“Un gay es una persona tarada” y otras perlas del PP antes de la boda de Maroto

Una boda con polémica. En eso ha derivado el enlace entre Javier Maroto, vicesecretario de Acción Sectorial del PP, y su novio que se celebrará el 18 de septiembre en Vitoria. El recurso presentado ante el Tribunal Constitucional por el partido de Mariano Rajoy contra la ley que permite el matrimonio homosexual, aprobada en 2005 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, pone contra las cuerdas al presidente del Gobierno y a otros miembros de su formación que han sido invitados al acontecimiento.

El debate sobre si Rajoy debe asistir podría haber desatado la división en el propio partido, pues para algunos populares resultaría incoherente con el recurso, según publicó El Mundo. Varios dirigentes se han apresurado a desmentir esta información: “Es rotundamente falso”, ha señalado María Dolores de Cospedal, secretaria general. El propio Maroto ha asegurado que la ley del matrimonio homosexual está “asumida y reconocida” en el partido. Sin embargo, muchos son los que aún recuerdan las declaraciones de varios políticos del PP contra esta ley que se sucedieron desde su aprobación.

“El matrimonio siempre ha sido una institución entre un hombre y una mujer”

Mariano Rajoy se refería así a la regulación del matrimonio entre homosexuales poco tiempo antes de ser aprobada en el Congreso de los Diputados. Algo que, en su opinión, no respondía a una reclamación del colectivo, sino a “una manía del Gobierno de parecer moderno”. Aunque sostenía que sí estaba de acuerdo con “la unión” de personas del mismo sexo, lo que no quería era llamarle matrimonio. Años después, en 2011, recordó en una entrevista con la periodista Pepa Bueno lo que le había dicho a Zapatero al respecto: “Si hacemos una cosa, aunque no se llame matrimonio, la va a aceptar el conjunto de la sociedad española. Si le llamas matrimonio, al final hay mucha gente que va a sentirse herida”.

“La pervivencia de la especie no está garantizada”

El conservador Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, también ha mostrado públicamente su oposición al matrimonio homosexual. En 2013, durante un coloquio sobre religión organizado por la Embajada de España en el Vaticano, afirmó que “existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada”.

“Es meter el dedo en el ojo a los católicos”

Lo mismo opina Esperanza Aguirre, que en varias ocasiones ha manifestado su oposición a nombrarlo así. La ocasión más reciente, el pasado mes de marzo, cuando afirmó “no estoy a favor de que se llame matrimonio homosexual, pero es una cuestión nominativa, no habría presentado el recurso”. Lo dijo en el programa Un Tiempo Nuevo, que emitía Telecinco. “Porque la palabra matrimonio creo yo que es meter el dedo en el ojo a los católicos”, manifestó en 2010.

“Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas”

Son, quizás, las declaraciones de un político sobre la homosexualidad más recordadas y unas de las que más daño hicieron al colectivo homosexual. Ana Botella explicaba así su oposición al matrimonio: “Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta”.

Para Botella, tener dos padres causa “más sufrimiento” a los niños

Pero la exalcaldesa de Madrid, que fue una de las populares presentes en la manifestación convocada por el Foro Español de la Familia contra la ley hace diez años, no se quedó ahí. Otras de sus perlas más famosas son: “Lo que no se puede hacer es tratar de manera igual lo que en esencia es diferente” o si un niño tiene por “papá y mamá a Pepe y a Juan está en una situación distinta, lo cual le produce más sufrimiento que si tiene de padre a Pepe y de madre a María”.

“Un gay es una persona tarada”

Lluís Fernando Caldentey, alcalde de Pontons (Barcelona) fue uno de los alcaldes que anunció que no casaría a parejas del mismo sexo. Sus declaraciones, de marcado carácter homófobo, condujeron a anunciar al PP catalán que le expulsaría del partido. Sin embargo, actualmente sigue siendo el alcalde de la localidad y en las pasadas elecciones se impuso por mayoría absoluta. En 2005 se expresaba así: “Yo entiendo que los gays deben tener los mismos derechos, pero para mí un gay es una persona tarada que nace con una deformación física o psíquica”. Poco después reiteraba a EFE que no casaría homosexuales porque “son deficientes para procrear y educar”.

“No deben ser equiparadas al matrimonio”

Para José María Aznar también parece ser una cuestión “nominativa”. El expresidente del Gobierno aprovechó un curso de verano celebrado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, llamado ‘ser cristiano en una sociedad secularizada’ para atacar la ley aprobada por Zapatero y alabar “el matrimonio, entendido como unión entre hombre y mujer. Otras realidades son respetables pero no deben ser equiparadas”.

“Y un hombre con una cabra y una mujer con un perro”

En mayo de 2012, Cayetano Ros, entonces concejal del PP en Molina de Segura (Murcia), comparaba en Twitter el matrimonio homosexual con la zoofilia en un comentario a la noticia de que Obama respaldaba la regulación. “Obama: creo que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse… y un hombre con una cabra y una mujer con un perro”. El tuit, que poco después borró, generó una enorme polémica en redes sociales e incluso motivó una recogida de firmas para provocar su cese.

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“Como la unión entre dos hermanas o un perro y una señora”

“El matrimonio homosexual es como la unión entre dos hermanas, un perro y una señora o una señora y un delfín”. Montserrat Nebrera, exdiputada autonómica en el Parlamento de Cataluña por el PP, criticó así la aprobación de la ley que permite el matrimonio homosexual en un mitin del partido celebrado en 2007. “Hemos acabado diciendo que es posible cualquier cosa”, añadió.

“Es una ley contra natura”

José Manuel Cendán, exalcalde de Ares (A Coruña), fue otro de los que anunciaron que no oficiarían bodas entre personas del mismo sexo y para justificarlo aludió a la naturaleza. “Es una ley contra natura (…) Creo que la naturaleza es sabia y creo que hay que respetar la naturaleza. Yo respeto a todo el mundo, que sea cada uno lo que le de la gana. Pero yo creo que lo que es la pareja es entre un hombre y una mujer, un macho y una hembra. Lo tenemos que respetar, porque es que si no adónde llevamos el mundo”, dijo en declaraciones a la Cadena Ser.

“Hay que tomar bastante bicarbonato para digerirlo”

Cuando Montxo Rodríguez, exalcalde de Sada (A Coruña), fue preguntado en la misma cadena si celebraría los enlaces poco después de la aprobación de la norma contestó: “Yo creo que aquí, en Sada, pues no va a haber cosas raras. No me agrada pero ya miraremos a ver qué es lo que se hace. Hay que digerir todo esto, hay que tomar bastante bicarbonato para digerirlo. Me cuesta, claro que me cuesta. Por eso digo yo que hay que recurrir a algún específico o algún producto”.

Las madres que se negaron a que sus hijos las olvidasen por culpa del sida

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La madre y el padre de Grace, Lilian y Rose abrazados cuando eran novios, en la imagen de la derecha. En la foto familiar, se las ve junto a unos amigos de sus padres y sus hijos. La foto es de 1998, pocos años antes de que murieran sus padres. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Una de las consecuencias del VIH en Uganda es el casi millón de huérfanos de hasta 17 años que ha dejado el virus. En este país y en su vecino Tanzania existe una organización de mujeres infectadas que han levantado la voz y están dispuestas a luchar contra el estigma del sida, que dificulta la prevención y la rehabilitación de los enfermos. Una de sus herramientas son los ‘Memory Books’, libros con fotografías y consejos, que recogen quiénes son y cómo quieren que crezcan sus hijos. Por si ellas no llegan a verlo.

En África subsahariana, el 58% de las personas adultas que viven con el VIH son mujeres. El colectivo Nacwola (National Community of Women Living with HIV/AIDS in Uganda), formado actualmente por más de 40.000 mujeres infectadas de VIH, nació hace algo más de 23 años, tras la celebración del Congreso Internacional sobre Mujeres con VIH/Sida de Ámsterdam en 1992. En aquella época la enfermedad era un tabú tan insufrible que las consecuencias para los huérfanos se materializaban en el olvido absoluto.

La asociación materializó parte de sus ideales en los Memory Books. El proyecto generó esperanza para las mujeres, que veían cómo su muerte supondría el derrumbe de su núcleo familiar. Los libros se han convertido en un manual de supervivencia, mezcla de memorias y consejos maternos para guiar a los niños. Nacwola ha logrado traspasar fronteras y, gracias al nacimiento del International Memory Project, hoy los Memory Books han llegado a Zimbabue, Kenia y Etiopía, y cuentan con especial arraigo en Tanzania.

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Las tres hermanas observan el Memory Book que les dejaron sus padres. Lilian (a la izquierda) es la madre del único niño que vive de momento en el hogar. Grace, la mayor de todas, está sentada en medio, junto Rose, la más pequeña y la que menos recuerdos tiene de sus progenitores. En Moshi, Tanzania. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Grace, Lilian y Rose son tres hermanas que viven solas en una casa de la ciudad de Moshi, en Tanzania, a los pies del Kilimanjaro. Con 22, 23 y 25 años (y un niño a cargo de las tres, hijo de Lilian la mediana), viven con sus recuerdos salvaguardados gracias al testamento gráfico que les dejó su madre.

“Antes de que nuestra madre muriera nos gustaba preguntarle en qué hospital habíamos nacido, por qué habían decidido comprar una casa en Moshi y quién había escogido nuestros nombres. Es bonito recordar esos momentos mientras que los leemos de nuevo en los Memory Books. Es bonito recordar que la más pequeña, Rose, nació en esta misma casa porque mi madre se puso de parto repentino y no hubo manera de llegar al hospital”, cuentan las hermanas. Al caer la noche, y con la luz del candil, las tres se reúnen para ojear sus Memory Books, y espontáneamente, ignorando de pronto la cámara de fotos, comienzan a parlotear algo en swahili.

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Grace prepara la comida en el salón de su casa junto a sus hermanas, antes de irse a trabajar al hotel donde atiende al público. Son un ejemplo de autosuficiencia y emancipación. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Las jóvenes indican que no hubieran podido llegar a la autosuficiencia sin el apoyo y seguimient o de Kiwakkuki , la ONG colaboradora de Nacwola en Tanzania. Gladys, de la ONG, es responsable de que su madre iniciara su l ibro de recuerdos y de que los padres dejaran a sus hijas la casa familiar en su testamento. 

