EL PAIS: El Tribunal Supremo holandés prohíbe una asociación a favor de la pederastia
- El grupo apelaba a la libertad de expresión para promover el sexo consentido con menores
- Su expresidente fue condenado a tres años de cárcel por posesión de pornografía infantil
El Tribunal Supremo holandés ha prohibido la agrupación Martijn, que promovía la pederastia en nombre de la libertad de expresión y de asociación, ambas consagradas en la Constitución. Los jueces han decidido, por el contrario, que pesaba más “la integridad física y psíquica del menor justo cuando más necesitan ser protegidos y más dependientes son de las personas mayores”. El fallo señala asimismo que “este tipo de contactos es contrario a los valores de la sociedad holandesa y pueden dejar secuelas de por vida”. La decisión sigue el consejo de la Abogacía General del Estado y pone fin a un largo proceso judicial que venía arrastrándose desde 2011. Obliga además a la disolución del grupo, cuyo expresidente estuvo en la cárcel por posesión de pornografía infantil.
A pesar de que la pederastia es contraria a la legislación holandesa, no ha sido fácil deshacerse de Martijn. Fundada en 1982, sus miembros han hecho valer siempre su carácter de “foro de discusión en pro de la aceptación social de las relaciones sexuales entre adultos y niños (a partir de 12 años) siempre que sean voluntarias y sancionadas por los padres”. En 2011, el Ministerio de Justicia decidió que promover una idea así, aunque fuera reprobable, formaba parte de la libertad de expresión. Un año después, sin embargo, los tribunales resolvieron que el ideario de los favorables a la pederastia sí contrariaba las normas de la sociedad holandesa, y ordenó su disolución. En 2013, dicho fallo fue revocado, esta vez en nombre de la libertad de asociación. El Abogado General del Estado apeló entonces al Supremo y ha ganado ahora el caso.
Entre 1986 y 2006, Martijn publicó la revista OK Magazine, remitida solo por correo y sin venta en los quioscos. Llena de fotos de menores con poca ropa, en especial chicos, sus artículos y ensayos giraban en torno a la sociedad ideal que buscaban, donde mayores y pequeños pudieran relacionarse sexualmente sin problemas. En 2007, chocó con la Familia Real holandesa al colgar en su sitio de Internet fotos de la princesa Amalia, heredera del trono e hija mayor de los actuales reyes, Guillermo Alejandro y Máxima. Dos de sus primos también aparecieron en sendas imágenes, acompañadas de textos sugerentes. La Oficina de la Casa Real les advirtió de que se exponían a ser demandados si no retiraban de inmediato el material, y éste desapareció para el público de las páginas de libre acceso. No así para los abonados.
Expulsada en 1994 de la Asociación Internacional de Gais y Lesbianas, el hecho mismo de que existiera una organización de estas características ha provocado momentos muy embarazosos para el Gobierno holandés. El más reciente tuvo como protagonista al presidente ruso, Vladímir Putin, que en 2013 criticó la presencia en la sociedad de “esa gente”. Respondía así a la llamada de atención de las autoridades holandesas lamentando la discriminación del colectivo homosexual en Rusia.
A pesar de que insistían en el carácter pedagógico de su ideario, la justicia también ha perseguido a los miembros de Martijn. En 2010, los agentes encontraron enormes cantidades de material pornográfico en los ordenadores del entonces presidente, Ad van den Berg. Fundador a su vez del disuelto Partido de la Caridad, la Libertad y la Diversidad (partidario de la pederastia, zoofilia, libre publicación de pornografía infantil y consumo legal de drogas blandas a partir de los 12 años), fue condenado a tres años de cárcel por poseer 150.000 fotos y 7.500 vídeos de pornografía infantil.
En 1987, ya tuvo que pagar una multa por abusar sexualmente de un niño de 11 años. En estos momentos, asegura que sus relaciones son “platónicas”, aunque sigue creyendo que “los menores mismos saben si están o no listos para el sexo”, según ha dicho. Un sacerdote salesiano holandés, miembro de Martijn hasta la caída de Van den Berg, aseguró en 2011 a la cadena comercial RTL que “el sexo entre adultos y críos no siempre es dañino para los segundos”. Los salesianos se distanciaron de inmediato del religioso.