EL MUNDO: De sacerdote a feliz marido gay

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Andrés Gioeni (izqda.) junto a su novio. EL MUNDO

A los 12 años le dijo a su madre que le gustaban los niños. Pero Andrés Gioeni, que ahora tiene 43, recibió tal bronca que reprimió sus sentimientos en el inconsciente. Luego llegaron las primeras relaciones heterosexuales. Todas desastrosas. Ir al cine, comer helados, pasear agarrados de la mano por las calles de Mendoza (Argentina), y poco más…

“Creo que no aceptar mi homosexualidad me llevó a convencerme de que tenía vocación de sacerdote, porque no tenía pasión en las relaciones”, explica Gioeni a EL MUNDO. Lo cierto es que este argentino ingresó en un seminario, asumió el celibato y en 2000 se convirtió en sacerdote. Hasta que se dio cuenta de su error y tuvo el valor de reconstruir su vida desde cero.

Descubrió realmente que era gay tras conocer a un hombre en una web de citas. Entonces no dudó en abandonar su prometedora carrera en el arzobispado de Mendoza. Hizo las maletas y dejó su ciudad, amigos y familia. Se trasladó a Buenos Aires con una pequeña bolsa de ropa y sin un peso en el bolsillo. “Fue una etapa muy difícil, de muchos cambios personales y tener que empezar una nueva vida en Buenos Aires donde no conocía a nadie”, rememora.

Pero la apuesta mereció la pena. Gracias a sus estudios de teología y filosofía, Gioeni encontró empleo en una editorial religiosa como comercial, aunque el trabajo no le convencía. Entonces decidió encargar un catálogo de su cuerpo con fotos sugerentes y fue tienda por tienda, agencia por agencia, buscando quien las publicara. Y gustó tanto que consiguió un trabajo como modelo de ropa interior y después una oferta para ser portada de una revista gay llamada ‘Imperio’, para la que tuvo que posar desnudo. Las fotos de la revista llegaron hasta su Mendoza natal, donde nadie sabía de su homosexualidad. “Fue un gran escándalo y un disgusto para mi familia. Allí todavía me conocían como el Padre Andrés, hacía sólo ocho meses que había dejado el sacerdocio y las fotos tuvieron un gran impacto”, recuerda.

Y aunque ya no era sacerdote, Andrés recibió una carta de expulsión del episcopado, prohibiéndole ejercer el ministerio.

En julio del año pasado, Gioeni quiso ser la voz de muchos homosexuales católicos y escribió dos cartas a su compatriota, el Papa Francisco. “Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y, con humildad, le pido encarecidamente que incentive […] una mayor profundización en la teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”.

Ninguna de sus cartas tuvo respuesta. Pero Gioeni es comprensivo y alude a las “distintas presiones” que recibe Pontífice de los sectores más conservadores de la Iglesia.

Ahora, 14 años después de colgar los hábitos, Andrés ultima los detalles de su boda con Luis, su actual pareja con quien vive desde hace una década. Tienen previsto formalizar su unión el próximo 7 de marzo en el Registro Civil de Martínez (Buenos Aires). Será un enlace muy íntimo, al que sólo asistirán 40 personas.

Gioeni echa la vista atrás y se siente orgulloso del camino tomado. “La vida que estoy viviendo, es la que quiero vivir”, afirma. ¿Ha merecido la pena? “Sí claro, no cambiaría nada. Hace 10 años que vivo con Luis, y queremos que toda la gente que nos ha acompañado en los buenos y malos momentos esté con nosotros. Es una decisión muy pensada”.

“No aceptar mi homosexualidad me llevó a pensar que tenía vocación de sacerdote”

1971: Nace en Mendoza (Argentina). 2001: Poco después de abrazar el sacerdocio, abandona su prometedora carrera en el arzobispado. 2002: Es portada de una revista gay. 2013: Escribe al Papa dos cartas para pedir un cambio de actitud de la Iglesia con la comunidad homosexual. 2014: Está inmerso en los preparativos de su inminente boda.