En Luwero, Uganda, la historia de la abuela Joyce representa un ejemplo bastante común en África: existe una primera generación sana por ausencia del virus (los abuelos), una tercera sana o en tratamiento (los nietos) y, entre ellos, un vacío.Joyce Lucy Katele, de 76 años, ha sobrevivido a sus tres hijos . También murieron de sida sus mujeres. Entonces, se le paró el reloj,  Joyce tuvo que dejar de ser una anciana para criar a sus cinco nietos. Volvió a trabajar duro en el huerto, a fabricar esteras y a vender caña de azúcar.

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Memory Book de Emmanuelle, que vive en la misma comunidad que Grace, Rose y Lilian. Es huérfano y vive junto a sus primas, que también perdieron a sus padres, con su abuela. Su mayor pasión es el fútbol y a sus padres les gustaba ir a verle jugar, cuenta. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

“Al principio estaba desesperada ante mi situación, de repente había perdido a mis hijos, todo. Sus familiares políticos podían echarme de casa, tenía a cinco niños que cuidar. A veces abandonaba la casa porque no sabía qué hacer. Ahora puedo gritar que ya no temo nada y estoy más tranquila porque mis nietos pueden enfrentarse al sida con más fortaleza gracias a los programas que nos ofrece Nacwola”. Antes de asociarse a la organización, lo que más le preocupaba era lo que pudiera ocurrir con sus nietos Lázaro y Mary.

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Ruth, su hermana Geny y sus primas Rachel y Mary, todas son huérfanas; juegan y hacen sonreÍr a su abuela Joyce que, en el patio, confecciona las esterillas con las que gana algo de dinero para alimentar a su gran familia. Todas las nietas visten prácticamente igual, con ropa donada por una parroquia, donde intentan seguir con su educación. En Luwero, Uganda. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Joyce pasó el entrenamiento de los Memory Books con nota y comenzó rápidamente a escribir los libros con sus nietos. Si algunos padres lo hacen por temor a morir a causa del sida, Joyce lo rellena porque sabe que la muerte no tardará en buscarla. “Lo primero que he hablado con mis nietos es sobre la muerte, para mí es muy importante que comprendan que puede llegar en cualquier momento. Me senté con ellos mientras mirábamos fotos de sus padres y les expliqué que ahora ellos están descansando esperándoles y que algún día yo también me tendré que ir”, cuenta la anciana.

Mientras hablan de los Memory Books, el pequeño Lázaro va hacia su cama y saca un grueso álbum de fotografías que servirán para ilustrar el libro de memorias. Sus padres se encargaron de dejar constancia de su existencia a través de un montón de instantáneas que, unidas a las que posee Joyce, forman un buen conjunto de recuerdos.

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Lázaro sostiene a la luz de las velas el álbum de fotos que le dejaron sus padres. En la imagen una foto de su padre. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Por suerte, en algunos casos los retrovirales están consiguiendo que la enfermedad se convierta en crónica. Robinah tiene 39 años y también vive en Luwero (Uganda). Hace lo que puede para sacar adelante a sus tres hijos. Sentada con un libro entre las manos se lo enseña a sus hijos. Ahora Robinah se siente más fuerte y capaz de cuidarlos. “Mi historia es como otra de tantas. En el año 2000 me quedé viuda. Habíamos ido los dos a hacernos el test y descubrimos que teníamos el VIH, pero mi marido estaba mucho peor que yo. A pesar de la medicación no consiguió salvarse y me quedé viuda, completamente desesperada, enferma, sin recursos y con tres niños siempre indispuestos. No sabía qué hacer, dónde ir, quién me podía ayudar”, relata la madre.

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Fragmento de un Memory Book, donde la madre antes de morir le escribió a sus hijos algunas historias sobre su padre para que lo pudieran recordar siempre. Cuando un Memory Book ha entrado en una familia, muchas cosas ya han cambiado y otras tantas está a punto de hacerlo. Como si de una escalera se tratara, cada peldaño ascendido ha significado un enfrentamiento, un descubrimiento, a veces un desahogo y, en ocasiones, un deseo infalible de huida hacia adelante, ante lo desconocido. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Una amiga le habló de Nacwola y se hizo socia: “Aprendí a compartir mi situación y eso me dio las fuerzas necesarias para empezar de nuevo”. En el año 2004 fueuna de las participantes para instruirse en el proyecto de los Memory Books.“Cuando acabé la formación era otra persona”. Cuando la enfermedad está muy avanzada, la reunión es más una terapia.

Ahora somos una familia que conversamos sobre nuestros problemas; por ejemplo, he sido capaz de hablar con mi hija pequeña de los cambios que está experimentando su cuerpo. Antes jamás hubiésemos tenido una conversación de este tipo”, diceRobinah . Con ella ha hablado del VIH, “ de sus conductos de transmisión, de las precauciones a tomar, de preservativos y su utilización, y también de que debe evitar quedarse embarazada cuando aún es tan joven”. Hoy, todavía el estigma dificulta acabar con la enfermedad porque las personas infectadas esconden que lo están y no quieren ir al médico para no delatar su situación.

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Robinah junto a sus hijos, sentados en el salón de la casa. Leen juntos el Memory Book que la madre hizo para sus hijos mientras realizaba el entrenamiento en Nacwola. “Sentarnos juntos a escribir los Memory Books ha creado una complicidad entre mis hijos y yo que nunca hubiera pensado que podría tener”. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Por ello, las mujeres trabaja para fomentar su autoestima a la hora de encontrar trabajo y también de tener un mayor poder de decisión dentro de la familia. Agnes Atim Apea recibió a principios de año el premio Uweal (Uganda Women Entreprenuers Association Limited) por su trabajo en favor de los derechos de la mujer ugandesa y su empoderamiento.

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Nacwola le dio un microcrédito a Robhina con el que pudo comprarse una máquina de coser y comenzar un pequeño negocio con el que costear los gastos de su familia. / Foto: Álvaro Laiz y David Rengel. / AnHua

Atim Apea, que fue directora de Nacwola a nivel nacional, ha fundado también  la Casa Esperanza –con la ayuda de Unicef South Sudan, African Development Foundation y AnHua– donde acoge y educa a huérfanos de las zona de Amolatar al norte de Uganda . “He creído siempre que la implicación de la comunidad es muy importante y he decidido centrar mis esfuerzos de manera local en una zona concreta de Uganda y también en una de la más abandonadas: Amolatar”.

Cuando los niños transexuales son invisibles

padre con bebe

Una niña juega tranquilamente con su Barbie en medio del salón. En vez de una larga melena tiene un pañuelo marrón en la cabeza que ha cogido a su madre cuando ella no miraba. De repente, interrumpe su juego y se gira hacia el mando de la televisión. No le gusta ‘Mike el Caballero’ y prefiere poner un capítulo grabado de ‘Sandra, detective de cuentos’. Hoy responde a un nombre femenino, pero no siempre ha sido así. Sus padres tardaron seis años en comprender que el médico se había equivocado con el sexo de su hija cuando puso ‘varón’ en su ficha médica tras observar los testículos del recién nacido. Es un ‘caso tipo’ que relata la asociación CHRYSALLIS(Asociación de Familias de Menores Transexuales) para explicar las señales que los padres pueden reconocer en su hijo en los primeros años, aunque también insisten en que cada caso es particular.

“Cuando el niño se nombra por primera vez con un sexo distinto al de su nacimiento, las familias suelen corregirles porque piensan que se ha equivocado y que no sabe usar bien las palabras. Entonces, se le intenta redirigir. Eso es un herror”, comenta Saida García, vicepresidenta de CHRYSALLIS y madre de una niña transexual. Entorno a los 3 o 4 años de edad los menores comienzan a identificar su sexo. Hacer planes de futuro también suele ser otra señal clave. “A veces utilizan expresiones como ‘cuando se me caiga la pilila’ u otras similares, aunque no siempre es así”, matiza la experta. En ese momento, los expertos de esta asociación recomiendan “ampliar la información” del niño y hablarle con naturalidad de sus posibilidades.

Los miembros de CHRYSALLIS conocen bien esta realidad y la falta de información con la que se enfrentan sus progenitores cuando se dan cuenta de los sentimientos de sus hijos. El germen de esta asociación es un pequeño grupo de Facebook secreto que crearon unos padres llenos de dudas. Poco a poco, el número de familias fue creciendo, se apoyaban los unos en los otros, y contaban sus experiencias sobre cómo resolver los problemas cotidianos, tanto con el colegio como con las administraciones. Hasta que un día decidieron dar un salto al activismo y crearon una asociación para convertir sus reivindicaciones y necesidades en derechos para sus hijos.

Desde entonces, unas 250 familias se han acercado a su sede para recabar información sobre cómo acompañarles en esta situación. “El cambio es tremendo cuando conoces a otras familias. Al principio es chocante, piensas que tu familia es rara o que te has equivocado en algo, pero cuando hablas con más gente, te das cuenta de que es una situación normal”, comenta Saida García. Para ella, la fina línea que separa que la transexualidad sea asumida como un trauma y que sea una situación cotidiana para los niños es la comprensión de los padres. Por eso, durante la entrevista la palabra que más repite es ‘acompañamiento’.

No es fácil educar a unos hijos en un mundo dividido entre hombres y mujeres. Es casi imposible encontrar un cuento tradicional que no divida a sus personajes en estos dos sexos. Precisamente por la necesidad de explicar, la escritora Ana Castro y Patricia Murube crearon el cuento ‘La gran equivocación‘. La narración trata sobre un hada un poco despistada que se encarga de clasificar a los bebés como niños o niñas en su nacimiento. Un día de mucho trabajo, el hada solo mira los genitales y se le olvida ojear el cerebro del recién nacido. Y por tanto, comente un error al categorizar a un niño como niña. Por suerte, también tiene un final feliz: siete años después, la niña recupera su verdadera identidad.

Fotograma de la película 'la chica danesa', que se estrenará en enero

Fotograma de la película ‘la chica danesa’, que se estrenará en enero.Foto: Universal Pictures.

Una nueva generación

Estos niños forman parte de una generación que tendrá nuevos referentes mediáticos, unos ejemplos con los que sus antecesores no contaron y que ayudan a visibilizar y normalizar la transexualidad. La admirada Catlyn Jenner, la deseada Lea T o Andreja Pejic son ejemplos de mujeres transexuales y triunfadoras. Pero Mané Fernández, Portavoz T de FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) avisa de que, pese al ‘boom’ mediático, aún hay muchos estereotipos que pesan sobre este colectivo: “Solo se muestra la parte morbosa de esta realidad. Desde diferentes medios se sigue con el estereotipo de una mujer transexual trabajadora sexual e inmigrante, y así en muchos otros casos”.

