ANDALUCES.ES: “El feminismo tiene que ser Patrimonio de la Humanidad”
Por salvar la vida de miles y miles de mujeres, por ayudar a mejorar los días de toda la ciudadanía, por empujar hacia la construcción de las democracias, por convertir a las terrícolas en humanas, por hacer de las mujeres seres humanas con derechos humanos, por aportar la humanidad a las mujeres. Por todo ello, explicó ayer la feminista y antropóloga mexicana Marcela Lagarde, el feminismo debería ser Patrimonio de la Humanidad.
En una conferencia presentada por la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Silvia Oñate, Lagarde invitó a las decenas de mujeres que abarrotaban el salón de actos de la Casa de la Provincia de Sevilla y una sala anexa con pantalla, a llevar la propuesta ante la Unesco. “Mientras no haya igualdad, será muy difícil eliminar la violencia”, insistió de manera clara. Porque no se trata de que haya más policías, ni cámaras de seguridad en las calles, ni de prohibir a las mujeres que salgan por la noche… Se trata, reflexionó Lagarde, de que los estados garanticen los derechos humanos. Están obligados y hay que exigirlo, destacó.
La investigadora, que acuñó el término feminicidio para describir los asesinatos en Ciudad Juárez y peleó para aprobar la ley de acceso de las mujeres a una vida libre sin violencia en México, realizó un recorrido por los hitos del feminismo y se detuvo en los retos: “Necesitamos profundizar en la construcción de los derechos humanos de las mujeres, porque apenas vamos por la a. Y nos faltan la b, la c, la d… Necesitamos fortalecer la formación feminista y las organizaciones feministas como nunca antes porque tenemos que enfrentar la reacción conservadora y patriarcal. Necesitamos defender y aumentar los derechos. Pasar de la sensibilización a la formación. Enseñar a las niñas que tienen derechos, que no tienen que embarazarse. Porque esto no se sabe por intuición. Se tiene que conocer, estudiar y comprender”, explicó.
Para ello, Lagarde abogó por reforzar las redes, por ir más allá del ayuntamiento, del barrio, de la ciudad. Incluso del país. “Cuando aquí se aprobó la Ley integral hubo una reacción en cascada en Latinoamérica”, puso como ejemplo. El feminismo, incidió, tiene que ser un movimiento global. Y debe haber también un día en el que todos y todas paremos los relojes, como cuando se apagan las luces como símbolo del ahorro energético.
“¿Hacer un partido feminista?”, se preguntó. “Si ya con los que hay nos va como nos va…”, se respondió automáticamente. Lo que sí dejó claro es que es la “hora de la política feminista”. Y de alfabetizar el feminismo: “Humana con a es la más bella palabra de nuestra lengua, renovada por el feminismo”, cerró su intervención parafraseando a María Zambrano. Las niñas y los escasos hombres que asistieron atendieron con atención.