La capital gay de Centroeuropa

viena1

¿Berlín, Colonia, Viena, Munich, Zurich o Praga? Todas ellas y alguna más, aspiran  al título de Capital Gay de Centroeuropa. Una distinción que sobre todo persigue atraer a uno de los segmentos de la población mundial, no sólo con mayor poder adquisitivo, sino con un enorme interés por viajar.

viena2

Según un estudio de la OMT (Organización Mundial del Turismo), el turismo gay, o mejor dicho LGBT, mueve unos 150 billones de dólares al año, una tarta muy golosa que sólo se reparten un reducido número de países, teniendo en cuenta que todavía, a  día de hoy, 73 países criminalizan la homosexualidad y otros muchos fomentan, abiertamente, su discriminación.

Aunque una organización como IGLTA, enfocada a la promoción de la industria turística en relación con la comunidad gay, funciona desde 1983, sólo desde hace unos años, ferias como la ITB o FITUR cuentan con un pabellón o sector especializado en este tipo de mercado. Se fomentan destinos vacacionales como Canarias, Ibiza, Mikonos oSitges pero cada vez más, ciudades para escaparse durante un largo fin de semana, centrándose en celebraciones como los Gay Pride o distintos festivales, como el reciente de Eurovisión.

viena3

Si hasta hace apenas un par de años, en lo que respecta a Centroeuropa, nadie hubiera puesto en duda el arrollador poder de seducción de Berlín, ahora mismo hay otras ciudades alemanas,  como Colonia, Hamburgo o Munich, compitiendo con ella. Por otra parte, Zurich y Praga asoman la cabeza pero es sobre todo la capital austriaca la que parece dispuesta  a arrebatarle el cetro o por lo menos, compartir una parte importante de su mercado LGBT.

viena4

Aprovechando el tirón de Conchita Wurst y su triunfo en Eurovision, Viena se ha fijado como objetivo convertirse en la nueva Capital Gay de Centroeuropa. Hasta los semáforos se han customizado gay firendly. Hay páginas webs específicas como Gay in Vienna aunque la mejor es la que ha creado el organismo oficial que promociona el turismo de la ciudad (www.wien.info). A través de su calendario de eventos nos enteramos que durante el año se celebre algo especial que puede atraer, de forma específica, a la comunidad gay. Comenzando por el Baile del Arco Iris  que en 2016 tendrá lugar el 30 de enero y terminando con Wien in Schwarz  que este año servirá como plataforma para elegir a Mr Leather Europe, el próximo 26 de octubre.

Sólo para el mes de junio proponen: Identities, un Festival de Cine Gay , las Fiestas del Orgullo desde el 16 al 21 que tendrán frente al Ayuntamiento su pride Village y culminará con una Gran Cabalgata Arcoiris el día 20 y un Vienna Fetish Spring cargado de sorpresas.

viena5

La página www.wien.info que también se propone en papel (se ha publicado una Gay & Lesbian Guide de 48 páginas que se distribuye gratuitamente en las oficinas de turismo) pero que también se puede descargar en pdf, incluye información muy completa sobre alojamientos, restaurantes y todo tipo de locales donde nadie se va a sentir discriminado aunque lo más novedoso, es la propuesta de un recorrido por la ciudad para descubrir la inusitada relación de Viena con personajes homosexuales, a través de algunos de sus edificios y rincones más carismáticos.

viena6

La ruta comienza en el Palacio del Belvedere que se hizo construir el Príncipe Eugenio de Saboya (1663-1736) que nunca escondió su preferencia sexual por los hombres, como se puede descubrir en muchos elementos decorativos y del que también se recomienda visitar su Palacio de Invierno, en Himmelpfortgasse, muy cerca de la Catedral.

El segundo personaje  que se destaca es el Emperador  Carlos VI (1685-1740), el pretendiente a la corona española a la muerte de Carlos II y  máximo protagonista de nuestra Guerra de Sucesión del que se sabe,  según el mismo afirmó, que tuvo una relación durante 19 años con el Conde Johann Michael von Althan. A Carlos se debe la construcción  de edificios tan carismáticos como la Iglesia de San Carlos, la Biblioteca Imperial o la Escuela Española de Equitación  en el Palacio de Hofburg  que proponen que visitemos.

viena7

Muy cerca del Palacio Imperial, se nos indica que nos acerquemos al Teatro de la Ópera diseñado por la pareja formada por Eduard van der Nüll (1812-1868) y August Sicard von Sicardsburg (1813-1868). Según parece, su trabajo no fue apreciado por elEmperador Francisco José provocando que el primero se suicidara y el segundo, aparentemente, muriera desconsolado, unas semanas más tarde.

También, a dos pasos de allí, se encuentra la famosa Albertina, una de las pinacotecas más importantes del mundo pero también, según nos cuenta la guía,  la residencia de dos curiosos personajes: el Duque Albert von Sachsen-Teschen (1738-1822) y  laArchiduquesa María Cristina (1742-1798). No tuvieron descendencia, su relación muy abierta y se sabe con seguridad que ella, en particular, tuvo una intensa historia de amor con su cuñada Isabella de Parma (1741-1763).

La gran sorpresa del recorrido  puede ser sin embargo el KaiserBründl , unos suntuosos baños públicos de época imperial que personajes como Luziwuzi, el hermano de Francisco José, frecuentaba para conocer otros hombres y que todavía sigue en funcionamiento con fines muy similares.

viena8

Después se nos invita a que exploremos la zona de Naschmarkt el barrio más abiertamente gay de Viena, donde se concentran muchos de los bares, restaurantes y lugares de encuentro, como se especifica en la Vienna Gay Guide que también se distribuye en las oficinas de turismo. Se nos recomienda un paseo por el mercado, tomarnos un café en el opulento Café Savoy, visitar la Villa Rosa Lila, una institución histórica en la comunidad gay austriaca pero sobre todo se nos invita a realizar una peregrinación a Kettenbrückengasse donde se encuentra Sterbewohnung, el apartamento donde muere Franz Schubert en 1828 después de haber vivido unos años con el poeta Johann Mayrhofer, que se ha convertido en museo.

Todavía quizás no es la Capital Gay de Centroeuropa pero, como se comprobó hace unas semanas durante el Festival de Eurovisión, Viena es ya uno de los destinos favoritos de la comunidad LGBT.

‘Sexoterapia’ para la discapacidad

'Marc Xander', asistente sexual en Barcelona. ANTONIO MORENO

‘Marc Xander’, asistente sexual en Barcelona. ANTONIO MORENO

Jordi se acostó por primera vez con una chica en silla de ruedas cuando estaba haciendo el último curso de Ciencias Sociales en Barcelona. Necesitaba dinero para pagarse la universidad y recurrió al sexo de pago para ello. Unos amigos le presentaron a una mujer minusválida que buscaba a alguien que le estimulara sexualmente y jugase con su cuerpo.

¿Por qué con una discapacitada? “Estas personas no pueden acceder a una vida sexual satisfactoria y necesitan de este tipo de servicios”, dice Jordi, aunque prefiere que le llamemos Marc Xander. Este es su alias laboral, el personaje que crea cada vez que le suena el teléfono reclamando su cuerpo. Tiene 33 años, mide 1,77, es moreno de ojos marrones y afirma ser asistente sexual desde hace cuatro años. Su voz calmada y tenue le gusta mucho a David, uno de sus clientes invidentes, que paga a Marc 300 euros por una hora de servicio en la que dice que el sexo es lo menos importante. “Me hace sentir deseado y eso me da seguridad y confianza“, comenta David.

Porque el trabajo del asistente es en ocasiones muy terapéutico. “Estas personas tienen una hipersensibilidad increíble. Me piden caricias, masajes, que les duche y haga cosquillas. Necesitan este cariño carnal y yo me siento bien con ellos”, explica Marc. Sus clientes son hombres y mujeres con algún tipo de minusvalía y reconoce que para trabajar con estas personas es fundamental una buena preparación previa. “Antes de quedar con ellos tengo que saber qué tipo de disfuncionalidad tienen y en qué les puedo ayudar. Algunos no quieren sexo, sólo necesitan sentir el cuerpo de otra persona apretando el suyo y que demos forma a sus deseos más íntimos”.

Marc suele tener clientes fijos como un chico sordomudo, otro en silla de ruedas y una mujer ciega. “Me gusta quedar con ellos en los hoteles, pero muchos no disponen de instalaciones adecuadas para minusválidos y entonces voy directamente a sus domicilios”, cuenta. Contactan con él a través de su página web o de alguna asociación, con las que está al pie del cañón levantando la voz por la dignidad y la regularización de este tipo de trabajo sexual.

Porque en España cada vez hay más personas que luchan por los derechos sexuales de las personas discapacitadas. El problema es encontrar un marco legal para ello. En Europa, países como Suiza, Alemania, Holanda o Bélgica consideran la asistencia sexual como un servicio del sistema sanitario. Pero sólo Suiza lo tiene regulado de forma oficial, incluso está subvencionado.

Ese es el objetivo de varias asociaciones que han puesto en marcha en Barcelona sus servicios para poner en contacto a las personas discapacitadas con los asistentes sexuales. Aunque Francesc Granja prefiere llamarles “acompañantes”. Francesc es el presidente de Tandem Team, una asociación que nació hace un año en la ciudad condal para hacer de puente en este encuentro íntimo.

“Empezamos un proyecto para ayudar a las personas con diversidad funcional y vimos que la parte que estaba más desatendida era la sexual. Entonces decidimos hacer entrevistas para ver qué tipo de público teníamos y al principio nos sorprendió que hubiera más personas que querían ofrecerse como acompañante de las que querían solicitar el servicio”, cuenta Francesc. Su asociación trabaja normalmente con 10 asistentes y ya han organizado 180 encuentros sexuales. “No es un trabajo sencillo. Es importante el tema de la higiene, que les vista y atienda a la perfección. Para nosotros eso es más fundamental que el sexo, por eso buscamos sobre todo a gente que venga del mundo de la enfermería o de la asistencia social”.

Cuando Sandra, asturiana de 38 años, era adolescente, estuvo de voluntaria en centros de atención a discapacitados psíquicos. Aunque dice que no lo hace por dinero, esta mujer lleva tres años teniendo varias citas al mes con dos chicos con Síndrome de Down y otro minusválido.

“Puedo decir que el 70% de las veces que quedo con ellos no tenemos ninguna relación sexual plena. Muchos solo quieren ver mi cuerpo desnudo y acariciarlo. Es cierto que me lucro con ello, yo no se lo pido, pero los chicos me dan siempre algo de dinero. Quiero que quede claro que lo hago por una motivación social aunque la gente no se lo crea”, afirma Sandra que insiste en que para hacer este trabajo se necesita una buena preparación.

Por ello, en Barcelona, la Asociación Sex Asistent organiza cursos de formación para asistentes sexuales. En 2012, el colectivo formado por terapeutas y psicólogos fueron los pioneros en España en hablar abiertamente de la necesidad de acceder a una sexualidad satisfactoria de personas con discapacidad. “Entendemos la asistencia sexual como un espacio de empoderamiento para estas personas que, encasilladas como asexuales, pertenecen a un colectivo que tiene los mismos derechos sexuales que cualquiera”, afirma Rafael Reoyo, coordinador de Sex Asistent en España.

El último curso que organizaron, para el que alquilaron un aula en Barcelona, duró ocho horas y acudieron 10 personas. “No solo viene gente que se quiere dedicar a la asistencia sexual. Hemos tenido a sexólogos y chicos que trabajan en centros para discapacitados que quieren conocer mejor este tema. Les hablamos de la ética profesional, de la importancia de entender la realidad humana de estas personas y conocer las diferentes diversidades funcionales que puedan tener”, cuenta Rafael. Su asociación cuenta con el apoyo de la mayoría de los colectivos de discapacitados, que representan a 3,8 millones de personas en España, un 58% mujeres.

Como Carmen, 43 años, que lleva cinco en una silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple que padece. Todas las semanas recibe en su casa de Girona a un asistente personal que le ayuda a comer, vestirse, ir al baño, pero… ¿qué pasa con el sexo?

“Yo no puedo ir a una discoteca y ligar con un chico. He estado seis años sin tener ninguna relación y me sentía muy deprimida”, comenta Carmen que añade que desde que se enteró de esta posibilidad le ha cambiado la vida. “Pago por acostarme con hombres. Sí, y no me avergüenza reconocerlo. Me hace disfrutar muchísimo, no solo en el sexo. También está la afectividad, los abrazos y los mimos. Me siento más positiva y completa. He descubierto sensaciones que pensé que en la vida podría tener”.