EL PAIS: Obama advierte a Uganda de que la ley antigay puede complicar su relación

protesta en kenia

Protesta en Kenia contra la ley antihomosexual de Uganda el 10 de febrero / EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha advertido este domingo a su homólogo ugandés, Yoweri Museveni, que si llega a ratificar la legislación antihomosexual aprobada por el Parlamento en diciembre de 2013, podría complicar las relaciones bilaterales y “sería un paso atrás para los ugandeses”. La ley endurece las penas de prisión “por actos homosexuales” e incluye la cadena perpetua para “reincidentes”.

“Como ya hemos comunicado al presidente Museveni, implementar esta legislación complicaría nuestra valiosa relación con Uganda”, ha manifestado el mandatario en un comunicado. “El proyecto de ley ugandés contra la homosexualidad, una vez sea convertido en ley, será más que una afrenta y un peligro para la comunidad gay de Uganda. Será un paso atrás para todos los ugandeses y un mal reflejo del compromiso del país con la protección de los derechos de su pueblo”. En este sentido, ha recalcado que las personas “han de ser tratadas con igualdad y tener la oportunidad de desarrollar todo su potencial, independientemente de quién sean o a quién amen”.

La asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que ha hablado por teléfono con Museveni para expresar el rechazo de Washington a su voluntad de firmar el proyecto de ley. “Las personas de todas partes merecen libertad, justicia e igualdad. Nadie debe ser discriminado por ser quien es o a quién ame”, ha manifestado Rice. Asimismo, ha dicho que la ley “pondrá a muchos en riesgo y manchará la reputación de Uganda”.

Desde su entrada en el Parlamento en 2009, la ley ha cosechado duras críticas a nivel internacional por parte de gobiernos occidentales y de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.

EL CORREO: La vacuna brasileña contra el SIDA supera las pruebas con animales

El investigador Edecio Cunha Neto asegura que los resultados de los test en primates “fueron excelentes”

Una nueva vacuna contra el sida que desde 2013 comenzó a ser experimentada en primates pasó de forma satisfactoria las primeras pruebas de análisis, anunció el investigador que dirigió el trabajo, Edecio Cunha Neto. “Pusimos a prueba la respuesta inmune de los animales y los resultados fueron excelentes”, declaró Cunha Neto a la edición digital del diario Folha de Sao Paulo.

Según la también científica Susan Ribeiro, quien participa en el proyecto, “las respuestas” en primates “fueron mucho más intensas que lo que habíamos encontrado en ratones”. La vacuna, que es desarrollada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP) junto con el estatal Instituto Butantan, utiliza partes del virus VIH inalterados, método diferente de la mayoría de investigaciones realizadas hasta el momento en las que se utiliza la proteína entera.

En una entrevista concedida en noviembre pasado, Cunha Neto dijo que las investigaciones tienen como objetivo encontrar un método seguro y eficaz de inmunización contra el sida para ser usado en seres humanos. Los estudios realizados desde 2001 llegaron a 18 péptidos que son candidatos a producir fuertes reacciones del sistema de defensa inmunológico.

Las pruebas en ratones modificados para tener una inmunología similar a la de los humanos mostraron que es posible señalar células responsables de la identificación de patógenos invasores para identificar esos péptidos y poderlos así atacar. La premisa es que si el sistema inmunológico aprende a reconocer este material rápidamente y reacciona para destruirlo eso es lo que va a hacer para encontrar el VIH de verdad.

Los datos obtenidos por el proyecto piloto son alentadores, pero el éxito de la prueba no es definitivo todavía debido a que uno de los problemas es el número reducido de animales, indicó el grupo investigador. La idea ahora es ampliar las pruebas a 28 monos y desarrollar un protocolo diferente, que implica otra forma de administrar la vacuna.

Si todas las pruebas son exitosas, apuntaron los responsables de la investigación, estará allanado el camino para los ensayos clínicos en humanos. El grupo de la USP busca socios en el sector privado para llevar a cabo este paso final, que implica una inversión de alrededor de 250 millones de reales (76 millones de euros).

