta, no obstante que en el País Vasco actual, la inmensa mayoría de los pueblos son ya muy urbanos, que las distancias no son muy grandes y que las comunicaciones son bastante buenas; por lo tanto, las diferencias no son tan grandes como lo puedan ser, por ejemplo, en Castilla. Bernardo Atxaga ya decía hace un montón de años que no deberíamos hablar de euskal herria (pueblo vasco), sino de euskal hiria (ciudad vasca).
La película “Ander” padece, además, de un gran error cronológico, posiblemente ocasionado por el desconocimiento que el director, de origen gallego, tiene del agro vasco. La acción sucede en el tránsito entre milenios, y no es creíble que en el año 2000 en ningún pueblo de Euskal Herria sucediera lo que sucedía en la película. Quizá en 1970 sí, pero no en 2000. A lo mejor en Galicia sí, pero aquí no. Claro que, en 1970 también hubiera sido impensable ver a un sudamericano trabajando la tierra en un caserío vasco…
No obstante yo también prefiero “80 egunean” por la ternura e inteligencia sofocadas que despiertan esas dos mujeres. ¿Siempre habéis estado cerca del feminismo como posición política?
Sí. Desde nuestros comienzos, al principio de la mal llamada transición, teníamos claro que nuestra lucha debería ir indefectiblemente unida a la del resto de los movimientos populares, y veíamos como principal aliado al feminismo. Lo que pasa es que hay muchos feminismos, y con todos no estábamos ni estamos de acuerdo. Tuvimos algunos desencuentros en el pasado, en temas como la transexualidad, la prostitución, la pornografía… Pero en la actualidad hay muy buena sintonía con el movimiento feminista vasco, al menos con su corriente mayoritaria.
Diario Progresista: Recientemente se ha montado cierta polémica en torno al documental “Asier eta Biok” de Aitor Merino (un actor y realizador que ahora triunfa en los escenarios madrileños con “Smiley”). No obstante, viendo el documental no sólo hay varios puntos de vista, sino que no legitima la violencia venga de donde venga. Además, su capacidad como actor logra disimular un presupuesto escaso. ¿Habrá un tiempo en que se puede dialogar sobre esto con calma o las posiciones se han cerrado en todos los bandos, si es que los hay?
I.A.: En Euskal Herria eso ya se está dando. El esfuerzo de muchísimas personas -incluidas víctimas de los dos lados- y, por supuesto, el clima de distensión surgido tras el alto el fuego definitivo de la banda ETA nos están llevando a una situación insospechada tan sólo hace unos años, en la que personas, organismos e incluso partidos de ideologías diferentes y hasta antagónicas, no sólo están hablando sobre la paz, el resarcimiento a las víctimas, el final de la dispersión de los presos, etc. sino que están llegando a acuerdos en ayuntamientos y otras instituciones. Las heridas cicatrizan lentamente, pero el panorama es alentador. Espero que este clima vaya, poco a poco, contagiándose y extendiéndose también a otras partes del estado. Para ello, es imprescindible eliminar prejuicios e informarse, y ver “Asier eta Biok” se me antoja un buen comienzo.
Diario Progresista: Creo que el franquismo se cebó con violencia no solo en los niños que osaban hablar euskera fuera de casa, sino también con los niños con pluma, y es algo que sigue pasando en algunos centros escolares. ¿Qué papel juega la educación en todo esto? ¿Crees que luchar por la libertad sexual o la diversidad socio-afectiva te ha estigmatizado, o has tenido más problemas personales por reivindicar una identidad cultural para el pueblo vasco?
I.A.: En el acoso escolar -que ha existido siempre, aunque ahora lo llamemos bullying-, un componente muy habitual es el homofóbico. Esto era y es así. En principio, la educación es la mejor arma contra todo tipo de discriminaciones. Lo que sucede es que ni l@s profesor@s están siempre preparados ni se implican lo suficiente, ni la escuela es el único lugar para educar a un niño o una niña. Tanto peso o más en ese educar -que no es lo mismo que instruir o enseñar- tienen los padres y madres, la calle o los medios de comunicación. Decir esto no exime a las autoridades educativas de su responsabilidad de que la educación que se de en los centros sea integral y de que se garantice un trato igualitario hacia todas las formas de sentir y vivir la afectividad y la sexualidad. Desde luego, la reforma Wert va en dirección contraria. Espero que gran parte de l@s docentes sean sutilmente insumis@s a ella.
En mi caso personal, yo siempre suelo decir que he sido una persona afortunada. Quizá por mi forma de ser, o por la educación recibida, no lo sé, yo nunca he tenido grandes problemas con mi sexualidad. Prácticamente nunca la he ocultado, aunque tampoco he sido un kamikaze; y no he tenido problemas reales y palpables por ello. Ni en el colegio, ni en la universidad ni en la vida. Pero sé que hay mucha gente que sí los ha sufrido y los sigue sufriendo. Por eso ha sido tan importante el trabajo que nuestro grupo y otros similares hemos hecho y hemos de seguir haciendo.
