EL PAIS: Un juzgado italiano registra el primer matrimonio gay del país
Stefano Bucci y Giuseppe Chigiotti son desde el miércoles esposos con plenos derechos en Italia. Se han convertido en el primer matrimonio homosexual reconocido jurídicamente en el país europeo. Se casaron en Nueva York en 2012 (donde el matrimonio igualitario es legal desde 2011), y un juzgado de Grosseto, una ciudad de la zona central de la Toscana (Italia), ha reconocido su unión como válida, informa el diario Corriere della Sera, donde Bucci trabaja como periodista.
La pareja había solicitado el registro tras casarse en EE UU. El trámite les fue denegado y recurrieron. El juez Claudio Boccini ha determinado que en el registro municipal “no hay referencia al género” de las parejas, por lo que Bucci y Chigiotti, que es arquitecto, debían ser inscritos. El derecho al matrimonio “ha adquirido nuevas connotaciones y más amplias, que incluyen las bodas entre personas del mismo género”, afirmó en declaraciones recogidas por AFP.
La sentencia, según el Corriere, sienta un precedente porque es la primera pareja homosexual de Italia que gozará de plenos derechos como matrimonio respecto a las heterosexuales. Existen sentencias anteriores que reconocen derechos individuales, como el permiso de residencia, pero no hay otras parejas que hayan podido registrarse en el archivo público correspondiente.
Italia no reconoce en su legislación el matrimonio ni la unión civil entre personas del mismo sexo, y la decisión del juzgado fue calificada de “histórica” por las asociaciones de derechos LGTB, según AFP. “Es un caso sin precedentes en nuestro país”, declaró Sergio Lo Giudice a la agencia. Lo Giudice es senador del Partido Democrático y anteriormente presidió la asociación de derechos civiles Arcigay.
“Ellos han logrado que su situación como pareja casada en un país extranjero sea reconocida, algo que las autoridades y los juzgados siempre se han negado a aceptar”, declaró Aurelio Mancuso, de la asociación Equality Italia, a lo que un portavoz de Gay Center añadió que era “un evento revolucionario que merece una respuesta política positiva” del primer ministro Matteo Renzi.