Cuando descubrimos este tipo de actitudes en nuestro hijo o hija en los primeros años, los expertos aconsejan siempre observarles, informarles y sobre todo, esperar. “Puede que sea transexual o puede que nos encontremos ante la realidad de que sea un comportamiento de género no normativo (que no es lo mismo que serTransexual)”, apunta Mané. El experto aconseja “dejar ser al menor y que el tiempo nos pondrá ante la verdadera realidad”.

La lucha principal de federación y asociaciones sigue siendo la creación a nivel estatal de una ley integral sobre transexualidad para que el desarrollo del niño no dependa de la comunidad autónoma en la que vive. Mientras en Navarra, País Vasco, Andalucía y Canarias ya existe una Ley Integral para Personas Transexuales, en Madrid “los niños transexuales no existen”, lamenta García. Cambiar el nombre en el DNI es uno de los primeros pasos que los padres pueden dar en la administración.

Creciendo

La escuela es la siguiente ‘gran batalla de los padres’. “En el colegio hay que dar las herramientas necesarias a nuestros hijos para que, una vez que tome sus decisiones, estas no varíen. Pero esto lo hace cualquier padre del mundo, también los que tienen niños con gafas, por ejemplo. Hay que enseñar a los niños a hacerse respetar”, comenta García en un tono absolutamente natural. Sin embargo, FELGTB sí ha detectado algunos conflictos en los centros: “Nos seguimos encontrando en el ámbito escolar con situaciones de discriminación, como no permitir el uso del baño que corresponde según la identidad que manifiesta el menor, los cambios de nombre en documentos internos etc”, comenta Fernández.

Hasta que el niño no entra en la fase de pubertad, no es necesario ningún tratamiento físico. Al llegar la adolescencia pueden surgir algunos problemas: “Alguien puede llevar viviendo como niña desde los 6 años y a los 13 le sale barba”, explica García. En este momento, los padres tienen la opción de acudir al médico para que les diga si es o no necesario usar bloqueadores hormonales. Más tarde, puede plantearse un tratamiento hormonal activo.

Hasta los 18 años, ninguna persona en España puede someterse a una operación de cambio de sexo. Sin embargo, desde Chrysallis perciben que existe un mito entorno a la cirugía “Solo un 13% de mujeres se operan para quitarse los genitales. Algunas veces las operaciones no dan resultados plenamente satisfactorios. Hay que trabajar para que no sea tan importante tener unos genitales o no y que no haya que operarse para ser reconocido o respetado”, afirma García.

A pesar de los fuertes estereotipos que siguen pesando sobre el colectivo, muchos niñso transexuales crecen felices. Tendrán un mote en el colegio. Como todos. Sufriránen la adolescencia. Como todos. Y tendrán muchas dudas en el sexo. Como todos. La diferencia con la anterior generación de ‘trans’ es que su cuerpo no será la causa de sus problemas ni supondrá la jaula de carne como lo fueron para sus antecesores. No pasará a engrosar el altísimo porcentaje de intentos de suicidio (hasta un 60 por ciento lo ha pensado y un 45 por ciento lo ha intentado) que pesa sobre el colectivo ‘trans’ porque tiene una familia que la ha querido y comprendido y unos amigos que están más acostumbrado a esta (nada) nueva identidad sexual.

Aydian Dowling, el modelo transexual que revoluciona la red

Fuente: Lavozdelmuro.net

Aydian Dowling

Muchas son las mujeres transgénero que han triunfado en el mundo de la moda. A ellas se ha sumado recientemente la ultra televisiva Caitlin Jenner, campeona de una medalla de oro olímpica cuando todavía habitaba un cuerpo masculino.

Sin embargo, los hombres transgéneros que se dedican al gremio se cuentan con los dedos de la mano. Posiblemente por eso es que Aydian Dowling se ha hecho súbitamente famoso y ha entrado pisando fuerte en el mundo de la moda; su físico perfecto y su accesible y valiente actitud le han allanado un camino nada fácil.

Aydian reventó las redes cuando recreó la foto cuasi desnuda de Adam Levine, para la revista Cosmo (foto inferior). Este atractivo abogado, radicado en Oregon, EEUU, trabaja en una empresa de ropa transgénero, y lleva el canal de YouTube, BeefHeads Fitness, dedicado a ayudar a la gente transgénero a ponerse en forma.

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Multitud de personas, de entre sus 1.5ooo seguidores, le sugirieron presentarse al casting para aparecer en portada en la edición anual de Men’s Health en 2014. Y así lo hizo, siendo el candidato mas votado en las redes.  Aydian quiso compartir este éxito con su comunidad:  “Estoy feliz y orgulloso de mi comunidad y de usar su voz y hacerle darse cuenta de que podemos lograrlo”, declaró a The Daily Beast.

Pero antes de llegar a esto hay una larga y admirable historia: A los 13 años Aydian salió del armario ante su familia y amigos, creciendo como lesbiana en la ciudad de Nueva York. Sin embargo a los 20 años “notó” que algo más estaba pasando. “Una vez me preguntaron si alguna vez había deseado ser un hombre… Nunca me había encontrado a gusto con mi cuerpo, pero no había pensado que eso pudiera ser una posibilidad. Cuando llegué a casa comencé a buscar información en Google y quedé totalmente impresionado”. Había poca información en internet por aquel entonces, pero pudo leer un par de artículos sobre hombres que contaban cómo había sido su cambio. En uno pudo ver una imagen de un hombre muy atractivo, que sostenía una fotografía de sí mismo cuando era una niña pequeña. “Cuando me di cuenta de que cambiar era posible, pude enfocar lo que sentía y entonces todo tenía sentido. Ya sabía qué quería ser, sólo faltaba hacerlo”.

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Visitó un médico especialistas y comenzó un tratamiento de reemplazo hormonal. Después creó una comunidad y blog en internet donde documentar su cambio y buscar apoyos. 5 años y 300 videos más tarde, Aydian tiene miles de seguidores que han sido testigos de su impresionante transformación, no sólo física, sino mental, ya que por primera vez amaba su cuerpo y se sentía él mismo.

El modelo ha conseguido todos los sueños que se ha propuesto hasta hoy, entre ellos el de encontrar el amor. Está felizmente casado.

Gais, lesbianas y transgénero durante el franquismo

Artículo publicado en JOT DOWN por

Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos

Montaje fotográfico realizado en la Central de Observación de la Dirección de Prisiones, donde se estudiaba y calisificaba a los reclusos. Imagen: Tusquets.

Inversión sexual y erotismo desviado. Repugnante caso que subleva a toda conciencia honesta. Ofende al pudor y a las buenas costumbres y es objeto unánime de condenación. Actos contra natura. Perversión sexual. Nefando tráfico sodomítico. Repugnante vicio. Vicio antinatural y perturbador. Vicio merecedor de la más completa repulsa. Actos atentatorios a la moral, fundamento de la familia y la sociedad. Nefastas relaciones. Repugnante porquería. Repugnantes aberraciones. Torpes acciones. Inmorales aberraciones. Sucios y reprobables actos. Actos de desviada lujuria. Vergonzoso vicio. Acción soez. Desvergonzada e impúdica. Aberración contraria a la naturaleza humana. Torpes instintos. Repugnantes actos libidinosos…

Calificaciones de la homosexualidad en los expedientes del Tribunal Supremo del franquismo recopilados por Armand de Fluviá, autor de El homosexual ante la sociedad enferma en 1978.

Si bien las prácticas homosexuales estuvieron penalizadas en muchos países de Europa durante la segunda mitad del siglo XX y la España de Franco no era, en ese contexto, una excepción, nuestro país constituye un interesante objeto de estudio por cómo abordó el tema científicamente, por llamarlo de alguna manera. Tras la destrucción del estado democrático entre 1936 y 1939, el franquismo comenzó a crear y teorizar en la posguerra una psiquiatría hispana.

Según cuenta el psiquiatra González Duro en las obras que ha dedicado al fenómeno, en general no era más que una adaptación de toda la psiquiatría nazi a términos locales. Con la novedad de que la psiquiatría nacional tendría como fundamento un concepto teológico del hombre. «Todo se explicaba en función de la “vitalidad”, término ambiguo definido poéticamente como la sutura entre el cuerpo y el alma».

Dentro de esta disciplina no se admitían conflictos familiares o generacionales. La psiquiatría nacional no era más que otra trinchera para la defensa del sistema establecido. La locura era biológica o genética, y por eso se trataba exclusivamente con los tratamientos biológicos más agresivos, electroshock o lobotomías. Y su causa era clara: el pecado. El doctor Marco Merenciano, falangista y católico, entendía que la enfermedad mental era un castigo por el pecado; «pecado que por su naturaleza llevará al castigo de la imposibilidad de arrepentimiento», escribió. Este señor tiene todavía una calle en Valencia.

Otro, con calle en Madrid en la actualidad, López Ibor, daba, como documenta González Duro, «una interpretación teológica de la enfermedad psíquica cuya realidad solo se podía entender yendo a la base radical del ser humano, de su “naturaleza caída”, de ahí la conveniencia de que el psiquiatra fuera cristiano, y católico específicamente». Y Antonio Vallejo-Nájera, también, por su puesto, con calle en Madrid, teorizó que quienes tenían ideologías distintas a las inherentes al hombre español «sano y vertical, religioso y de derechas por naturaleza» sufrían de un virus marxista o una malformación genética —el gen rojo— para lo que proponía la reinstauración ni más ni menos que de la Santa Inquisición.

En cuanto al psicoanálisis, el rechazo era total por su falta de «espiritualidad» su «pansexualismo» y su ser «nocivo para la catolicidad inmanente del enfermo español», sigue González Duro, que precisaba una psicoterapia específica según estos galenos. La obra de Freud estuvo prohibida en España hasta 1949 y a partir de entonces se trató de adaptar. «El pueblo español profesa en su mayoría el catolicismo, y es la primera de las condiciones de nuestra psicoterapia que no contradiga el dogma y la moral católica», explicó Vallejo Nájera. Y el catalán Ramón Sarró i Burbano sentenció: «Pero ¿cuál sería la mejor interpretación? ¿Hemos de reconocernos como sexualidad, como ambición más o menos frustrada o como cosmovisiones del arquetipo? (…) ¿Y por qué no como el camino del alma hacia Dios del que nos aleja el pecado y nos acerca la Gracia; o como cristiano que necesariamente cae y se levanta ante la faz Divina?».

