EL MUNDO: Cómo ayudar a un hijo transexual
Lo importante es que el niño crezca con una autoestima sana
Es fundamental conocer todos los recursos que existen para ayudar a su hijo
Nacer en un cuerpo que nada tiene que ver con cómo piensas o cómo sientes es equivalente a transexualidad. O lo que es lo mismo, una discordancia entre biología y género: cuando una persona se identifica con el sexo opuesto al que biológicamente ha nacido. La adaptación supone un proceso largo, complejo y en ocasiones, puede durar toda la vida. Para poder evitar, en la medida de lo posible, casos de discriminación o rechazo, como los que se sospechan en Málaga, ELMUNDO.es ha consultado con varios expertos que explican cómo deben actuar los padres ante un hijo transexual. Lo fundamental: la confianza.
No hay dos procesos idénticos ni dos niños iguales, ni mucho menos un patrón estándar a seguir, pero sí hay unas directrices comunes que pueden ser útiles para los padres. “La clave es intentar que el niño crezca con una autoestima sana”, asegura Manuel Ródenas, coordinador del Programa de Información y Atención a Transexuales de la Comunidad de Madrid . Un programa que presta intervención psicosocial y atiende a gente de toda España, por ser el único de estas características.
Pautas y recomendaciones
Es necesario que los padres desde el primer momento sepan que no están solos, que existe asesoramiento y unidades específicas que pueden ayudarles y guiarles en este proceso. Para ello, Ródenas expone una serie de pautas y/o recomendaciones generales que estos pueden seguir:
• Aceptar a su hijo tal y como es, mostrándole su amor incondicional.
• Enfatizar su diferencia positiva. Todas las personas tenemos valores positivos tan sólo por el hecho de serlo. Diferentes podemos ser por muchas razones y cada uno aporta desde sí mismo y desde la diversidad un valor propio que nos enriquezca a todos. De ahí, el concepto de gestión de la diversidad, que desde EEUU se está poniendo cada vez más de moda en las empresas.
• Replantearse los estereotipos de géneros tradicionales. No forzar al niño a actuar como un “niño tradicional” si no lo siente.
• Buscar recursos de apoyo y asesoramiento. Conocer las unidades UTIG que existen, así como los demás centros de asesoramiento.
• Es importante que desde los centros escolares conozcan lo que significa exactamente la transexualidad, para que así los profesores también den el apoyo necesario a los chicos. Por ello, es recomendable que los padres se impliquen en el proceso de información y asesoramiento del centro, para que así el desarrollo de sus hijos sea más sencillo, pues crecer en un entorno abierto y respetuoso es clave para el crecimiento de un niño transexual.
• Los padres deben orientar a sus hijos hacia actividades donde puedan encajar y sentirse a gusto, siempre acorde a las preferencias del hijo. Nunca obligarles a hacer alguna tarea que no quieran hacer. Es importante que vayan mostrando sus preferencias poco a poco, sin forzarles a nada.
Asesoramiento en España
En España, existen nueve Unidades de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) las cuales, además de prestar servicio sanitario como tal, también ofrecen asesoramiento y ayuda psicológica. A partir de los 18 años empieza la terapia hormonal y después, si se quiere, el proceso de operaciones. Aunque la ley sí que permite la operación a menores de edad, siempre y cuando haya una sentencia judicial favorable. Actualmente, sólo cuatro de estas unidades realizan intervenciones genitales.
María Jesús Lucio, gestora de pacientes de la UTIG de la Comunidad de Madrid, formada por un equipo multidisciplinar de profesionales procedentes de los hospitales La Paz y Ramón y Cajal, mantiene que este proceso no se puede hacer a título individual, sino que tiene que haber una coordinación y un asesoramiento en unidades integrales.
“Es importante un asistencia psicológica individual, asesorar a las familias y también a los centros escolares. Informar sobre la transexualidad y tratar así de normalizar su vida”, afirma Lucio. En esta UTIG cuentan con personas desde los seis hasta los 80 años, y cada uno, confiesa, es un caso diferente a tratar: “Hay mucha diversidad y por eso es necesario el seguimiento y el tratamiento individualizado”.
Lo primero que se hace esta UTIG específica de Madrid cuando un menor acude a esta unidad es una evaluación psicológica específica que suele durar hasta seis meses. “En primer lugar, , y una vez descartada se le realiza al niño, al adolescente o al adulto las evaluaciones pertinentes”, explica Nuria Asenjo, psicóloga clínica de esta UTIG.
El asesoramiento que se da en esta unidad es individual para cada persona, pero a partir de este año, también están realizando terapias grupales, para prestar apoyo tanto a la persona transexual como a los padres.
“Lo que más preocupa a los padres es la discriminación o el rechazo que pueden sentir sus hijos, y el proceso de operaciones, que suele ser complejo”, informa esta experta. Para ello, lo más importante es que los padres tengan claro que deben tener confianza en sus hijos, hablar con ellos, escucharles. “Es una cuestión de confianza, de comunicación y de saber escuchar y no forzarles a nada”, mantiene.
Un aspecto más que los padres deben tener en cuenta, argumentan los especialistas, es que no todos los niños que presentan en su infancia características de género variante son transexuales de adultos. Ródena alude así a un estudio que realizó el argentino Edgardo Menvielle, investigador en el Children’s National Medical Center (EEUU), quien habla de comportamientos de género diversos. Hay niños que mantienen desde muy pequeños un comportamiento de género variante y que en su edad adulta no son transexuales, sino homosexuales o heterosexuales. “No todos tienen un mismo patrón, por eso es necesario el asesoramiento individual, en centros especializados y con profesionales adecuados”, concluye Ródenas.