GARA:LA LEGALIZACIÓN QUE NO ACABA CON LA DISCRIMUNACIÓN
Mentalmente nos hemos vuelto muy perezosos, y tendemos a pensar que cuando algo se legaliza el problema que hay detrás ya está solucionado. Pues no es así, y la última película de Ira Sachs lo ilustra muy bien, porque el que el matrimonio entre personas del mismo sexo esté legalizado en determinadas partes del mundo, no quiere decir que en esos lugares la discriminación o la homofobia hayan desaparecido. De hecho, para la pareja de «Love is Strange» los problemas empiezan justo cuando se casan, utilizando la posibilidad abierta en Nueva York a partir del año 2011.
Los recién casados serán víctimas de la represión moral que saca provecho de la crisis económica, por lo que uno de los dos perderá su trabajo como profesor de música en un colegio católico. Su situación sentimental no era motivo de cese mientras no estaba oficializada, pero al hacerse pública el despido resulta fulminante. El mazazo es terrible, ya que al no disponer del sueldo principal pierden el piso que compartían en Manhattan, y que había supuesto la consolidación de una relación de cuatro décadas, superando todos los obstáculos a los que tuvieron que hacer frente en un principio, allá por los reivindicativos años 60 y 70.
La forzosa separación de la madura pareja se hace muy dolorosa, teniendo que repartirse entre domicilios de amigos y familiares, con las consiguientes molestias e incomodidades. Mientras buscan una solución el tiempo apremia, dada la avanzada edad del mayor de ambos, a quien el duro golpe ha dejado muy tocado en la recta final de su vida.
El recital actoral de John Lithgow y Alfred Molina supera todo lo que se podía esperar de estos dos grandes veteranos, que nos convencen de que han vivido siempre juntos con sus miradas cómplices, sus enternecedoras caricias y el mutuo cariño que se procesan en todos los planos que comparten. Su conmovedora historia de amor encuentra en el paisaje urbano neoyorquino un fondo agridulce, hecho de contrastes entre sombras fúnebres y luces esperanzadoras.