En este contexto científico arbitrario y surrealista, los homosexuales eran considerados enfermos en el mejor de los casos. Se les aplicaron terapias aversivas —medicación para inducir al vómito o descargas eléctricas mientras se les mostraba pornografía homosexual—, electroshock o lobotomías. López Ibor llegaba a presumir de sus «exitosas» lobotomizaciones a gais. La revista Interviú recogió un fragmento de una conferencia suya en Italia en 1973 donde decía: «Mi último paciente era un desviado. Después de la intervención del lóbulo inferior del cerebro presenta, es cierto, trastornos en la memoria y la vista, pero se muestra más ligeramente atraído por las mujeres».

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956)

Quirófano del Hospital Penitenciario de Madrid (1956). Fotografía: Real Academia Nacional de Medicina.

Los primeros intentos de curar homosexuales habían empezado en la Primera Guerra Mundial, cuando los altos cargos del ejército alemán detectaron que la homosexualidad estaba extendida entre muchos de sus soldados. Cuenta la doctora Teresa Cabruja, de la Universidad de Girona, que esto sucedía porque se consideraba que la homosexualidad respondía a «causas ambientales», pues no podría darse genéticamente en la raza aria. Aquí se siguió con esa cantinela casi hasta los años ochenta. De hecho, en 1977, la UCD planeó la creación de diez mil plazas para la reeducación de homosexuales. Un plan abortado cuando la Constitución prohibió un año después clasificar a las personas por su sexualidad.

Pero lo cierto es que en la historia moderna de España nunca hubo un exceso de celo a la hora de perseguir a los homosexuales. El Código Penal de 1822 no recogía el delito de sodomía por su inspiración francesa, país donde se despenalizó la homosexualidad en 1791. En los códigos penales de 1848, 1850 y 1870 españoles aunque no estaba penalizada, se castigaba con la figura del «escándalo público». Solo Primo de Rivera endureció la ley en 1928 castigando específicamente las relaciones sexuales entre adultos del mismo sexo con una multa y la inhabilitación para ocupar cargos públicos. Finalmente, la II República despenalizó completamente la homosexualidad —excepto en el Ejército— en su Código Penal de 1932. Y aunque luego redactara la Ley de Vagos y Maleantes en 1933 sobre delincuentes «potenciales», no insertó en ella a los homosexuales. Fue durante el franquismo, en 1952, cuando se modificó esta ley para incluirlos expresamente.

No obstante, entre 1939 y 1952 el régimen estuvo más preocupado de exterminar y encarcelar a sus enemigos políticos que a los homosexuales. Si acaso, merece la pena mencionar el caso del escritor Álvaro Retana en 1939, denunciado por sacrilegio al beber semen de un copón sagrado. En el proceso, Retama tuvo el valor de contestar al juez: «Señor, prefiero siempre tomarlo directamente». Fue condenado a muerte, se le aplazó la pena varias veces y al final se le conmutó por treinta años de cárcel.

O el caso del cantante de copla Miguel de Molina, al que antes de exiliarse le dieron una paliza en plena calleJosé Finat y Escrivá de Romaní, futuro alcalde de Madrid, y Sancho Dávila, falangista pro nazi que luego fue presidente de la Federación Española de Fútbol. Uno de los dos le arrancó el pelo y se lo llevó guardado envuelto en un pañuelo de recuerdo. Pero por lo visto solo se trataba de un asunto de celos. Un mandamás del régimen sufrió un desengaño sentimental con él y lo persiguió hasta que él mismo cayó en desgracia por un incidente en una sala de fiestas. Se cuenta en El látigo y la pluma, del periodista Fernando Olmeda:

Varias personas sujetaron al agresor y trataron de calmarle diciendo que el individuo era un falangista muy vinculado a las altas esferas y le traería problemas. Pero el joven exclamó que aquel asqueroso maricón le había toqueteado los genitales al pasar y que no iba a perdonarlo. Cuando le insistieron en que olvidara el incidente, el hombre se dio a conocer como agregado militar de la embajada de un país centroeuropeo. Dijo que hablaría con su embajador y al día siguiente haría una denuncia formal al Ministerio de Relaciones Exteriores. El enloquecido maricón no era otro que el secretario del ministro, que durante años me persiguió monstruosamente. Aunque se trató de acallar el escándalo, la cantidad de testigos presenciales lo hizo imposible y el tipo salió violentamente de sus dos cargos.

Los artistas homosexuales fueron un objetivo político en aquella época. Para permitirles llevar su vida tenían que informar a la policía, convertirse en chivatos. Además de mostrar una inquebrantable adhesión al régimen en todas sus manifestaciones públicas. En aquellos años, en cualquier caso, convivieron reconocidos homosexuales en los puestos más altos de la jerarquía franquista —muchos fueron famosos por haber dado «paseos» en la guerra— con una exaltación de la masculinidad exacerbada por parte de los falangistas triunfadores.

Casi todos los artículos sobre homosexualidad que tratan este período histórico insisten en señalar las inequívocas características homoeróticas de la estética falangista. Así como los apodos que recibía Franco entre los suyos, tales como «Paca, la culona» o «Miss Islas Canarias 1936», o la descripción que de él hizo el periodista americano John Whitaker:

Hombre pequeño, su mano es como la de una mujer y siempre está empapada de sudor. Excesivamente tímido, se pone en guardia para dialogar con su interlocutor; su voz es ligeramente desconcertante, pues habla muy suave, casi en susurros.

Todo con el fin de asociar la obsesión del nacionalcatolicismo por exaltar la hombría de la nación a sus propias inseguridades. Una conclusión muy tentadora, pero que carece de sentido en la época. Los fascismos y el nazismo, al marco de identificación primaria, el nacionalismo, añadieron la raza y la masculinidad como forma de resolver todos los problemas, un regreso al pasado edénico mediante la virilidad, la agresividad y la fuerza de voluntad. La figura del machote era el truco del almendruco propagandístico gracias al cual se resolverían todos los problemas en los tumultuosos años treinta.

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista

Fotograma de la película propagandística Rojo y negro (1942) en la que un soldado de uniforme porta la bandera falangista. Imagen: CEPICSA.

No obstante, otra historia es, como relata Olmeda en su libro, que la homosexualidad estuviera muy presente en el ejército rebelde. La tropa, dice, no ponía objeciones a que un soldado tuviese relaciones sexuales con otro que era más bien afeminado. También que la famosa camaradería en algunas ocasiones encubría verdaderos enamoramientos bajo el techo del cuartel entre hombres confinados, o que en los ejércitos de África fuesen habituales las noches de juerga de hachís y alcohol con jovencitos marroquíes. Todo ello percibido como algo normal que nada tenía que ver con la homosexualidad. Para prueba, en 1942, fue el propio Franco quien tras una visita a la Academia Militar de Zaragoza ordenó que se colocara una cama adicional en las habitaciones dobles «para evitar tentaciones».

Mientras tanto, en la sociedad, la posibilidad de ser homosexual la marcaba la clase social. Los que tenían al alcance de sus medios llevar una doble vida, que a menudo exigía tener dos pisos, la llevaban. También, como es lógico, los homosexuales de buena familia se aprovechaban de los que eran más humildes. Y Olmeda cuenta que en Barcelona las familias de nivel, cuando tenían un hijo homosexual, podían llegar a aceptarlo y permitirle tener su pareja admitiéndola en la familia cubriéndole como un primo que se había ido a vivir con ellos. Aunque la excusa del primo se ha podido escuchar en las capitales de toda la piel de toro.

Las lesbianas, por su parte, estuvieron en una situación diferente. Si una mujer vivía sola, tendría más problemas si invitaba a su casa a hombres solos que a otras mujeres. Bien al contrario, si se rodeaba de mujeres mantendría una excelente reputación. Los propios padres que no toleraban que un hijo cuando era niño o adolescente manifestara excesivo afecto o encariñamiento por un amigo veían como completamente normal que su hija durmiera en la misma cama con una amiga o una prima.

Durante todo el régimen, el número de expedientes sobre casos de lesbianas fue infinitamente menor que el de hombres. No tuvieron que frecuentar urinarios o exponerse a las redadas policiales. En las ciudades existían redes de mujeres que no levantaban sospechas cuando se reunían a celebrar una fiesta en un piso. Empar Pineda escribe en Una discriminación universal que incluso era al contrario, que los vecinos estaban «encantados de tener unas chicas que eran tan formales que no invitaban a chicos a sus fiestas». Sin embargo, en un contexto de represión inclemente sobre la sexualidad femenina tal y como se relató en los capítulos anteriores de esta serie, muchas lesbianas ni siquiera tuvieron la oportunidad de saber que lo eran hasta que empezaron a difundirse las ideas feministas años después. Como dice Pineda, el sexo entre mujeres no se perseguía porque para el régimen no podía existir.

Los homosexuales en aquel tiempo tuvieron que recurrir a los encuentros clandestinos en playas apartadas, cines o los inevitables urinarios, con lo que significaba a la hora de exponerse a los delincuentes que haciéndose pasar por gais les robaban todo lo que llevasen encima o incluso lo que tuvieran en casa si subían. Las diferentes formas de robarles hasta recibían su nombre. Olmeda, por ejemplo, habla del «timo de la pasma ful». Uno hace de gancho en el urinario enseñando el miembro enhiesto y el compinche aparece haciéndose pasar por policía para prender al homosexual que caiga en el engaño. El periodista recoge en su libro el testimonio de un antiguo delincuente que asegura que en una ocasión estuvo a punto de hacérselo a un jugador de fútbol de primera división. La víctima, por supuesto, nunca denunciaba.

Otro punto de encuentro eran los prostíbulos, que hasta que la ONU no declaró la prostitución incompatible con la dignidad humana, en España funcionaron sin grandes dificultades. Allí muchos hombres acudían sabiendo que además de meretrices también había jovencitos que necesitaban dinero o, en su defecto, prostitutas que sabían amarrarse un dildo a la cintura. Mari Loly, una profesional de la época cuyo testimonio destaca Olmeda, tiene un relato que enlaza con el de la sexualidad en las filas del ejército de Franco:

A veces un hombre que ha sido mi cliente me pide un jovencito, me pide que haga de intermediaria. Suelen argumentar que están hartos de las mismas sensaciones y quieren pasar a un jovencito después de haber probado todo con una mujer. Algunos, una vez probado, se dan cuenta entonces de que eso es lo que les gusta. «Mariquitas» que no sabían que lo eran. Pero en casi todos es una prolongación de su papel de macho. Hay también hombres mayores, viudos o casados, que un día se sorprenden haciéndose o dejándose hacer con un jovencito y les gusta, y no hacen ascos porque normalmente juegan el papel de macho y eso no es tan desagradable para los hombres como si tuvieran que tomar.