La importancia de llamarse Paul

Publicado por Página12

Por primera vez visita la Argentina Paul B. Preciado, una de las voces (españolas y también francesas) fundamentales de la Teoría Queer. Invitado por el MALBA y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, este filósofo y curador de arte conocido como Beatriz Preciado hasta hace poco tiempo expone su decisión de habitar la masculinidad y el goce político que esto implica. La letra “B” persiste en su nombre como rastro de su historia personal, que incluye sin dudas el compromiso con los feminismos. A la pregunta ¿por dónde pasa hoy el desafío?, responde que por la inclusión de las políticas sexuales dentro de un movimiento de emancipación más amplio: “La revolución por venir será a partir de alianzas transversales con otros colectivos ninguneados o no será”.

paul b preciado

Paúl B. Preciado

Paul B. Preciado vuelve carne la crítica. Es en sí mismo la encarnación de los mismos cuestionamientos al régimen biopolítico que desarrolla en sus libros. Eso es ser autocobayo. De eso se trata el llamado a la intoxicación voluntaria que propone en su famosísimo Testo Yonqui: micropolíticas bioterroristas, autoexperimentación, ejercicios de reprogramación del género. Así como hizo Benjamin con el hachís, Freud con la cocaína o Micheaux con la mezcalina, enmarcados en toda una tradición de pensadores que usaron sustancias psicoactivas para producir conocimiento, Preciado vio en la testosterona una droga política, una arma química con el potencial de hacer explotar al sistema sexo/género desde adentro. En sus textos y en persona ha denunciado los protocolos de reasignación sexual (regulados por las instituciones médicas y jurídicas) como medios para normalizar la plasticidad sexual: “No quiero el género femenino que me fue asignado en el nacimiento. Tampoco quiero el género masculino que la medicina transexual me promete y que el Estado me acabará otorgando si me porto bien”. La heterosexualidad y la homosexualidad no existen, son ficciones políticas, dice. Del mismo modo que ser hombre o ser mujer son construcciones producidas “por un conjunto de tecnologías de domesticación del cuerpo”. Más que luchas identitarias –explica Preciado en Manifiesto contra-sexual, libro catalogado como una de las propuestas más influyentes y provocadoras de la filosofía contemporánea– “lo que me interesa es que las técnicas de producción de verdad, cuerpo y subjetividad no sean capturadas por el neoliberalismo, la elite sexual, el monolingüismo, sino que estén abiertas a lo múltiple: no se trata de ser un funcionario homosexual sino un revolucionario total”. Paul B. Preciado, agitador de mentes y cuerpos, es profesor en la Universidad París VIII, doctor en Teoría de la Arquitectura en Princeton, master en Filosofía contemporánea y Teoría de género en la New School for Social Research de Nueva York, donde tuvo como maestros a Agnes Heller y Jacques Derrida. Un montón de títulos que, según él mismo aclara, no sirven para nada si no se ponen al servicio de desarmar la dimensión técnica de todo aquello que se presenta como “natural”.

Qué dice un nombre

Desde diciembre de 2014, la persona que escribió Manifiesto contra-sexual, Pornotopía, Testo Yonqui, entre otras biblias de la teoría queer, decidió intensificar un proceso de masculinización, que empezó con la experiencia de administrarse testosterona de modo experimental desde 2005, y que ahora, con dosis más altas, ha cambiado de modalidad. Entre muchos otros efectos –“mi voz y mi cuerpo están cambiando”– hay uno lingüístico: Preciado hoy lleva el nombre masculino, según sus palabras, como una máscara más y a su vez como “una variable discursiva tremendamente importante para modular mi género”. Casi no hay fotos de esta etapa más que las que se ven en esta nota porque Preciado no ha querido documentar este proceso con imágenes sino con palabras. “A todas las sensaciones que experimento con el cambio de nombre y esta nueva transición las anoto compulsivamente. El nombre nuevo es una ficción, igual que el anterior. Pedirle complicidad a la gente, que te llame por otro nombre, incluso uno en el que al principio no te reconoces, es un pacto colectivo bellísimo. Un ejercicio de desidentificarme. Vivo este borrado con un enorme goce político. Cada vez que alguien me llama ‘Paul’ borra conmigo lo que el género normativo quiso hacer de mí. Tengo 44 años y me siento como un niño, llamando a todas las cosas de nuevo.”

¿Cómo decidís cambiar de modalidad?

–Hablar de transición lenta o rápida es una modulación política. La transexualidad, como la homosexualidad, es una noción inventada por la medicina. En la mayoría de los países europeos, si quieres cambiar de sexo, tienes que reconocerte como disfórico e iniciar una “terapia” para pasar de F a M o al revés. Cuando te piensas a ti mismo como un disidente del sistema sexo-género, la cuestión de cambiar de un lugar a otro, puesto que ambos son ficciones, no va. En mi caso es difícil hablar de algo así como “un punto de inflexión”. El supuesto cambio rápido legal hubiera sido entrar en el protocolo, administrarme 250 ml de testosterona por semana hasta que un comité médico me permita cambiar de nombre. La transición a mi ritmo ha sido una forma de mediar con mi propia tradición feminista, reapropiarme estratégicamente de la masculinidad sin ocupar una posición normativa. Me cuesta pensar por qué alguien elegiría un solo género toda la vida. No veo mi situación como excepcional; lo excepcional es la inmovilidad de género en el resto de la gente. Estoy cambiando ahora, pero tal vez al final de mi vida quiera cambiar a otra cosa.

Además, la B persiste…

–Durante mucho tiempo quise afirmar la posición de las mujeres como minoría en la filosofía pero al final tuve que renunciar y acabé de reconocer mi propio deseo, que políticamente es muy importante. Me conocieron como Beatriz, bueno, ahora le tendrán que dar la vuelta. Esa B está ahí como el rastro de temporalidad política, de lucha feminista. Estoy envejeciendo. Mi propia temporalidad casi es como la historia del feminismo del siglo XX y XXI. Viví en una dictadura, los ’70, me asignaron sexo femenino. A los cinco años alguien me llama bollera, me construyo desde la resistencia a esa injuria, luego voy a Estados Unidos y allí me doy cuenta de que no soy homosexual, soy queer. Accedo a la testosterona, sin ver diferencia entre ella y la filosofía.

¿Por qué no hay diferencia?

–Ambas son técnicas de producción de subjetividad, así como el chamanismo, la ayahuasca. Hay muchísimos rituales de transformación de la subjetividad. Yo tengo acceso a algunos que tampoco son la maravilla. Pero hay que sobrevivir con lo que hay. La transexualidad para mí no es volver a un origen, sino una deriva. Por supuesto que no transformas tu subjetividad y tu cuerpo solo, hay un colectivo alrededor. Pude acceder a la testosterona que estoy tomando ahora porque soy profesor de la Universidad de Nueva York y con el sistema médico pude ir a una clínica nada tradicional especializada en minorías sexuales. Aquellos históricamente patologizados, a los que se nos ha negado el acceso a las técnicas de producción de subjetividad, de repente encontramos un lugar para articular nuestros propios lenguajes con nuestras propias técnicas y resignificarnos políticamente. Cuando llegué a esta clínica dije: “Esta es mi casa, éstos son mis parias”.

¿Qué otros cambios le trajo a tu vida diaria esta forma de habitar la masculinidad?

–Estoy en un momento en el que ya no puedo entrar ni en los baños de hombres ni en los de mujeres, ni a las tiendas de hombres, ni las de mujeres. ¡Me echan de todos los sitios! Tomo aún más conciencia de las violentas y constantes fronteras de género. El espacio público y el supuesto espacio privado están absolutamente segmentados en términos de género. Está tan hipercodificado que el simple hecho de que pudiera haber mujeres con barba sería un escándalo. Y parece una estupidez. Hablar de las mujeres con barba debería darnos vergüenza: si hubiera sabido que iba a estudiar tantos años filosofía para acabar hablando de la depilación con láser… (risas). Pero realmente es así: la depilación con láser es una técnica de normalización necesaria para la estabilidad del sistema. Así que lo siento por la banalidad…

Qué dice un rostro

Toda arquitectura corporal es política. Preciado lo sabe desde la niñez, cuando le vio la cara al aparato médico, que fue el que le reconstruyó su propia cara. “Nací con una deformación de mandíbula. Durante años no tuve fotografías personales, sólo médicas. En casa no hacíamos fotos porque yo era deforme.” Pasó por dos cirugías de mandíbula, a los 7 y a los 18. Con todo cicatrizado escuchó por todos lados “estás fantástica”, ahí es cuando se dio cuenta de que “mi imagen y la que los otros veían no coincidían ni coincidirían nunca”. ¿Es la cara el reflejo del alma? Preciado responde que no: que la suya es el espejo de la medicina plástica, bastante poco sofisticada, de la España de los ochenta. “En Manifiesto contra-sexual pensaba la sexualidad a partir de la prótesis y no del órgano. Los movimientos que mejor respondieron a ese libro fueron los de diversidad funcional: tenían la necesidad de pensar la prótesis políticamente. No soy de hablar mucho de esto pero yo vengo de ahí, vengo de esa deformación congénita de mandíbula, porque pasé toda la niñez en contacto con el sistema médico en una redefinición constante de lo que era mi cara. Además tuve dificultades en el colegio, acabé en un grupo de educación especial para ocho alumnos con problemas de autismo y de adaptación al medio escolar. Mi infancia se dio en la tensión entre la diferencia y la normalización, y me ha dado una relación particular con el discurso científico y médico al que me dirijo casi como a un padre, en el peor sentido de la palabra.”

Garganta profunda

Al poder hoy no se lo obedece, se lo traga. En forma de cápsulas, por la boca, o se lo absorbe por los poros. Es líquido, viscoso, aspirable e inyectable. A veces, transparente. Siempre, dispuesto a fluir. Para Preciado –y alrededor de esa idea entre otras gira Testo Yonqui– el poder ya no produce cosas sino estados del alma, tejidos vivos, deseos, reacciones químicas, que también son moneda de cambio en el mercado. El poder ya no somete desde afuera como un aparato de ortodoncia, hace uno con el cuerpo. Se traga, también, a través de la mirada cada vez que la pantalla indica cómo hay que gozar, cómo consumir y consumar. La verdad del sexo toma forma de imperativo visual. Paul B. Preciado llama a este momento en el cual el poder ya no es ni vigilante ni castigador, exclusivamente, era farmacopornográfica. En Testo Yonqui, su diario íntimo de intoxicación voluntaria, un manifiesto tan personal como político para expandir el mal ejemplo, donde el autor demanda que el Estado saque sus números de sus genitales, Preciado respondió preguntas como ¿qué tendrá que ver el sexo con la economía? ¿Por qué la heterosexualidad produce plusvalía a través de la división del trabajo sexual? ¿Por qué ser hombre, mujer, heterosexual, homosexual, no son más que etiquetas? “Nunca fue pensado como un texto documental –dice–, las interpretaciones literales de lo que cuento allí no van porque no hay pretensión de verdad, sino ficción política”.

En Testo Yonqui te definís como pirata de género en contraposición al activista legalista. ¿Qué sucede cuando todo pasa por ingresar a la legalidad?

–No se trata de privilegiar unas luchas sobre otras, ni de pensar que la batalla por el matrimonio y la adopción, etc., no son la vía. Hay multiplicidad de estrategias que operan a distintos niveles. Todas necesarias. El problema es cuando una de ellas se convierte en finalidad última de activismo, que es lo ocurrió con el matrimonio. Me interesa inscribir las políticas sexuales dentro de un movimiento de emancipación más amplio que incluye a minorías raciales, minorías colonizadas y movimientos feministas. Hay una lucha, en absoluto acabada, por la redefinición del espacio democrático. Sabemos que el espacio democrático de la modernidad, que supuestamente se abre con la Revolución Francesa y al que tanto bombo y platillo le solemos dar como un espacio ejemplar, en realidad, es excluyente. Deja afuera un conjunto de sujetos que no son reconocidos como ciudadanos de derecho. Desde el siglo XVIII asistimos a un conjunto de luchas por la redefinición de ese espacio.

Dijiste alguna vez que más que luchar por el acceso equitativo al matrimonio sería más interesante luchar por abolirlo.

–En la medida en que, por ejemplo, hay una relación entre matrimonio y acceso a la nacionalidad, como en la mayoría de los países, ahí el matrimonio homosexual es una forma de reconocimiento del sujeto político. Pero eso no debe evitar que haya otras estrategias de lucha, más revolucionarias, de trasformación de las técnicas de gobierno. Lo central es quién tiene derecho a definir quién nos gobierna y cómo queremos gobernarnos. Históricamente, las mujeres, los homosexuales, los discapacitados, los adictos y todos los etcéteras de una lista que es casi la totalidad de la población, porque ahí también entran niños y ancianos, han quedado fuera de lo importante. Si miramos bien, ¡el espacio democrático está vacío! Las minorías han inventado una cultura de resistencias y ésa es otra utopía de espacio democrático, otras formas de relación, otros modos de vida, como relaciones múltiples o una filiación que no es necesariamente biológica. La belleza de nuestros movimientos minoritarios es que, no habiendo sido considerados sujetos de derecho, sin embargo, tenemos la capacidad de inventar nuestras propias técnicas de gobierno. Es una paradoja enorme.

A fondo y a la izquierda

Todos los que alguna vez fueron los impensables del feminismo aparecieron en el Manifiesto contra-sexual, su primer libro: juguetes sexuales, sexualidad anal, asignación del sexo de los bebés intersex, cultura BDSM. Preciado los convoca como los proletarios desviados de una revolución corporal. Habla para “la butch, la camionera, las bromas ontológicas, las imposturas orgánicas, las mutaciones prostéticas”. Un grito hacia las masas queer para reclutar a los invertidos del mundo pero no sólo a ellos: “La cosa va más allá de constituir a los lgbti como sujetos políticos. ¿Y la diversidad funcional, y la infancia, la animalidad, la Tierra? Las propuestas políticas radicales deben venir en esa línea, del conjunto de alianzas transversales”.

¿A qué se deben las dificultades del movimiento para armar alianzas transversales con otros colectivos?

