¿Y si tu madre se convierte en un hombre?
MADRID.- Sophie Hyde enfrenta a una adolescente con el proceso de cambio de sexo de su madre en 52 martes. La película, que le valió el Premio a la Mejor Dirección en Sundance, es un experimento narrativo, rodada durante los martes de un año con actores no profesionales
La ópera prima de Sophie Hyde, 52 martes, una película que nació como experimento narrativo, ha terminado convirtiéndose en referente de la nueva ola del “cine trans”, una corriente que refleja el creciente interés social que existe por las cuestiones de género e identidad sexual.
Con actores no profesionales y rodada solamente durante los martes de un año, la película cuenta la relación de Billy, una adolescente de 16 años, con su madre desde que ésta le dice que va a someterse a una operación de cambio de sexo. La chica va a vivir con su padre ese tiempo, durante el que verá a su madre los martes por la tarde.
“Es emocionante, hay una nueva ola de películas trans que muestran que hay personas que no se conforman con el género que les han asignado. Son personas que sienten que no encajan y esa es una buena historia que todavía hay que seguir contando, es necesario”, dijo en una entrevista con Indiwire la directora y coguionista de 52 martes.
Un filme que pone el acento en la necesidad de ser uno mismo, más allá de cómo nos perciban los demás, en lo irreal de una división solo en dos de los géneros (hombre / mujer) y en lo poco que conocemos a nuestros padres.
“Tuve un padre que era abiertamente gay”
A propósito de la celebración, el 17 de mayo, del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, se han publicado los datos de una realidad de discriminación, acoso, agresiones… contra homosexuales y transexuales. Las personas transexuales son las más perjudicadas en los ataques contra la libertad sexual en el mundo, según reveló una encuesta que hizo hace tres años la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Esto, sin embargo, no es lo fundamental en la película de Hyde, que, aunque absolutamente consciente de ello, quería poner el acento en cuestiones psicológicas y familiares.
“Tuve un padre que era abiertamente gay, lo recuerdo desde que era muy pequeña, y eso para mí fue un privilegio, me mostró quién era él en todas su formas. Él no trataba de ocultar esa parte como si fuera algo que estuviera separado de su condición de padre. Yo creo que es muy bonito mostrar a un hijo cómo eres y eso es lo que yo quería busca en esta historia”, dijo en una entrevista en Australia Sophie Hyde.
Desde su película quiere preguntar al público: “¿Cuándo conociste a tu madre y a tu padre como una persona adulta y real? y ¿Cómo madre o padre, cuándo hay que mostrarse por completo a un hijo?”.
Un individuo inconformista del género
La identidad, los vínculos, la sexualidad, la familia, la mortalidad incluso, son temas que surgen en esta película, una obra que nació, sin embargo, como simple experimento narrativo. El coguionista Matthew Cormack propuso a Hyde rodar una película solo los martes y se pusieron manos a la obra.
Crearon unas reglas para su historia: rodarían en un año, una vez a la semana, los martes hasta medianoche, durante 52 semanas consecutivas y de forma cronológica; trabajarían con actores no profesionales a los que darían el guion cada semana; debería aparecer algo de cada uno de los martes…
Tilda Cobham- Hervey, una joven formada en el circo, acróbata, trapecistas y artista del hula-hoop, es Billy, la adolescente protagonista de esta película, en la que comparte cartel con Del Herbert-Jane, que en realidad llegó a este proyecto comoconsultor de la diversidad de género y al que invitaron a participar poco después como actor.
El masculino en este caso no es el género con el que se siente identificada esta persona. “Del –explica la directora- se identifica como un individuo inconformista del género, que piensa que el sistema binario hombre/mujer está obsoleto y es incapaz de expresar/representar toda la gama de individuos que conforman la humanidad. Del prefiere la utilización del pronombre sin género”.
Lo individual es lo que nos define
Entre el documental y la ficción, la película de Sophie Hyde va un poco más allá. 52 martes defiende también la idea de que a cada uno de nosotros nos define lo individual y no los grandes acontecimientos que suceden en nuestro tiempo.
La búsqueda sexual de Billy, el conocimiento de su madre, el vínculo con su padre se producen en medio de los conflictos en Siria, Egipto… y, aunque son imágenes que recibe constantemente, no son las que determinan sus decisiones.
Y todo ello es la mirada de una mujer, aunque ésta se pregunte desde su propia obra: “¿Qué significa ser una mujer?” A la cuestión hecha directamente a la realizadora, ésta responde que no está segura de la respuesta “aparte de que es personal y, por supuesto, muy política, como todas las cosas buenas”.
Bastantes menos dudas tiene respecto de la necesidad de que haya más mujeres haciendo películas. “Una cultura cinematográfica sin la voz de las mujeres es limitada y refleja la vida de una forma poco sincera”, afirma.