El Macba cancela una exposición por una escultura del rey Juan Carlos sodomizado
Casa Real señala que no tiene nada que ver con la decisión del director de la pinacoteca catalana
¿Censura?, ¿miedo?, ¿presiones?… el mundo cultural barcelonés está hoy que hierve, después de la decisión de la dirección del museo Macba de la capital catalana de cancelar una exposición, que se inauguraba hoy, en la que figuraba una escultura de la austriaca Ines Doujak, en la que aparecía el rey Juan Carlos sodomizado.
La obra, que ya se expuso en la Bienal de Sao Paulo, formaba parte de una muestra titulada ‘La bestia y el soberano’ y que desde la dirección del museo han considerado que podía resultar “ofensiva”. Así, la pieza está compuesta por un lobo, que penetra a una líder feminista indígena boliviana, quien a su vez lo hace a un hombre agachado que guarda un gran parecido con el padre del actual Rey de España, que a la vez vomita unos vegetales por la boca.
La cancelación de la exposición se ha producido por las diferencias entre los comisarios de la misma y el museo barcelonés. Desde la pinacoteca, habían sugerido a los comisarios que únicamente suprimieran la polémica escultura, pero ante la negativa del comisario y de la artista austriaca a retirar la obra, el Macba ha optado por suspender la exposición entera.
El director del Macba (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), Bartomeu Marí, ha negado esta mañana las acusaciones de censura y de haber cedido a las presiones. “Hemos decidido no incluir una obra que consideramos inapropiada en esta muestra. Ante la negativa de los comisarios (y del artista) a retirarla se ha decidido que la exposición no tendrá lugar”, ha afirmado. “Ha sido por coherencia y no por miedo”, ha añadido. A su juicio, la escultura está en “contradicción” con la línea editorial del museo (cuyo patronato está participado por el Ministerio de Cultura, la Generalitat y el ayuntamiento de Barcelona) y podía transmitir un mensaje que el museo no quiere vehicular, ni desea tener que gestionar.
La exposición era una coproducción con la Württemberg Kunstverein de Stuttgart (WKV) y trataba de explorar cómo las prácticas artísticas contemporáneas cuestionan y deshacen la definición de la soberanía política. Los comisarios han afirmado que intentarán que la polémica obra pueda ser expuesta en Barcelona. Los trabajadores del museo han reclamado en asamblea explicaciones a la dirección.