–No veo tantas dificultades, por lo menos en Europa, que es el contexto que más conozco. Acabo de llegar de Estados Unidos a España justo para las elecciones municipales. La izquierda obtuvo muy buenas posiciones. Hay un tremendo entusiasmo popular. Los ’80 y ’90 aquí fueron de mucha despolitización excepto por las luchas del sida y la emergencia de los movimientos trans e intersex. Aparecían como muy periféricos pero ponían en escena un cuerpo vulnerable a las estrategias de normalización de la industria farmacológica y la gestión neoliberal. Después, la gestión neoliberal, farmacológica, etc., se han extendido al resto de la población. Después viene la crisis de 2008, con una enorme precarización de las clases medias en Europa, que ha hecho que se sientan vulnerables. Entonces se abrieron nuevas estrategias y aparece una nueva transversalidad, con los temas de precariedad y acceso a la vivienda, por ejemplo. Se han tomado estrategias que venían de las luchas del sida o del escrache argentino. Todas con mucha visibilidad performativa en el espacio público. Ese nuevo cuerpo vulnerable ha tomado forma a partir de 2008 y ha permitido que emerjan nuevas alianzas entre, por ejemplo, trabajadoras sexuales y los sin techo.

Es decir que las estrategias lgbti terminan nutriendo a otros colectivos.

–En Europa ha habido una emergencia fascinante de los movimientos de diversidad funcional y cognitiva, lo que antes llamábamos discapacidad, que está tomando modelos de acción de las políticas queer. Lo mismo con la cuestión racial, anticolonial y de migración. Ahora mismo esa frontera líquida que es el Mediterráneo, que divide Europa de Africa, se ha convertido en necropolítica, un lugar de muerte masiva. Eso ha generado una nueva conciencia: tenemos que tomar posiciones colectivas con respecto a cómo estamos definiendo la frontera política de Europa. Ya no se trata tanto de la identidad, de si somos gays, lesbianas, trans o lo que sea. El conjunto de tecnologías que nos normalizan son transversales, nos atraviesan a todos. En vez de seguir distrayéndonos con nuestras pequeñas luchas identitarias, pensemos cuáles son las técnicas de producción de la vida con las que nos queremos construir colectivamente. La identidad al final es otra de las ficciones de las que se sirve el neoliberalismo para evitar que podamos llevar a cabo una lucha global.

¿Estas nuevas alianzas podrían ser las nuevas multitudes queer?

–El interés que tuve, hace varios años, en inventar la noción de “multitudes queer” era establecer un diálogo entre la izquierda radical y los movimientos feministas y queer. Históricamente ha habido una ruptura entre esas dos tradiciones, que probablemente explique el fracaso de ambas. A esas multitudes de clase de la izquierda radical debíamos también poder pensarlas desde la sexualidad, cuestiones de razas y colonialismo. Las masas revolucionarias han estado para la izquierda descorporalizadas o encarnadas por un cuerpo masculino heroico. Yo quería poner en el centro un cuerpo no masculino, vulnerable, marica, indígena. Creo que la izquierda no me hizo mucho caso en ese momento (risas), pero esa noción me parece hoy muy operativa. La tradición de la izquierda ha sido muy cómplice del patriarcado. Ahora es tiempo de pensar juntos qué es la izquierda hoy.

En el principio la vedette fue el dildo, ¿cuáles son hoy las tecnologías que te interesan?

–Cuando me puse a trabajar sobre dildos era como un chiste. Un objeto impuro e invisibilizado. Estaba presente en la cultura lesbiana pero no se podía hablar de él porque surgían los fantasmas de que el dildo era un elemento patriarcal. Estaba haciendo un doctorado en teoría de la arquitectura y decidí mirar los dildos desde el punto de vista de la historia de la tecnología. Las tecnologías del cuerpo, como la testosterona, la píldora, etc., son productoras de subjetividad. En ese sentido hoy me interesan los medios de comunicación, las redes sociales, la informática. Como aparatos de producción de conciencia colectiva, ofrecen posibilidades de normalización y resistencia. Pienso a las tecnologías en sentido amplio, no son sólo máquinas: el matrimonio es una técnica, la familia también. Estoy prestando atención a lo que pasa en Estados Unidos con el Truvada. Se cree que va a prevenir el contagio del sida. El gobierno y los laboratorios piensan distribuirlo masivamente en los supuestos “grupos de riesgo”. Entonces, para las biomujeres tenemos la píldora y, ahora, a las “masculinidades de riesgo” (minorías raciales, etc.) se las trataría con Truvada. El resultado: una sexualidad totalmente mediada por técnicas farmacológicas.

Bestiario

En marzo de este año en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), el mismo día de la inauguración, se suspendió la exposición La bestia y el soberano, en la que desde hace más de un año y medio venían trabajando como curadores Paul B. Preciado, el historiador del arte Valentín Roma (ambos del equipo del museo) y los alemanes Hans D. Christ e Iris Dressler. El director del museo, Bartomeu Marí, declaró a último momento que había descubierto una pieza inapropiada y exigió su retirada. Frente a esto, los curadores decidieron suspender la muestra. La obra “degenerada” es una escultura de la austríaca Inés Doujak que no es nueva: ya había participado de la Bienal de San Pablo el año pasado. La obra muestra al rey Juan Carlos I siendo penetrado por la activista feminista boliviana Domitila Barrios de Chúngara. No es un dato menor que la presidenta de honor del patronato del MACBA sea la reina Sofía, esposa de Juan Carlos I. Finalmente la obra de Doujak se exhibió igual (y la venta de entradas del museo aumentó un 50 por ciento), el director de museo renunció pero antes despidió a Valentín Roma y Paul B. Preciado. “Valentín y yo –dice Preciado– siempre imaginamos que en algún momento las autoridades nos iban a querer ahorcar por las propuestas que llevábamos, ¡pero nunca pensamos que saldríamos de allí de manera tan esperpéntica!”

¿Cuál es tu reflexión sobre este episodio de censura ahora que han pasado algunos meses?

–Estamos en juicio contra el museo, así que por ahora no puedo explayarme muchísimo. Pero no creo que haya que leerlo en términos de censura sino de control institucional. El director del MACBA estuvo al corriente de todo, conocía la obra de Inés Doujak. Pero cuando la escultura llega al museo y el director le presta verdadera atención entra en un colapso epistémico. Dice que no puede exponerla porque la fundación MACBA, cuyo presidente es Leopoldo Rodés Castañé, un amigo personal del rey, lo iba a echar. Deja en evidencia que el museo público está controlado por la fundación que es propietaria de las obras y tiene unas relaciones oligárquicas con la casa real. La pregunta es cómo estamos definiendo el museo público, ¿es un espacio de representación del poder o un espacio de debate? El gobierno de la ciudad de Barcelona venía observando la programación que hacíamos con Valentín. Me han dicho que yo no programaba para el “público” sino para los sudacas, los inmigrantes, los discapacitados, las lesbianas, que era una programación de extrema izquierda. En el fondo lo que pasó en las últimas elecciones (en muchas posiciones los gobiernos de derecha fueron desplazados por las izquierdas) era algo que ya veían venir y estaban aterrados.

En el Cceba
Conversación con Majo Pulido y Elena Urko. Un encuentro sobre teoría y práctica de la performance. Moderan: Ricardo Manetti y María Valdez. Viernes 5 de junio a las 18.30. Paraná 1159.

En el Malba
La revolución que viene: luchas y alianzas somatopolíticas. Sábado 6 de junio a las 12. Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415.

Manifiesto contra-sexual
(Opera Prima, 2002).
Su primer libro es una de las Biblias de la Teoría Queer. Allí realiza un análisis crítico de las diferencias de género y sexo asociadas a la sociedad heterocentrada.

Testo Yonqui
(Espasa, 2008).
Su diario de autoexperimentación bioterrorista. Analiza cómo el modelo capitalista actual se asienta sobre dos pilares: la industria farmacológica y la pornográfica.

Terror anal
(Melusina, 2009).
Texto que acompaña El deseo homosexual de Guy Hocquenghen. Preciado sitúa en el ano un motor degenerado y generador de nuevos deseos que separa los tantos entre placer y reproducción.

Pornotopía
(Anagrama, 2010).
Ensayo que analiza la estética Playboy desde una perspectiva biopolítica y traza relaciones entre arquitectura, género, sexualidad y pornografía.

Un retrato de la comunidad lgbt de rusia

Publicado por I-D

El año pasado, el fotógrafo alemán Wolfgang Tillmans viajó a Rusia para conocer a los miembros de la comunidad LGBT en San Petersburgo, un inspirador grupo de jóvenes y mujeres que arriesgaban su trabajo y su vida para promover el cambio. Aquí están los retratos y entrevistas de diez extraordinarios individuos que hablan sobre la situación actual de la gente LGBT en el país, y explican por qué es es tan difícil ser abiertamente gay en Rusia.

retrato comunidad gay rusa 1

Desde 2006, la Rusia de Vladimir Putin ha pisoteado lentamente los derechos de la comunidad LGBT, así que cuando el fotógrafo Wolfgang Tillmans llegó a Rusia el año pasado para Manifesta 10, que tuvo lugar en San Petersburgo, la barroca y antigua capital rusa, supo que tenía que documentar lo que estaba pasando allí. San Petersburgo había sido tradicionalmente uno de los territorios más liberales, pero es aquí desde donde ahora se aprueban las leyes homofóbicas que el resto del país adopta, con declaraciones del alcalde de la ciudad de este tipo: “Pueden hacer lo que quieran en sus casas, en esos lugares basura llamados club nocturnos gay. Pero no está permitido que lo hagan en las calles”.

“Tenía que encontrar la manera de hacer algo al respecto”, explica Wolfgang: “Incluí dos fotografías de feas iglesias ortodoxas construidas por el gobierno. También fotografié la televisión en mi habitación de hotel en San Petersburgo como símbolo de censura y de la posible pérdida de conexión. Éstas se convirtieron en dos imágenes muy importantes en la exposición”.

Tillmans tenía planeado ir al festival del orgullo gay de San Petersburgo durante su estancia, pero éste también sufrió la censura del gobierno ruso. La ley federal que prohíbe “la propaganda de la homosexualidad para menores de edad” se usa como excusa para impedir cualquier tipo de comportamiento homófilo, y para que la policía agreda a los manifestantes. Además, fomenta una “justicia” con vigilantes al estilo de la mafia, al igual que también detiene las manifestaciones y los acontecimientos relacionados con el orgullo gay. “Me sentí mal por no haber logrado una conexión con la comunidad durante Manifesta”, explica Tilmans, “así que me puse en contacto con Amnistía Internacional para organizar la elaboración de estos retratos, para conocer y poder hablar con la gente.”

retrato comunidad gay rusa 2

“No son los líderes más reconocidos del movimiento, sino gente normal que no teme ser fotografiada”, aclara Tillmans rápidamente. “Ninguno tiene una retórica de lucha callejera heroica. En Occidente, este tipo de activismo conlleva en muchas ocasiones una sensación de heroísmo y subversión. Cuando me interesé por los diferentes tipos de activismo en Alemania y en el Reino Unido, en ellos siempre encontraba un elemento de estilo, pero es interesante que en un lugar en donde hay tanto peligro real, los activistas no se fijen en la estética o en lo coolpara luchar por una causa, sino que más bien se enfocan en el problema al que tienen que enfrentarse”.

No obstante, las imágenes del fotógrafo alemán no muestran el miedo de llevar una vida en la que no puedes salir del armario abiertamente, donde las marchas de orgullo gay son motivo de actos violentos contra los manifestantes, y donde han disparado, e incluso asesinado, a algunos activistas de San Petersburgo.

El año pasado, Human Rights Watch registró más de 300 ataques homofóbicos, y, tristemente, se han llevado a cabo muy pocos procesos penales. Estas fotografías muestran una ligera esperanza, la determinación por mejorar las cosas y la dedicación para hacer lo correcto.

“Me resulta algo digno de admiración [que ellos] sigan haciendo lo que hacen frente a una amenaza real, porque yo nunca he enfrentado una situación parecida”, dice Tillmans. “Toda mi vida he formado parte de un contexto político y cultural que se vuelve cada vez más libre. Supongo que solo quería verlo por mí mismo, hablar yo mismo con la gente, para sentir realmente lo que se vive en esta situación. Cuando les conoces todo deja de ser blanco o negro. Escuchas muchas historias de horror, pero siempre hay esperanza. Hay cosas terribles, pero donde hay gente, siempre hay esperanza, y eso es lo que quiero que hagan mis fotografías: que aumenten y den voz a la esperanza y a la solidaridad.

retrato comunidad gay rusa 3

Wolfgang Tillmans: La homosexualidad fue despenalizada en Rusia en 1993, la mayoría de edad es a los 16, y el cambio de sexo es legal desde 1997. No obstante, discriminar no va en contra de la ley, y el discurso de odio está extendido. No tiene sentido.

Ruslan Savolainen: La propaganda rusa afirma que la comunidad LGBT es ajena a los valores rusos y a la gente rusa. Creen que llegó de Occidente y que impone valores europeos. Esta postura -de que es “ajena a Rusia”- es promovida fuertemente por los medios y por el gobierno.
Dmitry Musolin: Muchos estamos intentando entender por qué Rusia es tan homofóbica. Hay quienes dicen que está relacionado con la historia política, porque la homosexualidad masculina fue ilegal durante 60 años cuando existía la Unión Soviética -en realidad, la homosexualidad femenina no lo era, pero la gente no hace esa diferenciación-. En la mente de mucha gente todavía es algo malo; [todavía lo consideran algo] criminal, aunque ya no lo sea.

