DEIA: ‘A escondidas’ rompe tabúes de la mano de Mikel Rueda
La película se estrena el viernes, pero hoy tendrá lugar el preestreno de la mano de DEIA
BILBAO – “Nos quedaríamos cortos si tan solo viéramos esta película como una mera historia de amor, porque en realidad es mucho más que eso”. La semana pasada lo adelantaba Mikel Rueda en las páginas de DEIA, desvelando así el alma de una película que describe una situación que aún hoy, en esta sociedad supuestamente plural y abierta, sigue siendo tabú: la homosexualidad entre adolescentes.
A escondidas, segunda película del joven cineasta bilbaino (después de Izarren argia), trata de eso y de mucho más. Retrata un momento en la vida de dos chicos de 14 años, justo en ese tiempo en el que “te buscas a ti mismo, tratas de construirte como persona y tu mundo está un poco difuminado”, explicó Rueda. El filme, rodado durante 2013, conmovió al público y a la crítica en el pasado Festival de Málaga, en marzo, y ahora se estrena en las salas de cine de todo el Estado. “Se trata de una visión serena de la homosexualidad más incómoda, la de antes de los 18”, subrayaba en la capital de la Costa del Sol el director, apuntando lo sensible del argumento y la complicación extra de los actores a la hora de encarnar a los dos personajes principales.
Con Germán Alcarazu y el atractivo actor marroquí Adil Koukouh -debutante en la serie El príncipe,que causa furor entre las quinceañeras- como protagonistas, la historia cobra un brío especial: “Buscábamos chavales que fueran lo suficientemente maduros para entender la historia”, señaló el director. El filme se refuerza también con el trabajo de tres veteranos que aportan solvencia a la historia: el ya desaparecido Álex Angulo, Ana Wagener y Ramón Agirre. Se trata de una de las últimas películas en las que participó el tímido, bonachón y magistral actor de Erandio, además de Bendita calamidad, de Gaizka Urresti, que aún está por estrenar.
Las buenas vibraciones que asomaron en Málaga tendrán continuidad a partir de este viernes, pero la cinta de Mikel Urresti no se ha parido de un día para otro: el cineasta ha tardado siete años en completar el proyecto. Así se lo recordaba a nuestra compañera Maite Redondo, en una entrevista reciente: “Han sido siete años de lucha, de alegrías y también de algunas tristezas… Incluso en algún momento pensé en tirar la toalla, pero afortunadamente no lo hice. Estoy muy contento de cómo ha quedado el montaje final de la película. Hoy en día, rodar un filme resulta muy complicado, pero si además tocas temas como la homosexualidad en jóvenes menores de edad y la inmigración, el proyecto se convierte casi en un milagro”.
apoyo de baleuko Han pasado ya unos cuantos años desde que Mikel Rueda viajara a Nueva York a estudiar dirección; también desde que grabara su primer corto, Present perfect (galardonado en más de 25 festivales), y tras ese periplo decidió regresar a su tierra para embarcarse en el proyecto de Izarren argia, que le propuso Baleuko. Él se presentó en la productora vasca con el guion de A escondidas bajo el brazo, pero aceptó dirigir el drama de las mujeres presas en la cárcel de Saturraran antes de embarcarse en su propio proyecto.
Para el futuro Mikel Rueda ya tiene el zurrón lleno de proyectos e ideas. Le gustaría filmar un largometraje basado en el corto que grabó en la ciudad de los rascacielos, que versa sobre un viaje que realiza una familia a Alemania. Y el segundo le podría llevar, otra vez, a Islandia: “Esta última idea surge de un viaje que hice en solitario por todo el país durante un mes, con mochila, un viaje que me cambió los esquemas mentales. Se trata de una historia de amor y de desamor, donde dos personas se buscan el uno al otro, sin llegar a encontrarse nunca”. Búsqueda constante y disfrute total del propio camino, con una meta utópica, inalcanzable, asomando en el horizonte. Suena zen, suena bien.
‘A ESCONDIDAS’