EL CORREO: Detenida una italiana en Sochi por llevar los colores del arco iris

La activista, miembro del Parlamento de Roma, ya fue arrestada por realizar consignas en favor del colectivo LGTB

ACTIVISTA EN SOCHI

La activista italiana ha sido detenida por segunda vez en Sochi. / Afp | Atlas

Una activista italiana fue detenida por segunda vez en Sochi por llevar propaganda homosexual.Ella se hace llamar ‘Luxuria’, una miembro del Parlamento italiano, que ya había sido detenida por llevar banderas homosexuales hace unos días. Desde la organización LGBT en la que milita pretenden defender los derechos de las lesbianas, homosexuales, bisexuales o transexuales durante los Juegos Olímpicos. La ciudadana italiana ha sostenido que ha sido detenida por llevar una bandera con la frase “ser gay está bien”.

Los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi están siendo el centro de un gran debate después de las últimas medidas tomadas por el Kremlin sobre el colectivo homosexual y sus actividades públicas en el país. Según el gobierno la ley en contra de las manifestaciones homosexuales es necesaria para defender a los jóvenes y niños, pero los activistas opinan que lo único que hace, es alimentar la violencia anti gay en las calles.

BIGUNE FEMINISTAk :FESTA DEZAGUN Gaurdanik Geroa!!!

Kaixo lagun!!!
Bilgune Feministatik dokumental bat osatu dugu herri desberdinetako talde nahiz norbanakoen bizipenetatik abiatuta. Euskal Herriko jai ereduen erakusleiho txiki bat da, emakumeen parte hartzearen  eta jai ereduen inguruko gogoeta feministetatik abiatzen dena.

 

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Lehen aurkezpena Zarautzen egingo dugu otsailaren 20an, arratsaldeko 19:00etan Zine Modelo aretoan.

Gonbidatuta zaudete eta bide batez, proiektu honetan modu batera edo bestera parte hartu duzuten guztioi eskerrak eman nahi dizkizuegu.

Mila esker!

FESTA DEZAGUN gaurdanik geroa.

CONCENTRACIÓN. ELKARRETARATZEA MARTES 18, A LAS 19:30, ASTEARTEA 18 PLAZA DE GIPUZKOA DONOSTIA

BASTA DE MUERTES EN LAS FRONTERAS

Mugetan heriotz gehiagorik ez.

¿ES ÉSTA LA EUROPA QUE QUEREMOS?
HAU AL DA NAHI DUGUN EUROPA?

Tras la comparecencia en el Congreso del Ministro del Interior, no podemos aceptar sus no explicaciones, que son la enésima versión tergiversada de lo que sucedió.
Rechazamos la criminalización de las víctimas, lo que supone una doble humillación de las mismas.
Exigimos responsabilidades.
Para ello convocamos la concentración.

Barne Ministroaren azalpenen ondoren, ezin dira ontzat jo hamaika aldiz aldatu dituzten gertatutakoaren arrazoiak.
Biktimen kriminalizazio iraingarria arbuiatzen dugu.
Erantzukizunak exijitzen ditugu.
Horretarako elkarretaratzea deitzen dugu.

Ceuta15-II-14-2Verja(1) Ceuta15-II-14-1Playa

 

Concentración de denuncia de la pobreza energética

Boulebard de Donostia, miércoles, 19 de febrero, a las 19:30h.

El nodo de Euskadi de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético va a realizar concentraciones en Bilbo, Donostia y Gazteiz el próximo miércoles 19 de febrero, a las que acudiremos con velas y mantas y leeremos un manifiesto de denuncia de la situación de pobreza energética a la que se están viendo abocadas muchas familias, debido al continuo aumento de precios de la energía, exigiendo soluciones a las Administraciones correspondientes. Os animamos a acudir. La movilización ciudadana es fundamen

EL PAIS: Condena de por vida para los homosexuales de África

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Retrato de un joven homosexual ugandés. / DESRUS BENEDICTE (CORDON PRESS)

El mensaje de móvil decía lo siguiente: “Estoy muy enamorado de ti”. Salió del teléfono de Roger Jean Claude Mbede, joven camerunés muerto el pasado 10 de enero, a la edad de 34 años. El receptor del sms era un amigo al que conoció a finales de 2010, mientras cursaba un máster en filosofía de la educación en la Universidad de Centroáfrica, en Yaundé, capital de Camerún. El individuo del que Roger se había enamorado trabajaba en la administración de la Presidencia de la república, ocupada desde hace más de 30 años por Paul Biya. El 2 de marzo de 2011, este joven telefoneó a Mbede para invitarle a su casa tras llegar a su buzón telefónico la declaración de amor. Allí aguardaban al invitado por sorpresa dos policías en lo que, según llegó a concluir Mbede posteriormente, era una emboscada orquestada por su anfitrión y supuesto amigo. Siete días después entraba en la prisión de Kondengui con una condena de tres años y un estigma que le llevarían a la muerte: era homosexual.