Además la Iglesia Ortodoxa Rusa es muy homofóbica y conservadora, y ahora -en tiempos post-Soviéticos- la iglesia quiere tener un rol más importante en la sociedad y posee todo el apoyo del estado. El estado necesita una excusa -tal vez una ideología- y la iglesia tiene algo que ofrecer.
Ivan Surok: Hay dos elementos: el hecho de que era necesario crear la imagen de un enemigo interno para distraer a la gente de otros problemas y la homofobia [inherente] de la población rusa.
Dmitry Musolin: Es más fácil manipular a la gente cuando hay un enemigo, así que de vez en cuando la propaganda y el gobierno [sugieren] que son los Estado Unidos o Europa -la Unión Europea es un gran enemigo ruso y esto es algo que promueven los medios estatales-. También es importante tener un enemigo interno, dentro del país, así que de alguna manera se decidió que los homosexuales fueran este enemigo, porque para mucha gente son criminales.

retrato comunidad gay rusa 4

Las manifestaciones relacionados con el orgullo gay en Rusia ahora son ilegales, y los intentos por organizar reuniones en torno al orgullo gay no autorizadas generalmente se enfrentan con ataques violentos por parte de conservadores religiosos y neo-nazis. Además, la policía arresta a los manifestantes LGBT. ¿Cuáles han sido vuestras experiencias?

Olga Panova: En la marcha de orgullo gay [en San Petersburgo] del año pasado no llegaron muchos activistas, pero sí llegó un grupo grande de homófobos a lanzar huevos y piedras. Fueron muy agresivos, pero la policía no les arrestó: solo arrestó a todos los activistas.

Fue mi primera vez en una comisaría de policía, y aunque fue interesante y gracioso, fue injusto. Solo salí a decir que existo y que mis amigos no merecen ser asesinados por amar a gente de su mismo sexo o género. Alguien me hirió, me lanzó una piedra y no le llevaron a la estación de policía. No es justo.
Daniel Grachev: Cuando vas a una manifestación que la policía prohibió, ves a la policía antidisturbios y te preguntas si te arrestarán. Pero sabes que no te puedes ir, [que estás preparado para] pasar la comisaría e ir a juicio. Este es el peor momento para ser activista en este país.

Pero con el activismo LGBT le das a la gente un poco de esperanza para el cambio. En los dos años que he hecho activismo LGBT, he recibido cartas donde la gente me ha escrito: “Gracias por luchar a favor de nuestros derechos porque alguien tiene que hacerlo, me das la esperanza de saber que no todo está perdido”.

retrato comunidad gay rusa 5

Olga Panova: A lo mejor no logramos un gran cambio en la política, pero me gustaría que la gente, al verme ahí parada, en la calle, pensara o leyera sobre el colectivo LGBT y cambiara de opinión. Ven que existo, que no soy alguien cuya historia leyeron en Internet o vieron en la televisión, sino que estoy ahí parada, que soy real.
Elena Leontieva: El activismo LGBT me hace sentir que estoy haciendo algo grandioso y que hago del mundo un lugar más bello.
Daniel Grachev: No me ha pasado nada serio, pero hay hooligans que me han atacado varias veces en las manifestaciones. Tuve síndrome de estrés post traumático por un tiempo, le tenía miedo a todos los fans de fútbol americano y a cualquier persona con la cabeza rapada. Nunca sabes a quién atacará el gobierno. Por ejemplo, esa gente que estuvo en prisión [en las protestas pro-democracia en la plaza Bolotnaya en Moscú en 2012] fueron seleccionadas al azar, sólo para [demostrar] que es “malo” participar en manifestaciones.
Dmitry Musolin: Los círculos conservadores ejercen mucha presión, y el estado apoya al movimiento conservador. Tienes que ser muy valiente para alzar la voz por la comunidad LGBT, sobre todo si eres una figura pública.
Ruslan Savolainen: Todos los días tengo miedo.

retrato comunidad gay rusa 6

Ser abiertamente homosexual en Rusia es una excusa para que despidan a la gente de su trabajo o para que se les agreda físicamente. ¿Cómo afecta esto la manera en la que hablas sobre tu sexualidad?

Artyom Stadnik: Mis amigos cercanos lo saben. Mi madre también lo sabe y lo acepta. Pero ser abiertamente homosexual es peligroso en este país.
Dmitry Musolin: No tengo una bandera arcoíris en mi oficina, pero si me preguntan lo digo. No miento. Trabajo en una universidad y es probable que mucha gente adulta que trabaja ahí no lo sepa, pero los profesores jóvenes y los estudiantes de doctorado, si tienen Facebook o VKontakte, pueden entender que lo soy por todo lo que publico.
Svetlana Zakharova: En mi medio la gente es amable conmigo; no creo haber perdido amistades por mi homosexualidad. A veces sí me agreden, pero eso también le pasa a los inmigrantes y a las mujeres en Rusia: no somos el único grupo.

Los cambios legales que prohíben “la propaganda para tener relaciones no tradicionales” se adoptaron en Rusia en 2013. A estos le siguieron las prohibiciones locales por “el fomento de prácticas homosexuales, lésbicas, bisexuales y transexuales cerca de menores de edad” en ciudades como San Petersburgo el año anterior.

Dmitry Musolin: No creímos que fuera a pasar en San Petersburgo porque es una ciudad importante, culta, moderna y grande, así que cuando empezaron a promover la ley hicimos una campaña para detenerla. Pero la gente que promueve este tipo de leyes no es tonta, ponen las palabras gay, lesbiana y transexuales junto con los pedófilos, y sólo las separan por comas.

Cuando intentamos protestar, dijeron: “Quieren proteger a los pedófilos.” Es imposible mantener una discusión pública. La gente decía: “No es una ley en contra de los gays, sino en contra de los pedófilos,”
Ivan Surok: El gobierno prácticamente dio la “señal de ataque” con estas leyes, así que la gente cree que tiene derecho a juzgar a otros sin necesidad de un juicio; cree que está bien matar y torturar, y que un crimen se puede justificar por el hecho de que la víctima sea gay. Ya ha habido bastantes asesinatos en Rusia: el caso más famoso es el de Vlad Tornovoi, que fue asesinado sádicamente [en mayo de 2013, en Volgogrado]. Los asesinos argumentaron que lo mataron porque les dijo que era gay. Creyeron que si señalaban el hecho de que era gay les reducirían la pena.

retrato comunidad gay rusa 7

Dmitry Musolin: No doy clases a menores de edad, así que mi caso es más sencillo. La gente que da clases en colegios vive bajo mucha presión debido a esta nueva ley, porque si dijeran algo positivo, incluso algo neutro, sobre los gays, estarían rompiendo la ley. Sé que hay quienes pierden su trabajo. Un chico que vive con nosotros perdió su trabajo en una agencia de publicidad porque salió en la televisión mientras participaba en una protesta.
Ivan Surok: La ley es escurridiza; no definen con precisión a qué se refieren con “propaganda gay”, así que puede ser usada a su antojo en contra de aquellos que le parezcan incómodos al gobierno.
Svetlana Zakharova: Intentamos lanzar un programa de donaciones privadas, pero nos topamos con algunas dificultades. Tratamos de trabajar con una de las mayores plataformas de crowdfunding en Rusia y al principio no tuvieron ningún problema, pero luego decidieron que era demasiado peligroso trabajar con nosotros.

Los activistas LGBT en Occidente han intentado llamar la atención sobre la situación de deterioro en Rusia, pero los políticos al interior del país han dicho que las manifestaciones en el extranjero son sólo una muestra de los prejuicios anti rusos. ¿Cómo los hace sentir esto?Daniel Grachev: El apoyo en el extranjero es muy importante. Tuvo mucha fuerza durante los Juegos Olímpicos de Sochi cuando muchos periodistas vinieron a Rusia a hacer reportajes sobre los derechos LGBT.
Dmitry Musolin: Es importante contar con ese apoyo, aunque hay mucha gente, incluyendo miembros de la comunidad LGBT [en Rusia], que creen que sólo empeoran la situación. Yo creo que todavía es importante sentir que no estamos solos, que hay gente que comparte nuestros valores y apoyan lo que hacemos aquí. Si no hubiera voces externas, la situación seguramente sería peor.
Daniel Grachev: La fotografía es un instrumento poderoso para influir en la gente, ya que le permite ver qué está pasando: así ocurrió en las imágenes de mis amigos golpeados y sangrando, y en la que yo mismo aparecía arrestado por la policía antidisturbios. Los Juegos Olímpicos de Sochi, las fotografías de las protestas LGBT, y la actitud europea anti-Rusia y anti-Putin han logrado aumentar el interés de los medios europeos por la comunidad LGBT rusa.

Es importante entender que hay gente que nos apoya, como Front Line Defenders y Amnistía Internacional, que consiguen dinero para algunas de nuestras actividades e incluso para protegernos, cuando necesitamos refugio en algún país europeo, por ejemplo.
Ivan Surok: La solidaridad que muestran para con  Rusia es buena, obviamente, pero es algo que nunca me ha beneficiado.

retrato comunidad gay rusa 8

El número de personas LGBT rusas que buscan asilo en países occidentales ha aumentado significativamente en los últimos años. ¿Te ha afectado personalmente?
Daniel Grachev: Tengo muchos amigos que se han ido porque quedarse aquí era muy peligroso. Dmitry Chizhevsky, le dispararon y perdió un ojo; Natalya Tsymbalova, la coordinadora de la organización Straights Alliance for LGBT Equality; Dmitry Chunosov de Voronezh; y Pavel Lebedev, un activista LGBT que se fue después de las manifestaciones en la plaza Bolotnaya en Moscú, porque se enfrentó a la policía antidisturbios y pudo haberse convertido en una víctima del caso penal de Bolotnaya.
Olga Panova: Me encantaría dejar Rusia, pero no me quiero perder la revolución. ¿Qué pasaría si empezara cuando yo me fuera? Sería una pena porque quiero formar parte de ella.

Se necesitaron décadas de campaña para conquistar algunos derechos LGBT en Europa y en Estados Unidos, pero algunos activistas en Rusia creen que tendrán que luchar durante mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo crees que falta para lograrlo?
Ivan Surok: Me parece que nada bueno saldrá de esto. [Con] las voces homofóbicas del régimen actual, no habrá cambios para mejor. Aún necesitan a un chivo expiatorio y el gobierno actual quiere satisfacer a la gente con sentencias condenatorias hacia la comunidad LGBT.
Daniel Grachev: La sociedad civil en Rusia es muy débil. Hay buenas organizaciones, pero todavía hay muy poca gente que crea que las cosas pueden cambiar. Así que creo que esto sólo cambiará después de algunos cambios políticos globales. Pero soy poco optimista porque no sabemos cuándo terminará la presidencia [de Putin].
Elena Leontieva: La situación es cada vez más triste, pero estamos intentando hacer lo que se pueda. Eso nos da mucho poder y fortaleza para avanzar y lograr la igualdad. Con todo, en estos momentos es muy peligroso luchar en contra del gobierno.
Ruslan Savolainen: Europa recorrió un gran camino para llegar hasta dónde está. También Estados Unidos. Así que esto no lo lograremos en un año o endos. Se necesita mucho esfuerzo.
Svetlana Zakharova: En realicad creo que las cosas pueden cambiar; si no, no tendría sentido. Soy consciente de que no pasará pronto, pero también de que no siempre será así.

retrato comunidad gay rusa 9

Gay y Gitano: La Realidad de los Homosexuales en la Comunidad Romaní

Publicado en Baxtalo’s Blog

Artículo escrito por Iñaki Vázquez Arencón

Artículo escrito por Iñaki Vázquez Arencón

Iñaki Vázquez: “Vivo en Catalunya, en Reus (Tarragona) concretamente y he participado activamente en un colectivo LGTB. Se llamaH2O. He sido Portavoz y Presidente del mismo. Ahora solo colaboro con la revista anual que publica: Colors“.

Nota: Es precisamente en esta revista donde el artículo ha aparecido en una versión más corta y en catalán, pero el primo Iñaki me ha permitido publicar su artículo en una versión más detallada en este blog.

Nais tuke muro phral.

Hay temas que son, o parecen ser, tabú, y sobre ellos cuesta hablar. Uno de ellos es, sin duda, la realidad de los gays en el colectivo gitano, una sociedad que tiene el estigma de ser jerarquizada y machista. Pero, ¿cual es esta realidad? ¿Ejercen su sexualidad a escondidas? COLORS ha querido conocer esta realidad y ha entrevistado a gays romanís que hablan en primera persona de como viven su homosexualidad dentro de la comunidad gitana y a dirigentes significativos de organizaciones gitanas que también nos dan su visión.

Hemos abordado este mas que interesante tema compartiendo conversaciones, sonrisas, cafés y algún que otro vino. Esta cercanía nos han aproximado a los diferentes discursos que en el si de la comunidad gitana existen sobre la diversidad afectivo-sexual y sobre lo que de verdad y mentira tiene los mitos y leyendas que todos conocemos sobre el pueblo gitano y su relación con la homosexualidad.

Hemos querido contar con la opinión de gays y lesbianas gitanas, por supuesto, pero también hemos querido conocer que opinan al respecto algunos de los dirigentes mas significativos del mundo gitano organizado. Todas ellas son visiones individuales que, sin duda, no constituyen un dogma aplicable al conjunto del pueblo romaní, pero si nos da una pincelada con diversidad de matices que nos permite acercarnos un poco mas a este pueblo que lleva mas de 500 años entre nosotros pero que sigue siendo un gran desconocido para muchos.

Nos enfrentamos a un tema en el que los prejuicios y preconceptos actúan con fuerza. Mas aún cuando la telebasura a puesto de dudosa “actualidad” el mundo de los gitanos desde la caricatura, la falta d rigor periodístico y la estigmatización como objetivo. No vais a encontrar en estas líneas nada que se le parezca. Va por delante.

