PUBLICO: La Iglesia expulsa a un profesor de religión después de casarse con otro hombre
Mientras el Papa Francisco pregona que no hay que juzgar a los homosexuales por el mero hecho de serlo -“si buscan a Dios y tienen buena voluntad”-, el último catecismo de la Iglesia Católica defiende que la identidad sexual “no se elige, porque es un don de Dios”, y reputados miembros de una institución que todavía rechaza aclarar si considera o no la homosexualidad como una enfermedad insisten en discriminar a los miembros de la comunidad LGTB (gays, lesbianas, transexuales y bisexuales).
El último afectado por la “homofobia” que las asociaciones defensoras de estos colectivos atribuyen a la Iglesia es Luis Alberto González, hasta ahora profesor de religión en un colegio público en Canarias, al que el Obispado de esta región ha explicado por carta que ya no lo considera “idóneo” para seguir en su cargo. Una misiva remitida al inicio de este mes, días después de que González enviase una carta al director de El País en la que celebraba los cambios que a su juicio ha experimentado la Iglesia Católica, que hasta la fecha lo había mantenido en su puesto a pesar de haberles notificado su matrimonio con otro hombre en 2012.
“Es una forma de discriminación y homofobia, están impidiendo que viva conforme a su realidad”, denuncia a Público Boti García Rodrigo, presidenta de la Federación Estatal de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). “Si quiere vivir acorde con su realidad se topa con un muro de intransigencia en el ámbito laboral; es la intransigencia de una determinada confesión religiosa”, asegura.
Este martes, la FELGTB ha remitido un comunicado en el que se hace eco de las palabras de González, denunciando el “injustificable poder de la jerarquía católica en la escuela pública para cesar a un profesor de religión por su orientación sexual”. El enseñante ya había comunicado al Obispado su decisión de contraer matrimonio con otro hombre, pero durante dos años no recibió respuesta por parte de la institución.
Durante la tarde del martes este diario ha intentado contactar con el Obispado de Canarias y con la Conferencia Episcopal en repetidas ocasiones para que ofreciesen su versión de los hechos, pero nadie ha atendido estas llamadas.
Preguntada por si González puede recurrir esta decisión de la Iglesia ante la Consejería de Educación de Canarias, Rodrigo dice no tener respuesta, pero insiste en denunciar esta “injerencia de la Iglesia en la escuela pública”.
La FELGTB ya ha puesto su área de Asuntos Religiosos a disposición del afectado, exigiendo un “Estado laico que le ponga freno al poder de una jerarquía católica ajena a la realidad de las y los creyentes de base”.
“Hay un pacto vergonzoso entre la jerarquía de la Iglesia Católica y el Estado, que está consistiendo esta injerencia, que impide desarrollarse a una persona, que coarta a la libertad de un individuo”, defiende la presidenta de la FELGTB. “Es un comportamiento hipócrita, una coacción gravísima. Como la Iglesia Católica no quiere la existencia del matrimonio igualitario, esta es su manera de coaccionar la libertad de un individuo”, concluye.