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Imagen: cortesía de Jaime Gallaostra / agenciafebus.com

Otra forma de contacto eran los anuncios en determinadas revistas, como las de culturismo por motivos obvios, lo que dio lugar a situaciones curiosas. En 1952 el español Juan Ferrero se proclamó Mister Universo de culturismo en el Scala Theater de Londres. Nunca un español ha vuelto a alcanzar ese título. No obstante, el régimen silenció completamente su gesta por considerar esa disciplina propia de homosexuales.

En ese mismo año circuló entre las autoridades un informe sobre «moralidad pública» que trataba de cuantificar la situación de la homosexualidad en España. El documento indicaba que cada vez se detectaban más casos:

Valencia: existe una cantidad apreciable, arraigada en personas de todas las edades y clases sociales; Madrid: Parece bastante extendida; Granada: Se advierte en el clima moral de la ciudad un incremento extraordinario de las aberraciones sexuales; Guipúzcoa: los casos van en aumento; Baleares: la desgracia de la homosexualidad ha aumentado en ambos sexos, etc…

Es en ese momento cuando se reforma la Ley de Vagos y Maleantes para incluir a los homosexuales. El régimen ya había acabado completamente con la oposición política dentro del país y pasaba a buscarse nuevos enemigos. Muchos homosexuales no habían sido sorprendidos in fraganti y con esta legislación ya eran delincuentes potenciales. La pena que acarreaba la aplicación de la ley era la reclusión en un centro de trabajo o colonia agrícola y el exilio o prohibición de residir en el territorio durante dos años.

A tal fin, en 1954 se puso en marcha la Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, en Fuerteventura. La colonia era más bien un campo de concentración y lo de agrícola era una broma de mal gusto puesto que el terreno era totalmente desértico. Los presos picaban piedra y cavaban zanjas. «Frío, miseria, hambre, humillación, palos y más palos. En total éramos noventa maricones. Se pasaba el día cargando piedras, haciendo muros, sacando agua del pozo. Era como un campo de concentración pero sin cámara de gas. El médico de la prisión, para reconocernos homosexuales, nos ponía a cuatro patas y nos metía el dedo en el culo», recordó en El PaísOctavio García, uno de los reclusos, que tampoco olvida que le detuvieron cuando las autoridades se decidieron a «limpiar de maricones Las Palmas».

Se pasaba tanta hambre que Manuel S. H., que Dios lo tenga en su Gloria, se comía hasta las cagarrutas de las cabras y Juan Curbelo Oramas devoraba la comida podrida de los paquetes que le enviaba su madre y que los guardianes retenían hasta que despedían un olor nauseabundo. El hambre era una presencia constante, obsesiva, demoledora, pero no era la única pesadilla. Estaban también los palos, que caían como un diluvio. Por equivocarse al marcar el paso, por responder, por rezongar, por quedarse rezagado al amanecer, por dormirse en la imaginaria, por nada, por todo. (Crónica. El Mundo. 2003. Arturo Arnalte)

El director de la colonia era un sacerdote católico vasco. Dictaba cuántos golpes había que dar a quién y por qué. Escondía la correspondencia de los presos y era quien decidía si el interno estaba tres meses o los tres años de rigor que marcaba la nueva ley. También funcionaron los centros especializados de Badajoz y Huelva. El primero era para los homosexuales pasivos y al otro iban los activos. En las cárceles no «especializadas», como Carabanchel en Madrid o La Modelo en Barcelona, muchos de los internos eran violados sistemáticamente por los otros presos. Había celdas en las que directamente los funcionarios les prostituían. En la calle, la Brigada Social buscaba a los homosexuales con agentes secretos en los cines y discotecas. Existían informes de conducta con todo lujo de detalles, no muy lejos de lo que hacía la Stasi con sus sospechosos, redactados por las autoridades religiosas, políticas y policiales que marcaban la vida de quienes eran señalados.

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social

Ficha policial de Silvia Reyes, encarcelada en 1974 con excusa de la Ley de Peligrosidad Social. Imagen: cortesía de la Asociación de Expresos Sociales.

También especialmente dura fue la existencia de los transexuales, entonces travestis. El régimen consideraba subversiva no solo su sexualidad, sino también su apariencia, al margen de que era más fácil de reconocer para la policía, y las autoridades se ensañaron con ellas. Los travestis se habían convertido en una opción más en la oferta de la prostitución. Válida para los clientes homosexuales y también para aquellos que no podían acostarse con su novia hasta el matrimonio.

No obstante, durante la década de los sesenta la sociedad española fue modernizándose y empezaron a surgir tímidamente bares de ambiente disimulando como buenamente se podía. Ya no fue tan fácil para ciertos homosexuales de buena familia someter a otros homosexuales de extracción humilde. Con la nueva clase media que estaba naciendo en las ciudades la gente ya no estaba tan desamparada y no se podía abusar de cualquiera con facilidad por muy homosexual que fuese. Pero también llegaron los pelos largos y las minifaldas y el régimen volvió a ponerse en guardia.

Un juez de Barcelona, Antonio Sabater, alertó del auge que experimentaba la «inversión sexual» a la que había que poner coto. Las causas, según el magistrado, pasaban por el desarrollo de la sociedad de consumo, el afeminamiento de la indumentaria masculina, el narcisismo de la juventud, su preocupación por el aspecto físico y su deseo de llevar una vida cómoda convirtiéndose en mantenidos de algún hombre de dinero.

Este juez fue uno de los artífices de la nueva ley, que iba a ser la de Peligrosidad Social. No obstante, aparecieron las primeras asociaciones de homosexuales, como AGHOIS en Barcelona, cuyas protestas influyeron en la opinión pública. Cuenta un artículo de L´Armari Obert que La Codorniz criticó la nueva ley, que venía en cofre de norma progresista y preventiva, riéndose de que nos hubiese privado de Sócrates oMiguel Ángel.

Así, en 1970 el régimen se «humanizó» y la Ley de Peligrosidad Social solo castigaba los «actos de homosexualidad», pero no a los homosexuales por el hecho de serlo. Aunque su redactado era tan ambiguo que seguía permitiendo a los jueces hacer lo que les viniera en gana. Con todo, finalmente se impuso la teoría de que la homosexualidad no era un delito, sino una enfermedad que era preciso curar. Lo que seguía siendo una terrorífica amenaza para la población.

Lo más amenazante de esta ley es que trasladaba la decisión de la represión directamente al ámbito familiar desde el momento en que el juez podía considerar oportuno que el homosexual se sometiera a tratamiento en vez de ser enviado a prisión, en caso de mediar una petición familiar. Este tratamiento se basaba en sesiones de terapias, fundamentalmente de dos tipos, las eméticas y las eléctricas, sin excluir la más radical, la lobotomía: una intervención quirúrgica para modificar el cerebro. Esta última técnica se practicó en clínicas privadas y en la cárcel de Carabanchel. (Una discriminación universal; Javier Ugarte Pérez)

Esta situación se extendió hasta prácticamente 1980, cuando la judicatura dejó de aplicar la Ley de Peligrosidad Social tras la Constitución y una proposición de ley de PSOE y PCE para que al menos se eliminasen los aparatados dedicados a los homosexuales. El saldo final fue de al menos cinco mil homosexuales encarcelados, pero nunca se podrá cuantificar cuántos se marcharon del país, cuántos se suicidaron, ni cuántos sufrieron una vida de autonegación y privaciones absolutamente intolerable e inhumana.

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Imagen: DP

“El placer sexual no se obtiene con pastillas, hay que construirlo”

Palenzuela, en la consulta que tiene en la calle Loiola de Donostia

Palenzuela, en la consulta que tiene en la calle Loiola de Donostia. / Usoz

La aprobación en EEUU de la llamada ‘viagra femenina’, que se venderá bajo el nombre comercial de Addyi, ha causado un enorme revuelo, aunque ginecólogos y expertos no han tardado en rebajar las expectativas. La psicologa clínica y sexóloga Elisa Palenzuela lo tiene claro: para que las mujeres tengan la libido sexual alta deben trabajarlo. ¿Cómo? Potenciando el imaginario erótico, conociendo su propio cuerpo y siendo conscientes de que ellas son las únicas responsables de su capacidad de goce en las relaciones íntimas. Por eso, Palenzuela considera que la ‘píldora rosa’, que supuestamente aumenta el deseo sexual, “no puede potenciar” ese apetito.

Antes de nada, ¿cree que habrá mujeres que se ruboricen al leer esta entrevista?

Depende de la edad, aunque no deberían.

¿A qué se refiere?

Las mujeres arrastramos la herencia del pudor. La educación que hemos recibido y la moral cristiana ha hecho que nos ubiquen solamente en el papel de mujeres madres. El sexo, antes, era algo inconcebible de tratar.

¿Somos entonces las grandes olvidadas en temas sexuales?

La mujer fue la gran olvidada en el ámbito sexual. Digamos que nuestro desempeño en el sexo estaba solamente volcado a procrear, pero llevamos mucho tiempo, alrededor de 70 años, que esta tendencia ha ido cambiando.

¿A qué se debe esa vuelta de tuerca?

Creo que la aparición de la píldora anticonceptiva en la década de los 60 fue un hito para la liberación sexual de la mujer. Desde aquel momento hemos avanzado a pasos agigantados.

“Ahora las mujeres llevan las riendas de su sexualidad”

¿Las mujeres se preocupan ahora más por sus relaciones íntimas?

Llevo 26 años con mi consulta abierta y he visto la evolución. Ahora las mujeres llegan con mucho más interés, dominio y control. Ahora son ellas las que llevan las riendas de su sexualidad y su placer, y eso me parece un síntoma evidente de que las cosas han cambiado, y mucho.

Desde luego. Hasta las farmacéuticas se han hecho eco últimamente de sus menesteres para que el sexo de las mujeres sea totalmente óptimo.

¿Hablas de la ‘viagra femenina’?

Efectivamente.

Lo siento, estoy en desacuerdo con medicalizar el sexo.

¿Por qué? Se supone que ayudará a todas aquellas mujeres que tengan el apetito sexual por los suelos. ¿No es un avance?