“Sus últimos días fueron un infierno”, admite en un intercambio de correos uno de los abogados de Mbede, el también camerunés Michel Togué, acosado y amenazado en su tierra por defender en los tribunales a un homosexual —se ha visto incluso obligado a enviar fuera del país a su familia. “La mediatización de su caso le ha expuesto a la homofobia de la sociedad camerunesa y de su familia”, continúa el letrado que junto a Alice Nkom y Saskia Ditisheim trataron de sacar del penal al joven camerunés. Ni los suyos pudieron resistirse a condenar a Mbede por su orientación sexual. “Le veían como un servidor del diablo”, señala Togué. Y por eso, como apuntan activistas que han seguido el caso hasta el triste final, le dejaron morir muy enfermo en su localidad natal, Ngoumou, cerca de Yaundé.

Pero no siempre fue así. “Antes de que se revelase que era homosexual”, recuerda Togué, “Roger tenía una vida normal con su entorno, pero tras su condena, esa armonía se convirtió en una discriminación salvaje y una estigmatización total”.

Mbede no es un caso excepcional, aunque por llegar su pena al Tribunal Supremo de Camerún se convirtiera en un símbolo, un ejemplo del maltrato, sentencia y marginalización de los homosexuales en ese país, que ha traspasado fronteras. La muerte de Mbede coincide con la reciente aprobación en dos países africanos de leyes que encierran a los gais entre rejas por serlo, mostrarlo o unirse en pareja; dos polémicas normas que persiguen a cualquiera que anime la homosexualidad —se haga como se haga eso— o participe en organizaciones o forme parte de clubes gais.

Primero llegó Uganda, en diciembre, con el visto bueno parlamentario de un paquete legislativo que prevé incluso la cadena perpetua por actos homosexuales. El presidente ugandés, Yoweri Museveni, bien por la fuerte presión internacional —azotada por organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch— o bien porque no aceptaba alguna coma del texto, se negó a firmarlo en primera instancia y la ley está por el momento bloqueada. Un portavoz de Museveni admitió no obstante a la agencia de noticias AFP que el mandatario mantenía que los homosexuales están enfermos, pero que no por eso había que matarles o condenarles de por vida.

Eso habrá que verlo porque el pasado viernes, el presidente ugandés comunicó a miembros de su partido, el Movimiento de Resistencia Nacional, que firmará. Y lo hará avalado por el trabajo presentado por un grupo de científicos convocados por el Ministerio de Sanidad para resolver el siguiente dilema: el homosexual nace o se hace. La conclusión a la que han llegado apunta a que no existe “responsabilidad genética” en la homosexualidad, esto es, que no es una enfermedad, sino un comportamiento “anormal” que surge en la vida. Y visto así, hay que regularlo, han aconsejado a Museveni sus expertos.

“La homosexualidad”, le comunicó al presidente el asesor científico Richard Tushemereirwe, según recoge Reuters, “tiene consecuencias serias para la salud pública y, por lo tanto, no debe ser tolerada”.

Tras Uganda llegó Nigeria a mediados de enero, que si bien evitó la posibilidad de mandar a alguien a prisión a perpetuidad, sí marcó grosso modo dos caminos posibles: 14 años en el penal para los que, siendo del mismo sexo, osen celebrar su unión, y 10 años para aquellos que alienten la homosexualidad, participen en asociaciones gais, actos homosexuales… Aquí no hubo forma de bloquear nada. El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, firmó la norma —conocida como la ley “Encarcela a los gais”— y en prácticamente 24 horas empezaron los arrestos.

