La Ley de Indiana: discriminación homosexual en nombre de la libertad religiosa
- La aprobación de una norma impulsada por Mike Pence genera una ola de críticas
- Los comercios pueden negarse a atender a gays alegando objeción religiosa
- Hillary Clinton o Tim Cook ya se han manifestado en contra de la normativa
Discriminar a homosexuales en nombre de la libertad religiosa. Así podría resumirse la ley aprobada en Indiana que ha provocado el desacuerdo de miles de ciudadanos en todo Estados Unidos. Tim Cook, el consejero delegado de Apple, ha sido el último en sumarse públicamente a las críticas, pero antes que él, otras personalidades famosas y miles de ciudadanos anónimos han manifestado su oposición a la norma que vio la luz el pasado jueves 26 de marzo.
El precepto establece que comercios y empresas pueden negarse a atender a clientes y usuarios gays y lesbianas alegando que, de hacerlo, atentarían contra sus creencias religiosas. La iniciativa impulsada por el gobernador Mike Pence se ha convertido en el último escollo de la lucha por los derechos civiles y la igualdad en Estados Unidos.
Pence se ha defendido en las últimas horas del aluvión de acusaciones de discriminación que ha tenido que soportar: “Este proyecto de ley no es discriminatorio y si yo pensara que legaliza la discriminación de alguna manera, lo habría vetado”, aseguró. El mandatario también apoya la medida apelando a su intención de preservar la libertad religiosa de las personas, que queda así “totalmente protegida bajo la legislación de Indiana”.
Sin embargo, muchas organizaciones defensoras de los derechos homosexuales, ciudadanos y líderes empresariales no coinciden en su interpretación y lo han dejado claro de manera pública. Unas 3.000 personas se manifestaron el pasado sábado en las calles de Indianápolis, capital del estado, para expresar su repulsa con lemas como “Ningún odio en nuestro estado” o “Reparad esa ley”.
De forma paralela, los usuarios de la red social Twitter lanzaban una campaña bajo la etiqueta #boycottIndiana en la que llamaban a un boicot contra el estado. También Hillary Clinton, ex secretaria de Estado y posible candidata demócrata a la presidencia de EEUU en 2016, utilizó esta plataforma para lamentar que una ley así “pueda aprobarse hoy en América”.
Rechazo empresarial
Las críticas también han llegado por parte de directivos de grandes compañías, que creen que la normativa denigra la imagen de Indiana y perjudica el desarrollo económico del estado.
Por ejemplo, el consejero delegado de la empresa Angie’s List, Bill Oesterle, anunció la cancelación de unos planes de expansión en ese estado valorados en 40 millones de dólares (algo más de 37 millones de euros).
Pero si hay un nombre que ha dado visibilidad a las protestas es el de Tim Cook, consejero delegado de Apple. Cook declaró públicamente su homosexualidad hace unos meses y este lunes escribió una carta en ‘The Washington Post’ en la que alertaba del peligro de esta norma y de otras similares que se han aprobado recientemente en otros estados.
El directivo de la compañía ‘de la manzana’ comparaba la discriminación a la que se enfrenta el colectivo homosexual con la segregación racial que EEUU vivió hace décadas y señalaba que las nuevas leyes “van en contra de los principios sobre los que se fundó nuestra nación y corremos el riesgo de que acaben con décadas de progreso hacia una mayor igualdad”.
El revuelo ha provocado que las autoridades legislativas de Indiana se pronuncien y traten de matizar el contenido de la norma. El presidente de la Cámara de Representantes estatal, Brian Bosma, ha insistido en que la ley no discrimina a homosexuales, aunque ha dejado claro que modificarán el contenido que sea necesario para que no se interprete en esos términos.
El de Indiana es el último capítulo de la lucha por la igualdad y contra la discriminación homosexual que se libra desde hace años en Estados Unidos. El próximo mes de junio podría resultar una fecha clave en esta carrera, ya que se espera que el Tribunal Supremo se pronuncie para entonces sobre la constitucionalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Hasta ese momento, todas las miradas apuntan a Indiana.