BOXEO Una historia diferente Maloney, promotor de boxeo, político homófobo y, ahora, mujer

El agente que condujo la carrera de Lennox Lewis y político homófobo revela que se ha sometido a una cirugía de cambio de sexo y ahora se llama Kellie

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Imagen del reportaje del periódico Sunday Mirror. A la izquierda, Kellie, a la derecha Frank. Sunday Mirror

En el cuadrilátero del Thomas&Mack Center de las Vegas, eufórico, vestido de arriba a abajo con la Union Jack, se agarraba de la cintura de Lennox Lewis antes de verle recibir el cinturón de campeón de los pesados de la WBC y se confirmaba así como personaje poderoso en el boxeo. Era 1993 y empezaba una década en la que sería habitual verlo junto al dominador púgil británico, intercambiando insultos con Don King y luego acogiendo a múltiples promesas sin excesivos resultados a destacar.

Frank Maloney, hijo de irlandeses, fracasado en mil aspiraciones (ser jockey, futbolista profesional, convertirse en chef) pero triunfador finalmente en los alrededores del ring, parecía haber cerrado su biografía en 2003 con la jubilación de Lewis y su paso a la política pero, esta semana, sorprendió. Después de ser un polémico candidato a la alcaldía de Londres en 2004 por el Ukip, el partido de derecha en auge en Reino Unido por su programa anti-inmigración, reveló el domingo en el Mirror que se ha convertido en mujer.

“Nací en el cuerpo equivocado, siempre he sabido que era una mujer”, admitió al tabloide el afamado promotor que, a la vez, desveló que ya en sus años en el deporte había empezado a preparar económicamente una operación de cambio de género que llevó a cabo finalmente este mes. Cumplidos los dos años de tratamientos (hormonas, electrólisis para eliminar el vello, trabajo de la voz…) que reclama la ley británica para poder someterse a la cirugía, Maloney ya se presenta como Kellie.

“Gané suficiente dinero para poder desaparecer un día y vivir una nueva vida como mujer, sin que nadie me moleste, pero no quería seguir en las sombras, por eso concedo esta entrevista. Haber vivido más tiempo con esta carga me hubiera matado”, explicó, confesando también haber intentado suicidarse y añadiendo: “Lo que fue un error al nacer ahora ha sido rectificado por la medicina. Tengo un cerebro femenino. Lo supe desde el minuto en el que pude compararme con otros niños”.

Tras la publicación, Maloney recibió rápidamente, a través de las redes sociales, el apoyo del boxeo, incluyendo el del propio Lewis. “En el mundo en el que vivimos no todo es blanco y negro y tras haber vivido tantos años en este deporte me puedo imaginar lo difícil que tuvo que ser para Kellie. Ahora entiendo mejor lo que ella y otras en situaciones parecidas han tenido que vivir. Creo que todas debería tener la oportunidad de vivir sus vidas en paz”, explicó el púgil aunque otros usuarios le mostraron su desacuerdo.

Muchos compatriotas de Maloney no olvidan su campaña política de hace diez años en la que rechazó hacer acto alguno en Camden por considerarlo un barrio “con demasiados gays”. Entonces, Frank, hoy Kellie, fue ampliamente criticado por unas declaraciones en las que limitaba la libertad de los homosexuales. “No creo que ellos (los homosexuales) hagan mucho por la sociedad. No tengo problemas con los gays, el problema que tengo con ellos es que ostentan abiertamente de su sexualidad”, decía.