Pero ni la ley viene de nuevas —fue aprobada ya en el Senado en 2011— ni la homofobia pilla por sorpresa a los nigerianos. Según pudo saber la ONG Amnistía Internacional, las autoridades del Estado de Bauchi, uno de los 36 que forman Nigeria, contaban ya con una lista de 168 personas sospechosas de ser homosexuales. Bauchi es, en cualquier caso, uno de los nueve Estados en los que rige la sharía (ley que aplica con rigor los dictados del islam) y juzga por tanto ilegal la homosexualidad —el pasado 17 de enero, la cadena BBC informaba de la condena en este Estado a 20 latigazos a un joven, Mubarak Ibrahim, por haber mantenido relaciones sexuales hace siete años.

“[Desde la aprobación de la ley] ha habido muchas detenciones, pero también han puesto a muchos en libertad posteriormente”, relata en conversación telefónica Makmid Kamara, investigador para Nigeria de Amnistía, organización que tilda esta norma, como lo ha hecho Naciones Unidas, de “draconiana”.

Los arrestos, sirva de ejemplo Bauchi, no provienen solo de las fuerzas de seguridad del Estado o de la policía de la sharía. “Mucha gente se ha visto forzada a abandonar su casa por los ataques de grupos de ciudadanos”, apunta Kamara. “Hay muchos que se han tenido que ir a dormir con amigos para evitar a los asaltantes”, prosigue. ¿Por qué cebarse ahora contra los homosexuales? “No es nuevo, antes teníamos casos aislados de agresiones, pero ha habido una escalada de la violencia con esta ley”, responde el investigador de Amnistía. Preocupan las agresiones a esta organización, pero también la marginalización a la que los legisladores nigerianos han querido someter al colectivo gay, a los activistas que luchan por sus derechos, a sus organizaciones, a la libre asociación de personas…

¿Qué será, por ejemplo, de las ONG que tratan de prevenir el contagio del VIH y a las que acuden sin duda ciudadanos homosexuales? “Cualquiera puede caer en las manos de esta ley”, advierte Kamara, “y como ejemplo están las tomboys [mujeres con apariencia y comportamientos masculinos]”. También están en la mirilla de las masas que azuzan la homofobia.

Camerún, Nigeria, Uganda, Ghana, Senegal, Gambia… Según las cifras de Amnistía, 38 de los 54 países del continente africano, un 70%, criminalizan la homosexualidad. En algunos, como Mauritania, Somalia o Sudán, ese delito puede llevar a una sentencia de muerte. ¿A qué se debe tan vasto rechazo a la homosexualidad en África? Motivos sociopolíticos hay muchos, pero hay uno que se repite más que otros: la religión.

El think tank estadounidense Pew Research Center trató de analizar en un informe datado el pasado mes de junio la aceptación que la homosexualidad tiene en el mapa del mundo. En bruto, el estudio concluía que allí donde la religión no tenía presencia en la vida de la gente, la homosexualidad contaba con mayor aceptación en la sociedad. También coincidía esta tendencia con aquellos países en los que la hucha anda algo más llena a final de mes. En los que caen del lado del globo más pobre y con una influencia de la religión notable —con excepciones, una cosa lleva a la otra—, pocos creen que la homosexualidad deba ser aceptada.

Las cifras asustan, pero explican: en el África subsahariana, el 98% de los nigerianos consultados, el 96% de los senegaleses, ghaneses y ugandeses, y el 90% de los kenianos consideran que la homosexualidad es inaceptable. Dando la vuelta a los porcentajes, el exiguo visto bueno al colectivo gay resulta escalofriante: dos de cada diez en Nigeria, cuatro de cada diez en Senegal… Tampoco resulta muy diferente en el norte africano arabo-musulmán, y tan solo es algo menos inquietante en el sur, en uno de los países más desarrollados del continente, bandera de la lucha contra el racismo: Sudáfrica. Según el Pew Research Center, el 61% de los preguntados para el estudio rechazan la homosexualidad. Y eso que es legal y su discriminación pasa por ser inconstitucional.

