NAIZ: Los Juegos más polémicos y más caros de la historia se inauguran hoy en Sochi
Contra viento y marea, mientras arrecian las críticas, el Gobierno de Vladimir Putin ha logrado convertir el principal balneario soviético y ruso a orillas del mar Negro en la capital mundial del deporte de invierno.
La llamada ritual a la tregua olímpica hecha por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, iluminó, la víspera de la ceremonia inaugural, el oscuro panorama de una competición que estuvo a punto de resucitar un boicot que ya sufrieron los Juegos de Verano de Moscú’80.
La polémica troncal en torno a los Juegos, sin embargo, se centra en la ley contra la propaganda homosexual introducida en Rusia, que ha levantado oleadas de críticas en todo el mundo contra el gobierno de Vladimir Putin.
Ban Ki-moon ha condenado, en un discurso ante la 126 Sesión del COI, cualquier discriminación contra los homosexuales y ha llamado a «alzar la voz» contra los ataques que puedan sufrir.
Ban Ki-moon asistirá hoy a la ceremonia de inauguración de los Juegos de Sochi, un acto que se saltarán otros dirigentes mundiales, precisamente como forma de expresar su desacuerdo.
Putin asegura que «Rusia está preparada para los Juegos» y precisa que «el principal objetivo es convertir los Juegos Olímpicos de Sochi en una fiesta para todos los amantes del deporte en el mundo».
Algunos deportistas homosexuales han expresado su temor a la discriminación durante su estancia en territorio ruso, y otros se han mostrado dispuestos a escenificar su apoyo a las minorías sexuales.
50.000 millones de inversión
Rusia, cuya última experiencia como organizadora olímpica data de hace 34 años, cuando acogió en el estadio Lenin los Juegos de verano de 1980, se juega mucho en Sochi en términos de imagen, después de haberse gastado 50.000 millones de dólares, multiplicando por cuatro los 12.000 previstos.
Los de Sochi serán los Juegos Olímpicos más caros de la historia. Su coste supera ampliamente a los anteriores de Invierno, organizados por la ciudad canadiense de Vancouver (8.300 millones), y también a los de verano de Beijing 2008, cuyo coste ascendió a 42.000 millones de dólares.
La seguridad de los Juegos, amenazados por la guerrilla islamista del Cáucaso, está garantizada, según el Kremlin, con decenas de miles de policías, buques de guerra, drones y baterías antiaéreas.
Casi 6.000 deportistas de 88 países competirán durante las próximas dos semanas por las 98 medallas en juego en modalidades como esquí alpino, hockey sobre hielo, bobsleigh, biatlón o snowboard. Entre ellos estarán presentes los deportistas vascos Imanol Rojo, Paul de la Cuesta y Lucas Egibar.