Los creadores del Candy Crush se enfrentan a un juicio por despedir a un homosexual
Un juzgado de Barcelona estudia si echaron al trabajador después de que sufriese un “acoso moral con carácter reiterado de sus superiores en la empresa”
Cuando P.S. entró a trabajar en la sede de Barcelona de la empresa King Shared Services, la creadora del conocido juego Candy Crush entre otros, pensó que le había tocado la lotería. Pasó seis entrevistas, dejó su empleo anterior en el ámbito de las finanzas para ejercer una profesión altamente especializada y con contactos directos con Londres, sede de la matriz de la empresa, pese a que no era directivo. Incluso alabó las modernas condiciones laborales que le ofrecía King como la presencia de un mediador en Recursos Humanos en caso de tener un conflicto con alguien de la compañía para solucionarlo.
Y eso que era una de las condiciones que esperaba no tener que utilizar. Pero empezó a no ver más remedio cuando al poco de entrar, en marzo de 2014, su inmediato superior en la empresa comenzó a hacer comentarios que el trabajador consideraba «incómodos» y por los que se sentía «ridiculizado». Algunos los hacía en los momentos de descanso durante la jornada laboral en un espacio de la misma empresa donde jugaban al futbolín. Allí el jefe le llamaba «marica» cuando quería que le diese más fuerte a la bola.
La situación se fue agravando con el paso de los días ya que a cualquier objeción del trabajador su jefe decía «no seas marica» o «no te asustes con tu jefe en Londres que es un poco loca», cuando debía viajar para recibir formación.
«Creo que desconocía que soy homosexual y ese tipo de comentarios me ofenden, aunque al margen de mi orientación sexual no debía hacerlos», afirma P.S. que fue aguantando varios meses lo que consideraba un tono ofensivo de su jefe hasta que no pudo más y a principios de diciembre de 2014 habló con Recursos Humanos para que mediasen. En esta reunión explicó sus problemas de trato con su superior y afirmó que también existían situaciones de desorganización dentro de su departamento. Los responsables de la compañía hablaron con el directivo afectado quien desde entonces empezó a presionarlo y a tratarlo mal hasta provocar que cogiese la baja médica durante 23 días hasta que fue despedido cuando se reincorporaba. «No dejaron que subiese a la sede de la empresa, me citaron en la cafetería de debajo y allí me dieron la carta de despido», añade P.S. quien detalla que lo echaron oficialmente «por una razón disciplinaria y por bajo rendimiento».
Por eso interpuso una demanda que fue admitida por el Juzgado Social 25 de Barcelona que celebrará el próximo enero el juicio correspondiente contra la empresa por despido nulo ya que no se llegó a ningún acuerdo durante la conciliación laboral. En el escrito judicial del abogado Ibán Fernández Girón, representante de P.S., se indica que durante varios meses su cliente sufrió «acoso moral con carácter reiterado de sus superiores en la empresa con la clara finalidad de dañar su autoestima y reputación ante sus compañeros». Además, indica que su jefe directo, que está citado como testigo en el juicio y que fue despedido por la empresa dos semanas después de la salida del trabajador, intentó «vejar a mi mandante ridiculizando su opción sexual».
En declaraciones a este diario, el letrado explica que su cliente fue despedido de forma nula tras «intentar solucionar un problema interno por los cauces que la propia compañía había puesto para mediar este tipo de conflictos». Ibán Fernández Girón considera que las «vejaciones» que sufrió el demandante por suorientación sexual provocan la nulidad del despido.
La demanda admitida por el juzgado indica que «bajo la apariencia de una estrategia empresarial para obtener mejores resultados se esconde otro tipo de estrategia que quiere llevar al trabajador a su autoeliminación de la empresa». También añade que «el despido es nulo porque se trata de una venganza de la empresa tras la queja expresada por mi mandante ante las vejaciones sufridas por su superior» y que se produjo tras una «baja médica» ya que el demandante «no podía soportar el trato recibido « por su jefe. Por eso, considera que debe percibir cerca de 22.500 euros de indemnización por parte de la empresa por los daños morales sufridos a partir de las vejaciones, más uno de los dos bonus semestrales que perciben los empleados -y que consiste en un 10% del salario-, un plan destock options al que tenía derecho el trabajador y un total de 164 horas extras realizadas por el demandante entre marzo y septiembre de 2014. El juicio por la reclamación de esta cantidad se realizará en enero de 2017, un año más tarde que el previsto para determinar si el despido es nulo o no.
El trabajador explica que su superior empezó a cambiar su trato con él tras la mediación de recursos humanos y que sólo se comunicaba con correos electrónicos o a través de otra directiva, aunque él intentó tener una conversación con su jefe para pedirle un trato respetuoso. La presión laboral empezó a pasarle factura cuando sufrió fuertes dolores en el estómago que hicieron que cogiese la baja por estrés. El día que se reincorporaba fue despedido. En total estuvo en la empresa unos 10 meses y todavía se sigue medicando por la ansiedad. Al dedicarse a un sector muy específico teme que su caso pueda perjudicarlo para conseguir otro empleo.
Una directiva de King en Inglaterra explicó a este diario que su empresa nunca comenta casos concretos que afectan a empleados o ex trabajadores, como esta demanda por un despido nulo. Pese a esto, recordó que King apoya públicamente y sin fisuras la diversidad ya que participan en varios eventos que reivindican igualdad de derechos de los homosexuales como los desfiles del Orgullo Gay en Londres o Estocolmo de este año y del pasado. Incluso destacó que directivos de King patrocinaron en varias ciudades europeas la campaña NOH8, una protesta con fotografías realizada en todo el mundo contra de la Proposición 8 de California, que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo en ese estado. Desde King detallan que su apuesta es por la igualdad de todas personas. Precisamente esta política de la tolerancia fue una de las razones por las que P.S. quiso trabajar en esta empresa ya que se ajustaba a sus características profesionales y personales.
Hace unas semanas la empresa de videojuegos Activision Blizzard anunció lacompra de la compañía King Digital Entertainment por unos 5.900 millones de dólares.