El empuje de la religión, de las religiones, iglesias, confesiones, etc. es también uno de los argumentos que el escritor keniano Binyavanga Wainaina, de 43 años y bien conocido en su país, trae a la charla cuando es preguntado por qué tantos africanos dan la espalda a los gais. Él es homosexual. Lo hizo público en su último cumpleaños, el pasado 18 de enero, en un texto personal y demoledor que ha sacudido el país y el continente bajo el título “Mamá, soy un homosexual”. Wainaina lo escribió como un capítulo perdido de su libro Un día escribiré sobre este lugar. Y lo escribió para afirmar que era gay ahora que sus padres, fallecidos, ya no podían escucharle.

“Lo hice justo el día de mi cumpleaños”, relata en conversación telefónica y a ritmo acelerado el autor keniano, “para provocar una discusión entre los africanos y ver qué pasaba”. Admite que no sabía cómo explicarse, pero que la muerte de un amigo con sida hace ocho meses y las leyes aprobadas en Uganda y Nigeria dieron la puntilla a sus ganas de contarlo.

“Nadie, nadie en mi vida ha escuchado esto antes. Nunca, mamá”, dice el texto publicado por el escritor en la Red (webs Africa is a country y Chimurenga Chronic). “No me fiaba de ti, mamá. Y. Yo. Cogí aire con fuerza y lo llevé hasta mi ombligo para dejarlo salir lento y firme, limpio y sin golpes, alto y claro por encima del hombro y hacia tu oído. Soy un homosexual, mamá”. Ya en Internet su canto de libertad, el perfil del escritor en Twitter empezó a recibir decenas de mensajes de agradecimiento y coraje, aunque también alguna salida de tono.

Porque no todo en el vasto continente se tiñe de homofobia. El propio Wainaina rompe una lanza por una de las tierras que él más quiere, Nigeria. “Es un país que amo, precioso, con gente adorable y de mucho talento”, dice el autor keniano. Y dicho esto, al grano: según el autor de Cómo escribir sobre África, el “poder, dinero y apoyo” de esos que él llama “elementos conservadores y reaccionarios”, en otras palabras, las diferentes ramas religiosas que vertebran las creencias africanas, tiene mucho que ver en la homofobia que recorre su tierra. “Manipulan a la población”, sentencia. Wainaina recuerda, no obstante, que en los años sesenta y setenta, la tolerancia hacia la homosexualidad era mayor en África. Llegó la descolonización y nuevas iglesias, como el pentecostalismo o el evangelismo, se hicieron fuertes ante la incapacidad del cristianismo, llevado al continente por el hombre blanco, para afrontar los nuevos retos, para servir al ciudadano de esa experiencia espiritual que entonces necesitaba. Y de la calle, con un tufillo muy conservador, llegó a los Gobiernos.

“Nuestra libertad ha crecido”, reconoce Wainaina, “pero muchos Gobiernos quieren mantener el control; es importante que el mundo escuche las voces de libertad que vienen de África, de sus intelectuales, escritores, artistas… Necesitamos libertad para discutir”. Pero las voces se topan con la ley. Kenia también criminaliza los actos homosexuales. ¿Tiene miedo a las repercusiones de hacer pública su orientación sexual? “No, en absoluto”, se ríe con cierta sorpresa el autor keniano, “mi gente no es así”.

La gente que se encontró Roger Jean Claude Mbede en la prisión de Kondengui sí era de la que hace imposible la vida a un homosexual. Las agresiones y malos tratos, de reclusos y funcionarios, acompañaron a Mbede en un penal en el que la falta de salubridad deja libres a las enfermedades. La hernia empezó entonces a hacer la vida imposible al joven camerunés. Tras varios recursos y por su enfermedad, Mbede obtuvo a los 16 meses de entrar en la cárcel la libertad provisional. Ingresó en un hospital, pero su familia decidió que no era lugar para él, que esa maldición debía morir en casa. Y así fue. Lo sacaron y se lo llevaron a Ngoumou.

¿Por qué tanto odio? “Creo que tiene que ver con ideas ya recibidas”, contesta Togué, el letrado de Mbede. “Porque esas personas que ven en el homosexual al diablo ignoran lo que es en realidad tener una orientación sexual diferente a la de la mayoría”.