Vamos a ver. ¿Qué medicamento es capaz de potenciar una fantasía sexual a través de la química? Ninguno. Es imposible. La píldora rosa está basada en compuestos químicos que tienen que ver con los antidepresivos. Obviamente, si una mujer está angustiada por no poder tener relaciones sexuales está sufriendo, y cualquier médico puede recetarle un antidepresivo, pero creo que no es el remedio.

¿Cuál es el remedio entonces?

Trabajar nuestra sexualidad desde jóvenes. Potenciar el imaginario erótico, ser capaces de conocer qué nos puede ofrecer nuestro cuerpo.

¿Eso no se soluciona con la masturbación?

Desde luego que sí. Yo soy muy favorable a que se trabaje la masturbación, porque te da herramientas y conocimientos de tu propio cuerpo, te da posibilidades de construir imágenes y de crear ese espacio en el imaginario erótico que hace falta para poder excitarse. Además, masturbándonos entendemos cómo se pone en marcha nuestro cuerpo, qué es lo que tenemos que hacer en un encuentro sexual y así saber compartir con otra persona la capacidad que una misma tiene de disfrutar.

Así que el placer sexual no se obtiene sin más.

Para nada. Hay que construirlo.

¿Ni siquiera con el amante más experimentado?

Puedes buscarte el amante más experimentado del mundo en el comportamiento sexual; pero si tú no eres capaz de potenciar el placer, olvídate.

El bajo deseo sexual femenino y la educación

¿Hay muchas mujeres que tienen ese problema, el tener un bajo deseo sexual?

La educación es la base de esta disfunción. La gente piensa que al placer se accede de manera natural, pero no es verdad. ¿Qué ocurre? Las mujeres no hemos tenido mucho acceso a cómo se construye el placer corporal, entonces, cuando llegan a una edad madura tienen un desempeño sexual evidente, porque no tienen construida esa parcela del deseo.

¿Sucede sólo con mujeres adultas?

El placer está garantizado en la fase del enamoramiento, en la fase de conquista, porque toda la ilusión la volcamos en disfrutar de nuestra pareja, y se disfruta de cualquier cosa, con los besos, con las caricias, incluso con el coito sin ser muy placentero en ese momento. Pero entonces, cuando pasa un tiempo, me encuentro con muchísimas mujeres en la consulta que me dicen ‘es que me he desenamorado’ o ‘es que ya no le deseo’. Y no es así. Lo que pasa es que no han experimentado el deseo, no han construido en su cabeza imágenes que les excitan. Y es importante hacerlo. Creo que las mujeres tienen un desierto en el tema del imaginario erótico.

Todo lo contrario que los hombres.

No tiene nada que ver. Los hombres tienen unos genitales externos y tienen una relación con ellos desde muy pequeños. Ellos acceden a la masturbación desde bien jóvenes, y entre ellos hablan incluso de eso. Cosa que las mujeres no. Por nuestra fisiología y anatomía, nosotras tenemos menos acceso y, además, culturalmente hemos estado muchísimo menos motivadas a hacerlo. Por eso se encuentran con una laguna, con un vacío que ya existía de antes, porque no se estaba llenando de contenidos. Eso sí, las cosas están cambiando.

¿Se refiere a las nuevas generaciones?

Sí, creo que la juventud se está desviando mucho de lo que es una sexualidad saludable. Ahora hay chavalitas jóvenes que se creen que por tener un desempeño sexual más desaforado, que por ser muy promiscuas y hacer cosas extravagantes a nivel sexual son capaces de hacer cualquier cosa. Ojo, son muy libres de hacerlo, pero se creen que tienen mayor capacidad sexual, y están equivocadas. Habrá mujeres que tengan un desempeño sexual muy activo, pero lo que tienen que tener muy claro es que son mujeres, y no tienen por qué imitar comportamientos masculinos, porque no somos hombres.

Los ‘picaflor’

¿Acaso debemos tener una actitud distinta ante sexo?

No digo eso, creo que la liberación sexual de la mujer es maravillosa y tiene que ser así siempre. Pero existen, sin discusión, comportamientos más varoniles. Llámale ‘picaflor’, estar cada día con una chica diferentes, la promiscuidad o tener ganas de hacerlo en cualquier momento. Todo eso tiene que ver con un comportamiento masculino.

Vamos, que la mujer es menos activa que el hombre.

Siempre se ha dicho eso, pero volvemos a lo mismo, es porque no se ha trabajado antes el deseo. A nosotras lo que nos transmiten nuestras familias sobre nuestras madres es todo lo que tiene que ver con la figura materna, no como una mujer sexuada. Tú no te imaginas a tu madre como la gran fulana que disfruta en la cama con tu padre. Desgraciadamente, aún hay muchas mujeres que tienen claro que el papel que tienen que desempeñar solo es el de ser madres. Es más, tengo pacientes que jamás se han mirado la vagina. Es increíble.

Pero existirán impedimentos biológicos, ¿no?

Claro que sí. Existe el vaginismo, la dispareunia… todo eso está relacionado con contracciones excesivas en la zona vaginal que impiden o dificultan una penetración. Durante mi desempeño profesional me he llegado a encontrar con una mujer que tenía una aversión hacia el sexo. Le daban asco los fluidos. Pero hazme caso, son porcentajes mínimos. La mayoría de personas con problemas para mantener una relación sexual se pueden tratar. ¿Cómo? Entrenándose.

¿Qué pautas les daría para aumentar la libido sexual?

Primero tienen que aprender que la responsabilidad de su placer es suya, esa es la primera premisa: cada uno es responsable de su capacidad de goce. Y lo que he comentado anteriormente: hay que trabajar el tema de las fantasías, tiene que adquirir la capacidad de excitarse y poder ser conscientes de cómo disfrutar a través de su cuerpo. Porque la única realidad es que somos seres sexuados.

“La desigualdad entre hombres y mujeres debe existir en el sexo”

Elisa Palenzuela insiste en la necesidad de trabajar las relaciones sexuales. Está convencida de que una persona que tiene buen sexo, simplemente es más feliz.

-¿El sexo da la felicidad?

Estoy convencidísima de que sí, pero a la inversa igual. Una persona que es feliz va a tener mejor sexualidad. Quien tenga un equilibrio emocional tiene muchísimas más posibilidades de tener una relaciones sexuales placenteras.

¿Hasta qué punto los trastornos psicológicos pueden afectar al sexo?

Cualquier disfunción psicológica va a afectar. Son dos cosas que no se puedes desligar. Cuando tú trabajas aspectos psicológicos estás también trabajando aspectos sexuales, y al revés. Tener el autoestima alto es clave.

Aunque no tengan un trastorno psicológico, ¿cree que hay mujeres que se han acomodado a vivir sin sexo?

Hay muchas, créeme. Muchas no han tenido experiencias y a día de hoy ya se plantean que no van a poder, se autoconvencen ellas mismas de que ya no necesitan el sexo. La actitud vaga ante el sexo, inevitablemente, existe.

¿Podemos experimentar hombres y mujeres lo mismo?

No. Porque tenemos un comportamiento sexual muy distinto. Las mujeres tenemos una vagina, por lo tanto tenemos una sexualidad receptiva, porque nos penetran, y el hombre tiene que construir una sexualidad proyectiva, porque el pene tiene que introducirse. Si nosotros no construimos una fantasía acorde a esos dos roles, vamos muy mal. Las mujeres tienen que luchar por obtener los mismos derecho que los hombre en el ámbito laboral, en lo social… pero en el sexo no. En el sexo tenemos que mantener cada uno nuestro rol, con sus diferencias.

10.000 rostros sin etiqueta sexual

Lily-Rose Depp entre otros dos activictidas de la campaña #SelfEvidentProjec

Lily-Rose Depp entre otros dos activictidas de la campaña #SelfEvidentProject. / INSTAGRAM

We Are You. Tres palabras que resumen mucho. Dos en castellano: Somos tú. Éste es el eslogan del nuevo movimiento que ya sea en la Red o en Hollywood está dando la cara por todos aquellos a quienes las etiquetas sexuales les quedan grandes y no se sienten ni 100% heterosexuales ni 100% homosexuales. Rostros como los de Johnny Depp, Cara Delevingne, Kristen Stewart, Amber Heard, Miley Cyrus y ahora Lily-Rose Depp, la última en sumarse a un movimiento que con el título de #SelfEvidentProject lucha por que se respete la tendencia sexual de las personas aún cuando ésta sea cambiante.

La iniciativa comenzó hace tres años cuando iO Tillett Wrightempezó a fotografiar rostros “no de hombres o mujeres sino de individuos”, sin interesarle su orientación sexual. “Todos somos iguales, todos somos únicos”, fue el espíritu de su obra y su lema en la vida. Así lo vivió desde niña, cuando un día quiso ser niño. Tenía seis años y fue fácil: se rapó la cabeza y jugó al balón. Más adelante se sintió cómoda con su cuerpo y quiso volver a ser mujer.

Quien por voluntad propia se define como actor (en masculino) y fotógrafa (en femenino) quiere que los demás se sientan igual de cómodos que ella y puedan escapar de los tabúes en lo que se refiere a la sexualidad. Por eso, Tillett Wright defiende lo que llama fluidezsexual.

Su idea es conseguir 10.000 rostros de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y aquellos que se lo están pensando y llevarlos a Washington, al estilo de una performance, como un recordatorio al Gobierno estadounidense de un colectivo que no quiere ser encasillado. “Incluso si te sientes un 1% gay, quieres que saque tu foto”, recordó la artista que se acerca a su meta con más de 9.960 fotografías.

La última en sumarse a esta lista ha sido la hija de Johnny Deep y Vanessa Paradis, la joven Lily-Rose, quien a sus 16 años ha confirmado que no se siente 100% heterosexual. “Estoy muy orgullosa de que mi niña @lilyrose_depp. haya decidido formar parte de @selfevidentproject porque se siente en algún punto de este vasto espectro”, señaló la fotógrafo y activista. Sus palabras acompañaban la foto de Wright con Lily-Rose a caballito a su espalda. La hija del actor y la cantante no ha hecho ninguna declaración pública que determine su orientación sexual más allá de su participación en esta serie fotográfica con una causa. Lily-Rose es en la actualidad modelo y el nuevo rostro de Chanel. Su padre había posado con anterioridad en apoyo de este proyecto luciendo un parche con el lema de “We Are You” en sus vaqueros, un gesto que ahora es interpretado como el apoyo incondicional de un padre hacia la orientación sexual de su hija.