Por este y otros motivos proponemos al lector hacer un ejercicio mental, previo a la lectura, que consista en desprenderse de los arquetipos que tenga sobre los romanís para que el mensaje de nuestros entrevistados llegue con mas intensidad. Después que cada uno modele sus opiniones al respecto. Y es que en este mundo de hoy andamos cortos de sentimientos.
Proponemos pues no desaprovecharlos.

De lo que no tenemos certeza es si lograremos transmitir en este artículo la calidez, la cercanía y la emotividad que estos gitanos y gitanas nos han hecho llegar cuando nos han explicado sus vivencias, sus sentimientos, su manera de ver las cosas y su anhelo, no siempre conseguido, de libertad y de igualdad. Por intentarlo no va a quedar.

Nuestros protagonistas

bandera romá

El pueblo Romá es milenario. Procede del Punjab, territorio que hoy ocupan los estados de Pakistán y la India. Llegaron a la península Ibérica a principios del siglo XV. Han tenido una larga historia de persecución, asimilación y aniquilamiento. Hoy en día hay unos 14 millones de gitanos en el planeta, 12 de ellos en Europa, de los cuales aproximadamente un millón viven en España.

El pueblo gitano es milenario. Procede del Punjab, territorio que hoy ocupan los estados de Pakistán y la India. Llegaron a la península Ibérica a principios del siglo XV. Han tenido una larga historia de persecución, asimilación y aniquilamiento. Hoy en día hay unos 14 millones de personas romanís en el planeta, 12 de ellos en Europa, de los cuales aproximadamente un millón viven en España. Son la minoría mas grande del continente, pero también son la asignatura pendiente de Europa.

Conversamos con Demetrio Gómez, un Romá que vive en Valencia y que lleva muchos años movilizado en la defensa de la diversidad, fundamentalmente en foros internacionales. Cuando contactamos con el nos dijo: “yo abordo el tema LGTB desde la perspectiva Queer, huyendo de folklorismos” Nos cautivó a la primera.
Del mismo modo, hemos tenido la oportunidad de dialogar largo y tendido con dos de los máximos exponentes de mundo gitano organizado: Con Diego Fernández, Director del Instituto de Cultura Gitana, un intelectual amante de la poesía y lorquiano de pies a cabeza; y con Antonio Vázquez, Vicepresidente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, todo un referente del mundo asociativo romaní, que transmite el amor que siente hacia su pueblo y siempre está dispuesto a sumar energías a la causa de la libertad y la igualdad. Los dos coincidieron: “Vuestra causa es la nuestra”.
Con Juan David Santiago, hemos conversado de su actividad frenética en Alicante en el mundo de la educación, de sus dos hijos adoptados, de su trayectoria en la FELGTB. Simpático, agradable, sincero y culto. No nos extraña que fuera uno de los primeros gays gitanos en salir en los medios de comunicación. Tiene una especial habilidad comunicativa y una calidez humana innegable.
Con Luis González, Manu para los amigos, ha sido muy fácil y muy difícil a la vez. Con él hace ya años que compartimos activismo, proximidad y lucha. Lucha por los derechos LGTB en el Camp de Tarragona y lucha por la vida misma. Su trayectoria vital no ha sido ni es fácil. Aún así sigue poniendo en todo lo que hace ese corazón con que nos cautivó a todos en H2O allá por el año 2003. Pero en este caso hay trampa. A Manu le queremos, tenemos que confesarlo.
Crudo, directo y tierno. Así es él y su testimonio.

Homófobos hay en todas partes

diego-luis-fernandez

Diego Luis Fernandez, Director del Instituto de Cultura Gitana: “Pretendemos no uniformar la cultura gitana; al contrario, mostrar su amplitud y su amplísimo espectro y diversidad. En ese sentido nadie se ha visto ni se va a ver discriminado por ser LGTB”.

En primer lugar quisimos que reflexionasen sobre la idea enraizada en el imaginario colectivo de que el pueblo gitano es mas homófobo que la sociedad mayoritaria. Las repuestas fueron variadas pero todas ellas contundentes.

Demetrio nos afirmaba:  “El pueblo romaní sigue teniendo dificultades para aceptar las cuestiones relacionadas con el sexo que ya son en sí mismas algo difícil de tratar por el tabú predominante, más aún si hablamos de opciones alejadas de la “heteronormatividad”. Esto no nos distancia tanto de otras poblaciones no gitanas, ni tampoco de la sociedad general donde seguimos observando, desgraciadamente, el bullying, la violencia incluso policial… etc.”.

Por su parte, Diego y Antonio coincidían en desmentir ese mito asegurando que las cosas se están moviendo a la par que lo hacen en la sociedad mayoritaria. Diego nos decía: “Si que hay casos particulares en que todo lo relacionado con las libertades sexuales se viven de manera traumática, pero este hecho no es atribuible de ninguna manera al conjunto del pueblo gitano. ¿A alguien se le ocurriría decir que una Comunidad Autónoma es homófoba porque haya sucedido un caso concreto en su seno? Seria una barbaridad afirmarlo, al igual que lo es cuando se refiere al pueblo gitano”, para mas tarde seguir con: “Es cierto que existen sectores mas conservadores que ejercen de freno al desarrollo democrático y al de las libertades individuales, pero ¿es que acaso no existen sectores equiparables en la sociedad mayoritaria, que han protagonizado en diversas ocasiones manifestaciones donde se preconizaba la incomprensión y la discriminación hacia las personas LGTB?”.

Antonio, por su parte, reflexionaba sobre el papel de las religiones y las familias: “Desde mi punto de vista es importante resaltar el papel que juegan las familias y las religiones. Históricamente estas dos instituciones sociales han ejercido presión sobre los temas afectivo-sexuales en cualquier cultura o pueblo que se analice. En el pueblo gitano esta relación no es diferente”. Además reconocía: “Respecto a los casos de violencia homófoba en el si del pueblo romaní todavía no hemos sido capaces de elaborar actuaciones concretas desde el movimiento asociativo gitano.
En ese sentido las organizaciones gitanas tenemos una gran dificultad ya que hay un alto nivel de inconsciencia y un gran desconocimiento respecto a estas cuestiones”.

Manu, en cambio nos ofreció la otra cara de la moneda. Nos desgranó su cruda experiencia llena de malos tratos, vejaciones y situaciones límite. Por supuesto, su visión no puede ser optimista si dirige su mirada hacia atrás, y por el contrario es bastante escéptica si lo hace hacia adelante. Este hecho no solo es entendible, sino que es profundamente respetable atendiendo a lo que posteriormente nos explicó. Desgraciadamente Manu es una de las víctimas de la homofobia. En el se han ensañado la visceralidad, el odio y el desprecio procedente de los que pretenden, sea como sea, acabar con la diferencia.

Con la emoción reflejada en sus ojos nos decía: “Mi experiencia personal ha sido muy dura y está llena de sufrimiento y dolor. Desde muy pequeño yo sabia que me gustaban los hombres. Mi familia se dio cuenta y me convertí en le “burro de los palos”. Las palizas eras constantes. Recibía continuamente el desprecio y los insultos homófobos eran diarios. Vaya, que me dejaban mas que claro su desprecio ante algo que yo era, es decir, hacia mi persona”. Nos siguió narrando etapas de su vida que parecían verdaderas historias de miedo: “Solo tenía 16 años cuando mi madre me echó de su casa cuando corroboró que yo era gay. En ese momento me sentí realmente desesperado y sin amparo alguno. Me toco vivir en un mundo que no era el mío y me adapté por instinto de supervivencia. Tuve que vivir en la calle”. Con la mirada puesta en el infinito siguió explicando: “Lo peor de todo son las heridas que deja en el alma este tipo de cosas en personas tan jóvenes. Recuerdo como anhelaba el calor humano y como eso me hacía irme a las primeras de cambio con quien me lo ofreciera. En ese sentido era muy frágil y eso me acarreaba muchas mas decepciones todavía”. Para acabarlo de adobar nos dijo: “Por otra parte, mi familia paterna me desterró de Reus. Para ellos era un deshonor y una indecencia que yo fuera “maricón” y que otros gitanos de mi ciudad pudieran verme. Ante mi obligada valentía de no esconder mi opción sexual, ellos siguieron actuando con mas intolerancia y violencia”.

Juan David nos dió su visión como gitano y activista LGTB: “… me he encontrado de todo y en todos lados, desde profesores universitarios progresistas que echan a su hijo de casa al descubrir que es gay hasta familias chabolistas aceptando la transexualidad infantil de una de sus niñas…”, mas tarde nos aseguró “… no veo mucha diferencia entre el mensaje homófobo que pueda lanzar algún pastor evangélico con el mensaje igualmente retrógrado del Obispo de Alcalá. Así que homofobia en la Comunidad Gitana sí, la misma que en el resto de grupos y sociedades”.

Personas de respeto

antonio-vazquez

Antonio Vazquez, Vicepresidente del Consejo Estatal del Pueblo Gitano: ” … El pueblo gitano del siglo XXI quiere y necesita ser demócrata y luchar por incrementar nuestro grado de libertad e igualad, como conjunto y como individuos. En ese sentido los gays y las lesbianas deben ser unos de nuestros importantes valores. Así lo veo yo”.

Evidentemente teníamos que indagar sobre la existencia de los patriarcas y que papel juegan en el control de laslibertades afectivo-sexuales. En realidad queríamos ver las diferencias entre las estructuras patriarcales gitanas con las no gitanas.

“El patriarcado entendido este como las relaciones de dominio hombre – masculino sobre todas las cosas es la peor soga que cualquier sociedad pueda tener. Los gitanos no somos ajenos a ese patriarcado perpetuado en todos lados. Las cosas van cambiando, quizás más despacio de lo que quisiéramos algunas y algunos, pero hay que respetar los tiempos de los pueblos y sus culturas…”, de esta manera nos lo afirmaba Juan David.

Demetrio dijo al respecto: “Hay una deformación continua de la realidad que viene muy determinada por los docu-shows tipo Palabra de Gitano y similares que desvirtúa, ridiculiza y esperpentiza a la cultura gitana que acaba convirtiéndose en el “mono de feria” de los domingos, casi como un documental de animales salvajes pero con mucha menos calidad de un National Geographic. Esto provoca idealizaciones románticas, imágenes exóticas y salvajes… y de ahí llegamos a esta palabra con reverberación y que causa siempre un parón dramático “El Patriarca”… lo que han existido desde siempre son las “personas de respeto” y que se les llama “tíos”, lo otro es literatura amarillista para vender packs de exotismo del todo a cien”.

Con un tono firme, Antonio complementó a lo anteriormente expuesto: “… es falsa la imagen que se transmite del “patriarca” gitano como autoridad omnipresente, como jefe autoritario de la tribu, al que no se le puede retar. Esa imagen que se proyecta no responde a como se estructura de manera mayoritaria socialmente la comunidad gitana. Claramente se pretende ofrecer esa imagen que justifica el olvido y la falta de reconocimiento que tenemos como pueblo y como cultura”. Nuestros entrevistados fueron mucho mas allá. Diego reflexionó: “… el pueblo gitano en la actualidad está escapándose de la lógica gerontocrática. Este pueblo quiere evolucionar hacia sociedades donde las personas mejor preparadas sean sus líderes naturales y donde esos liderazgos se ejerzan con el apoyo explícito y democrático de todos y todas”.

En cambio Manu, en su trasiego vital ante nosotros, nos explicó un episodio que nos sorprendió: “El punto de inflexión del rechazo de mi familia fue cuando mi hermano mayor, que ejercía de cabeza de familia en casa de mi madre y al que nos habían enseñado de niños a respetar, en uno de mis intentos de regresar, me sentó en sus rodillas y me dijo: “Mientras tu seas feliz, yo seré feliz al verte”. Fue la primera vez que un miembro de mi familia me demostraba su comprensión y su afecto. Mi hermano mayor, que en gloria esté, era muy machista y conservador, pero el amor que sentía por mi le hizo cambiar su comportamiento”.

Activismo gitano

Llegados a este punto nos pareció oportuno empezar el debate sobre si existe o no la necesidad de activismo LGTB gitano.

juan-david-santiago2

Juan David Santiago: “… tengo argumentos para dar y vender como en los mercadillos y una autoestima a prueba de bombas. Pero a lo largo de mí proceso de crecimiento personal he ido combinando e integrando estas identidades con mucho esfuerzo para no volverme loco en esta sociedad ya esquizofrénica de por sí.”.

“Como ya he señalado, el mundo gitano es diverso y eso nos da fuerza. El uniformismo produce sinusitis, pues nos hace fruncir el ceño intensamente cuando nos lo encontramos” nos decía Diego. Antonio nos aseguró: “… este aspecto es una de las muchas asignaturas pendientes que el pueblo gitano deberá afrontar en su pendiente emancipación”.
Lleno de energía Demetrio nos aseveró: “… ya existen activistas LGTB romanís. De todas maneras tenemos una tendencia muy reductivista con el pueblo romá, sobretodo en España, como si no existieran personas romanís fuera de nuestro territorio y no tuvieran vida propia y movimientos”. Tras un momento para respirar siguió afirmando: “Tenemos cantantes como el búlgaro AZIZ, tenemos políticos-activistas comoDavid Tišer que además tiene su propia organización LGTB romaní, aquí en España tenemos Ververipen, que trabaja con la diversidad en general no solo LGTB, también Gitanas Feministas por la Diversidado mi querido amigo Juan David Santiago que formó parte de la Junta Directiva de la FELGTB”.