EL CORREO: FRANCESC GRANJA | FUNDADOR DE TANDEM TEAM :”Nos dicen que con discapacitados han sentido tanto o más placer”

Nace la primera asociación en España que ayuda a personas con minusvalías a disfrutar de su sexualidad gracias a la colaboración de voluntarios

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Francesc Granja es el fundador y presidente de Tandem Team./ V. Giménez

El día 12 de mayo de 1994, Francesc Granja, jefe de ventas y marketing, conducía bajo la intensa lluvia por una carretera portuguesa cuando se topó con un accidente. “Giré el volante y el coche empezó a dar vueltas. Me rompí el cuello por la sexta cervical. Quedé tetrapléjico, puedo mover los hombros y los brazos, pero no las manos, así que necesito ayuda para vestirme, asearme, comer… Tenía 32 años, llevaba dos casado, pero el accidente supuso un golpe muy fuerte para nuestra relación. Estuve un año ingresado en el hospital y al regresar a casa, solo aguantamos otro más y nos separamos”.

Tras aquella desgracia, lo primero fue superar el duelo por la pérdida sufrida, en este caso una importante parte de la movilidad. Pero pasado un tiempo, volvió a recuperar sus sueños, sus deseos… también los sexuales. “Con mi mujer lo intenté al principio, los médicos me hablaban de penetración, de repetir el modelo genital, pero no funcionaba”. Probó con inyecciones en el pene y viagra para lograr la erección: “Al principio iba bien, pero no era lo que yo necesitaba, aunque a otros les pueda valer. Después de romper con mi esposa, de forma casual conocí a una persona que tenía una sensibilidad especial, investigué más allá de la genitalidad y empecé a sacarme el pene de la cabeza”. Así entendió que había una necesidad colectiva.

El año pasado, este catalán de 51 años, licenciado en Ciencias Empresariales, publicó un libro, ‘Vivir el sexo. El hombre que aprendió a vibrar’ (Ed. Luciérnaga, 2013), donde habla de todo esto, y montó en Barcelona Tandem Team, la primera asociación sin ánimo de lucro que promueve “la asistencia sexual” a personas discapacitadas ¿Qué significa esto? Que hace de intermediaria, de puente, para que puedan encontrar “a hombres y mujeres que quieran compartir con ellas su intimidad y su sexualidad”.

Francesc Granja no utiliza los servicios de esta iniciativa porque ahora mantiene una relación, “aunque en otras épocas los hubiera necesitado”. Existe ya en países como Suiza, Alemania, Holanda, Dinamarca o Bélgica; de hecho, Tandem Team ha recreado el modelo belga. Granja quiere aclarar que las personas con una minusvalía son capaces de dar y recibir sexualidad: “Hay quien nos dice que con discapacitados ha disfrutado de tanto o más placer que en otros casos; que una caricia puede despertar más gusto que una penetración”.

UNA HISTORIA REAL: MARK O’BRIEN

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Fotograma de “Las sesiones”

LA VANGUARDIA: “Son los roles y no el género lo que define a los hombres”

Rawelyn Connell (antes Robert William Connell), experta en masculinidad

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Rawelyn Connell

Hábleme de cuando era Robert William...

Fui criada como chico, pero siempre supe que eso no era lo correcto.

¿Fue feliz de niño?

Sí, pero con dudas de cuál era mi lugar en el mundo. Crecí, traté de hacer mi vida como hombre, me enamoré.

¿De un hombre o de una mujer?

De una mujer. Fuimos pareja durante 21 años, hasta que murió de cáncer. Entonces fui padre soltero de una niña de 12 años, y sobreviví a su adolescencia. Ahora tenemos muy buena relación, y me apoyó cuando decidí hacer la transición de hombre a mujer. Entonces ella tenía 20 años, pero era algo que yo había considerado mucho antes.

¿Y se lo comentaba a su mujer?

Sí, y me apoyó. Creo que le debo mi vida porque muchas mujeres transexuales no sobreviven: hay una alta tasa de suicidios.

¿No le importaba que su marido se convirtiera en mujer?

Yo siempre fui quien fui, siempre me sentí mujer. El cambio en sí consiste en lograr eliminar el desfase que hay entre el cuerpo y lo que sientes.

Resulta difícil de entender.

Lo que importa es como uno logra manejar esa contradicción entre cuerpo y género, y yo conseguí desarrollar una vida como padre, maestra…

¿Como maestra o como maestro?