D.P: ¿Hay cierto aburguesamiento del llamado “movimiento gay”?
I.A.: El movimiento gay actual (llamémosle LGBT o como se quiera), viene de los sucesos de Stonewall en New York en 1969, seguramente bebiendo también, sobre todo en Europa, del mayo del 68 francés. Es fácil entender, por lo tanto, que en sus comienzos tuviera connotaciones claramente revolucionarias. Pero, poco a poco, a medida que el sistema lo fue fagocitando, se fue convirtiendo en cada vez más reformista. Por ello, en los 90 surgió un incipiente movimiento que se llamó Antigay, que, aunque el nombre pudiera despistar, no era homófobo, sino todo lo contrario. Eran militantes del movimiento gay disconformes con el rumbo que éste estaba tomando, y decían: “si eso es ser gay, yo soy antigay”. Hay que tener en cuenta que el termino gay fue acuñado por el propio movimiento, y con connotaciones claramente liberadoras y no excluyentes y compartimentantes. Quería ser una alternativa a marica o maricón (o sus equivalentes en otras lenguas), que fueron inventados para insultar, y a homosexual, que fue inventado por la medicina. Pero sucedió que ese término se fue asimilando no en ese sentido liberador del principio, sino como simple sinónimo de homosexual, con todas sus connotaciones limitadoras y etiquetantes, aunque con un poco más de glamour.
Este movimiento no tuvo demasiado éxito ni demasiado eco, si exceptuamos que el libro que publicaron con ese mismo título, “Antigay”, tuvo bastante difusión entre muchos de los grupos organizados. Pero hay que reconocer que no era sino una relación de artículos inconexos. Al final murió por su propia inconsistencia. Sin embargo, por aquellos años comenzaba a fraguarse, posiblemente por las mismas razones, otro movimiento que se dio en llamar “queer”, el cual no sólo perdura, sino que ha ido tomando cierta fuerza y evolucionando de una forma muy interesante. Hoy se habla de la “teoría queer” y he de reconocer que, en gran medida, simpatizo con ella, pues sus postulados coinciden grosso modo con los de aquel movimiento gay del principio, por lo menos en la manera que lo entendíamos en EHGAM. Por ejemplo, ahora dicen binarismo donde nosotr@s decíamos bipolarismo, pero en el fondo la filosofía es la misma: romper con la rigidez de las categorías limitadoras de homosexual – heterosexual, de los roles activo – pasivo, de los géneros masculino-femenino, etc.
La agrupación republicana “Pikoketa” organiza una exposición sobre “El cine en la II República”
/in Sin categoría /by EditoreaEL PAIS: Palizas al grito de “¡arriba España, maricones!”
/in Sin categoría /by Editorea- Las agresiones homófobas aumentan, pero solo las denuncia el 18%
- Las víctimas callan para no revelar su identidad sexual o por desconfianza en la policía
- Agresiones y acoso a homosexuales o transexuales en la UE
“Acabábamos de salir de la discoteca. Eran las cuatro menos diez de la mañana. Dos hombres bien vestidos, con camisa blanca, de 25 o 30 años, nos preguntaron: ‘¿Qué tal chicos?’ Dijimos que nos íbamos a casa y uno de ellos dijo: ‘¡No te vas a ningún sitio, maricón!’ y empezó a pegarnos. Fue una locura. Gritaba: ‘¡Fuera de aquí, maricones! A mi pareja le rompió la nariz. Yo tengo contusiones por todo el cuerpo”. Miguel y su novio han denunciado esta semana en los juzgados de Madrid la agresión homófoba. “Otros dos chicos que creen que fueron agredidos por la misma persona se han puesto en contacto con nosotros, pero ellos no denunciaron”, relata a EL PAÍS. Miguel prefiere aparecer sin apellidos. Tiene miedo.
A Adolfo Infante y su marido les atacaron el 12 de octubre de 2013, cuando salían de cenar de un restaurante céntrico de Palencia. “Dos hombres nos pegaron puñetazos y patadas mientras gritaban ‘¡Arriba España, maricones!’”, explica. “Estábamos tan asustados que dijimos que no eramos gais para que dejaran de pegarnos, pero siguieron haciéndolo. Los golpes se curan, pero quedan secuelas de otro tipo. Los dos estuvimos en tratamiento psicológico. Lo que más daño hace es la humillación, la impotencia”. Adolfo y su marido lo denunciaron —el caso sigue abierto—, pero no fue fácil. “La primera reacción es callarte, pero son los agresores los que deberían esconderse, no las víctimas”.
