Marruecos expulsa a una cooperante española por defender al colectivo LGTB
SOCIEDAD Presión contra las protestas por la homofobia
Las autoridades marroquíes detuvieron y deportaron el miércoles a L.V., la delegada en Marruecos de la asociación española Novact. “Cuando llegó a casa, a las siete de la tarde, le estaban esperando varios policías en la puerta”, cuenta el director de Novact a este periódico.
Tras su detención, las autoridades la montaron en un coche y la llevaron a Tánger Med, dónde pagaron un ferry hasta Algeciras. Llegó a la ciudad española sin teléfono y sin dinero. “Nos hemos enterado de que estaba en España porque me ha llamado ella misma desde un móvil que ha pedido nada más llegar. Tanto a mí como al Consulado y a la Embajada nos habían informado de que estaría en la Comisaría de la Place Pietri -una plaza de Rabat-“, sigue narrando el director del colectivo español. Sin embargo, cuando llegó allí no había ni rastro de la cooperante española.
Por su parte, el ministro de Comunicación marroquí, Mustafá al Jalfi, ha explicado en un comunicado a las 8 de la mañana de hoy que la cooperante había sido expulsada de Marruecos por “apadrinar acciones no autorizadas en el marco de las ofensivas emprendidas por organizaciones extranjeras que sostienen causas de conductas desviadas”, refiriéndose a las conductas homosexuales.
Día internacional contra la homofobia
Todo empezó el 17 de marzo, Día Internacional contra la Homofobia, en el que Marruecos prohibió varios actos programados para la jornada que acabaron realizándose en la Embajada de Holanda en Rabat, en el que L.V. participó, pero también lo hicieron varios embajadores incluido el de la Unión Europea en Marruecos.
Cinco días después, L.V. iba en un taxi cuando varios agentes marroquíes la pararon y la invitaron a dejar Rabat amigablemente en nombre de El Wali -alcalde- de la ciudad. Le comunicaron que era algo temporal, que podría volver pasados unos días.
El 1 de junio, volvió a entrar a Marruecos por el aeropuerto de Rabat y en principio no tuvo ningún problema. Pero hoy el Ministerio de Comunicación ha acusado a la cooperante española de entrar con un pasaporte falso y de haber suplantado la identidad. Acusaciones falsas, ya que en realidad lo que ha pasado, según han explicado fuentes del Consulado español en Marruecos al director de Novact, es que L.V. renovó su pasaporte durante esos días en España -el anterior estaba en malas condiciones y al salir las autoridades marroquíes pusieron pegas- y ha entrado con otro número de pasaporte diferente del anterior. Un procedimiento habitual en España cada vez que se renueva el documento.
El colectivo quiere dejar claro que la defensa de los derechos y las libertades individuales es una de las líneas de trabajo de la asociación y que la cooperante no tiene nada que ver con las dos activistas de Femen detenidas hace tan sólo dos días en Rabat mientras se besaban en el monumento turístico de la Tour Hassan, ni con las dos activistas marroquíes que han repetido el beso hoy denunciando la persecución que hace Marruecos a los colectivos LGTB.
La asociación española hace hincapié en esto, ya que la prensa local marroquí ha amanecido la mañana del jueves dando informaciones erróneas que vinculan a la cooperante con activistas de Femen, cuando no tienen nada que ver. “L.V. es una cooperante, no una activista. Trabaja bajo las directrices de la cooperación española y de la Unión Europea”.
El el caso de L.V., Marruecos se ha saltado su propia política de expulsiones que dicta que en caso de que una persona vaya a ser deportada a su país debe tener un periodo de 48 horas para recoger sus pertenencias.
Denuncia de la líder de Femen España
En el marco de la creciente presión de las autoridades marroquíes contra quienes defienden los derechos del colectivo LGTB, la portavoz de Femen España, Lara Alcázar, denunció ayer que fue secuestrada por la policía secreta en Rabat, a donde había viajado para participar en una acción de protesta.