En inglés no hay distinción, de todas formas es algo que importa dependiendo de cómo te ve la gente, y a mí mayormente me veían como hombre, pero no como un hombre tradicional.

Decidió operarse. ¿Cómo se vive esa transición?

No es fácil, es un proceso imperfecto, no se pueden crear órganos que no existen, así que hay que ser realista con las expectativas y las consecuencias.

¿Y siendo profesor universitario?

Fue como reconocer algo que era evidente para mí desde hacía mucho, pero que no lo era para otra gente, lo que tiene sus complicaciones porque además uno de mis campos de investigación es el género, y la gente reacciona de manera muy distinta a textos que entienden que han sido escritos por un hombre o por una mujer.

Usted, que socialmente ha sido hombre y ha sido mujer, ¿qué diferencias esenciales ha encontrado?

Tuve acceso a ciertos privilegios que tienen los hombres en términos de carrera profesional y autoridad social, pero siempre en peligro por ser un tipo raro de hombre.

¡Pero está considerada una de las más importantes científicas sociales!

El trabajo de los australianos no circula fácilmente en Europa o en Norteamérica, y cuando lo hace es de una manera medio anónima porque el autor está muy lejos.

¿Qué ha descubierto sobre la masculinidad?

Fui una de las primeras personas en hacer trabajo empírico sobre la masculinidad, entrevisté a varones de distintas clases sociales, intelectuales, empresarios, activistas…

¿Y qué tenían en común?

Casi nada, no hay una psicología común, pero los hombres son colocados en determinadas expectativas: llevar el pan a casa, ser los jefes de familia, en tiempos de guerra ser los responsables de la lucha… Y las cumplan o no, todos tienen una relación con esos patrones. Las obligaciones que se dan a los hombres los definen.

Entonces, ¿qué es la masculinidad?

El género es la manera en que la sociedad maneja las diferencias sexuales, pero sabemos, hay gran cantidad de investigación que lo demuestra, que no existen diferencias psicológicas significativas entre géneros. Los libros del tipo Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus están totalmente errados.

Los científicos dicen que nuestros cerebros, su química, nos diferencian.

Precisamente esa es mi contribución a la sociología, demostrar que nuestro destino como seres humanos no está determinado por la química cerebral ni por nuestros órganos reproductivos, sino por las estructuras sociales, y es ahí donde empiezan los problemas entre hombres y mujeres.

¿A qué se refiere?

Las estructuras sociales son las que permiten el abuso, la falta de respeto entre géneros, la violencia. Pero se puede cambiar: los problemas sociales son sociales, no biológicos.

Si fuéramos iguales, no se habrían impuesto unos sobre otros.

Excepto por el ejercicio de poder social. Lo que yo me pregunto es cómo hemos llegado a tener instituciones tan desiguales en la historia y cómo podemos cambiarlas.

¿Y?

Los niveles de desigualdad cambian a través del tiempo, así que no hay un patrón fijo a través de la historia, y eso me da cierto optimismo. El camino para acabar con las desigualdades es la igualdad económica.

¿Lo más importante que le ha pasado?

Tener una hija, y también lo más difícil, ja, ja… es broma. Lo más difícil fue sobrevivir a la muerte de mi esposa.

Parece que la suya ha sido una relación muy especial. ¿Qué es lo esencial?

La paciencia, un deseo de querer seguir intentándolo cuando hay dificultades, respeto por el otro, y tener propósitos comunes, hacer cosas juntos.

Orlando

En su tierra ha sido galardonada por la Asociación Australiana de Sociología “por sus distinguidos servicios a la sociología en Australia” , y fuera de ella ha recibido el premio de la Asociación Americana de Sociología por sus contribuciones a los estudios sobre sexo y género. Sus investigaciones sobre masculinidad han dado paso a la creación de esta nueva área de investigación. Como Orlando, de Virginia Woolf, ha vivido parte de su vida como hombre y parte como mujer, quizá esa singularidad sea lo que le ha permitido entender tan bien que por encima de la biología lo que determina el género son las estructuras sociales. Ha participado en el Congrés Iberoamericà Masculinitats i Equitat.