Ellos denunciaron, pero son la excepción. Las agresiones homófobas, según los colectivos gais, van a más, pero solo una minoría las denuncia. La Comisión Europea pidió en 2010 a la Agencia Europea de Derechos Fundamentales que recabara datos sobre discriminación y delitos motivados por prejuicios contra gais, lesbianas y transexuales. El informe, una macroencuesta entre 93.079 personas de toda la UE más Croacia, se presentó en mayo de 2013. Un 46% de los encuestados en España dijo haber sido atacado o amenazado con violencia en el último año (un punto por encima de la media del estudio); solo el 18% lo había denunciado (un punto menos que la media) y a la pregunta de por qué no lo habían hecho, los gais, lesbianas y transexuales agredidos en España dieron varias razones: ni se le había ocurrido (48%), porque pensó que no serviría de nada (32%); por miedo a una reacción homófoba de la policía (19%); por temor a represalias (16%); por vergüenza, porque no quería que nadie lo supiera (15%)…
“En esto está pasando como hace años con las mujeres maltratadas”, explica Raúl García, del Colectivo de gais, lesbianas y transexuales de Madrid (Cogam). Nosotros les aconsejamos que denuncien, pero no podemos obligarles”.
Cuanto más baja es la edad, más posibilidades de que la víctima no haya revelado aún su orientación sexual en su entorno. Amanda Rodríguez, coordinadora de Arcópoli, asociación de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid, asegura que la mayoría de víctimas que no denuncian pero consultan a la asociación “no han salido del armario”. Las agresiones, añade, suelen concentrarse en “zonas de ambiente”, y el agresor suele ser múltiple: “Va en pareja o grupo”. La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) ha lanzado la campaña No te calles, ¡denuncia! en la que anima tanto a víctimas como a testigos a no ocultar estas agresiones.
Tanto Miguel como Adolfo se quejan del trato policial que recibieron tras ser víctimas de la paliza. “Fueron desagradables”, explica Miguel. “Por eso decidimos denunciar directamente en el juzgado”. “Tienden a quitarle importancia, a tratarlo como una pelea, pero es un delito de odio”, añade Adolfo. “Y si hacen mal el atestado hay muy pocas posibilidades de que la denuncia prospere. Es fundamental que los policías reciban una formación específica y que se cree un protocolo de actuación para estos casos. Como se hizo con las mujeres maltratadas”.
El pasado abril, siguiendo las recomendaciones del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la UE, el Gobierno publicó por primera vez un balance de los llamados “delitos de odio”, que no están tipificados como tales en el código penal, sino que se consideran una agravante cuando el que delinque lo hace por racismo, discriminación por orientación sexual, creencias religiosas, discapacidad, antisemitismo o aporofobia (rechazo al pobre).
Para hacer ese estudio se modificó el sistema estadístico de criminalidad. El resultado: de los 1.172 delitos de odio registrados en 2013, la mayoría (452) habían sido motivados por la orientación sexual de la víctima, seguidos por racismo (381) y discriminación al discapacitado (290).
Según la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, más de 14.500 agentes de policía y guardia civil han recibido cursos específicos. Pero Miguel y Adolfo aún no han notado ese cambio de sensibilidad policial. El consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Jesús Fermosel, pide a la policía que “actúe de manera rotunda contra estos pequeños grupos de intolerantes” que atacan a vecinos como Miguel por su orientación sexual.
En Madrid se produjeron el año pasado 38 agresiones de este tipo, según el programa de atención a homosexuales y transexuales de la comunidad. El fiscal jefe dictó en octubre del año pasado una instrucción para todos los fiscales madrileños sobre los “criterios a seguir en la investigación y persecución de los delitos de odio y discriminación” para “facilitar la máxima protección a las víctimas”. La memoria de la fiscalía de Madrid, presentada este mes, habla de un “auge” de estas agresiones y coincide con la crítica de Miguel y Adolfo: “La praxis diaria evidencia que muchos de estos asuntos pueden llegar a ser considerados como hechos de trascendencia menor por fuerzas de seguridad, jueces y fiscales, siendo relativamente frecuente que se reputen como meras faltas sin que la investigación policial ni la instrucción judicial profundicen, en no pocos casos, en todo el reproche que merece la conducta”.
También la última memoria de la Fiscalía General del Estado advierte que con frecuencia este tipo de agresiones no son “debidamente catalogadas”, lo que atribuye tanto a la investigación policial o judicial como al hecho de que muchas víctimas no denuncian “por circunstancias personales, temor a represalias, sensación de vulnerabilidad, desconfianza en las fuerzas de seguridad o situación de irregularidad en España”.
Colectivos gais, víctimas y fiscales comparten, a grandes rasgos, el mismo diagnóstico: los delitos de odio aumentan y no se identifican ni castigan adecuadamente. La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales pide al Gobierno una ley integral de igualdad de trato —estuvo en proyecto en la legislatura anterior—. “Necesitamos una ley específica, como la que lucha contra el maltrato a las mujeres”, insiste Adolfo, a punto de cumplir un año de su brutal agresión