EL MUNDO: El VIH, un puzle de mil lazos
A medida que han ido pasando los años desde el inicio de la pandemia de sida, el dibujo de la situación se ha ido estructurando como un rompecabezas donde piezas muy diferentes entre sí van engarzando una con otra hasta dibujar un panorama todavía preocupante. Sin embargo, las cifras globales muestran una tendencia a la baja en el número de infecciones, números que fijan la esperanza de lograr uno de los Objetivos del Milenio para 2015: que 15 millones de personas reciban tratamiento para su infección por VIH.
El puzle mundial muestra que el número de infectados por VIH en el mundo ha caído un 33% desde 2001 a 2012, un descenso del 52% si hablamos de la infección en niños, según datos del informe del Programa para las Naciones Unidas para el VIH/Sida (ONUSIDA).
Estas buenas noticias se acompañan de otras no tan brillantes, como que a sólo tres años de la fecha marcada para conseguir que 15 millones de personas reciban tratamiento, de momento, esa cifra se ha quedado en 9,7 millones en 2012. Uno de los principales motivos de esa distancia entre la realidad y el deseo es el dinero que se destina para luchar contra la epidemia: unos 13.940 millones euros.Cantidad muy inferior a la cifra que las autoridades sanitarias señalan como imprescindible para alcanzar la meta de tratamientos y que se sitúa en los 18.000 millones de euros.
El énfasis en los tratamientos no es un tema baladí. Las muertes por sida también cayeron un 30% desde el máximo de 2,3 millones alcanzado en 2005 hasta los 1,6 millones en 2012, gracias al mayor acceso a medicamentos antirretrovirales. Los avances en la mejora y ampliación del número de terapias han logrado, para muchos afectados, que esta infección mortal en el 100% de los casos en sus inicios se haya convertido para muchos en una enfermedad crónica.
Cronificación
Ese cambio en la letalidad de esta infección, ha logrado que en muchos países ricos la enfermedad se haya normalizado y que muchos portadores de VIH puedan llevar una vida rozando la normalidad. Sin embargo, esa normalización ha traído consigo una relajación de las conductas sexuales en algunos países. Según señala los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el número de hombres que ha tenido sexo anal sin protección ha aumento casi un 20% de 2005 a 2011. Además, la relaciones sin protección fueron más del doble de frecuente entre los varones que no saben si están infectados por el VIH.
En nuestro país la situación no dista mucho de la estadounidense. La vía de transmisión más frecuente es la sexual en un 82% de los casos, de ellos el 51% son hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y un 31% personas con relaciones heterosexuales. Se estima que en la actualidad viven en España entre 130.000 y 160.000 personas con VIH, de las que entre el 25% y el 30% desconocen su situación. Por este motivo, todavía un 47% de los nuevos diagnósticos se realizan de forma tardía. Algo crucial para evitar nuevos contagios y para prevenir, con una terapia adecuada, el deterioro de la salud de los afectados.
Cifras que no son comparables a las que se dan en el África subsahariana, la región con más afectados, donde hay 25 millones de personas con VIH y cerca de 1,2 millones de muertes por el sida. Por detrás, se encuentra el Sudeste asiático, con un total de 3,9 millones de infectados, Latinoamérica, con 1,5 millones, y Europa y Norteamérica, con 1,3 millones de ciudadanos portadores del virus del sida.
En cuanto a los progresos para conseguir una vacuna, tal y como afirmaba a este periódico hace unas semana Anthony Fauci, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas de EEUU, ” la crisis ha ralentizado el progreso en la vacuna frente al VIH. Y el hecho es que hace falta más dinero“.