Todo queda en familia porque Tillett Wright es una buena amiga de Amber Heard, nueva esposa de Depp además de madrastra de Lily-Rose y conocida por su bisexualidad antes de contraer matrimonio con el intérprete.

Una lista de lo más variada

La instantánea de Lily-Rose es la última fotografía en esta colección pero no es la primera que sale del armario a través de esta iniciativa. La también actriz Olivia Thirlby utilizó este foro para hacer pública su bisexualidad lo mismo que el concejal neoyorquino Corey Johnson, que compartió su primera vez en este foro. Wright también ha escogido como objeto de su cámara a personas que no pertenecen al colectivo de homosexuales, lesbianas, transexuales y travestis pero que se identifica con la causa . Como dijo a la prensa, “sería un error dejarlos fuera”.

La cacería homófoba del IS

Miembros del IS arrojan a un supuesto homosexual desde un edificio

Miembros del IS arrojan a un supuesto homosexual desde un edificio. E. M.

Atrapados entre la pared de regímenes autoritarios que recurren a la moral pública para legitimarse y la espada de grupos extremistas como el autodenominado Estado Islámico (IS) que presumen de una sanguinaria cruzada para erradicar el “vicio”. Así se hallan los homosexuales que habitan el Oriente Próximo de primaveras marchitas y salvajes otoños. A principios de esta semana, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró a puerta cerrada una reunión informal en la que resonó la voz de las víctimas gays que sufren la persecución en las zonas de Siria e Irak gobernadas por el califato del IS.

El sirio Subhi Nahas, trajeado y aterido de nervios, fue el rostro de una cita histórica. “Al principio estaba muy nervioso porque sentía que estaba haciendo algo importante. Luego, me llené de fortaleza al pensar que estaba dando voz a otra mucha gente. Los miembros delConsejo de Seguridad incluso se animaron a contar sus experiencias personales”, dice a EL MUNDO Nahas desde Nueva York, muy lejos del polvorín sirio.

Desde que el IS extendiera sus tentáculos al calor de la guerra civil siria y el caos iraquí, la organización que dirige Abu Bakr al Bagdadiha firmado crímenes atroces contra la clandestina comunidad homosexual. Según la ONU, las huestes del califato se han atribuidola muerte de al menos 30 personas juzgadas por sodomía a un lado y otro de la frontera. “En junio la hisba [policía religiosa del IS] arrestó a tres jóvenes en Mosul, los subió a la azotea de un edificio de siete plantas y los lanzó al vacío. Dijeron que era el castigo por practicar la homosexualidad”, señala Esmat Rajab, líder del Partido Democrático del Kurdistán en la segunda ciudad de Irak hasta la irrupción de losyihadistas en junio de 2014.

Uno de esos ajusticiados era un niño de nueve años que fue víctima de una violación por parte de un adulto que era militante del IS y que también fue asesinado. No fue su culpa, pero lo mataron sin piedad. Cuando cayó al suelo, el chico aún estaba vivo y trató de escapar. No se lo permitieron y le dispararon en la cabeza”, cuenta a este diario un activista de Mosul que rehúsa proporcionar su nombre por motivos de seguridad. Hasta entonces habían perdido la vida 18 personas acusadas de sodomía en la capital iraquí del califato.

Los vecinos aplauden

El IS, que se ha jactado de su brutalidad divulgando fotografías y vídeos de los homosexuales capturados y liquidados, también les ha sometido a lapidaciones, pelotones de fusilamiento ydecapitaciones. Todas las fechorías han sido cometidas a plena luz del día. “En la mayoría de los casos cientos de vecinos, incluidos niños, han aplaudido los crímenes con júbilo como si se tratara de una boda. Si la víctima no fallecía después de ser arrojada desde lo alto la mataban a pedradas“, recuerda Nahas.

En el encuentro del Consejo de Seguridad, un segundo testimonio levantó acta del horror. Un iraquí llamado Adnan contó su tormento en una conversación telefónica desde una localización no desvelada. “En mi sociedad ser gay significa la muerte y cuando el IS asesina a los gays, la mayoría de la gente es feliz porque piensa que estamos enfermos. El IS ha cosechado buena fama con estas acciones“, declaró quien abandonó su hogar huyendo de los barbudos.

“Mi propia familia se volvió contra mí cuando el IS fue en mi búsqueda. Si ellos no me matan, mis parientes lo harán”. Según el fugitivo, los acólitos del califato localizan a los homosexuales mediante los contactos de móvil y Facebook de las personas que capturan.

“Es un testimonio horrible. Me imagino el miedo que debe tener. Era posible percibirlo en su tono de voz cuando lo contaba por teléfono. Entendía lo que decía”, confirma Nahas, quien mantiene a duras penas el contacto con algunos compañeros de batalla en Siria. “Incluso cuando hay electricidad e internet funciona, es muy complicado tener una conversación, y mucho más que hablen abiertamente de su orientación sexual. Temen que alguien les escuche y pueda descubrirlos”.

Persecución en otros países

El horizonte no resulta menos sombrío en otros países de Oriente Próximo. Tras el ocaso de Sadam Husein en 2003, las milicias chiíes que aún imponen su ley en el Irak libre del IS segaron cientos de vidas por la sospecha de sodomía.

En Arabia Saudí, aliado de Estados Unidos en su lucha contra el califato y cuna del islam más ultraconservador, la homosexualidad se castiga con cárcel, latigazos, castraciones e incluso pena capital.

En el vecino Egipto, el golpe de Estado que en julio de 2013 desalojó del poder al islamista Mohamed Mursi ha resucitado la persecución contra una comunidad que había gozado de cierto aperturismo al socaire de las revueltas que destronaron a Hosni Mubarak. Paradójicamente, ha sido un régimen encabezado por un militar, el actual presidente Abdelfatah al Sisi, quien ha ordenado la campaña contra el libertinaje que se ha saldado con más de 150 arrestos.

Las aplicaciones de móvil o las páginas web de contactos se han convertido en herramientas empleadas por la policía para atrapar a quienes atentan contra la decencia pública. Según la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, al menos cuatro extranjeros han sido deportados del país árabe por su orientación sexual desde el pasado abril. A principios de agosto, un turista europeo fue detenido en Marsa Matruh, en la costa mediterránea; interrogado sobre su homosexualidad en una comisaría y trasladado al aeropuerto de El Cairo, donde fue obligado a comprar un billete de regreso a casa.

En las tierras de Mahoma no sólo los guardianes del islam han justificado estos ilimitados zarpazos de intolerancia. El pasado diciembre, en una entrevista en exclusiva concedida a este diario,Teodoro II -el Papa de la Iglesia Ortodoxa Copta que profesa un 10% de la población egipcia- manifestó sin ápice de rubor que su misión era liberar al mundo de “enfermedades sociales como la homosexualidad.

“Es un mal que requiere arrepentimiento o tratamiento médico“, apostilló.

De Ali a Fatemeh y de Fatemeh a Amir, la lucha de los transexuales iraníes

Una fetua de Jomeiní abrió la puerta al cambio de sexo. A la sociedad le cuesta aceptarlos

De izquierda a derecha, Fatemeh; su esposo, Parham, y Amir, en Teherán

De izquierda a derecha, Fatemeh; su esposo, Parham, y Amir, en Teherán. / Á. E.

A Fatemeh no le gusta la imposición del velo. En eso no se diferencia de buena parte de las mujeres iraníes.  Pero la coquetería que hay detrás del pañuelo rosa palo a juego con el esmalte de sus uñas, le ha costado más que a la mayoría. Fatemeh nació Ali en una familia muy religiosa que rechazaba su empeño en jugar con muñecas y ponerse faldas. Sin embargo, en el conservador Irán, había una salida gracias a una fetua pronunciada por el ayatolá Jomeini en 1983. Clérigos y jueces respaldan el cambio de sexo.

“Mi padre era un inválido de guerra y veía mi feminidad como la mayor desgracia que podía acontecernos. Mi familia paterna llegó a amenazar con matarme”, relata sin dejar que esos recuerdos empañen su sonrisa.

A los 22 años, Fatemeh es la expresión de la felicidad. Hace dos años que terminó las operaciones de reasignación de sexo, trabaja en televisión y teatro, y acaba de casarse con Parham, un joven de 24 que ha realizado el camino inverso que ella, para convertirse en el hombre que es hoy. Su familia terminó aceptando su identidad y la ha ayudado económicamente para conseguirlo.

La situación cambió el día que un amigo de su padre “le explicó que todo el sacrificio que había hecho durante la guerra [con Irak], todas sus oraciones y su piedad, no valdrían para nada si no permitía que su hijo se operara”. El amigo esgrimió un argumento irrefutable: la fetua que a tal efecto había pronunciado el ayatolá Jomeini.

“Todo se lo debemos a Molkara y a Jomeini”, interviene Amir, cuya trayectoria vital ha sido más complicada. Se refiere a Maryam Hatun Molkara, la activista que visitó al ayatolá, le planteó su caso y obtuvo el pronunciamiento que abrió las puertas al cambio de sexo en la puritana República Islámica. Toda una sorpresa para quienes ven este país bajo el estereotipo al que a menudo lo reducen sus propios gobernantes.

Gracias a aquel edicto se puso en marcha un proceso por el que los transexuales son evaluados por un psicólogo y si éste emite un informe positivo, el departamento de Medicina Forense los envía a una comisión médica para que apruebe la intervención, y respalda la inscripción correspondiente ante el juzgado. No hay estadísticas oficiales, pero hace diez años el citado departamento publicó que se realizaban 300 operaciones al año. Hoy, los activistas aseguran que son más.

“El cambio de documentación es muy importante”, subraya Amir quien opina que las nuevas generaciones lo están teniendo más fácil. Sólo unos pies más pequeños de lo habitual revelan que este hombre, que aparenta menos de los 40 años que declara, estuvo antes preso en un cuerpo de mujer. “Desde los 14 años he tenido esta misma barba”, señala. Pero ni siquiera eso sirvió para convencer a su padre que aún hoy sigue rechazando que su Fatemeh se haya transformado en Amir.

“He sufrido mucho. Trabajé en el bazar empujando carretillas para ahorrar para operarme y como lo he ido haciendo poco a poco, el médico que me atendía ha muerto y me quedado a medias”, explica sin esconder su frustración. Le falta conectar el pene artificial a los nervios del clítoris.