Aprovechamos para preguntarle sobre Ververipen (significa diversidad en romanés) ya que es uno de los impulsores: “Ververipen como tal se crea como una corriente que poco a poco a ido creciendo en adeptos a este nuevo discurso contra el colonialismo, el patriarcado y en pro de la diversidad … rompe con el Status Quo, con el paradigma del conformismo y la inmovilidad, para pasar a un rol activo y protagonista… estamos hallando mas adeptos que voces críticas porque además uno no puede negarse ante la evidencia de una realidad. Desde dentro de la comunidad y desde fuera se nos recibe de manera positiva porque el discurso aunque rompedor no deja de ser respetuoso y porque no entramos en una guerra contra la propia comunidad sino que alzamos nuestras voces como una más y necesaria. Por supuesto, no es un camino de rosas…”.

Juan David también nos ofreció su visión privilegiada al respecto: “Desde parte del movimiento LGTB de una forma u otra están articulando respuestas a las necesidades y demandas de la Comunidad Gitana, es lo que llamo Entidades LGTB gitanas. También están surgiendo otras voces dentro de la propia Comunidad que reclaman no sólo sus derechos colectivos, sociales, etc., si no también los individuales para poder seguir creciendo como persona y como ciudadano, es lo que yo llamo Entidades Gitanas LGTB, y, por último están las Asociaciones, federaciones gitanas y demás, más tradicionales, que algunas de ellas ya se han desmarcado de esa línea más conservadora y casposa apoyando determinadas demandas del Colectivo LGTB referidas a los delitos de odio y a otras acciones como el orgullo gay: La Fundación Secretariado Gitano, la Unión Romaní, etc. …”.

¿Qué se está haciendo?

demetrio gomez

Demetrio Gómez: “Dice Amin Malouf que cuanto más compleja es tu identidad, cuando más partes reúne, mas difícil es que los demás te acepten y esto es algo que sucede en todas las sociedades y de una manera más exacerbada cuando el grupo es minoritario, este corre el riesgo de asimilación y/o de exclusión, recibe rechazo porque el grupo se repliega sobre si mismo y se hace menos permeable a los cambios; todo ello supone a la larga una sentencia de muerte”

Como consecuencia del panorama que nos esbozaron nuestros entrevistados se hizo necesario preguntar qué se está haciendo en la actualidad en relación con la población LGTB, específicamente desde los estamentos y organizaciones en las que trabajan o colaboran. Antonio nos comentó: “Probablemente seria positivo intentar visualizar a personashomosexuales gitanas en las campañas institucionales de todo tipo, especialmente aquellas que pretenden impulsar la igualdad y la no discriminación LGTB. Mostrar que el pueblo gitano es diverso es una de nuestras estrategias de presente y sobre todo de futuro”.

En cambio, Diego nos intentó ejemplificar que hacen en el Instituto de Cultura Gitana: “Pretendemos no uniformar la cultura gitana; al contrario, mostrar su amplitud y su amplísimo espectro y diversidad. En ese sentido nadie se ha visto ni se va a ver discriminado por ser LGTB”.

“Dice Amin Malouf que cuanto más compleja es tu identidad, cuando más partes reúne, mas difícil es que los demás te acepten y esto es algo que sucede en todas las sociedades y de una manera más exacerbada cuando el grupo es minoritario, este corre el riesgo de asimilación y/o de exclusión, recibe rechazo porque el grupo se repliega sobre si mismo y se hace menos permeable a los cambios; todo ello supone a la larga una sentencia de muerte”, nos comentó Demetrio refiriéndose a desde que perspectiva trabajan en Ververipen.

Por otra parte, Juan David nos dio su visión de cómo interactúan el movimiento asociativo gitano y el LGTB: “… creo que tengo el conocimiento suficiente para compartir con todas y todos vosotros que la crítica que hago al Colectivo LGTB es que a veces considera los problemas de los gitanos LGTB como algo gitano, obviando que son los mismos problemas que el resto de personas LGTB, por eso en el último Congreso de la FELGTB se han tomado medidas al respecto …”.

Integrar las identidades gay y gitana

manu

Luis González “Manu”: “He tenido que labrarme mi camino desde muy niño y a hacerme a mi mismo. Yo tengo mi manera de ser gitano y también mi manera de ser gay. Es mas, reivindico que las identidades son muy diversas y que encasillar a las personas por como se identifican es perderse lo mas bonito de ellas: su personalidad”.

No solo se actúa desde las organizaciones. Las personas también cambian la realidad con las cosas que hacen en su vida cotidiana. En este sentido Manu nos dijo: “He tenido que labrarme mi camino desde muy niño y a hacerme a mi mismo. Yo tengo mi manera de ser gitano y también mi manera de ser gay. Es mas, reivindico que las identidades son muy diversas y que encasillar a las personas por como se identifican es perderse lo mas bonito de ellas: su personalidad”.

En esa misma línea Juan David nos explicó como conviven en él la identidad gitana y gay: “… tengo argumentos para dar y vender como en los mercadillos y una autoestima a prueba de bombas. Pero a lo largo de mí proceso de crecimiento personal he ido combinando e integrando estas identidades con mucho esfuerzo para no volverme loco en esta sociedad ya esquizofrénica de por sí. En los lugares LGTB era el gitano y en los lugares gitanos era el “maricón”. Al final uno descubre que lo más importante es ser feliz y vivir sin condicionamientos ni presiones. Quererse mucho a uno mismo y dar lo mejor que se tiene a los que te rodean…al final el esfuerzo merece la pena”.

El precio de la diferencia

Por último les hicimos imaginar el futuro deseable como un ejercicio de proyección desde la realidad concreta en la que se encuentran.

ververipen

“Ververipen como tal se crea como una corriente que poco a poco a ido creciendo en adeptos a este nuevo discurso contra el colonialismo, el patriarcado y en pro de la diversidad … rompe con el Status Quo, con el paradigma del conformismo y la inmovilidad, para pasar a un rol activo y protagonista… estamos hallando mas adeptos que voces críticas porque además uno no puede negarse ante la evidencia de una realidad.

A Manu se le esbozó una sonrisa, que no llegamos a descubrir si fue irónica o cándida y nos dijo:“Quisiera pensar en una vida mas fácil para las lesbianas y los gays gitanos. Tal vez, si como hicieron mis hermanos y hermanas en su momento, los gitanos llegaran a conmoverse ante el sufrimiento tan extremo de algunos de los miembros de su pueblo, alguna cosa cambiaría. Quiero pensar que el amor puede con todo. A mi me llegó cuando ya no lo esperaba. Puestos a soñar, porque no pensar que el amor venza esta terrible barrera del pueblo gitano”.

“Pues espero que seamos más respetuosos con la diversidad, nadie mejor que nosotros y nosotras conocemos cual es el precio de la diferencia aunque a veces parece que se nos haya olvidado. Mira que es una cuestión de coherencia, no podemos reclamar respeto al Pueblo Romaní en general, aludiendo ese respeto a la diversidad y el derecho a existir para luego ejercer como represores de nuestra propia diversidad, es una falta de coherencia que desvirtúa en sí la propia lucha como pueblo. Así que deseo que nos normalicemos y seamos capaces de tener visiones más humanistas y menos prejuiciosas …”, esto nos dijo Demetrio.

Antonio, a su vez, volvió a adoptar un tono solemne y mirándonos a los ojos nos dijo: “Los pueblos y las sociedades que no tiene especial atención hacia sus propias minorías tarde o temprano caen en el ostracismo de la intolerancia y el autoritarismo. Los gitanos y las gitanas hemos demostrado sobradamente nuestra intención de supervivencia como pueblo ante adversidades crueles a los largo de la historia. Esta claro que esa supervivencia pasa por impregnarnos absolutamente de la democracia y las libertades como esencias de nuestro significante y nuestro significado. Ya lo hacemos, pero en el futuro debe serlo aún mas, si cabe … El pueblo gitano del siglo XXI quiere y necesita ser demócrata y luchar por incrementar nuestro grado de libertad e igualad, como conjunto y como individuos. En ese sentido los gays y las lesbianas deben ser unos de nuestros importantes valores. Así lo veo yo”.

Dejamos el último turno para Diego: “Quiero y puedo imaginarme que los no LGTB defendamos los derechos de estas personas. Se trata de avances democráticos y de libertades irrenunciables. En ese sentido son y serán conquistas de todos y todas. No os sintáis solos. El respeto que debemos tener a los gays y las lesbianas debe ser máximo y esa es una lucha de todos. De los gitanos y de las gitanas también”.

Date la oportunidad de conocer un gitano o una gitana

Estas son las pinceladas que hemos recogido: diversas, intensas, cargadas de emociones todas ellas. Evidentemente las conclusiones no son sencillas, pero una cosa nos ha quedado clara: los arquetipos y los prejuicios se ceban mas con las minorías. Las personas LGTB somos conocedores de ello sobradamente, los que somos pertenecientes al pueblo Romaní os aseguro que también lo sabemos. Date la oportunidad de conocer un miembro del pueblo romaní. Descúbrelos, Descúbrenos.
Nos despedimos como lo hace este maravilloso y contradictorio pueblo:
¡Salud y libertad!
¡Sastipen thaj mestipen!.

Ser gay y musulmán es compatible

SHANGAY

LUDOVIC-MOHAMED ZAHED FUNDÓ EN 2012 LA PRIMERA MEZQUITA INCLUSIVA DE EUROPA. GAY, SEROPOSITIVO Y MUSULMÁN, ZAHED LUCHA POR CAMBIAR LOS ESTEREOTIPOS DE SU RELIGIÓN CON LA INTEGRACIÓN POR BANDERA.

Ludovic-Mohamed Zahed

Ludovic-Mohamed Zahed

Integración. Esa es la palabra que lleva tatuada a fuego Ludovic-Mohamed Zahed, fundador en 2012 de la primera mezquita inclusiva de Europa en París. Gay, seropositivo e imam, este hombre nacido en Argel hace 37 años ha decidido derribar estereotipos más allá de su religión, enfermedad o condición sexual. Hoy explica al diario El País cómo es su nueva vida.

Ha cambiado su activismo por la reflexión, y entre prolíficos quehaceres, una afirmación provoca que los cimientos del Islam se titubeen: “Hoy, Mahoma casaría a los homosexuales”. Su primer libro, Le Coran et la chair (El Corán y la carne), bien merece una traducción al español. Otro de sus hallazgos: ha conseguido transformar la discriminación en apoyo. Sus padres, pasados los años, aceptaron su condición sexual, aunque su familia no siempre fue el hombro en donde llorar. Su hermano le propinaba palizas por ser demasiado afeminado. ¿Cómo focalizar el sufrimiento en algo digno de elogio?

No admite los extremos. Fuera de su entendimiento quedan los que tildan de homófobos a todos los musulmanes y los que dentro de su religión no admiten que pueda haber algo más que amistad entre dos personas del mismo sexo. Y además, como argelino en Francia, el hecho de que su país de adopción excluya de optar al matrimonio gay a miembros originarios de zonas como la suya también le corroe.

“Me enamoré del hombre que me había enseñado el Corán durante 5 años, lo que me hizo reconocer todas aquellas pasiones que había rechazado antes”. Y buscando su identidad encontró su sexualidad. También un lado más amargo. Dos años después de emigrar y descubrir que era gay, tuvo su primera relación de pareja, y contrajo el VIH. Ni siquiera había cumplido la veintena.

“Me dije, o bien la homosexualidad es una enfermedad o el islam es el problema”. Coqueteó con el budismo, pero acabó retornando a sus orígenes. Para él, la homofobia no tiene relación con el Islam, sino con las interpretaciones patriarcales que se hacen de sus principios. Lo de ir contracorriente es algo innato.

En la actualidad, comparte su vida mediante las conferencias que organiza por todo el mundo. Busca cambiar el destino de sus creencias, para que los demás a su vez elaboren una nueva concepción del Islam, inclusiva y sin barreras. Teniendo en cuenta que ha conseguido todo lo que se ha propuesto, no sería de extrañar que esto también se cumpliera. Todo un ejemplo.

Toda la homofobia, AQUÍ

Los matrimonios homosexuales entre mujeres superan a los de hombres en Euskadi

bodas-homos-afp--575x323

“¿Quieres libremente unir tu vida a Vanesa, formar con ella una unión afectiva y estable, y constituir así una nueva familia?”. Y Rosa dijo sí. Ocurrió en una gélida mañana de enero en el salón noble del Ayuntamiento de Vitoria. Las crónicas del momento cuentan que no hubo flores, ni invitados vestidos de lentejuelas y telas vaporosas. Sólo un momento íntimo en que las dos jóvenes se intercambiaron unas sencillísimas alianzas de plata con la emoción a flor de piel. La concejala de Igualdad del Consistorio gasteiztarra (del PP) leyó un aséptico fragmento de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y todo acabó. El asunto se despachó en unos minutos y las chicas salieron por la puerta de atrás para dar esquinazo a la prensa. Nada de aquello parecía una boda. Y en realidad, no, no lo era. Corría 2003 y el matrimonio entre personas del mismo sexo no estaba legalizado en España: el de Vanesa y Rosa fue la primera unión simbólica entre lesbianas celebrado en Euskadi. Harían falta dos años más para que lo simbólico, lo extraordinario, se convirtiera en realidad. En un derecho. En algo normal.

Han pasado ya casi diez años desde que España se colocara a la cabeza en la igualdad de derechos, al dar luz verde a las bodas entre gais y lesbianas. No fue un paso fácil, ni exento de polémica. La nueva norma se aprobó al calor de las protestas del Foro de la Familia, aquel paraguas donde encontraron refugio los sectores más conservadores de la sociedad, con la Iglesia y algunos barones del PP sosteniendo juntos las pancartas con las que se echaron a la calle para tratar de parar la tramitación de la norma. Pero, con casi del 70% de los españoles a favor de las bodas gais según las encuestas del CIS de entonces, el salto parecía inexorable. España entró en un reducido grupo de tres países, junto con Bélgica y Países Bajos, a los que poco a poco se han sumado hasta una veintena de naciones, con Irlanda como la última en llegar el pasado domingo, donde se reconoce el derecho.

