Sexo anal: mayor riesgo de VIH que el sexo vaginal
La prevalencia de contagio en Europa de VIH en hombres homosexuales ha aumentado un 33 por ciento desde el 2004, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Asimismo, el ECDC sostiene que España se encuentra en primer lugar con respecto a la transmisión de VIH entre hombres.
“El hecho de que el VIH ya no sea una enfermedad mortal, sino crónica, ha relajado a la población sexual en cuanto al control y la prevención de contagio”, señala Ezequiel Francisco Pérez Campos, jefe de Servicio de Ginecología del Hospital General de Requena en Valencia y miembro del patronato de la Fundación Española de Contracepción. El experto relaciona también esta baja protección al “cambio de la sociedad y a la llegada de gente de otros lugares”. Asimismo, los tratamientos antirretrovirales surgidos en los años 90, los cuales permiten mejorar la calidad de vida de las personas infectadas, han reducido el temor a la infección, abandonando así las medidas de prevención.
El sexo anal tiene mayor riesgo de transmisión de VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) que el sexo oral o el vaginal ya que “el semen de los hombres es altamente contagioso”, afirma Pérez. “Debido a la concentración viral y a la capacidad de transmisión del semen del varón con las lesiones debidas a la penetración anal, el sexo anal es el punto máximo de capacidad de transmisión de esta infección”, explica el especialista.
Alrededor del 30 por ciento de las personas con este virus no conoce que está infectada, lo que implica un mayor número de transmisiones por falta de conocimiento. Estos datos evidencian la necesidad de una mayor concienciación, sobre todo entre los jóvenes, con respecto a la evitación de prácticas de riesgo y a la utilización del preservativo. El estudioHIV prevention in Europe: evidence brief realizado por ECDC y publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes ha estimado que el preservativo, como estrategia de prevención de transmisión de VIH, tiene una eficacia del 70 por ciento.
Según el experto, los hombres homosexuales que lleven a cabo el coito anal “deben utilizar siempre, desde el principio de la relación hasta el final de la misma, el preservativo. Esto va a disminuir de una forma abismal la posibilidad de transmisión, dado que no va a haber contacto del semen infectante con la sangre del receptor”.
Pérez hace especial hincapié en la formación de los jóvenes sobre la sexualidad: “Hay que advertir que hay infecciones que se transmiten por el sexo y que se deben evitar, primero mediante la decisión personal y segundo con el preservativo, el instrumento de primera magnitud para evitar o disminuir las ITS”. Según el especialista, la educación sexual en España tiene “claras sombras” dado que, a pesar de que existe información sobre estas enfermedades, “es necesario considerarla como un asunto importante, un aspecto más de nuestra salud”. De esta forma, “la sociedad estará más formada y capacitada en cuanto a la sexualidad y, por tanto, tomará decisiones con mayor libertad y responsabilidad”, asegura.