En principio, los hospitales públicos realizan la operación de forma gratuita, pero carecen de medios suficientes. Recurrir a la sanidad privada resulta muy caro para la mayoría. La organización de Benevolencia del Ministerio de Bienestar Social ayuda a aquellos con problemas económicos o de rechazo familiar.

Parham, el marido de Fatemeh, confirma que a él le proporcionaron una cuarta parte de los 200 millones de riales (unos 5.500 euros) que le costó la intervención. Pero para entonces ya se había aislado de la sociedad y atravesado una profunda depresión.

“Me sentía raro, mi familia no me tomaba en serio y pensaba que era el único caso del mundo”, confía este hombre de Zanjan, al noroeste de Irán. Hasta que conoció a su mujer a través de Mahtaa, un grupo de apoyo a los transexuales iraníes. “Los jueces también me han ayudado mucho”, añade.

Todos coinciden en que tras la operación y una vez superado el impacto en el entorno cercano, se integran bien en su nueva vida. Las dificultades se viven antes. No encuentran referencias ni respaldo; se ven rechazados por una sociedad que a menudo los considera pervertidos o los confunde con homosexuales (muy estigmatizados, como dejó claro el expresidente Ahmadineyad que incluso negó su existencia). Se quejan de la falta de preparación de los psicólogos e incluso de los maestros, incapaces de detectar estas situaciones desde el jardín de infancia.

“Si hubiera sabido antes lo que me sucedía, hubiera tomado hormonas y no tendría esta voz tan grave, ni tanta altura”, lamenta Fatemeh, ante la anuencia de sus compañeros.

“Tenemos el apoyo de la ley, de los religiosos y de los centros médicos, pero nos falta una cultura de tolerancia; nuestra sociedad no acepta el fenómeno transexual”, explica Mohammad Omrani, uno de los impulsores de Mahtaa.

¿Por qué están desapareciendo los bares gay de Londres?

En el último año en Londres han cerrado sus puertas una serie de bares y clubes dirigidos a la clientela gay, lesbiana y transexual.

Residentes y turistas frecuentan los bares gay de Londres, muchos de estos de fama entre la comunidad LGBT.

Residentes y turistas frecuentan los bares gay de Londres, muchos de estos de fama entre la comunidad LGBT.

Lugares emblemáticos como el café First Out, en Tottenham Court Road, o elCandy Bar, en Soho, son algunos de los locales que han desaparecido o han sido vendidos para ser remodelados.

¿A qué podría deberse este fenómeno?

Mayor integración

Algunas personas simplemente creen que se debe a un factor sencillo de oferta y demanda.

La teoría es que la sociedad se está volviendo más integrada y, por lo tanto, la gente gay está más dispuesta a visitar “bares heterosexuales”.

Y esto disminuiría la demanda para lugares exclusivamente o, en su mayoría, de gays.

Una noche tradicional en el club Black Cap de Londres.

Una noche tradicional en el club Black Cap de Londres.

Paul McKeating, de 33 años y residente del barrio Stoke Newington en el noreste de Londres, es de esa opinión.

“La mayoría de los lugares en el este de Londres o Peckham (sureste) donde salgo, se sienten seguros para mí y no veo mucho sentido en trazar una línea entre bares ‘gay’ y ‘heterosexuales'”, dice.

Aunque Roy Holley, un promotor de veladas en el local Royal Vauxhall Tavern (RVT), otro lugar que ha estado bajo amenaza de cierre, no está de acuerdo.

“Aunque es más fácil que nunca ser gay ahora, aún hay comunidades que quieren celebrar las cosas que nos hacen diferentes y ¿por qué no deberíamos permitirnos eso?”

“Yo comencé a ir al RVT cuando tenía 18 o 19 años y es un lugar que siempre será muy especial para mí”.

“Tenemos eventos desde concursos de pop y musicales de Dannii Minogue hasta recrear la gira en autobús de las Spice Girls. ¿Dónde más podrías hacer eso?”.

Los simpatizantes del pub Joiner´s Arms escribieron sus protestas en la acera.

Los simpatizantes del pub Joiner´s Arms escribieron sus protestas en la acera.

Dan Glass, de 31 años, es un activista del grupo Amigos del Joiners’ Arms. Dice que cuando escuchó que estaba por cerrar lo consideró como una gran farsa.

“‘Aquí hay peligro’, me dije. Podremos pensar que ahora tenemos igualdad gracias al matrimonio gay, pero aún necesitamos espacios homosexuales, lugares donde podemos celebrar nuestras peculiaridades y ser nosotros mismos”.

Patrick Strudwick, editor del sitio BuzzFeed de la comunidad LGBT (que incluye lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) dice que “desde el comienzo del siglo la demanda ha disminuido”.

Sin embargo, destaca que no necesariamente eso sea así, ya que “la liberalización social significa que más gente está saliendo del clóset y buscando lugares para ir. Igualmente hay una escena gay grande impulsada por los turista en Londres”.

Lea: Irlanda, el primer país en aprobar el matrimonio gay por voto popular

Y enfatiza que antes de que cerraran, sitios como el Black Cap y el Joiner’s Armseran regularmente “muy, muy concurridos”, algo que según él pone en duda los argumentos sobre la falta de demanda.

Citas en la era internet

Strudwick dice que el dedo acusador también apunta a la popularidad de aplicaciones online para citas como Tinder, Grindr y Gaydar.

En 2013 Londres era la ciudad más popular en el mundo para Grindr con más de 947.000 usuarios.

Con tantas opciones en internet para conseguir citas, no hay necesidad de salir a los bares.

Con tantas opciones en internet para conseguir citas, no hay necesidad de salir a los bares.

La desarrolladora de páginas de internet Anna Leach, quien maneja un sitio de internet de lesbianas en Londres, “The Most Cake”, piensa que las dos cosas están relacionadas.

“Es verdad que antes uno podía salir a un bar y esperar encontrar a alguien, pero ahora puedes hacerlo en casa, sentada en tu sofá”.

Y añade que hay una sensación de que la “identidad gay se está disolviendo en la cultura hípster” y que hay una erosión de su visibilidad y peculiaridad que podría llevar a la “pérdida de un centro y, finalmente, a una menor solidaridad”.

Lea: Cómo el efecto “gayborhood” está transformando los barrios gay de EE.UU.

Sin embargo, ella no considera que la proliferación de redes sociales sea algo negativo para el ambiente gay.

“Brinda una oportunidad para desarrollar una comunidad lejos del alcohol, para interesarse en tipos de actividad social más diversos”.

Un vocero de Grindr comentó que la aplicación les permite a los usuarios una opción “multifacética”, y muchas de las personas que la utilizan se encuentran online incluso cuando han salido a algún sitio.

Mercado inmobiliario

No obstante, para muchos el tema de fondo no tiene que ver con la escena gay, sino con un tema netamente económico.

Todos los pubs se encuentran enfrentando presiones por el incremento en el costo de las propiedades en Londres.

La Asociación Británica de Cervezas y Pubs estima que el número de locales afiliados ha descendido de 60.100 a lo largo de Reino Unido en 2002, a 48.006 en el 2013.

Los Amigos del Joiner´s Arms se reúnen para organizar su apoyo.

Los Amigos del Joiner´s Arms se reúnen para organizar su apoyo.

Adicionalmente, la asociación estima que entre los factores que están marcando la diferencia figuran “los impuestos a la cerveza, que se encuentra entre los más altos del mundo”, y “el cambio de hábitos sociales de la población, por los que más gente se encuentra bebiendo en casa”.

Chris Wiseman, residente de la zona de Crystal Palace, advierte que la comunidad gay adoptó una actitud de “corazón sangrante” frente a este tema.

“Docenas de bares y clubes se encuentran expuestos a las mismas presiones. Cuando veo a personas quejándose a través de las redes sociales me pregunto: ¿cuándo fue la última vez que esa persona estuvo ahí?”, comenta Wiseman.

En su opinión, si les importan tanto esos sitios deberían ir allá a apoyarlos.

Frente a esto Strudwick aclara que no se trata de una situación sencilla, blanco o negro.

Lea: Beso gay resulta ser demasiado para un bar de Londres

“Los precios de las propiedades y los alquileres están fuera de control, pero la gente de la comunidad LGBT se siente afectada desproporcionadamente. Ellos no tienen cientos de bares, por lo que cuando cuatro o cinco cierran, genera un profundo impacto”.

Peter Gragg, del grupo de Amigos de Joirners´Arms, coincide con Strudwick.

La teoría es que la sociedad se está volviendo más integrada.

La teoría es que la sociedad se está volviendo más integrada.

“No creo que haya una conspiración maléfica de los promotores inmobiliarios empeñada en sacar de Londres a esta comunidad, aunque eso pudiera ser más sencillo de combatir”.

Los más vulnerables en la sociedad – bien sea económica o socialmente- son las primeras víctimas del aburguesamiento, y en este sentido los espacios dedicados a los LGTB parecen estar sufriendo enormemente en este momento”, apunta Gragg.

El aburguesamiento se produce cuando la población original de un sector deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo, que inicia un proceso de renovación de la zona.

“La buena noticia es que esta es una comunidad a la que las luchas no le son ajenas, así que no nos vamos a dar por vencidos sin dar una gran, llamativa, furiosa pelea”.

¿El último trago?

El Joiners’ Arms: el grupo de apoyo Amigos del Joiners’ Arms ayudó a que se designara como “un valor de la comunidad” en enero pasado. Pero los dueños actuales no están bajo obligación alguna de venderlo y los estatutos no definen restricciones sobre el uso que se le pueda dar.

Regal Homes, la compañía que compró el pub, dice que su propósito es “proporcionar un espacio mejorado para la comunidad como parte de una propuesta de renovación” y asegura que ha sostenido reuniones con los Amigos del Joiner’s Arms para discutir opciones.

El Royal Vauxhall Tavern (RVT) continúa abierto.

El Royal Vauxhall Tavern (RVT) continúa abierto.

Royal Vauxhall Tavern: La taberna RVT, que continúa abierta, ya goza del estatus de “valor de la comunidad”.

El grupo de apoyo RVT Future hace campaña para que la sede construida en el siglo XIX sea protegida como patrimonio, lo cual establecería que los dueños deberían pedir autorización para efectuar cualquier cambio que pueda afectar su estatus especial. El Ministerio de Cultura, Medios y Deportes se pronunciará al respecto más tarde en el año.

Innovate, la empresa que compró el edificio, recientemente escribió una carta abierta reclamando que si la estructura recibe el estatus de patrimonio, “los impuestos subirían 50% de la noche a la mañana” y se verían forzados a cerrar.