Desde que aquel 3 de julio de 2013 entrara en vigor la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo, 1.300 parejas homosexuales se han casado en el País Vasco, según los últimos datos disponibles del Eustat, que recogen aquellas ceremonias celebradas hasta el 31 de diciembre de 2014. De todas esas bodas celebradas desde entonces, 702 tuvieron a dos hombres como contrayentes, frente a las 592 restantes en que las dos fueron dos mujeres. Sin embargo, las tornas han cambiado y hoy son más las uniones lésbicas selladas en matrimonio que las formalizadas por hombres: de los 137 ceremonias civiles celebradas en el último año en Euskadi, 77 tuvieron dos novias como protagonistas.

Maternidad lésbica

Los colectivos LGTB atribuyen el ligero cambio de tendencia a la obligatoriedad de las madres lesbianas a estar casadas para poder inscribir a sus bebés, concebidos mediante técnicas de reproducción asistida, como hijos también de la madre no biológica. “Las ganas de casarse quizás sean más fuertes entre las mujeres, pero dudo que sea una explicación de efecto”, apunta Inmaculada Mujika, presidenta del Centro de Atención a Gays, Lesbianas y Transexuales Aldarte. “Si se ve el incremento de la maternidad lésbica con las bodas entre mujeres lesbianas, van paralelas. Esta es una motivación superfuerte para que todas las parejas de mujeres lesbianas para casarse, sobre todo entre las más jóvenes. Estamos convencidas de que es el elemento fundamental que está elevando la proporción sobre los matrimonios entre chicos”, explica la socióloga.

En efecto, la norma que regula el derecho de filiación en el Registro Civil de una criatura nacida en el seno de una familia homoparental, formada por lesbianas, deja claro que “ambas mujeres han de estar unidas por matrimonio”, además entre los requisitos apuntan que “el nacimiento del bebé ha de producirse mediante la aplicación de técnicas de reproducción asistida reguladas”. Y añade: “En el momento de la inscripción registral del nacimiento habrá que acreditar la utilización legal de estas técnicas de inseminación como origen de la concepción”.

Así, el elemento de la familia y, en concreto, el reconocimiento de los hijos como propios para ambas partes de la pareja parece ser fundamental a la hora de explicar el fenómeno, que lleva aparejado un evidente aumento en el número de bodas celebradas entre mujeres en los dos últimos años. “Si no tuviésemos la obligación de casarnos para registrar a nuestros hijos, el 50% de las parejas no lo haría”, señala Estibaliz Egidazu, presidenta de la Asociación de Madres y Padres Homosexuales Sehaska, con sede en Bilbao. “Nos casaríamos en el mismo porcentaje que lo hacen las parejas heterosexuales”, añade. “En mi caso, si no lo hubiera hecho, no sería reconocida como madre de mi hijo”, lamenta.

Con todo, desde el colectivo LGTB reconocen que la cifra de matrimonios homosexuales celebrados en el País Vasco “todavía es muy pequeña”. “Me temo que siguen siendo muy pocos en comparación al monto global de bodas y en comparación del nivel de parejas gais y lesbianas que existen”, sostiene Inmaculada Mújica. “De todos modos, son medidas que se ajustan al deseo y la realidad de las parejas homosexuales: muchas desean casarse y lo ponen en práctica y, otras muchas, no lo hacemos. También hay que poner en valor los razonamientos que nos llevan a defender el ‘no al matrimonio’ dentro del colectivo”, razona Mujika.

En el armario

Entre los motivos que los activistas esgrimen para explicar por qué gran parte de los homosexules deciden no casarse, lo que hace que las cifras no sean más altas (en España apenas 3.000 parejas se casan al año, según los datos del INE), se encuentra el hecho de que el matrimonio exige un reconocimiento público “al que muchas parejas no están preparadas”, señala Inmaculada Mujika. “Hay muchas dentro del armario, y el no querer renombrarse socialmente tanto… puede frenar ese deseo. Una boda no deja de ser un acto social y hay muchas parejas lésbicas que no están por la labor de verse tan señaladas”, abunda la socióloga. Ese ‘armario’ al que hace referencia la presidenta de Aldarte es compartido por hombres y mujeres, aunque en el caso de ellas, en algunos casos, las puertas que los separan con la aceptación plena sigue siendo todavía más difícil de franquear. “La visibilidad lésbica es mucho más limitada que la de los chicos. Las mujeres lesbianas no son tan públicas como los hombres gaies”, apunta.

En paralelo a la normalización de las bodas entre personas del mismo sexo, que se están enraizando en la sociedad vasca dentro del tiesto de la normalidad, crece el concepto de nuevas familias que, por otra parte, ya no son tan nuevas. “Hasta no hace tanto, reconocerse homesexual implicaba cerrarse en banda a la idea de tener familia. Había cierta contaminación cultural en este sentido”, apunta Estibaliz Egidazu. Pero hoy todo ha cambiado. “El hecho de haber trabajado tanto por la visibilidad, ha conseguido hacer caer barreras mentales y cada vez son más las parejas que deciden formar una familia, aunque los hombres lo tienen muchísimo más difícil, porque la gestación subrogada es ilegal en España”, reconoce la presidenta de Sehaska. A falta de datos, la activista está convencida de que el número de familias homoparentales sigue creciendo de forma exponencial con el paso de los años. “Es algo evidente, que se palpa y se ve en los encuentros que mantenemos cada año tanto a nivel estatal como a nivel europeo todos los años”, señala. Mamá y mamá. Papá y papá. Marido y marido. Mujer y mujer. O una pareja, sin títulos, ni adornos. “El gran paso es poder utilizar ese derecho en libertad”.

“Yo, la perfecta heterosexual, soy lesbiana”

soy-lesbiana

A mi no me gustan las etiquetas, creo que son excluyentes y que sesgan gran parte de la información y por tanto de la compresión. Pero soy realista y sé que esta sociedad necesita de etiquetas y de modelos normalizados para la compresión de su entorno. Por ello, y después de oír auténticas “barbaridades” acerca de las formas y usos de las lesbianas, me atrevo a situarme en su nivel y clarificar algo más sobre las etiquetas. Señores/-as, hay mucha variedad en la personalidad de las lesbianas, y no piensen que es algo intrínseco de nosotras. El género en general es muy “variado”, yo no conozco a dos heterosexuales que sean iguales. Durante muchos años se ha establecido un cierto estereotipo de mujer lesbiana que si no cumplías pues… no eras lesbiana.

Yo, que soy una mujer dentro de la media, que no destaco por espectacular pero que se me puede mirar, que mis usos y costumbres son “normales”. Que para el trabajo igual voy en vaqueros, botas, camisa y chaqueta, con suave maquillaje. Que si voy de copas, pues vestido o pantalón y camiseta ajustada, según el evento. Que si paseo al perro, vaqueros, zapatillas y sudadera. Vamos, casi igualita que la vecina del 4º que lleva 10 años casada con su chico. Y a nivel de relacionarme o interactuar con el resto del mundo, pues de lo más “normal”, eso sí, procuro ser educada.

Yo tengo buen trato con hombres. Soy capaz de tener una conversación interesante y divertida con ellos, de reír, de irme de cañas. Y… alguno que otro me ha tirado los tejos. Y en ese momento es cuando yo sonrío y le digo: “No eres mi tipo”. Y con las mujeres, soy de las que mira a los ojos cuando habla con alguien. No tengo especial interés en su físico en general. Que sea lesbiana no quiere decir que me “gusten todas las mujeres”, una es muy selecta para sus cosas. Y puedo hablar con ellas de cualquier tema, incluso de sus rupturas sentimentales. Porque una ruptura de pareja es igual de dolorosa, sea hombre o mujer.

Y yo que, en principio, soy normal a todos los efectos para la sociedad, me pregunto qué extraño proceso ocurre en la mente de esa gente que cuando conocen mi opción sexual, pues dejo de ser “normal”. Y no, no es una percepción subjetiva, que me lo dejan muy clarito, tanto con sus comentarios, como el cambio de actitud hacia mi.

Las expresiones y comentarios que he tenido que escuchar. Sólo diré que se merecen una sección especial. Es curioso cómo el sentido común de algunas personas desaparece al escuchar “Sí, soy lesbiana”. Es tan brutal el choque que reciben entre su percepción de normalidad y mi realidad, que sueltan disparates y que, además, algunos llegan a la osadía de argumentar. Yo creo que en su vida normal ese tipo de comentarios ni se atreverían tan siquiera a pensar. Esto tiene su lado positivo, y es que logras alcanzar un nivel de control en la canalización de tanta opinión esperpéntica y una capacidad de el proceso de la información tan veloz, que tu reacción es relativizar y no dejar que te afecte.

Y luego están sus actitudes hacia mí. Esas que algunas veces duelen, y te hacen sentir mal porque no perteneces a ese club selecto denominado “normal”. Las muestras de cariño hacia mí, antes naturales y espontáneas, ahora son muy medidas, en cuanto intensidad y más cortas en el tiempo. Y su justificación es para no incomodarte. Y gracias a esa capacidad de acción-reacción que la vida te ha dado, y tras una lucha titánica entre la razón, la educación y mandar a alguien a “tomar vientos”, te muerdes la lengua y no dices lo que piensas. Perdona, ¿me incomoda a mí o ti? Y esbozas esa sonrisa amarga, a la vez que rotunda, porque te hicieron daño tantas veces que no te puedes permitir el lujo de “otra vez”. Y dan por hecho que no tienes problemas reales (hipoteca, familia, trabajo, etcétera), porque, claro, tu realidad es otra. En teoría tu mundo ya gira en otro sentido que poco o nada tiene que ver con la “normalidad”.

Yo les diría a esas “personas normales” que ser lesbiana es algo más que una forma de vestir o de expresarse. Es una forma de sentir, sí, de sentir amor hacia una persona de mismo sexo. Y el amor no conoce de género, como dice Antonio Gala: “El amor es una amistad con momentos eróticos”.

Preadolescentes y educación sexual: aún estamos a tiempo

Claves para encarar una etapa no demasiado atendida, pero perfecta para facilitar la entrada en la adolescencia y empezar a hablar de cuestiones que aún no se protagonizan, pero que ya interesan

goo2

Se ha escrito mucho acerca de ver la preadolescencia como un “periodo de latencia” en lo que respecta a la sexualidad. Y esto ha hecho que se haya escrito poco sobre esta etapa en sí. Nada más lejos de la realidad. El que con nuestros ojos adultos no apreciemos “indicadores” relacionados con la sexualidad en este período, no quiere decir que no estén ahí. Sus curiosidades y sus preguntas de la etapa anterior se harán aún más explícitas y se dirigirán o no a nosotros en función de cómo hayamos resuelto los acercamientos anteriores. Estamos además en una fase en la que se empiezan a establecer relaciones y causalidades, en la que se aviva la imaginación y el ansia de saber. No es tan fácil responder a sus preguntas porque ya no se van a conformar con respuestas sencillas, necesitan cubrir todas las lagunas y pueden llegar a resultar exasperantes.

En la dinámica en la que vivimos inmersos a toque de reloj, va a ser necesario buscar espacios para afrontar la insaciable curiosidad de nuestros niños y niñas en la medida de nuestras posibilidades. Y si no conocemos alguna de sus preguntas, reconocérselo con la propuesta de investigar para buscar juntos la respuesta. Esto resultará mucho más valioso a los ojos de nuestro hijos que pretender ser los “padres perfectos” porque nos restará credibilidad cuando descubran que no existe tal perfección.

Temas como el embarazo (fecundación, parto, gemelos) , las diferentes relaciones de pareja (homosexuales, heterosexuales), los diferentes tipos de familias (monoparentales, padres o madres separados, hijos adoptados), van a ser centro de su interés. Además son temas que van a encontrar en su entorno, en los medios de comunicación o en su propia aula. Por lo tanto si no estamos familiarizados con alguno de ello debemos familiarizarnos, así como reflexionar sobre nuestro posicionamiento al respecto, porque en esta etapa aun somos un referente importante para nuestros hijos e hijas y un modelo para que construyan sus propios valores.

También seguirán vigentes, más afianzadas aun, todo tipo de curiosidades hacia el cuerpo de los otros, tanto de sus iguales como de los adultos, por lo cual si no nos hemos encontrado anteriormente juegos (compartidos o individuales) de descubrimiento corporal, es posible que los encontremos aquí. Aunque lo más probable es que ya se hayan ocultado de nuestra vista, por el camino de lo íntimo o de lo prohibido, según hayan percibido las actitudes adultas al respecto.

Y no debemos olvidar que los iguales comienzan a tener un cierto protagonismo, por lo que también buscarán información en los amigos, amigas, primos ,vecinos, … Que puede ser válida o no por lo que será imprescindible que sepan que estamos ahí para ayudarles a contrastar esta información.

El momento más importante

Es posible que haya personas que piensen que todavía es demasiado pronto para hablar a los hijos e hijas de determinadas cuestiones, incluso que haya quien piense que los niños a estas edades no se enteran de las cosas. Nada más lejos de la realidad.  Este es el momento más indicado para comenzar a hablar, sobre todo de todos los cambios que se les avecinan. Es buenos que sepan que esos cambios no siempre se producen a una edad concreta, sino que hay diferentes momentos y que cada persona tiene el suyo y que da lo mismo llegar a ellos el primero o el último, porque todo el mundo llega en un momento dado. Que cada cuerpo es diferente y que todos son igual de válidos para ser deseados, para ser queridos y para tener relaciones. Que nadie es más mujer ni más hombre por tener un determinado aspecto o comportarse de una determinada manera.

De nada nos servirá llegar a la adolescencia a hablarles de su sexualidad si antes no hemos ido mostrando nuestra disposición al respecto. De nada sirve ir a hablar de que los tamaños no importan a quienes ya está preocupado con el suyo (del pene, de los pechos) o hablar de modelos de belleza a quienes no se sienten capaces de gustar. Por eso ahora es el momento de hablar de todos esos temas que pueden ser de su interés sin que ellos y ellas se sientan protagonistas de los mismos. Así les ayudaremos a entenderse y les iremos preparando para que vivan su adolescencia como lo que realmente es, una etapa de cambios y no como un problema.

Menstruaciones y erecciones

Durante los últimos años parece el tema de la menstruación ya no pillaba por sorpresa a las niñas, porque las mujeres de generaciones anteriores se preocuparon de que no fuese así y de que las chicas no se llevasen los sustos y disgustos que se llevaron ellas. Pero no sirve con hablar de la regla y pensar que ya está todo el trabajo hecho. Hay un montón de cambios y de dudas que asaltarán en su momento a la adolescente si nadie la ha avisado de ellos. Al mismo tiempo, los chicos, tradicionalmente han sido dejado de lado porque como ellos no tenían la regla y además no corrían el riesgo de quedarse embarazados, pues se les dejaba a la deriva con todas sus preocupaciones, sus pudores y sus inseguridades.

Efectivamente, habrá que contarles a las niñas que en un momento dado tendrán su primera menstruación; pero tan importante como eso, será hablar de que su cuerpo va a cambiar, que sus caderas y su pecho irán teniendo más volumen y se harán más redondeadas. Que les va a salir pelo en determinadas zonas donde ahora no lo tienen; que sus genitales van a cambiar de forma y probablemente también de color; que no todos los pechos tienen el mismo tamaño, incluso puede ser uno más grande que otro; que la forma de los genitales va a ser diferente en cada chica, aunque todas tengan las mismas cosas (también todas las personas tenemos ojos nariz y boca y sin embargo nuestras caras son diferentes …); que no todas las niñas cambian a la misma velocidad, unas lo harán antes otras después, pero todas van a pasar por ese proceso.

Y este será el momento también de hablar a los chicos de todos esos cambios y transformaciones que va a experimentar: las erecciones involuntarias, los cambios en el tono de voz, las poluciones nocturnas, el crecimiento irregular de sus extremidades, la aparición del vello facial y en otras partes del cuerpo menos visibles, también del cambio de color de sus genitales…

Sería buena cosa que tanto a ellos como a ellas se les contase también lo que les va a suceder a los chicos y chicas de su edad, para que se den cuenta de que se trata de un proceso que les afecta a todas y a todos por igual, aunque no les suceda a la vez ni de la misma manera. Y por supuesto todo lo que les contemos lo haremos en clave de complicidad, intimidad y buenas expectativas. Preparándoles para algo positivo y satisfactorio, un nuevo escalón en su forma de vivir su sexualidad.

Sus modelos referentes

Nuestros niños y nuestras niñas van construyendo su identidad sexual (masculina o femenina) con todos los modelos referentes que se encuentran a su paso. Ya no contrastan solo con los referentes familiares, si no con todos los modelos de hombres y de mujeres de su entorno. En este sentido serán muy importantes también los mensajes que reciban de lo que significa ser hombre o ser mujer. Hay que dejarles claro que todos somos verdaderos hombres y verdaderas mujeres, aunque nos comportemos de forma diferente y nos gusten distintas cosas. Porque tanto en el colegio como en los medios de comunicación, incluso dentro de la propia familia y vecindario, se van a encontrar con formas muy diferentes de entender lo que significa ser hombre y ser mujer, de lo que significa ser niño y ser niña. Y con niños y niñas que actúan y se comportan de maneras muy distintas.

Mensajes del tipo “los niños no lloran” apuntan a un modelo en el que no es válido que los hombres muestren sus sentimientos y se desahoguen; mensajes del tipo “siéntate como una señorita”, apuntan a un modelo en el que no es válido que una mujer explore su mundo y sea ágil y dinámica dentro del mismo. Y aunque estos son mensajes que nos han llegado a las generaciones anteriores, todavía alcanzan a nuestros niños y niñas.

Con respecto a los libros y películas infantiles, si bien se ha avanzado un tanto en la imagen que se transmitía de las protagonistas femeninas, aun queda mucho por trabajar con respecto al modelo masculino, que ha pasado de ser el príncipe azul que rescataba a la desvalida damisela (lo cual ahora no tendría mucho sentido, porque las mujeres ni están desvalidas ni pretenden que se las rescate), a ser un torpe y zafio galán con pocas habilidades sociales y con pocas estrategias para la convivencia (un ejemplo de este modelo podría ser el ogro Shrek ).

Y en cuanto a los demás medios de comunicación, también nos presentan modelos masculinos y femeninos bastante estereotipados. Casi todos guapos y guapas, jóvenes, heterosexuales y sin discapacidades. Un perfil muy limitado en el que cabemos muy pocos. Pero igual que sucede con los libros y películas infantiles y con los mensajes del entorno, están ahí y nuestros niños y niñas conviven con ellos. Por eso habrá que contarles que existen muchas y diferentes realidades y que lo que sale en la televisión no siempre es como nos lo muestran.

¿Cuál ha de ser nuestro papel entonces, como principales educadores de nuestros hijos? Pues simplemente ir dando nuestra opinión, ir ilustrando con nuestro ejemplo. Pero esto no quiere decir que no existan cierto límites en este servirles de ejemplo. Es posible que si les hemos hablado de sexualidad, ellos y ellas se tomen la libertad de preguntarnos por la nuestra. Esto también es lícito y debemos reconocerles su interés. Aquí cada familia deberá ser quien establece sus propios límites, pero siempre dejando claro que la vida sexual de cada persona pertenece a la esfera de lo íntimo y que “entiendas que hay cosas de las que no te voy a hablar así como yo respetaré que tú no me cuentes algunas cosas que son tuyas personales”.

En estos años nuestra opinión y nuestra forma de ver las cosas es importante para ellos y ellas y es un buen momento para ir transmitiendo esos valores con los que queremos que vayan conformando sus identidades. Y en lo sucesivo ayudar a que se construyan como ese verdadero o hombre o esa verdadera mujer que quieren ser, sea cual sea el modelo que elija.

www.atencionsexologica.es

SILVIA C. CARPALLO PERIODISTA, SEXÓLOGA Y ESCRITORA: “Falta naturalidad para hablar de sexo como un ámbito más de nuestra vida”

Autora del blog Eros y ‘El orgasmo de mi vida’, la periodista y sexóloga Silvia C. Carpallo hace su primera incursión en la novela erótica con su última publicación ‘Decirte adiós con un te quiero’

Silvia C. Carpallo

Silvia C. Carpallo: (J.A,.+)

DONOSTIA – “Desde muy pequeña el sexo ha sido uno de los temas que más ha despertado mi curiosidad y lógicamente mucho más cuando me convertí en adulta. Creo que sigue existiendo mucho misterio, muchos mitos y mucho tabú, y que falta naturalidad para hablar de sexo como un ámbito más de nuestra vida, y de hecho, uno muy importante. Me pareció que formarme para informar bien sobre sexo era una manera de aportar algo, de poner mi granito de arena; por eso realicé un máster en la Universidad”, explica a DEIA la periodista y sexóloga Silvia C. Carpallo, que acaba de presentar su primera novela erótica Decirte adiós con un te quiero”

Se trata de su segunda inmersión en la literatura erótica.

-Realicé por encargo de Grijalbo gran parte de los relatos del packCincuenta escenarios para desatar tu pasión, que fue una primera incursión en los relatos eróticos gracias a la cual di el salto a mi primera publicación titulada El orgasmo de mi vida, dónde ya traté temas sexológicos con un poco más de profundidad. Decirte adiós con un te quiero es mi salto a la novela, y reconozco que me ha costado más de lo que pensaba. Me preguntaban en la presentación si era escritora de brújula, es decir, que se lanza a lo que los personajes le sugieran, o de mapa, que necesita una estructura. En mi paso a la novela he descubierto que soy de las segundas.

¿A quién va dirigida la novela?

-No me gusta pensar en públicos concretos, porque El orgasmo de mi vida lo escribí pensando en las mujeres y casi les gustó más a los hombres. Escribo sobre temas que creo que son universales, cuestiones que a mí me han movido por dentro, pero que en realidad nos mueven a todos.

¿Qué aborda en Decirte adiós con un te quiero?

-Principalmente trata del tránsito de la etapa más joven y despreocupada de tres amigas a su etapa adulta. Aborda el adiós de las tres protagonistas a una etapa maravillosa de su vida, de la que deben despedirse para asumir nuevos retos y riesgos vitales. Todo ello reflejado en temas clave para la mente femenina como es la amistad, el amor y por supuesto, el sexo.

Dos de los escenarios más emblemáticos de la novela, sobre todo como nidos de amor, son precisamente Bilbao y Donostia, ¿por qué los eligió

-Al elegir los destinos de los viajes de Joel y Aitana, los dos protagonistas, quise buscar lugares que significaran algo especial para mí. Bilbao y San Sebastián fueron dos de esos destinos que tenía pendientes, y que pese a haber viajado mucho, me fascinaron. La comida, la gente, el ambiente, el mar, todo en su conjunto, me parecieron ingredientes perfectos para que fueran el lugar en el que detonase la historia de amor (y de sexo) de los protagonistas. De hecho, hay escenas picantes en lugares algo inesperados. Además, he aprovechado para contar algunas curiosidades porque creo que muchas veces salimos fuera en busca de lugares nuevos, cuando los que tenemos dentro de la Península son lugares maravillosos por descubrir.

¿Se puede acabar una relación con un ‘te quiero’?

-Sí, hay muchas veces que se deja una relación porque solo con el amor no basta. Una relación no se sustenta sólo en un sentimiento, sino también en tener un proyecto común, compatibilidades… En querer construir una pareja. Conozco personas que han dicho ese adiós con un te quiero; las relaciones son una de las cosas más complejas del mundo.

¿El amor romántico atonta a nuestras adolescentes? ¿Cómo lo ve?

-Precisamente lo que intento hacer con este libro es desmitificar esa idea. Muchas veces vivimos una relación que nos arrastra de forma intensa, pero hay que saber parar cuando nos damos cuenta de que no nos conviene. Si hablo de ese decir adiós pese a que exista un te quiero, es precisamente en esa línea. Hay historias que son para vivirlas, pero no para quedarse en ellas toda una vida.

¿Ayudan sus libros a que las mujeres se empoderen en lo sexual?

-Es una de las ideas que siempre intento trabajar en mis publicaciones porque creo que la sexología no sólo debe enseñarse de forma práctica, sino también de forma amena, como puede ser a través de una novela. Las tres protagonistas, pese a estar cerca de la treintena, han vivido su sexualidad en torno a unos cánones, a un deber ser responsabilizando a otros de su placer, y en ese paso a la madurez, lo que aprenden, es que su sexualidad es suya, que depende de ellas mismas y que pueden ser libres de vivenciarla como quieran.

La influencia de la Iglesia hace que la sexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad…

-Sí, por supuesto, nuestra cultura tiene sus raíces y el componente, por ejemplo, capitalista de propiedad privada, o la idea de culpa y pecado de la Iglesia, influyen en nuestra forma de entender las relaciones personales. En la presentación del libro me preguntaban por la infidelidad, y yo comentaba que si bien mi yo racional, la sexóloga, entiende que no es natural que sólo exista atracción sexual con una persona para toda la vida, y que quizás habría que replantear nuestro modelo de relación de pareja, la Silvia que se ha criado en España, con su sociedad y su cultura, no sabría sobrellevar esa idea por su más intrínseca socialización primaria.

¿Aprobamos en educación sexual?

-No. Seguimos pensado que la educación sexual es hablar de anticoncepción e infecciones de transmisión sexual, que también, pero no hablamos de la educación emocional, de entender lo que significa ser hombre o mujer, de respetar al otro sexo, de hacernos compañeros y no enemigos, de nuestra forma de evolucionar en la vida y en el terreno de lo sexual, que realmente son los temas que más conflicto nos generan después.

Este género literario va en aumento ¿Tiene algo que ver conCincuenta sombras de Grey? ¿Cómo calificarías este fenómeno?

-Tengo un problema con los géneros. Este libro va precisamente de romper etiquetas, de dejar de clasificarlo todo y simplemente lanzarse a disfrutarlo. No sé si es un libro romántico, aunque sé que hay escenas románticas, no sé si es un libro erótico, pero sé que hay bastantes escenas eróticas; creo que es un libro sobre la vida y que en la vida, todas esas escenas son las que aparecen en nuestro día a día. Creo que Cincuenta sombras de Grey abrió una veda de esta temática a un público más amplio. Creo que estamos desaprovechando un poco esta oportunidad.

¿Por qué?

-En vez de ofrecer cosas nuevas, se está cayendo en copiar una y otra vez el modelo que funciona; pero si no cambiamos eso, al final, el lector se aburrirá y volveremos a alejarle de este género. Es lo que he intentado y las críticas que me llegan dicen que mi libro es distinto, que no sigue la historia de amor o de sexo típica, la cuestión es si esta visión gustará más o menos a los lectores… ¡Espero que sea lo primero!